¡°No hemos sabido tratar la migraci¨®n como una emergencia humanitaria¡±
La acad¨¦mica analiza la pol¨ªtica migratoria de EE UU y M¨¦xico y recomienda mayor inversi¨®n en infraestructura y recursos humanos para garantizar un mejor trato a los ni?os migrantes
Para la acad¨¦mica Silvia Giorguli Saucedo (Ciudad de M¨¦xico, 51 a?os) el cambio en la pol¨ªtica migratoria de parte del presidente de EE UU, Joe Biden, es un avance que se debe celebrar tras la criminalizaci¨®n de los migrantes impuesta durante la Administraci¨®n de Donald Trump. Aplaude principalmente al trato m¨¢s humanitario que se da a los ni?os migrantes, un flujo que ha venido en aumento y que ha demostrado lo poco preparados que est¨¢n los gobiernos estadounidenses y mexicanos para hacerle frente. Giorguli es presidenta del Colegio de M¨¦xico (Colmex), una de las instituciones acad¨¦micas de mayor prestigio en el pa¨ªs, y a lo largo de su carrera ha estudiado la demograf¨ªa y la migraci¨®n. En esta entrevista analiza el rol de EE UU y M¨¦xico frente a la migraci¨®n de adolescentes y ni?os y aboga por una mayor inversi¨®n e infraestructura, que ponga el inter¨¦s de la ni?ez por encima de desacuerdos pol¨ªticos. ¡°Muchos de estos menores podr¨ªan ser sujetos de pol¨ªticas de reunificaci¨®n familiar si se avanzara en resolver la situaci¨®n de indocumentaci¨®n de sus familiares en EE UU, pero eso se va a llevar tiempo. Hay que modificar el sistema de asilo estadounidense, porque tiene problemas para procesar las solicitudes. Ese es el camino correcto, pero no es f¨¢cil por los contrapesos institucionales, porque no hay consenso en EE UU¡±, afirma.
Pregunta. ?Cu¨¢les son las razones por las que estamos viendo un aumento del n¨²mero de ni?os pidiendo asilo en la frontera?
Respuesta. Hay una serie de componentes que vienen de la historia de los flujos migratorios en esta zona. En primer lugar, tenemos que ver que hay muchas d¨¦cadas de una migraci¨®n indocumentada a Estados Unidos, tenemos una comunidad de once millones de indocumentados, con un fuerte componente de latinoamericanos y esa poblaci¨®n, que adem¨¢s en muchos casos tiene m¨¢s de 10 a?os viviendo en EE UU, est¨¢ un poco atrapada en t¨¦rminos de la reunificaci¨®n familiar en tanto no hay canales legales que permitan esa reunificaci¨®n. Eso explica que muchas familias opten por otros caminos como los flujos indocumentados para intentar ingresar a EE UU. Eso quiere decir que el flujo no va a bajar en tanto no se logre regularizar a esa poblaci¨®n indocumentada.
P. ?Qu¨¦ otros factores llevan a estos ni?os a viajar solos?
R. Esta es una regi¨®n que estaba acostumbrada a gestionar flujos de adultos migrantes por razones econ¨®micas, pero ahora esta regi¨®n se encuentra con una migraci¨®n que corresponde a una situaci¨®n de emergencia humanitaria. Y ah¨ª se da el cruce de lo econ¨®mico con la violencia, porque uno oye los testimonios de los menores, muchos de ellos adolescentes, y el clima de violencia con el que est¨¢n viviendo cotidianamente en sus comunidades de origen y la alternativa de quedarse para que lo recluten o lo maten, pues toman la medida desesperada de irse. Es una migraci¨®n que no tiene un componente de planeaci¨®n, sino de sobrevivencia. Y no hemos sabido tratarla con ese car¨¢cter humanitario. Porque todo lo que tenemos de estaciones migratorias, Border Patrol, Guardia Nacional no est¨¢ hecho para atender una emergencia humanitaria como la que est¨¢ viviendo Centroam¨¦rica.
P. Hace unas semanas vimos a un ni?o de Nicaragua perdido en la frontera, traumatizado. ?Adem¨¢s del viaje extenuante, qu¨¦ consecuencias tiene para estos ni?os hacer este viaje peligroso?
R. Todos estamos concentrados en el corto plazo en lo que est¨¢ pasando ahorita, pero el impacto de esta experiencia en la vida de los menores es algo que no podemos omitir. Una vez que se instalan en campamentos hay que preguntarse: ?Qu¨¦ pasa con el acceso a la educaci¨®n, a la salud, a temas tan importantes como la vacunaci¨®n? ?Qu¨¦ pasa en el cuidado de enfermedades infectocontagiosas que pudieron haber adquirido en el camino como diarreas, infecciones intestinales, de v¨ªas respiratorias? Nosotros ya hab¨ªamos documentado cada vez m¨¢s el tema de salud mental. En el caso de la experiencia mexicana hay trabajos relacionados con la ansiedad que genera en los ni?os la separaci¨®n de los padres. Aqu¨ª tenemos un tema de salud mental en una generaci¨®n de j¨®venes que van a ser los adultos dentro de 10 a?os, que se van a integrar a la vida laboral.
P. El presidente Joe Biden ha parado la construcci¨®n de un muro fronterizo y ha desmantelado varias de las pol¨ªticas de Trump, como el programa Qu¨¦date en M¨¦xico. ?Considera que estas acciones son suficientes? ?Qu¨¦ medidas faltan para garantizar el bienestar de estos ni?os?
R. Tenemos que celebrar el cambio en la orientaci¨®n de la pol¨ªtica migratoria. Frente la orientaci¨®n de control, de detenci¨®n, de criminalizaci¨®n y de trato deshumanizado que caracteriz¨® al Gobierno de Trump, ahora tenemos una Administraci¨®n que toma como ejes y principios el trato humanitario, la gesti¨®n ordenada, el buscar canales legales, la cooperaci¨®n para el desarrollo con comunidades de origen y el evitar a toda costa, hasta donde los recursos lo permiten, la detenci¨®n de ni?os migrantes en estas condiciones inhumanas, poniendo en el centro el inter¨¦s superior del ni?o. Ya el cambio de principios abona a una direcci¨®n distinta. El gran reto es c¨®mo lo superas. Muchos de estos menores podr¨ªan ser sujetos de pol¨ªticas de reunificaci¨®n familiar si se avanzara en resolver la situaci¨®n de indocumentaci¨®n de sus familiares en EE UU, pero eso se va a llevar tiempo. Hay que modificar el sistema de asilo estadounidense, porque tiene problemas para procesar las solicitudes. Ese es el camino correcto, pero no es f¨¢cil por los contrapesos institucionales, porque no hay consenso en EE UU.
P. ?C¨®mo debe ser el trato a estos ni?os migrantes?
R. Poniendo adelante el inter¨¦s superior del ni?o, no criminalizando al ni?o migrante. Ser¨ªa ideal incrementar la presencia de expertos en trato a la ni?ez en los albergues o centros de detenci¨®n, de quienes pueden asesorar en t¨¦rminos de salud mental, en t¨¦rminos de educaci¨®n. Los ni?os requieren una atenci¨®n diferenciada, porque son poblaci¨®n con una experiencia muy particular. Uno de los grandes retos es c¨®mo adecuar la infraestructura para que dejemos de ver esas im¨¢genes con ni?os ya no en jaulas, pero s¨ª en estas cajas de vidrio y cubiertos con mantas de aluminio. Eso es lo m¨¢s urgente.
P. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n en M¨¦xico, pa¨ªs que se convirti¨® en el verdadero muro para los migrantes? ?A qu¨¦ se enfrenta estos ni?os cuando llegan a este pa¨ªs?
R. Cuando comenz¨® su gesti¨®n el actual Gobierno [del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador] le pas¨® algo similar a lo que ocurre ahora con Biden: s¨ª hubo un cambio en el discurso, en los principios que dirig¨ªan la pol¨ªtica migratoria, pero lo super¨® la gesti¨®n, no tener la capacidad para dar una salida a estos flujos in¨¦ditos en tama?o. Puedes cambiar el discurso, pero si tu estructura y la l¨®gica de operaci¨®n de las detenciones a trav¨¦s de la Guardia Nacional no se modifican y siguen operando como hace 10 o 15 a?os, pues entonces no hay una conexi¨®n entre el discurso y lo que est¨¢ pasando. M¨¦xico debe entender que es una migraci¨®n que requiere un trato de tragedia humanitaria y generar espacios para gestionar esos flujos en lo que se resuelve la situaci¨®n en EE UU.
P. ?Considera que los ni?os tienen oportunidades justas para recibir atenci¨®n o asilo en M¨¦xico?
R. Esta situaci¨®n tom¨® a la instituci¨®n responsable de procesar el asilo y el refugio en M¨¦xico, la Comar [Comisi¨®n Mexicana de Ayuda Refugiados], en un momento de cambios legislativos muy fuertes, de escasez de recursos financieros y humanos. El proveer a la Comar de m¨¢s recursos ser¨ªa un mensaje poderoso de que interesa que haya una mayor injerencia y eficiencia para atender las solicitudes. Ha habido cambios y ser¨ªa injusto no reconocer con los recursos que tiene la Comar lo que ha hecho para acelerar procesos de solicitudes, pero el tama?o del problema exige m¨¢s inversi¨®n.
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