M¨¦xico, ante una nueva ola de contagios: ¡°Llevo tres d¨ªas intentando hacerme una prueba de covid y no he podido¡±
Esta semana se han formado largas filas para conseguir un test en la capital, en medio de un repunte invernal de la pandemia y la ansiedad por el avance de ¨®micron
Sof¨ªa Garza y su hija se formaron a las cuatro y media de la ma?ana para hacerse una prueba de covid. Son las primeras de una fila que serpentea afuera del centro de salud Dr. ?ngel Brioso Vasconcelos en la colonia Condesa, en el centro de Ciudad de M¨¦xico. M¨¢s de 200 personas se levantaron temprano este mi¨¦rcoles con el mismo objetivo, pero solo hay 95 lugares disponibles. ¡°Mi marido se contagi¨® ayer y yo tengo gripa y fiebre¡±, dice la mujer de 49 a?os, poco antes de que le d¨¦ un ataque de tos. A pocos d¨ªas de las celebraciones de Navidad y A?o Nuevo, la misma imagen se repite una y otra vez en la capital y en varias ciudades del pa¨ªs. El avance de ¨®micron, la ca¨ªda de las temperaturas y el repunte de la pandemia ha hecho que cada vez m¨¢s gente busque un test para averiguar si tiene covid, aunque eso signifique plantarse de cinco a seis horas para conseguirlo.
¡°Las pruebas est¨¢n muy escasas y los laboratorios privados cobran much¨ªsimo, somos tres y la pandemia nos dej¨® en una situaci¨®n muy dif¨ªcil, no nos podemos permitir ese gasto¡±, explica Guadalupe Clavijo, de 55 a?os. Ella y sus dos hijos llegaron a las cinco de la ma?ana, son los sextos en la cola. El precio de una prueba de ant¨ªgenos va de los 200 a los 600 pesos (entre 10 y 30 d¨®lares), aunque una PCR llega a costar unos 3.200 pesos (poco menos de 160 d¨®lares). Para su familia, eso significa ponerse una mascarilla sobre el cubrebocas y varias capas de ropa para alcanzar uno de los tests gratuitos que aplica la Secretar¨ªa de Salud local. ¡°M¨¢s que nervios, la verdad estoy inquieta, aqu¨ª hay un mont¨®n de gente con s¨ªntomas y ayer hubo 15.000 contagios en todo el pa¨ªs¡±, confiesa.
Entre las personas que esperan un turno hay un concierto de tos y estornudos que ponen a varios los pelos de punta. La ciudad amaneci¨® a ocho grados y el fr¨ªo cala en el cuerpo, pero moverse un poco para ponerse debajo de los primeros rayos de sol es motivo de aprehensi¨®n: nadie quiere perder su sitio. ¡°El lunes se me durmi¨® el gallo y llegu¨¦ a las siete y media, pero no alcanc¨¦; el martes, a las seis de la ma?ana pero hubo menos fichas, hoy es mi tercer intento¡±, cuenta Julia Valandrano, de 63 a?os. Para evitar que se metan en la fila, quienes estaban formados empezaron a repartir turnos conforme iban llegando. Los llaman las ¡°prefichas¡± porque se dieron una hora antes de que los trabajadores del centro de salud repartieran las fichas para pasar, a las ocho de la ma?ana. ¡°Mi yerno y mi hija tienen covid y yo me la paso con ellos¡±, dice Valandrano, ¡°yo no tengo nada de s¨ªntomas, pero quiero estar tranquila¡±.
Es una paradoja. A cambio de esa tranquilidad, uno se forma con much¨ªsimas personas que sospechan que tienen el virus, pr¨¢cticamente codo a codo y muy temprano en la ma?ana, cuando m¨¢s fr¨ªo hace. ¡°Da un poco de miedo, aqu¨ª no se guarda mucho la sana distancia que digamos¡±, admite Carlos Gonz¨¢lez, un profesor de m¨²sica de 32 a?os que se aleja tanto como puede de la fila. ¡°Esta es la tercera vez que vengo aqu¨ª a hacerme la prueba y nunca me hab¨ªa tocado tanta gente¡±, agrega. Jonathan Puebla, de 33 a?os, da un ejemplo para explicar el cambio. Hace un mes lleg¨® a las siete de la ma?ana y le toc¨® el turno 17. Hoy vino media hora antes y le toc¨® la ficha 69. ¡°Entre que es gripa o es covid, aqu¨ª andamos, es la duda que tenemos todos¡±, dice Puebla, que se sienta sobre una jardinera para paliar el cansancio.
Justo a las ocho de la ma?ana, cuando se reparten los turnos, m¨¢s de la mitad de la gente tiene que irse. No hay pruebas suficientes. La cl¨ªnica busca responder al aumento de demanda y este mi¨¦rcoles se aplican casi el doble que un d¨ªa antes, cuentan los m¨¦dicos mientras se toman un respiro despu¨¦s de llenar los cuestionarios de salud. ¡°Desde la segunda mitad de diciembre ha subido much¨ªsimo la cantidad de gente¡±, comenta la doctora Mariana S¨¢nchez. Sus colegas calculan que m¨¢s o menos una de cada cuatro personas ha dado positivo en los ¨²ltimos d¨ªas.
La afluencia de gente no permite hacer excepciones ni consideraciones especiales. Beatriz Bautista, una enfermera de 64 a?os que tiene c¨¢ncer de mama, se queja de que le pidieran que hiciera la fila como el resto. ¡°Me piden que me venga a formar a las cinco de la ma?ana, lo que no entienden es que s¨ª me da covid, yo no la libro por mi sistema inmune¡±, dice Bautista. Claudia L¨®pez, de 42 a?os, es otra m¨¢s que no alcanz¨® un turno. ¡°Tengo tres d¨ªas intentando hacerme una prueba y no he podido¡±, dice la mujer de 42 a?os. Est¨¢ nerviosa: ocho familiares suyos se han contagiado despu¨¦s de que se juntaron a celebrar A?o Nuevo.
Las autoridades anunciaron el martes que se duplicar¨¢ el n¨²mero de pruebas que se aplican en Ciudad de M¨¦xico, la zona m¨¢s densamente poblada y con el mayor n¨²mero de casos del pa¨ªs: m¨¢s de un mill¨®n desde el inicio de la pandemia. El Gobierno de Claudia Sheinbaum dijo que a diario se administrar¨¢n hasta 23.400 test en los 117 centros de salud de la capital, as¨ª como en siete centros comerciales y macroquioscos de pruebas que se instalar¨¢n en estos d¨ªas. Las im¨¢genes de largas filas de personas y coches afuera de laboratorios y centros de salud en zonas tur¨ªsticas y fronterizas, las que han visto mayor repunte de contagios, tambi¨¦n se multiplican. La escasez se ha vuelto un problema mundial: la demanda se ha disparado tambi¨¦n en varios pa¨ªses europeos, por ejemplo, ante el avance de ¨®micron y el alza de casos.
Pasadas las nueve de la ma?ana, el primer grupo de seis personas entra al centro de salud. ¡°Tranquila, todo va a salir bien¡±, grita la hija de Guadalupe Clavijo, mientras ella pasa por la puerta. Si le aplican la prueba r¨¢pida tendr¨¢ los ansiados resultados en unos 20 minutos, pero si sus s¨ªntomas son graves le har¨¢n una PCR y tendr¨¢ que esperar hasta cinco d¨ªas antes de salir de dudas.
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