Los usuarios del internet gratuito de Ciudad de M¨¦xico: ¡°Va muy lento, solo lo uso en caso de emergencia¡±

En la plaza de Santo Domingo, en el Centro de Ciudad de M¨¦xico, Rosa bebe un refresco y consulta su tel¨¦fono a la sombra de su quiosco. A menos de tres metros de ella, un alto poste anuncia una conexi¨®n wifi gratuita. Pero ella usa su propia tarifa de datos. ?Por qu¨¦? ¡°Ese [se?ala al poste] no sirve, nunca carga, yo creo ni siquiera tiene internet¡±, responde. Sin embargo, a la quiosquera le parece ¡°muy chido¡± que la semana pasada la capital mexicana ganara el R¨¦cord Guinness a la ciudad m¨¢s conectada del mundo, gracias a sus 21.500 puntos de conexi¨®n sin coste a la red. Dice que vive en la Colonia Morelos, y que all¨ª sus hijas s¨ª lo utilizan. ¡°Cuando se les acaba su plan de internet salen a la calle a conectarse¡±, explica entre risas, ¡°y les va un poco mejor que aqu¨ª¡±. Se?ala la pantalla de su m¨®vil, ¡°mira, es que ni me aparece¡±.

A 20 metros, en los soportales de la plaza, se suceden puestos en los que lo mismo escriben una carta por ti que te consiguen un t¨ªtulo o certificado de dudosa validez. Pepo y Gacho esperan clientes. ?Qu¨¦ venden? ¡°De todo¡±, responden extra?ados, como si fuera obvio. Est¨¢n sentados en una mesa blanca con tres celulares. En dos de ellos chequean sus redes sociales. En el otro se reproduce una serie. Como Rosa, usan sus propios datos porque no les llega la red. Adem¨¢s, han escuchado casos de gente a la que le han robado informaci¨®n de su tel¨¦fono por conectarse a la wifi p¨²blica, y les da miedo. A¨²n as¨ª, alguna vez la han utilizado. ¡°Pues no va tan r¨¢pido, pero para un internet gratuito no est¨¢ mal, te da para redes sociales y chatear, pero no para ver videos o m¨²sica¡±, resume Pepo. ¡°Se usa en un caso de emergencia, si se puede evitar, mejor no¡±, concuerda Gacho.

En los ¨²ltimos tres a?os, Ciudad de M¨¦xico ha pasado de 98 zonas de acceso wifi a 21.500, de acuerdo con la Agencia Digital de Innovaci¨®n P¨²blica. Este aumento en los puntos de internet gratuitos les vali¨® la semana pasada el R¨¦cord Guinness, que la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, celebr¨® en un comunicado: ¡°Somos una ciudad innovadora y de derechos; innovadora porque utiliza la tecnolog¨ªa para abrir derechos a los habitantes de la Ciudad de M¨¦xico; no tendr¨ªa sentido la tecnolog¨ªa si no fuera para beneficio de los habitantes y, en particular, de los m¨¢s desprotegidos en nuestra ciudad¡±.

Sin embargo, seg¨²n los testimonios de una veintena de personas consultadas por EL PA?S, en este caso la cantidad de puntos de conexi¨®n no va de la mano con la calidad en el servicio. Daniela asegura que nunca ha conseguido conectarse a la red: ¡°Nunca me agarra, en ning¨²n sitio, siempre tengo que usar mis propios datos¡±. Leonardo fuma apoyado en una pared en el centro de la ciudad: ¡°Los videos nunca terminan de cargar. Solo lo uso cuando me quedo sin red y tengo alguna emergencia¡±. Rebeca lee en su tablet, a la sombra de la catedral del Z¨®calo: ¡°Alguna vez he probado la wifi, pero es demasiado lenta, prefiero mis datos¡±. A un par de kil¨®metros, en el Paseo de la Reforma, Samuel afirma ri¨¦ndose que solo se conecta ¡°cuando esto [se?ala su tel¨¦fono] me avisa de que no me queda saldo, pero no es lo mejor, como lo usa mucha gente tarda mucho en cargar¡±.

Brecha digital

En 2020 en M¨¦xico, m¨¢s de 84 millones de personas eran consumidoras de internet, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Geograf¨ªa (INEGI). La encuesta estima que el 78,3% de los residentes en ¨¢reas urbanas son usuarios, frente a un 50,4% del entorno rural. En la calle, la mayor¨ªa de los preguntados responden en la misma l¨ªnea: prefieren utilizar sus datos m¨®viles porque la red p¨²blica es muy lenta. Pero tambi¨¦n hay excepciones que rompen la regla. Como Katy, que tiene un puesto callejero de sombreros, mata el tiempo entre clientes mirando el m¨®vil y dice que no tiene queja, que para lo que lo utiliza le va bien. O Sebasti¨¢n, que es gu¨ªa, y ahora, apoyado en un poste mientras espera a que alg¨²n turista solicite un tour, no aparta la vista de la pantalla: ¡°Estoy con mis datos, aunque a veces s¨ª uso el wifi de la ciudad. Tarda un poco en conectarse, pero despu¨¦s funciona bien para redes sociales¡±.

Gonzalo Roj¨®n, director de an¨¢lisis en The CIU, una consultora especializada en telecomunicaciones, considera la medida como un avance. Cree que los fallos denunciados por los usuarios pueden deberse a problemas t¨¦cnicos, al ser una iniciativa todav¨ªa joven. O una cuesti¨®n de percepci¨®n, al comparar la red p¨²blica con la de su operador m¨®vil. Sin embargo, considera que hay un problema de base en cuanto a la estructura: ¡°Todos los puntos de acceso a internet gratuitos que se puedan tener son obviamente bienvenidos. Sin embargo, a¨²n hay lugares en la ciudad en los que no existe la conectividad. Es importante asegurarnos que todas las personas puedan tener una disponibilidad y uso de internet adecuado. Sobre todo a partir de la pandemia hemos visto claras las necesidades que tenemos. Las infraestructuras est¨¢n bien, pero de nada te sirve tener wifi en un lugar p¨²blico si en tu casa no tienes conectividad¡±.

Daniel, que es poco hablador y regenta un quiosco en el Z¨®calo, parece querer darle la raz¨®n a Roj¨®n. A menos de 30 metros de su puesto tiene un punto de internet gratuito. Mata las horas muertas en el trabajo con su tel¨¦fono gracias al wifi p¨²blico. Cuenta que s¨ª, va lento, y solo le sirve para mandar mensajes, pero que le hace el apa?o. Que es verdad que deber¨ªa funcionar mejor estando tan cerca de la red, pero es gratis y a ¨¦l, por lo menos, le ayuda a llevar el aburrimiento. Y se encoge de hombros, dando por concluida la conversaci¨®n.

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