Deportaciones masivas, violencia, racismo y reclusi¨®n: organizaciones civiles denuncian la situaci¨®n de los migrantes haitianos en Am¨¦rica

No hay un lugar en Am¨¦rica que sea territorio seguro para los haitianos. Decenas de miles de personas procedentes del pa¨ªs caribe?o se encuentran en un riesgo constante en su tr¨¢nsito por el continente. En su viaje, se enfrentan a la violencia de grupos armados que los asaltan para saquearlos; a las palizas y retenes de las fuerzas de seguridad; al miedo a ser deportados de vuelta a Hait¨ª, un pa¨ªs roto, sin gobierno efectivo, dominado por las pandillas y el hambre; a la violencia sexual contra las mujeres y ni?as; a los animales peligrosos que acechan en la jungla por la que se ven obligados a cruzar de Colombia a Panam¨¢, uno de los puntos m¨¢s peligrosos de la ruta; al racismo sist¨¦mico que sufren o a ser recluidos en campamentos que en la pr¨¢ctica son campos de concentraci¨®n, en condiciones de pobreza extrema, sin atenci¨®n sanitaria, trabajo, comida ni, en muchas ocasiones, techo.

Un informe de Amnist¨ªa Internacional (AI) y Haitian Bridge Alliance (HBA) publicado este jueves acredita que ¡°varios Estados de la regi¨®n [Am¨¦rica] no est¨¢n brindando seguridad a las personas haitianas frente a una serie de violaciones de Derechos Humanos¡±. En la investigaci¨®n, ambos organismos critican especialmente a las autoridades de M¨¦xico, Estados Unidos y Chile por su gesti¨®n migratoria. Los haitianos no son protegidos en ninguno de estos pa¨ªses. A los peligros del camino y a las trabas legales que se encuentran para regularizar su situaci¨®n, se suma el racismo con el que, seg¨²n el informe, muchas veces son recibidos en las naciones de acogida. Solo entre el 19 de septiembre y el 19 de octubre, alrededor de 10.800 personas fueron deportadas de vuelta a Hait¨ª, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones. Un 16,5% eran menores de edad.

La mayor¨ªa de devoluciones se han producido desde Estados Unidos, en algunas ocasiones ¡°mediante fuerza excesiva¡±, denuncian los organismos, en referencia a los hechos de Del R¨ªo, Texas, donde a finales de septiembre llegaron a concentrarse m¨¢s de 15.000 haitianos en un campamento precario bajo un puente en la frontera con M¨¦xico. Las im¨¢genes de aquellos d¨ªas dieron la vuelta al mundo por su especial brutalidad: en ellas se ve¨ªa a agentes a caballo de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos capturando migrantes con lazos, en una escena m¨¢s propia de un Western que de un proceso de asilo.

Pese a que la Casa Blanca decidi¨® reducir los vuelos de deportaci¨®n al pa¨ªs caribe?o debido a la grave crisis humanitaria que atraviesa, la mayor¨ªa de haitianos del campamento de Del R¨ªo fueron expulsados a su pa¨ªs o hacia M¨¦xico, donde m¨¢s de 26.000 personas procedentes de Hait¨ª han tramitado una solicitud de asilo en lo que va de a?o, pero menos de la mitad se han concedido. Para otras nacionalidades, el porcentaje de resoluciones favorables es mucho mayor, como la venezolana (98% de solicitudes favorables) o la hondure?a (85%), seg¨²n datos oficiales. Sin embargo, desde mediados de octubre, de Hait¨ª proceden la mayor¨ªa de solicitantes de asilo en el pa¨ªs, por encima de Honduras, que hab¨ªa liderado la lista hasta el momento.

¡°Las pr¨¢cticas actuales en M¨¦xico, especialmente la de contener a migrantes y solicitantes de asilo en Tapachula, hace que el proceso de solicitar protecci¨®n internacional sea extenuante, especialmente para las decenas de miles de personas haitianas, muchas de las cuales ten¨ªan empleos de baja remuneraci¨®n antes de llegar a M¨¦xico y cuentan con pocos ahorros o carecen de ellos, por lo que a menudo no pueden cubrir sus necesidades de comida y alojamiento¡±, contin¨²a el informe.

Tapachula, ¡°una prisi¨®n sin techo¡±

La investigaci¨®n se realiz¨® precisamente en Tapachula, una ciudad de Chiapas fronteriza con Guatemala, con 350.000 habitantes y un ¨ªndice de pobreza del 78%. All¨ª, ahora mismo, se encuentran retenidos por el Gobierno mexicano unos 50.000 migrantes a la espera de poder tramitar sus papeles, de acuerdo con estimaciones de organizaciones que trabajan en el terreno. Un aut¨¦ntico polvor¨ªn con el caldo de cultivo ideal para fomentar ataques racistas, y ¡°condiciones de inseguridad e indigencia debido a la falta de acceso a refugio, alimentos y otras necesidades b¨¢sicas¡±.

En la pr¨¢ctica, Tapachula es ¡°esencialmente una prisi¨®n sin techo¡±, como reza el informe. En los ¨²ltimos meses varias caravanas migratorias han tratado de romper el cerco, pero han sido duramente reprimidas por la Guardia Nacional. Aun as¨ª, m¨¢s de 500 haitianos lograron llegar a Ciudad de M¨¦xico a finales de septiembre. Este s¨¢bado, un nuevo grupo con cientos de personas ha vuelto a intentarlo y se encuentran en camino de nuevo hacia la capital.

La concentraci¨®n de tantos solicitantes de asilo en un mismo lugar ha provocado un desbordamiento en la Comisi¨®n Mexicana de Ayuda a Refugiados, que adem¨¢s lleva meses denunciando la falta de presupuesto. Este colapso viene tambi¨¦n auspiciado por la falta de otros mecanismos legales de acogida en M¨¦xico, m¨¢s all¨¢ de la protecci¨®n de asilo. Pero la situaci¨®n, aseguran AI y HBA, es todav¨ªa m¨¢s grave: ¡°Las autoridades mexicanas de inmigraci¨®n est¨¢n llevando a cabo deportaciones masivas a Hait¨ª y haciendo deportaciones masivas de personas haitianas a Guatemala¡±. Algo que atenta contra las medidas de protecci¨®n de los migrantes recogidas en el derecho internacional: ¡°Amnist¨ªa Internacional considera que las detenciones por el Instituto Nacional de Migraci¨®n y las devoluciones a Chiapas podr¨ªan cumplir con la definici¨®n de detenci¨®n arbitraria¡±.

Hait¨ª, el pa¨ªs m¨¢s pobre de Am¨¦rica, sufre en la actualidad una grave crisis humanitaria, producto de una d¨¦cada de inestabilidad pol¨ªtica y econ¨®mica que sucedi¨® al terremoto de 2010. El pasado julio fue asesinado su presidente, Jovenel Mo?se, sin que todav¨ªa se hayan aclarado los motivos ni los culpables. En agosto, la isla tembl¨® con un nuevo sismo de magnitud 7,2 que dej¨® m¨¢s de 2.000 muertos. Estos d¨ªas, las pandillas se reparten el control de la capital, Puerto Pr¨ªncipe, los secuestros est¨¢n a la orden del d¨ªa, y apenas un 0,5% de la poblaci¨®n ha sido vacunada contra el coronavirus.

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