Nancy G¨®mez, la justiciera perseguida por la justicia
La detenci¨®n de la abogada y agente del Ministerio P¨²blico, suspendida de sus labores, revela un proceso plagado de anomal¨ªas despu¨¦s de que se negara a alterar documentos oficiales
La escena es sorprendente. Una mujer conduce un peque?o autom¨®vil por el perif¨¦rico de Guadalajara, a la altura de la colonia Ojo de Agua, a las tres y media de la tarde del jueves 12 de mayo. A su lado viaja su hija de siete a?os. De pronto, les corta el paso un convoy integrado por dos decenas de veh¨ªculos de la Fiscal¨ªa del Estado de Jalisco. Los agentes llevaban consigo armas largas. Es un operativo notable, de los que solo suelen darse cuando se detiene a criminales de consideraci¨®n (o que, seg¨²n muchos ciudadanos, en realidad no se ven nunca cuando se trata de esos criminales¡). La mujer, m¨¢s que intimidada, toma fotos de quienes se han interpuesto en su camino y sube un mensaje a sus redes sociales antes de ser detenida. ¡°Estoy con mi hija menor de edad, me cerraron el paso al punto de casi voltearme y hay alrededor de 20 unidades de @FAnticorrupJal @FiscaliaJal ?Difundan por si algo nos pasa por favor!¡±. Logra hablar con uno de sus hermanos, quien se presenta en el lugar para hacerse cargo de la ni?a.
La detenida se llama Nancy Nallely G¨®mez Figueroa. Es abogada y fue agente del Ministerio P¨²blico. Trabaj¨® en impartici¨®n de justicia por doce a?os, pero desde junio de 2019 est¨¢ suspendida de sus labores. Es acusada por la Fiscal¨ªa del Estado por abuso de autoridad. Fue considerada ¡°evadida de la justicia¡± por no presentarse a tres citatorios de audiencia emitidos por un juez. Esa fue la raz¨®n arg¨¹ida para su detenci¨®n, aunque ella revira que nunca fue notificada legalmente. Luego de darle vueltas por el perif¨¦rico, sus captores la llevaron a los separos del c¨¦lebre penal de Puente Grande. Fue liberada el viernes por la tarde, luego de permanecer incomunicada por m¨¢s de 24 horas, y con la prohibici¨®n de salir del Estado mientras su proceso avanza. Ella sostiene que todo se trata de una serie de represalias y que el asunto se ha encarado de una forma personal y no legal. Asegura que recibi¨® golpes y maltrato al ser detenida y dice que tanto su hija como ella tienen secuelas psicol¨®gicas por culpa del aparatoso operativo policiaco.
El calvario que ha vivido G¨®mez comenz¨® luego de denunciar que su exjefe, Marco Antonio Montes Gonz¨¢lez, coordinador de los Ministerios P¨²blicos en aquel momento, le pidi¨® alterar una carpeta de investigaci¨®n al respecto del caso de un menor relacionado con un secuestro, para cambiar su hora de registro y dejarlo libre. Desde que hizo p¨²blica la conversaci¨®n con Montes, G¨®mez ha estado en la mira. Fue separada de su puesto. Su denuncia fue desestimada por la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, y, de hecho, su exjefe result¨® ascendido (ahora es director de Cumplimiento de Mandamientos Judiciales). Y a Nancy la acusaron de abuso de autoridad por la retenci¨®n del menor indagado y tambi¨¦n de da?ar la imagen de la instituci¨®n. Y la dichosa Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n comenz¨® a indagarla, ahora, a ella.
Su vida, desde esa fecha, ha consistido en una serie de presiones, citatorios, juicios, amparos, forcejos judiciales y, se queja ella, un acoso laboral frontal por parte de las autoridades. La Comisi¨®n Estatal de Derechos Humanos ya emiti¨® una recomendaci¨®n a su favor, en que se?ala que el proceso de G¨®mez estuvo plagado de anomal¨ªas y que la abogada ha sido v¨ªctima de trato desigual y discriminatorio por parte de sus superiores. Pero la Fiscal¨ªa ha hecho o¨ªdos sordos a esto y a los amparos que ordenan su reinstalaci¨®n.
En Jalisco, no son castigados 96.2% de los delitos. Es decir, que de cada cien il¨ªcitos que se cometen, menos del 4% reciben alguna condena, seg¨²n cifras de la consultor¨ªa M¨¦xico Eval¨²a (el promedio nacional, por cierto, tambi¨¦n es alarmante y alcanza el 92.4). Casos como el de Nancy G¨®mez explican bien por qu¨¦ la impunidad reina en el Estado.
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