Pedro Reyes: ¡°Es urgente reactivar el movimiento antinuclear en el arte¡±
El artista mexicano presenta la exposici¨®n Escultura Social, su primera revisi¨®n de 25 a?os de carrera, en el Museo Marco de Monterrey
Cuando el escultor mexicano Pedro Reyes (Ciudad de M¨¦xico, 1972) comenz¨® a trabajar en un proyecto de resistencia contra las armas nucleares, la gente lo ve¨ªa raro y lo cuestionaban por preocuparse por algo que sonaba tan lejano como Hiroshima y Nagasaki. Aun as¨ª, el artista mont¨® por primera vez en febrero de 2020 una enorme escultura inflable de nueve metros de altura en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco. Una bomba at¨®mica explotando de manera simb¨®lica en el mismo escenario en donde en 1967, en plena Guerra Fr¨ªa, M¨¦xico encabez¨® la firma del Tratado para la Proscripci¨®n de Armas Nucleares en Am¨¦rica Latina y el Caribe. La escena, ahora, ya no parece tan alejada de la realidad.
¡°Estaba muy olvidado el tema¡±, comenta Reyes al otro lado del tel¨¦fono. A unos d¨ªas de inaugurar su ¨²ltima exposici¨®n Escultura Social, el artista hace un repaso por algunas de las 190 obras que estar¨¢n expuestas a partir del 10 de marzo en el Museo Marco de Monterrey. Se detiene con Amnesia At¨®mica, una escultura que le fue comisionada hace dos a?os por The Bulletin of Atomic Scientists, una organizaci¨®n que trabaja por la prohibici¨®n de las armas nucleares en el mundo. ¡°Desgraciadamente, los eventos actuales ponen otra vez sobre la mesa la urgencia de exigir a los pa¨ªses que tienen armas nucleares que desmantelen esos arsenales¡±, considera.
La monumental nube de pl¨¢stico en forma de hongo nuclear busca ¡°llamar la atenci¨®n de que todav¨ªa existen 13.500 armas de destrucci¨®n masiva en el mundo¡±. Adem¨¢s de ¡°transmitir a las nuevas generaciones toda la historia del activismo que empez¨® en 1945, en la cual ha habido una important¨ªsima historia cultural de resistencia contra estas armas de destrucci¨®n masiva¡±, explica Reyes. ¡°Ahora, a la luz de los eventos internacionales, vemos que es urgente reactivar el movimiento antinuclear que fue tan importante en los a?os 70 y 80¡å, insiste.
El desarme ha sido uno de los temas m¨¢s importantes para el escultor en sus 25 a?os de carrera. Otra de sus obras, Palas por Pistolas, inici¨® en 2007 con una campa?a de donaci¨®n voluntaria de armas de fuego. Quince a?os despu¨¦s, m¨¢s de 1.500 pistolas han sido fundidas para crear el mismo n¨²mero de palas con las que se han plantado m¨¢s de 3.000 ¨¢rboles, muchos de los cuales ya tienen m¨¢s de 10 metros de altura.
¡°La transformaci¨®n del metal de un agente de muerte en un agente de vida es una transformaci¨®n f¨ªsica, pero el acto de plantar con comunidades en m¨¢s de 40 pa¨ªses estos ¨¢rboles es un ejemplo de una escultura social, es decir, una escultura que solamente se completa gracias a la participaci¨®n de muchos individuos¡±, describe. En este tipo de obras, ¡°el p¨²blico se vuelve escultor tambi¨¦n¡±, apunta.
Cuando se trata de una escultura social, m¨¢s que el martillo y el cincel, las herramientas de trabajo que Reyes utiliza son la psicolog¨ªa, la resoluci¨®n de conflictos, el teatro y el activismo. ¡°Yo tomo prestadas herramientas de muchas otras personas¡±, se?ala, ¡°me he dedicado a estudiar el mundo de las din¨¢micas de grupo en la psicolog¨ªa social para conducir una sesi¨®n productiva, en donde puedan escucharse todas las voces y romper un poco el hielo¡±.
¡®Tlacuilo¡¯ o c¨®mo activar una biblioteca anarquista
Otro ejemplo de escultura social es Tlacuilo, un programa de activaci¨®n de bibliotecas en M¨¦xico. La idea surgi¨® ante la molestia de que las bibliotecas dejaran de prestar sus libros por miedo a que los usuarios no los devolvieran, cuenta Reyes. ¡°Alguien me dijo: ?t¨² prestar¨ªas tus propios libros? Y me di cuenta de que para exigirle a las bibliotecas, ten¨ªa que empezar por prestar mi propia colecci¨®n¡±, relata. ¡°As¨ª que empec¨¦ con un experimento social abriendo una p¨¢gina de Instagram que se llama @Tlacuilobiblioteca y puse a pr¨¦stamo mi biblioteca personal que est¨¢ compuesta de 25.000 vol¨²menes¡±.
Despu¨¦s de 2 a?os en operaci¨®n y m¨¢s de 500 usuarios, el proyecto ha comenzado a expandirse a otras instituciones. ¡°Estamos activando ahora, por ejemplo, la biblioteca del Museo Marco, que tiene una colecci¨®n de libros de arte moderno y contempor¨¢neo para que los visitantes del museo se los puedan llevar a sus casas¡±, menciona el artista. Adem¨¢s, Tlacuilo cuenta con una fonoteca de discos LP en vinil. ¡°Y si no tienes un tocadiscos, inclusive te prestamos un tornamesas port¨¢til¡±, agrega.
La acci¨®n directa, una idea central en la filosof¨ªa anarquista, es el concepto m¨¢s importante en la escultura social de Reyes. Es poner en acci¨®n procesos participativos, en donde la gesti¨®n es inmediata, explica. ¡°Tiene que ver mucho con la solidaridad ciudadana¡±, apunta. ¡°Digamos que el hecho de poner en pr¨¦stamo los libros y discos, y que estos objetos puedan salir del museo, genera un v¨ªnculo de confianza con el p¨²blico, y esa confianza en que las personas van a devolver los materiales es la estructura de este tipo de esculturas sociales de las que estamos hablando¡±, ejemplifica.
¡°No es una met¨¢fora o no es un acto simb¨®lico, es un acto real: la relaci¨®n entre la materia, que es lo palpable, y lo invisible, que es lo social, se unen como si fuera una banda de Moebius, en donde una cara se transforma en la otra¡±, contin¨²a. Lo mismo ocurre con otros proyectos, como Sanatorium, el cual lleva m¨¢s de 10 a?os en activaciones grupales que mezclan el arte y la psicolog¨ªa. ¡°Lo m¨¢s bonito de la exposici¨®n es que por primera vez se re¨²nen en un solo espacio proyectos que hab¨ªan sido vistos solamente de forma individual¡±, adelanta el artista.
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