Cuando encontrar oro en tu tierra es tu condena
El documental mexicano ¡®Tolvanera¡¯ retrata la lucha de una comunidad de Sonora contra la minera del cuarto hombre m¨¢s rico de M¨¦xico
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Sobre la pantalla en negro se escuchan unas voces tensas, asustadas. ¡°No, por favor¡±, ruega una mujer. Le responden con dureza: ¡°La cara abajo¡±. La periodista est¨¢ grabando con su tel¨¦fono sin que el grupo armado se d¨¦ cuenta. ¡°Muchachos, somos reporteros. Nos dijeron que hab¨ªa una mina abandonada aqu¨ª y entramos a ver¡±. Con la cara cubierta por pasamonta?as con calaveras y empu?ando armas largas, los hombres les amenazan para que no vuelvan por all¨ª. Y los periodistas se van. Era marzo de 2018.
As¨ª es como se silencian muchas historias en M¨¦xico, pero en Tolvanera es solo el comienzo del documental, seleccionado este a?o en el Festival de Morelia. El incidente se qued¨® marcado en la memoria de uno de esos reporteros, ?ngel Melgoza (Zamora, Michoac¨¢n, 1992), quien decide no soltar el tema y llevarlo a la pantalla grande. A lo largo de los a?os sigue tirando del hilo para tratar de explicar la complicada madeja de corrupci¨®n, ilegalidad, violencia e impunidad que rodea la lucha del ejido El Baj¨ªo contra la minera Grupo Fresnillo, del multimillonario Alberto Baill¨¨res.
Todo empieza con una paradoja. Porque lo que podr¨ªa haber sacado de la pobreza a los ejidatarios termina por convertirse en su ruina: un yacimiento de oro escondido bajo sus ¨¢ridas tierras en el Estado de Sonora. La compa?¨ªa de Baill¨¨res, la mayor productora de oro de M¨¦xico, sab¨ªa que en esa zona deb¨ªa haber oro, por lo que a finales de los a?os 90 pide permiso de exploraci¨®n a los ejidatarios. ?stos acceden a cambio de un pago de 16.000 pesos (730 d¨®lares) a cada uno.
No vuelven a saber de la minera hasta los a?os 2000, cuando ya est¨¢ adentro de su territorio, explotando el oro. ¡°Pero para eso no ten¨ªan permiso¡±, dice Erasmo Santiago, uno de los ejidatarios entrevistados en el documental. El Grupo Fresnillo, a trav¨¦s de su filial Penmont, empez¨® los trabajos en el ejido con la mina La Herradura y en 2009 extendi¨® sus operaciones con la de Soledad-Dipolos. Durante cuatro a?os extrajo de all¨ª 236.000 onzas de oro, con una utilidad bruta de 420 millones de d¨®lares. Los ejidatarios no recibieron un peso. ¡°Es paradigm¨¢tico que son afortunados de que en una tierra des¨¦rtica, hostil, donde no se da nada, tengan algo s¨²per valioso, pero al final implica repercusiones violentas para los propietarios de la tierra¡±, reflexiona Melgoza en entrevista con EL PA?S.
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En 2009 los propietarios interpusieron una demanda en el tribunal agrario solicitando que la minera desalojase sus tierras. El magistrado Manuel Loya Valverde no solo dio la raz¨®n a los ejidatarios sino que, en una decisi¨®n in¨¦dita, sentenci¨® en 2014 que la empresa deb¨ªa devolver todo el oro que hab¨ªa extra¨ªdo y restituir las tierras a su estado original. ¡°La reparaci¨®n tiene que empezar con la restauraci¨®n de sus cerros, montes, agua, aire, flora y fauna que antes exist¨ªan¡±, rezaba el dictamen. Un verdadero varapalo para la minera del cuarto hombre m¨¢s rico de M¨¦xico.
¡°Si se llega a ejecutar esa sentencia ser¨ªa hist¨®rico para Am¨¦rica Latina, para todas las luchas en contra del extractivismo¡±, dice el director del documental. Pero el 4 de diciembre de 2014, el magistrado Loya Valverde ve con estupefacci¨®n c¨®mo el Senado no le ratifica en su puesto. ¡°Baill¨¨res estaba dando instrucciones para que no se me ratificara¡±, asegura el juez en el filme. El director ve el hecho como un signo de ¡°la alianza econ¨®mico-pol¨ªtica que hace posible el despojo¡±. A partir de entonces, los siguientes jueces agrarios archivan el caso y no ejecutan la sentencia. Y la impunidad da paso a la violencia.
En febrero de 2018, un comando armado entra al ejido y asesina a Ra¨²l Ibarra de la Paz y Nohem¨ª Elizabeth L¨®pez. ¡°All¨¢ donde hay un recurso natural aparece el crimen organizado¡±, se escucha en el documental. Entonces la historia da un giro m¨¢s hacia lo inveros¨ªmil. Rafael Pavlovich, t¨ªo de la entonces gobernadora Claudia Pavlovich, dice ser propietario de una parte de esos terrenos con unos t¨ªtulos que le otorg¨® un juez agrario y empieza a explotar la mina de Soledad-Dipolos a finales de 2018. Los ejidatarios son acusados de despojo y algunos de ellos, como Erasmo Santiago, pasan hasta un a?o y medio en la c¨¢rcel. Ante la falta de pruebas, finalmente son liberados.
La violencia no cesa y en abril de 2021 aparecen asesinados el expresidente ejidal Jos¨¦ de Jes¨²s Robledo y su esposa, Mar¨ªa de Jes¨²s G¨®mez. Junto a sus cuerpos se encuentra un mensaje con el nombre de trece de los ejidatarios de El Baj¨ªo. La situaci¨®n se volvi¨® tan delicada que la ¨²ltima vez que fueron a grabar, el equipo de Melgoza tuvo que ir escoltado por la polic¨ªa. ¡°Con poderes econ¨®micos, pol¨ªticos y criminales en contra, hasta hoy la historia de El Baj¨ªo refleja la imposibilidad de la justicia en M¨¦xico¡±, reflexiona el director al final del documental. ¡°Pero tambi¨¦n hoy, con una decisi¨®n del tribunal o con una acci¨®n del presidente, la historia puede y debe comenzar a cambiar¡±.
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