El f¨²tbol mexicano le cierra el paso a la mitad de las barras bravas tras el episodio de Quer¨¦taro

La cicatriz de Quer¨¦taro a¨²n se puede sentir en el f¨²tbol mexicano. El episodio de violencia del 5 de marzo en el Estadio La Corregidora, que dej¨® 26 heridos, decenas de escenas de brutalidad y m¨¢s de 30 detenidos, ha puesto la mira sobre las barras bravas mexicanas. En un primer balance, los dirigentes hab¨ªan detectado a 27.977 hinchas radicales. Despu¨¦s de la tragedia en la que se ve¨ªan hombres noqueados y empapados en sangre, las autoridades de la Liga MX pidieron un registro para todos los supuestos grupos de animaci¨®n. Solo la mitad de ellos, 14.370, estuvieron de acuerdo en regularizarse.

Mikel Arriola, presidente de la Liga mexicana, present¨® un primer balance de las medidas para evitar episodios de violencia en los estadios 72 d¨ªas despu¨¦s de aquella funesta tarde de f¨²tbol. La seguridad en los estadios depend¨ªa de la seguridad privada que contrataba cada club y de la que solicitaba a las autoridades locales. Ahora, los clubes deben tener por obligaci¨®n miembros de la fuerza p¨²blica, entre ellos de la Guardia Nacional, la cual fue cuestionada por mantener un cuartel a menos de un kil¨®metro del campo de Quer¨¦taro y no intervino. El personal de seguridad p¨²blica aument¨® un 41,1% durante los ¨²ltimos meses. Una de las causas de la batalla campal de marzo pasado era la deficiente capacidad del personal de seguridad privada que, al verse rebasados, tuvieron que abrir las puertas que divid¨ªan a los hinchas locales y los de Atlas.

Una de las primeras medidas que impuso el f¨²tbol mexicano fue la de prohibirle la entrada a los hinchas radicales a los estadios visitantes. Le negaron, a toda costa, a los aficionados de Quer¨¦taro ir a apoyar a sus jugadores, una medida innecesaria debido a que el Estadio La Corregidora recibi¨® un veto de un a?o. La directiva del club fue expulsada y se ha puesto en venta al equipo. Hasta el momento no hay propuestas. Arriola ha promovido el uso del Fan ID, un registro en l¨ªnea en el que se pide a los aficionados una fotograf¨ªa y su nombre para identificarlos dentro de los estadios. La medida, que ya impusieron Atlas y Santos Laguna, se pondr¨¢ en marcha en todo el f¨²tbol mexicano a partir del nuevo torneo, que arranca en julio pr¨®ximo. Los dirigentes han asegurado que los datos personales ¡°no se los quedar¨¢ la Liga¡± y han mantenido relaci¨®n estrecha con las autoridades del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Informaci¨®n y Protecci¨®n de Datos Personales (INAI).

Un dato que ha levantado la ceja de la suspicacia es que, pese a los hechos en Quer¨¦taro, ha aumentado el n¨²mero de aficionados normales en las tribunas. De la primera fecha a la novena, donde ocurri¨® la violencia, se registr¨® un promedio de aficionados de 132.510. De la d¨¦cima hasta la decimoctava aument¨® a 147.697, un aumento del 11,5%. Lo que es cierto es que no han ocurrido golpizas generalizadas. Las autoridades han expulsado, desde entonces, 654 personas de los estadios por mala conducta.

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