La t¨®rtola que mir¨® desde su ventana el cineasta Eugenio Polgovsky
La directora Mara Polgovsky, hermana del cineasta fallecido en 2017, estrena en M¨¦xico ¡®Malitzin 17¡ä, un documental editado de forma p¨®stuma con material grabado por el realizador
¨C?Qu¨¦ est¨¢s filmando? Puede darle miedo, puede ser que le vas a dar un pistolazo o algo as¨ª.
¨CPuede pensar eso por la c¨¢mara, ?no? Pero la c¨¢mara no hace eso. ?Qu¨¦ hace la c¨¢mara?
¨CFilma.
¨C?Y qu¨¦ es filmar para ti?
Un padre y una hija graban desde la ventana de su departamento una t¨®rtola que ha anidado entre la mara?a de cables negros, donde la ciudad le ha dejado lugar. El p¨¢jaro no se mueve por nada mientras da calor al huevo que protege bajo cuerpo. El cineasta Eugenio Polgovsky lo enfoca durante ocho d¨ªas; su hija Milena est¨¢ con ¨¦l mientras los dos conversan sobre el cine, la ciudad o el medio ambiente. Las ocho horas de video en bruto quedaron guardados entre discos de ocho, 10 o 12 terabytes de material. Fue Mara Polgovsky, hermana del realizador, quien lo descubri¨® tras la muerte del cineasta en 2017 y lo edit¨® en el documental Malintzin 17, estrenado esta semana en M¨¦xico. ¡°Eugenio llev¨® su propio inter¨¦s por la paternidad hacia los temas que ¨¦l ya ven¨ªa trabajando¡±, cuenta Polgovsky.
Eugenio Polgovsky, como su hermana, ten¨ªa una adoraci¨®n por los p¨¢jaros. En su casa de la infancia siempre hubo alg¨²n perico, varios canarios. La familia contaba, incluso, que un bisabuelo ten¨ªa tal obsesi¨®n por volar que construy¨® unas alas y se tir¨® desde lo alto de una iglesia. ¡°Es muy dif¨ªcil capturar un p¨¢jaro [con la c¨¢mara], es casi imposible. Y de pronto, enfrente de la casa de Eugenio, hab¨ªa un p¨¢jaro estacionado¡±, dice la cineasta (Ciudad de M¨¦xico, 38 a?os), que present¨® la pel¨ªcula en el Festival Internacional de Cine de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (FICUNAM), donde recibi¨® una menci¨®n especial en la competencia internacional. ¡°Sab¨ªa que Eugenio lo hab¨ªa filmado y hab¨ªa estado fascinado por ese material, pero encontr¨¦ muchas m¨¢s capas¡±, agrega.
Explorando las grabaciones Mara Polgovsky descubri¨®, por ejemplo, la presencia de su sobrina, una ni?a de cinco a?os curiosa y cr¨ªtica que hace preguntas dif¨ªciles. La ni?a le deja agua y comida al ave en la ventana, pero el p¨¢jaro permanece inm¨®vil. ¡°Ese me parece que es un p¨¢jaro falso¡±, dice cuando su padre le pregunta por qu¨¦ ser¨¢ que hizo el nido en los cables y no en los ¨¢rboles. Abajo, la ciudad se mueve a su ritmo. Pasan los vendedores de chicharr¨®n, dos amantes se despiden, un motor arranca. Una serie de personajes urbanos que se mueven durante una hora por la calle Malintzin de Coyoac¨¢n, al sur de M¨¦xico, donde viv¨ªa Eugenio Polgovsky. ¡°La ciudad es donde no hay naturaleza¡±, observa la ni?a, ¡±bueno, un poquito s¨ª¡±.
Mara Polgovsky eligi¨® Malintzin 17 como t¨ªtulo para el documental porque es la direcci¨®n desde la que su hermano mir¨® la ciudad, pero tambi¨¦n en referencia a la Malinche, la int¨¦rprete ind¨ªgena del conquistador Hern¨¢n Cort¨¦s. Como directora quiso ser ¡°invisible¡± y actuar como una ¡°traductora entre dos mundos, el de los muertos y el de los vivos¡±. ¡°Como la parte f¨ªsica de alguien que est¨¢ mand¨¢ndome se?ales de otro lugar¡±, se?ala. Pero inevitablemente sus gestos aparecen.
¡°Me cost¨® mucho trabajo situarme como directora frente un material filmado por otro¡±, explica. Aunque hab¨ªa trabajado como productora, coguionista y asistente de direcci¨®n en las pel¨ªculas dirigidas por su hermano, le preocupaba que el documental alcanzara ¡°la dignidad¡± suficiente. ¡°Era caminar detr¨¢s de los pasos de un gigante, ¨¦l era brillante¡±, dice. ¡°Empec¨¦ muy t¨ªmida y me termin¨¦ posicionando. Yo era una mujer rodeada de muchos hombres en el proceso de posproducci¨®n, muy talentosos, pero pues yo era la que les ten¨ªa que decir qu¨¦ hacer¡±, explica. Una de sus decisiones como directora fue convertir a su hermano en personaje. ¡°No s¨¦ si ¨¦l lo hubiera hecho. Nunca se puso a ¨¦l, nunca puso su voz ni su cuerpo¡±, explica.
Eugenio Polgovsky estren¨® cuatro documentales en su carrera. El primero, Tr¨®pico de C¨¢ncer (2004), inspir¨® la creaci¨®n del festival de documentales Ambulante, creado por los actores Diego Luna y Gael Garc¨ªa Bernal. El filme retrata a una familia que vende animales y plantas junto a la carretera en el desierto de San Luis Potos¨ª. Despu¨¦s, hizo Los herederos (2008), sobre los ni?os trabajadores y campesinos de zonas rurales del pa¨ªs; Mitote (2012), que transcurre de forma ca¨®tica en el Z¨®calo de Ciudad de M¨¦xico entre aficionados euf¨®ricos del f¨²tbol, chamanes y electricistas en huelga de hambre, y Resurreci¨®n (2014), sobre la muerte del R¨ªo Santiago, en Guadalajara, y las enfermedades que causa la contaminaci¨®n.
A diferencia de las anteriores pel¨ªculas, en las que Eugenio Polgovsky est¨¢ muy cerca de los personajes, usualmente habitantes de zonas rurales y marginadas de M¨¦xico, en Malintzin 17 el director graba desde lejos y desde el interior de su propia casa.
¨C?Qu¨¦ cambi¨®?
¨CNo es un proyecto que necesariamente cambie la l¨®gica de todo su cine. Pero Eugenio se convirti¨® en padre y eso lo hizo sentirse m¨¢s vulnerable y a decir ¡®okay, yo no quiero que me maten en una filmaci¨®n¡¯. La violencia en M¨¦xico empezaba a poner l¨ªmites a c¨®mo filmar ciertos temas.
La pel¨ªcula resulta finalmente una historia sobre tres personajes ¨CEugenio, su hija Milena y la t¨®rtola¨C que se cuidan entre s¨ª. ¡°Era muy f¨¢cil que todo fuera muy triste en la pel¨ªcula, intent¨¦ alejarme de eso¡±, dice Mara Polgovsky. De su hermano, quiso ¡°rescatar un cine muy poco manipulador, que te invita a observar desde la libertad, y su mirada pict¨®rica y po¨¦tica¡±. ¡°Logramos un efecto muy realista, pero realmente detr¨¢s de ese realismo hay mucha construcci¨®n¡±, explica. En el material crudo, por ejemplo, la ni?a aparece solo durante dos d¨ªas y fue necesario usar efectos especiales para hacerla ¡°perdurar¡± en el filme. ¡°La construcci¨®n, sin embargo, es m¨¢s fidedigna de la relaci¨®n entre ellos¡±, aclara. ¡°Asociamos la ficci¨®n con la mentira, y m¨¢s bien vivimos, luchamos, amamos por ficciones. ?Qu¨¦ m¨¢s ficci¨®n que el amor?¡±.
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