La desesperaci¨®n migrante choca contra el dique de Tapachula
Las im¨¢genes de funcionarios arrinconando y maltratando a centroamericanos exhiben las fallas del papel de M¨¦xico ante la crisis migratoria
Si hace dos a?os Tapachula (Chiapas) se hab¨ªa convertido en una olla a presi¨®n, este s¨¢bado sucedi¨® lo inevitable. La desesperaci¨®n de los migrantes atrapados en la capital del sur de M¨¦xico revent¨® las fr¨¢giles costuras territoriales con las que el Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador pretend¨ªa ¡°contener¡± una crisis que desde hace a?os se ha salido de control. La normativa de encerrar en un mismo Estado sure?o a todos los que llegan, mientras las autoridades desbordadas resuelven ¡ªdurante m¨¢s de seis meses¡ª sus tr¨¢mites de asilo, ha provocado la primera caravana que ha nacido no en Centroam¨¦rica, como era habitual, sino en el mismo M¨¦xico. Y el pa¨ªs se encuentra de nuevo acorralado ante las presiones de Estados Unidos y el bombeo migrante que empuja desde el sur.
Haitianos, congole?os, cameruneses, hondure?os, salvadore?os, nicarag¨¹enses, y en general, todo aquel que busca su destino por tierra hacia Estados Unidos, decidieron emprender una marcha conjunta hacia el norte este s¨¢bado, ante la incapacidad de las autoridades mexicanas de ofrecerles otra salida. La caravana que rompi¨® el dique chiapaneco se top¨® con cientos de efectivos de la Guardia Nacional y de funcionarios de Migraci¨®n que organizaron una cacer¨ªa para capturar al mayor n¨²mero de migrantes posible. El objetivo: no salir de Chiapas.
Uno de los funcionarios de Migraci¨®n pisaba la cabeza de un migrante que trataba de huir; otro arrastraba al suelo a un hombre ante el espanto y las s¨²plicas de auxilio de un ni?o que iba con ¨¦l. Las im¨¢genes del despliegue del Gobierno de L¨®pez Obrador se replicaron en redes sociales, mientras el canciller, Marcelo Ebrard, celebraba la llegada del tercer grupo de refugiados afganos, la mayor¨ªa periodistas y sus familias que colaboraron con medios de Estados Unidos. La paradoja se encontraba en el texto del comunicado oficial: ¡°La recepci¨®n de personas de Afganist¨¢n es una decisi¨®n pol¨ªtica del Estado mexicano y realizada en total apego con la tradici¨®n hist¨®rica de asistencia humanitaria de nuestro pa¨ªs¡±.
Dos de los que participaron en el operativo del s¨¢bado han sido suspendidos de sus funciones, seg¨²n ha informado el Instituto este lunes. Las cr¨ªticas a la crisis migratoria provinieron adem¨¢s por el hecho de que ning¨²n funcionario de Migraci¨®n puede detener a un migrante. Migrar no es un delito. En este caso, huir de Chiapas se considera una falta administrativa. La estrategia ha sido defendida, no obstante, por el presidente como una ¡°contenci¨®n¡± necesaria. ¡°S¨ª, vamos a seguir conteniendo, pero hay que buscar soluciones de fondo, estructurales y tambi¨¦n Estados Unidos tiene que dar becas y tiene que permitir visas temporales de trabajo para Centroam¨¦rica y no les afecta en nada, porque se necesita en Estados Unidos la fuerza de trabajo¡±, respondi¨® L¨®pez Obrador desviando el tema principal.
Las solicitudes de asilo en M¨¦xico se han disparado desde 2019. Especialmente desde que las presiones de Donald Trump a L¨®pez Obrador por frenar la migraci¨®n convirtieran al pa¨ªs no solo en un enorme muro, sino en una sala de espera para cualquier decisi¨®n de los tribunales estadounidenses sobre su calidad de refugiados. Esto se debe a un acuerdo que firmaron ambos pa¨ªses, conocido como Remain in Mexico (Qu¨¦date en M¨¦xico) y que contin¨²a incluso con la novedad por la pandemia de las devoluciones en caliente, amparadas en el T¨ªtulo 42 estadounidense, que les permite, como ha sucedido, enviar v¨ªa a¨¦rea al sur de M¨¦xico a migrantes centroamericanos arrestados en territorio estadounidense.
Hay algo com¨²n en todos ellos y es que, pese a ser calificados despectivamente como ¡°sin papeles¡±, miles acarrean carpetas completas con sus expedientes e historias tr¨¢gicas de vida para presentar a las autoridades migratorias primero y despu¨¦s, a la Comisi¨®n Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar). El hambre, la violencia, el derecho humano b¨¢sico de sobrevivir en otro pa¨ªs, los empuja a tramitar un recurso que se ha desvirtuado: el asilo. La mayor¨ªa de ellos, ante la incapacidad y el cansancio de continuar la batalla hacia el norte ¡ªpues no cabe duda de que la inmensa mayor¨ªa de ellos sue?a con alcanzar Estados Unidos¡ª asume que la primera parada en M¨¦xico pasa por conseguir un papel que les retire su condici¨®n de parias, que los reconozca como ciudadanos de alg¨²n lugar. Y as¨ª, seguir avanzando. El asilo es solo un instrumento ¨²til para dejar de ser perseguidos. Pues aunque hay excepciones, no todos se plantean hacer vida en este pa¨ªs.
Si entre 2019 y 2020 las solicitudes de asilo hab¨ªan batido r¨¦cords, en los primeros meses de este 2021 ya se han pulverizado todas las estad¨ªsticas anteriores. Solo hasta junio, la Comar recibi¨® 51.654 peticiones, de las cuales 35.669 se tramitaron en la capital del sur Tapachula. Esta ciudad a media hora en coche de la frontera con Guatemala es el punto de llegada m¨¢s seguro y habitual, pues es el n¨²cleo urbano m¨¢s grande de toda la franja sur. Es en esta localidad donde la Comar atiende desbordada a miles de migrantes que llegan de todas partes del mundo y donde el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) tiene su oficina principal. Pero tambi¨¦n donde los tr¨¢mites, que deben durar un m¨¢ximo de tres meses, se extienden a m¨¢s de un a?o para muchos casos, seg¨²n los testimonios de los migrantes recogidos por este diario.
Mientras ha comenzado la solicitud de asilo, el migrante no puede moverse del Estado donde hizo el tr¨¢mite. En este caso, Chiapas. Justo la entidad m¨¢s pobre y rural de M¨¦xico, un lugar donde los migrantes denuncian no solo el rechazo por parte de la comunidad, que apenas sobrevive con lo justo, sino la falta de oportunidades y de ganarse la vida de cualquier forma. A esta situaci¨®n dram¨¢tica se suma el hecho de que para muchos de los que huyen de la violencia de Centroam¨¦rica no es un lugar seguro. Hondure?os, salvadore?os o guatemaltecos que escapan de amenazas de muerte en sus pa¨ªses saben que el enemigo podr¨¢ f¨¢cilmente penetrar una de las fronteras m¨¢s porosas del mundo y tambi¨¦n se han convertido en carne de ca?¨®n del crimen organizado.
Las calles de Tapachula son desde hace a?os un hervidero de migrantes que deambulan desesperados por sobrevivir. A las afueras de uno de los centros de detenci¨®n de migrantes m¨¢s grandes del pa¨ªs, el Siglo XXI, se instalan cientos de ellos en tiendas de campa?a, bajo el sol y la lluvia. Otros se hacinan en albergues y hoteles que con cada caravana o cada oleada migrante hacen el agosto. En la plaza principal de la ciudad es ya desde hace tiempo algo habitual no escuchar a alguien hablando espa?ol, mucho menos con acento mexicano. Cuando muchos de ellos dejan de confiar en el sistema, re¨²nen la cantidad de dinero suficiente para contratar a un coyote desde ah¨ª (alguien que los cruzar¨¢ hasta Estados Unidos) y pagan miles de d¨®lares por un recorrido que los saque del hoyo y la trampa humanitaria en la que se ha convertido la capital del sur.
En M¨¦xico han sido detenidos 117.052 migrantes hasta julio, una cifra que rebasar¨ªa la capacidad del Estadio Azteca. De ellos, los que ingresan por tierra en Chiapas, suponen casi 40.000. Y han sido deportados 54.231, seg¨²n las ¨²ltimas cifras del Instituto Nacional de Migraci¨®n, unos datos colocan al Gobierno de L¨®pez Obrador como el que m¨¢s migrantes ha expulsado en la historia, por delante de su antecesor, Enrique Pe?a Nieto, quien impuls¨® una pol¨ªtica de mano dura contra la inmigraci¨®n ilegal. La inmensa mayor¨ªa de los que han sido deportados son centroamericanos (el 98%), de Hait¨ª, 85, y de Cuba, 116.
La caravana del s¨¢bado es solo una muestra de las grietas de la estrategia migratoria del Gobierno, que trata de frenar lo imparable desde el sur mientras permite que Estados Unidos env¨ªe a m¨¢s migrantes a resolver sus tr¨¢mites de asilo en M¨¦xico. Y el pa¨ªs ha pasado de ser un lugar peligroso de paso para los que huyen a un destino temporal inevitable. Una olla a presi¨®n que ha explotado en Tapachula, aunque el desgaste asfixia tambi¨¦n a otras comunidades de la frontera norte.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.