Zald¨ªvar, un juez atrapado en la guerra ideol¨®gica de L¨®pez Obrador
Aupado al Supremo por la derecha pero escorado en los ¨²ltimos a?os al progresismo, este abogado de prestigio est¨¢ en medio del hurac¨¢n por la pol¨¦mica extensi¨®n de su mandato al frente del alto tribunal


Arturo Zald¨ªvar tiene un perfil doblemente singular como presidente de la Suprema Corte de Justicia mexicana. Primero, porque ha llegado a la c¨²spide de la judicatura sin ser un juez de carrera, sino a trav¨¦s de una exitosa trayectoria como abogado en el sector privado. Segundo, porque durante su etapa todav¨ªa como ministro rompi¨® con otra regla no escrita al apoyar un pu?ado de sentencias que contraven¨ªan los intereses del Gobierno panista de Felipe Calder¨®n, que le hab¨ªa aupado en el cargo. Este abogado de prestigio encarna ahora un nuevo punto de inflexi¨®n en la historia del m¨¢ximo tribunal: la ins¨®lita extensi¨®n de su mandato, reci¨¦n aprobada este viernes por la mayor¨ªa de Morena en el Parlamento. Una reforma sin precedentes acusada de saltarse la Constituci¨®n y de invadir la independencia judicial que, para mayor paradoja, se jugar¨¢ muy probablemente su viabilidad en las manos del propio Zald¨ªvar.
La reforma, sacada adelante de manera expr¨¦s y sin apenas margen de maniobra por parte de la oposici¨®n, ha colocado al magistrado en el centro del hurac¨¢n durante la ¨²ltima semana. Juristas y organizaciones civiles le han criticado con dureza por plegarse, de momento, a las invectivas de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador contra el Poder Judicial, apuntando a una peligrosa correa de transmisi¨®n entre el presidente del Supremo y la agenda ideol¨®gica del partido en el poder.
Las cr¨ªticas, en todo caso, no siempre corrieron en la misma direcci¨®n. Durante m¨¢s de dos d¨¦cadas, Zald¨ªvar (Quer¨¦taro, 61 a?os) fue cimentando un enorme prestigio como uno de los mejores litigantes del pa¨ªs. Su especialidad era un ¨¢rea muy concreta: el juicio de amparo. La v¨ªa procesal mexicana de protecci¨®n de los derechos fundamentales frente a la Administraci¨®n. Un recurso muy t¨¦cnico y caro. Entre los clientes de su despacho, Zald¨ªvar Lelo de Larrea y Asociados, se encontraban grandes empresas y bancos mexicanos e internacionales. Unos v¨ªnculos profesionales que, pese a su viraje progresista en los ¨²ltimos a?os, provocaron suspicacias dentro de Morena y el entorno de la izquierda cuando su nombre empez¨® a sonar a finales de 2018 como candidato para presidir el Supremo.
Su entrada en el Supremo tampoco lleg¨® precisamente de la mano del progresismo. En enero de 2010, tras la jubilaci¨®n del ministro Genaro G¨®ngora Pimentel, el presidente Felipe Calder¨®n design¨® a Zald¨ªvar como sustituto. Antes de hacerse p¨²blica la elecci¨®n, el todav¨ªa abogado recibi¨® en varias ocasiones a dos pesos pesados del Gobierno panista en su despacho: el senador Germ¨¢n Mart¨ªnez, que a la postre liderar¨ªa el tr¨¢mite de la designaci¨®n en el Senado, y Roberto Gil, secretario particular del presidente. ¡°Quer¨ªan asegurar cierta lealtad y confirmar cu¨¢l era su posici¨®n ideol¨®gica en algunos temas claves para despejar las sospechas sobre sus posibles tintes izquierdistas¡±, apunta un abogado cercano a Zald¨ªvar en aquella ¨¦poca.
Distanciamiento con el PAN
El acercamiento del actual presidente del Supremo con el PAN comienza en los ochenta durante su etapa como estudiante en la Escuela Libre de Derecho, un prestigioso centro de estudios, semillero de cuadros panistas, como el propio Calder¨®n o su futuro secretario de Gobernaci¨®n, Fernando G¨®mez-Mont, con el que Zald¨ªvar teji¨® una buena relaci¨®n personal. La sinton¨ªa con la derecha mexicana se quebr¨®, sin embargo, tras las primeras decisiones del ministro dentro del tribunal. Zald¨ªvar tomo partido en varias sentencias en contra de los intereses del Gobierno del PAN. Por ejemplo, la exigencia de responsabilidades en el incendio de la guarder¨ªa ABC, donde una de las due?as era familiar del presidente, o la liberaci¨®n de Florence Cassez, un caso que escal¨® a conflicto diplom¨¢tico tras la detenci¨®n de la ciudadana francesa producto de una cadena de flagrantes irregularidades.
¡°Ah¨ª comienza su giro progresista. O m¨¢s bien garantista de derechos fundamentales, tal y como hab¨ªa hecho durante su carrera como abogado¡±, apunta Javier Mart¨ªn Reyes, profesor del CIDE y especialista en Derecho constitucional. En 2019, ya como presidente del alto tribunal, Zald¨ªvar reconoci¨® que en aquella ¨¦poca recibi¨® presiones directamente del presidente Calder¨®n. ¡°Adem¨¢s de por su t¨¦cnica, siempre ha sido un magistrado que se ha caracterizado por no tener miedo a decir que no al Gobierno de turno. Pero le ha tocado un momento muy dif¨ªcil para ser presidente de la Corte¡±, a?ade el profesor de Derecho constitucional.
Zald¨ªvar ya lanz¨® un primer intento para conquistar el trono de la judicatura. Fue en 2015, todav¨ªa durante el sexenio priista de Enrique Pe?a Nieto. Tras una votaci¨®n interminable entre los ministros del tribunal, las resistencias por parte de los jueces de carrera y los exfuncionarios del Estado priista colocados como ministros por Pe?a Nieto dieron al traste con la candidatura de un perfil no alienado. La segunda oportunidad se dio de la mano de la aplastante victoria de Morena en 2018. La campa?a a su favor no solo vino de las manos del nuevo Gobierno. Hugo Concha Cant¨², investigador del Instituto de Investigaciones Jur¨ªdicas de la UNAM y compa?ero de Zald¨ªvar durante su ¨¦poca como profesor en la universidad mexicana, recuerda que Televisa lanz¨® un programa monogr¨¢fico sobre el entonces candidato: ¡°Nos invitaban a distintos juristas para comentar sentencias en las que hab¨ªa participado Zald¨ªvar. Era un intento de reformar su imagen como juez progresista¡±.
Su aura como jurista t¨¦cnico, riguroso y dialogante, con un pie en los despachos profesionales y otro en la academia, se ha visto resentida por episodios como la invitaci¨®n en noviembre del a?o pasado por parte del presidente L¨®pez Obrador a una de sus conferencias matutinas para escenificar la firma del proyecto de reforma constitucional de la judicatura, impulsado y redactado desde la cabeza del alto tribunal con la anuencia del Gobierno. ¡°Es cierto que los magistrados no tienen potestad para presentar iniciativas parlamentarias. Pero nunca hab¨ªamos visto un nivel de colaboraci¨®n de este calado entre el Poder Judicial y el Ejecutivo¡±, se?ala el profesor del CIDE Mart¨ªn Reyes.
Los expertos consultados para este perfil no dudan que Zald¨ªvar lleg¨® al Supremo con la voluntad de renovar el aparato judicial, una instituci¨®n opaca y con importantes carencias en materia de rendici¨®n de cuentas. Pero a la vez subrayan su deriva cada vez m¨¢s cercana a las ambiciones del proyecto por parte del Gobierno, que aspira a perfilar un Poder Judicial m¨¢s favorable, que eventualmente no suponga un freno a sus reformas. ¡°Desde 2019, tanto ¨¦l como el senador Monreal se lanzaron en una campa?a contra el lujo y la opulencia de los jueces¡±, a?ade el investigador de la UNAM Cocha Cant¨².
La reforma judicial, en todo caso, ha sido tildada por juristas y expertos como equilibrada. El trabajo de Zald¨ªvar habr¨ªa frenado los intentos de cooptaci¨®n pol¨ªtica por parte de Morena, que aparec¨ªan en los primeros borradores, pero a costa de concentrar a¨²n m¨¢s el poder en el Consejo de la Judicatura, el ¨®rgano de Gobierno de los jueces, y la propia Corte. Ambas instituciones presididas por Zald¨ªvar, que terminaba su cargo el a?o que viene. Ahora, tras la votaci¨®n del parlamento, el nuevo plazo es hasta 2024, el mismo a?o en que termina el sexenio de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador.
Un escenario que a¨²n debe ser validado por el m¨¢ximo tribunal, que recibir¨¢ en las pr¨®ximas fechas un recurso de inconstitucionalidad que ya ha sido anunciado por la oposici¨®n. Zald¨ªvar ya ha adelantado que se excusar¨¢ de la discusi¨®n sobre el asunto por conflicto de inter¨¦s, pero no ha descartado su participaci¨®n final. Ser¨¢, en ese caso, su ¨²ltima bala para escapar de la guerra ideol¨®gica de L¨®pez Obrador en la que lleva atrapado durante toda esta semana.
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