Ciberacoso, amenazas y fraude: la violencia digital se ceba contra las mujeres en plena pandemia
Representantes de las organizaciones civiles advierten de un incremento de estos delitos durante la crisis sanitaria en la que m¨¢s de un 80% de las v¨ªctimas son mujeres
Lo que inici¨® como un gesto ben¨¦fico se convirti¨® en una pesadilla de fraude y suplantaci¨®n de identidad. En febrero del a?o pasado la poeta M¨®nica Rodr¨ªguez Licea recibi¨® un mensaje de uno de sus contactos de Facebook invit¨¢ndola a una campa?a contra el c¨¢ncer de mama. La supuesta iniciativa, auspiciada por un hospital espa?ol, requer¨ªa fotos con el torso desnudo de las participantes, a cambio, las mujeres recibir¨ªan una compensaci¨®n econ¨®mica que oscilaba entre los 8.000 a 12.000 pesos.
Despu¨¦s de un intercambio de mensajes en Messenger entre su amiga, tambi¨¦n poeta, Rodr¨ªguez Licea, accedi¨® a participar en la campa?a para lo que deb¨ªa de agregar a su red social a la supuesta doctora y coordinadora del proyecto. Esta mujer le asegur¨® por mensaje que las im¨¢genes ser¨ªan utilizadas solo para una campa?a interna del hospital. ¡°La que la supuesta doctora me dec¨ªa es que con estas fotos las pacientes recuperaran la confianza en ellas mismas, que ellas recuperaran la autoestima¡±, relata la v¨ªctima de 30 a?os.
Rodr¨ªguez Licea reconoce que en un primer momento dud¨® sobre la iniciativa, pero una vez m¨¢s su amiga le asegur¨® que era un proyecto altruista, confiable, en la que ella misma hab¨ªa participado. Lo que esta artista oriunda de Jalisco no pod¨ªa adivinar es que detr¨¢s de esos mensajes no estaba su colega si no una persona que buscaba suplantar su identidad.
Tras enviar las fotos, Rodr¨ªguez Licea recibi¨® un formulario, mecanismo que fue la puerta de entrada para robarle su cuenta de Facebook y revelar el enga?o del que fue objeto. ¡°?Hasta qu¨¦ punto est¨¢ comprometida mi seguridad?, ?qu¨¦ acabo de hacer?, ?c¨®mo pude caer?¡± fueron algunas de las recriminaciones que vinieron a la mente de M¨®nica al percatarse de que hab¨ªa sido v¨ªctima de una estafa.
A la ansiedad y el estupor se sum¨® al d¨ªa siguiente la confirmaci¨®n de uno de sus m¨¢s grandes temores: as¨ª como los agresores utilizaron la cuenta de Facebook de su amiga para llegar a ella, su cuenta en esta red social ya hab¨ªa sido usada para que m¨¢s personas de su c¨ªrculo de amigos cayeran en el mismo enga?o. Un bucle que al menos afect¨® a unas 30 mujeres. Pese al miedo, al enojo y a la verg¨¹enza inicial, Rodr¨ªguez Licea tom¨® la determinaci¨®n de alzar la voz y exponer su caso para intentar frenar la escalada de enga?os. En menos de una semana, ella logr¨® contactar a unas 60 v¨ªctimas del mismo modus operandi, agraviadas no solo de Jalisco, tambi¨¦n de Ciudad de M¨¦xico, Puebla y Veracruz.
Aunque hay decenas de afectadas solo en Jalisco de este fraude, a la fecha no hay avances en la investigaci¨®n o alg¨²n inculpado. ¡°Las autoridades toman el registro, cumplen con los protocolos que tienen que cumplir, pero no est¨¢n de lleno, el expediente est¨¢, pero no ha pasado nada, yo lo que no entiendo es cu¨¢l el objetivo de tener una polic¨ªa cibern¨¦tica¡±, reprocha la artista jalisciense.
Agneris Sampieri, integrante de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), se?ala que en el caso del enga?o colectivo al que fue objeto Rodr¨ªguez Licea se combinaron tres factores relevantes: la crisis econ¨®mica derivada de la pandemia, ayudar a una causa ben¨¦fica y que te lo est¨¢ proponiendo alguien que est¨¢ dentro de tu c¨ªrculo de amistades.
En un pa¨ªs donde 10 mujeres al d¨ªa mueren a manos del machismo, el incremento de la violencia virtual contra las mujeres es un reflejo de una violencia que sigue en escalada a pesar de la crisis sanitaria, advierten los portavoces de los colectivos feministas. La organizaci¨®n Luchadoras ha identificado que a?o con a?o se han sofisticado las agresiones digitales. El traslado de las actividades cotidianas a espacios como Zoom o Classroom han derivado paralelamente a un traslado de la violencia a estas plataformas. Pr¨¢cticas como el zoombombing ¡ªla infiltraci¨®n de personas ajenas a la reuni¨®n que difunden contenido lascivo, machista u obsceno¡ª y la difusi¨®n de im¨¢genes ¨ªntimas sin consentimiento han ido al alza durante la crisis sanitaria.
¡°El n¨²mero de denuncias que hemos recibido en los primeros cuatro meses de este a?o es mayor a los primeros seis meses del a?o pasado¡±, afirma Lul¨² V. Barrrera, la directora de Luchadoras. Solo en 2020 este colectivo recibi¨® a trav¨¦s de su l¨ªnea de apoyo 470 casos de violencia digital, de los cuales un 90% las afectadas fueron mujeres. En un 36% de estos incidentes, detalla Barrera, el agresor era una persona conocida, mientras que en el resto de las agresiones fue un desconocido o no fue posible identificar al atacante.
De acuerdo con el informe de este colectivo Justicia en tr¨¢mite. El limbo de las investigaciones sobre violencia digital en M¨¦xico desvela que en los ¨²ltimos tres a?os se abrieron 2.143 carpetas de investigaci¨®n en 18 Estados del pa¨ªs por el delito de difusi¨®n de im¨¢genes ¨ªntimas sin consentimiento. De este total, un 84% de las v¨ªctimas fueron mujeres.
Hasta 2019, seg¨²n el informe m¨¢s reciente sobre ciberacoso elaborado por el Inegi, 9,4 millones de mujeres en el pa¨ªs revelaron haber sido v¨ªctimas de esta agresi¨®n, principalmente de insinuaciones y propuestas sexuales. Sin embargo, los representantes de colectivos coinciden en este n¨²mero es apenas la punta de un iceberg porque la mayor¨ªa de los afectados prefiere no denunciar por falta de asesor¨ªa, recursos y por miedo a ser descalificadas.
La activista Candy Rodr¨ªguez se?ala que en 2019 asisti¨® un m¨¢ximo de siete casos de violencia digital, este ¨²ltimo a?o atendi¨® a 20 afectadas, sin embargo, todas las v¨ªctimas decidieron no presentar una denuncia. ¡°No denuncian porque no hay protocolos, no saben a d¨®nde acudir, tienen miedo de que las rega?en, hay una revictimizaci¨®n. Algunos de los casos que encontramos incluso las confrontan con las personas que las agredieron y no se toma en serio la violencia digital, se toma como un juego entre adolescentes que lo tienen que resolver ellos. Las chicas m¨¢s j¨®venes sufren much¨ªsima violencia, la sufren en silencio y tardan much¨ªsimo tiempo en hablarlo¡±, se?ala Rodr¨ªguez, integrante de la plataforma Acoso.Online.
En casos como el de Rodr¨ªguez Licea, que s¨ª se han atrevido a alzar la voz, el sentimiento es agridulce ante la frustraci¨®n de seguir sin justicia y con la interrogante de cu¨¢ntas mujeres m¨¢s seguir¨¢n siendo v¨ªctimas del enga?o, de amenazas. Tras meses de terapia y de alejamiento de las redes sociales ella ha vuelto, poco a poco a retomar la confianza en este tipo de plataformas. ¡°Ellos ya intentaron robar mi identidad, pero no lo lograron porque yo s¨ª s¨¦ qui¨¦n soy, no soy esa sombra extra?a que va y est¨¢ da?ando a la gente, para m¨ª era importante volver y tomar el control de las cosas¡±, concluye Rodr¨ªguez Licea.
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