Plomo en el para¨ªso: una alemana y una india asesinadas a balazos en un bar de Tulum
Tres turistas m¨¢s han resultado heridos de bala tras un enfrentamiento a tiros dentro de una mezcaler¨ªa en una de las calles m¨¢s concurridas del centro
La sangre empapaba todav¨ªa este jueves el asfalto de una de las principales calles del para¨ªso caribe?o mexicano, Tulum. La noche del mi¨¦rcoles, mientras un grupo de cinco turistas cenaban en una terraza del local La Malquerida, unos sicarios irrumpieron a tiros contra otros comensales. Las balas rebotaron contra los extranjeros. Y una alemana y una chica de India fueron asesinadas. Los otros tres ¡ªde Alemania y Holanda¡ªresultaron heridos y se encuentran todav¨ªa ingresados en un hospital. La guerra del narco ha alcanzado de nuevo a una de las joyas tur¨ªsticas por excelencia. Los balazos recuerdan que en M¨¦xico la violencia siempre encuentra un hueco por donde colarse.
Las autoridades apuntan que lo sucedido en La Malquerida se trat¨® de un enfrentamiento entre bandas rivales del narcotr¨¢fico. Y no ha sido el ¨²nico este a?o. Aunque este rinc¨®n paradis¨ªaco ha conseguido esquivar los titulares de la violencia de otras partes del pa¨ªs y ha sido m¨¢s conocido durante la pandemia por sus fiestas clandestinas, libertad sin mascarillas y visitantes de un Coachella perenne, en este municipio las balas conviven con los daiquir¨ªs.
Los c¨¢rteles que pelean la zona han cercado Tulum con tiroteos frecuentes. En marzo, otra balacera en una taquer¨ªa hiri¨® de gravedad a una turista espa?ola que acab¨® muriendo en el hospital; y dos d¨ªas antes, dos tiroteos consecutivos m¨¢s que crearon el p¨¢nico en la ¨²nica arteria de la ciudad, que conecta con el resto de ciudades de la Riviera Maya, y la calle Centauro, donde se encuentra La Malquerida. En un tramo de menos de 100 metros se acumulaban esos d¨ªas cordones de la Fiscal¨ªa que aseguraban las pruebas de los balazos y la sangre. Y a un lado, un turista extranjero negociaba con un artesano 2.000 pesos por una hamaca de colores.
La muerte y la diversi¨®n conviven en Tulum con una normalidad pasmosa. En mayo, un ejecutado y un herido en la misma calle, Centauro, en el local La Barrita; otro muerto de nacionalidad uruguaya en su cuarto de la zona residencial Aldea Zama. En junio, tres hombres murieron acribillados en la playa Para¨ªso. El 8 de agosto, los peri¨®dicos locales titulaban: Domingo sangriento en Tulum. Un hombre fue asesinado por un tiro en la nuca en la avenida Kukulcan, muy cerca de los anteriores. Y en septiembre, una balacera en el restaurante Rosa Negra, acribillaba a un taxista y a un guardia de seguridad.
El caso de Rosa Negra ¡ªuna cadena de restaurantes en Canc¨²n, Tulum y Ciudad de M¨¦xico¡ª est¨¢ relacionado adem¨¢s con el empresario hostelero Eduardo Beaven, due?o de los negocios, quien hace una semana fue atacado por unos hombres armados a las puertas del Aeropuerto Internacional Benito Ju¨¢rez, en la capital mexicana. El presunto pistolero fue asesinado por uno de sus escoltas.
La guerra del narco ha alcanzado a Tulum como otras veces lo hiciera con otras joyas del turismo nacional, como Playa del Carmen o Acapulco. Las balaceras y asesinatos en sus calles amenazan con golpear a la principal fuente de ingresos de este municipio de la Riviera Maya. En el Estado de Quintana Roo, donde se encuentra Tulum, el turismo supone un 87% del PIB.
Algunos de los vecinos consultados por tel¨¦fono este jueves explican que la situaci¨®n del pueblo es insostenible desde hace un a?o. Con la pandemia, muchos turistas vieron en Tulum el ¨²nico refugio seguro. Sin un control fronterizo, ni apenas requisitos para viajar a M¨¦xico, sus playas y hoteles se llenaron de extranjeros en busca de la fiesta y el verano eterno que de ninguna manera encontrar¨ªan esos meses en sus pa¨ªses de origen. Y a nadie se le escapa en M¨¦xico que donde est¨¢ la fiesta, est¨¢ la droga, est¨¢ el dinero, se fortalece a un c¨¢rtel y comienza la batalla.
Al rentable negocio de las drogas se sumaron unas elecciones locales en junio, cuyo vac¨ªo de poder de manera habitual suponen para el narco un aliciente para pelear el control de la plaza. En marzo, poco antes de la salida del anterior alcalde, V¨ªctor Mas Tah (de la coalici¨®n PAN, PRI y PRD), las narcomantas con mensajes amenazantes a la polic¨ªa municipal se colgaban de palapas playeras, ante la curiosidad de los turistas, que sent¨ªan que estaban viviendo su propio episodio de Netflix. El nuevo presidente municipal, que tom¨® posesi¨®n el 30 de septiembre, Marciano Dzul Caamal (de Morena), tiene el reto de evitar que Tulum corra el mismo riesgo que otros municipios acechados por la violencia. ¡°La seguridad es mi prioridad. Recuperaremos la paz que nos merecemos¡±, ha se?alado el mandatario en su cuenta de Twitter despu¨¦s de lo sucedido este mi¨¦rcoles.
Condeno en¨¦rgicamente los tr¨¢gicos hechos ocurridos la noche de ayer en #Tulum en que dos personas perdieron la vida y otras tres resultaron heridas.
— Marciano Dzul Caamal (@MDzulCaamal) October 21, 2021
Informo que he dado instrucciones a la Polic¨ªa Municipal para colaborar en la investigaci¨®n de este lamentable suceso (Cont.)
De los presuntos sicarios del ataque en La Malquerida, solo uno de ellos ha sido detenido y herido de bala. Ante las preguntas de este diario, la Fiscal¨ªa no ha querido proporcionar m¨¢s informaci¨®n sobre el n¨²mero de agresores implicados ni la banda a la que pertenec¨ªan. La Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica de Quintana Roo tiene identificadas a seis organizaciones criminales en ese territorio: el cartel de los Pelones, cartel de los Bonfil, el poderoso Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n, cartel de Sinaloa, La Barredora y Zetas Vieja Escuela.
La violencia que mantiene a M¨¦xico en niveles hist¨®ricos, casi 100 homicidios al d¨ªa, ha tocado a las puertas del para¨ªso. El presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador celebraba este martes la reducci¨®n de un 3% en los homicidios en septiembre (respecto al mismo periodo de 2020) pero las cotas de terror siguen demasiado altas. Y la impunidad de casi el total de los casos permite que ning¨²n rinc¨®n del pa¨ªs est¨¦ a salvo.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.