El sur, siempre el sur
De las cinco entidades menos competitivas, cuatro est¨¢n en el sur: Tabasco, Oaxaca, Chiapas y Guerrero. ?Puede M¨¦xico seguir rompi¨¦ndose en dos?
Hace unas semanas, en el marco del D¨ªa de la Mujer, el IMCO present¨® un estudio llamado Estados con lupa de g¨¦nero en el que analiza las condiciones laborales de las mujeres en las diferentes entidades del pa¨ªs. Uno de los datos que llam¨® mi atenci¨®n desde el inicio fue la enorme diferencia de la participaci¨®n econ¨®mica de las mujeres en algunos estados, particularmente en Chiapas. Mi sorpresa ven¨ªa de mis pocas visitas a ese estado y de ver, siempre, mujeres trabajando de sol a sol en ocupaciones principalmente manuales y artesanales. En mi cabeza resonaba que c¨®mo era posible que eso que se ve¨ªa con tanta claridad en Chiapas no se reflejara en los indicadores del Inegi.
La respuesta quiz¨¢s me sorprendi¨® m¨¢s. Los datos utilizados para el estudio capturaban los empleos remunerados, por eso Chiapas estaba hasta abajo en la lista. La participaci¨®n econ¨®mica de las mujeres en Chiapas es 31,1% de la poblaci¨®n en edad de trabajar. El porcentaje contrasta con un 44,2% en todo el pa¨ªs. Eso, desde luego, no significa que las mujeres no trabajen, sino que lo hacen en empleos no remunerados. Adem¨¢s, es en Chiapas donde las mujeres dedican proporcionalmente m¨¢s tiempo a actividades no remuneradas. Las mujeres chiapanecas dedican a trabajo no remunerado 81,3% m¨¢s tiempo que el que lo hacen los hombres de esa entidad. Es la brecha m¨¢s grande del pa¨ªs.
Pero desafortunadamente no es el ¨²nico indicador de brechas sociales en el que Chiapas sale en el ¨²ltimo lugar. Chiapas es el estado que tiene mayor porcentaje de la poblaci¨®n en pobreza laboral, es decir, que no pueden adquirir la canasta alimentaria b¨¢sica con el ingreso proveniente de su empleo. M¨¢s de 3,8 millones de chiapanecos viven en situaci¨®n de pobreza, equivalente al 69,3% de su poblaci¨®n.
Cuidado con este porcentaje. Quiz¨¢s escuchar que casi el 70% viven en situaci¨®n de pobreza nos llevar¨ªa a pensar que todos son igualmente pobres. Nada m¨¢s alejado de la realidad. El coeficiente de Gini nos muestra que es ah¨ª donde hay tambi¨¦n una mayor desigualdad de ingresos. Chiapas es el estado m¨¢s desigual del pa¨ªs; es la entidad donde los ingresos laborales est¨¢n repartidos de la manera m¨¢s desigual.
Cuando hablamos de M¨¦xico y de sus cifras promedio obviamos las enormes diferencias entre las regiones. Es en el sur, como lleva siendo desde hace d¨¦cadas, donde se concentran enormes problemas de desarrollo social -poco crecimiento, pobreza, informalidad, menos escolaridad, mayor desigualdad-. No nos deber¨ªa de sorprender entonces que los tres estados con menor productividad del pa¨ªs est¨¦n en esa regi¨®n: Oaxaca, Guerrero y Chiapas.
El IMCO, que analiza a los estados del pa¨ªs desde hace m¨¢s de una d¨¦cada a trav¨¦s de 72 indicadores en el ?ndice de Competitividad Estatal, muestra, en su edici¨®n m¨¢s reciente, que de las cinco entidades menos competitivas, cuatro est¨¢n en el sur: Tabasco, Oaxaca, Chiapas y Guerrero. Guerrero ha ocupado la ¨²ltima posici¨®n en todas las ediciones del ¨ªndice mencionado.
El sur necesita una intervenci¨®n. ?Qu¨¦ hacer? ?C¨®mo mejorar las condiciones en el sur? No es una regi¨®n homog¨¦nea, lo que hace todo m¨¢s complicado. La respuesta no es trivial. No se trata de llevar a cabo procesos industrializadores que destruyan los recursos naturales de la regi¨®n, pero s¨ª se trata de darnos cuenta de que el problema, aunque suena a lugar com¨²n, es multifactorial. Hay que mejorar la infraestructura, s¨ª, pero tambi¨¦n la educaci¨®n. Hay que darle acceso a energ¨¦ticos, pero tambi¨¦n abordar el embarazo adolescente en el que Guerrero ocupa la peor posici¨®n del pa¨ªs.
No hay una receta infalible ni un solo factor determinante para mejorar las condiciones sociales y econ¨®micas del sur del pa¨ªs. Pero hay dos cosas que quedan claras. En primer lugar, lo que se ha hecho -v¨ªa algunos programas de transferencias o de acci¨®n espec¨ªfica- no ha sido suficiente. No digo que no haya servido, pero quiz¨¢s su efecto ha sido solo paliativo sin generar cambios estructurales. Y en segundo, si no se hace algo distinto y urgente, la brecha solo se har¨¢ mayor. ?Puede el pa¨ªs seguir rompi¨¦ndose en dos? Es pregunta.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.