Rafael Cauduro, el muralista solitario que camin¨® a un costado de sus contempor¨¢neos
Un nuevo libro y una exposici¨®n re¨²nen la obra del artista mexicano y revelan su forma de creaci¨®n matem¨¢tica y obsesiva
![Rafael Cauduro pinta uno de los paneles del mural 'Un clamor por la justicia. Siete cr¨ªmenes mayores'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/EAOFAZ356ZPNTLKHZYYUEBUT4I.jpg?auth=e90ffe21111cb0ada8e0842dfe3b2f2e1aaeb8950ef5ce43e0a9a0e6863ca8bd&width=414)
Cuando los ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Naci¨®n llegan a trabajar ven ¨Cno pueden evitarlo¨C escenas de la violencia que permea en M¨¦xico: el mural que sube tres pisos con la espiral de la escalera muestra a una mujer violada, hombres lanzados al vac¨ªo, manifestantes atravesados por lanzas, o los archivos de casos como estos que se apilan sin seguimiento en una sala asfixiante. El artista mexicano Rafael Cauduro pint¨® esos paneles entre 2006 y 2009; Un clamor por la justicia. Siete cr¨ªmenes mayores es, quiz¨¢s, su obra maestra. Pero poco se conoc¨ªa hasta ahora del proceso creativo del muralista en este y otros trabajos. Un nuevo libro y una exposici¨®n re¨²nen m¨¢s de 400 obras, bocetos y anotaciones in¨¦ditas que permiten entender c¨®mo creaba este pintor que marc¨® su camino a un costado de su generaci¨®n.
Rafael Cauduro naci¨® en Ciudad de M¨¦xico hace 72 a?os. Estudiaba dise?o industrial cuando decidi¨® que dejar¨ªa la universidad para ser pintor. Aunque ilustraba y dibujaba caricaturas desde chico, nunca tuvo un aprendizaje art¨ªstico formal. Los acad¨¦micos que estudian su vida y obra opinan que esa fue la raz¨®n de su arte solitario, un pintor que trabajaba ajeno a las corrientes pict¨®ricas de su ¨¦poca. El cr¨ªtico Juan Rafael Coronel se?ala en Aqu¨ª ¡®estubo¡¯ Cauduro, un libro editado por Trilce con ensayos de historiadores y escritores, que las expresiones del artista ¡°lindan con la rareza¡±: ¡°Extra?o es aquello que nos relata una historia que es de fuera; quiz¨¢s por eso tambi¨¦n sus contempor¨¢neos lo ve¨ªan distinto¡±.
![Una obra de Rafael Cauduro expuesta en el Colegio de San Ildefonso.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QXN2TZTFWFJBRDFIFQZY67WUWM.jpg?auth=4bb37f16816a89d297bd1d6024fc4913d92aca96887d3e1a91f2b1c9d168cb8e&width=414)
![Como en esta obra, en muchas de sus composiciones, Cauduro jugaba con los planos y la tridimensionalidad.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/4QL5EMWHXBNP7CY36AV6EN5Y2M.jpg?auth=d45dbf0b3ab6e218586ea7f03797afdf5418ff042cfd523d6677d2bf7c7e9744&width=414)
![El artista Rafael Cauduro trabaja en los p¨¢neles de su obra "Un clamor por la justicia. Siete cr¨ªmenes mayores", en La Tallera, en Cuernavaca. M¨¢s tarde fueron trasladados y colocados en la Suprema Corte de Justicia.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GFKZJH5UMFJMRHMBNCB5MSX3PQ.jpg?auth=51c0029b22116ff0032f974508e3190050772e0b1d5b23899627a93be5354e6b&width=414)
![Los paneles en esta fotograf¨ªa pertenecen a la obra "Un clamor por la justicia. Siete cr¨ªmenes mayores" y fueron elaborados entre los a?os 2006 y 2009.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YXERTK4KD5L5JCKJEXGLCKQNPY.jpg?auth=04c45b3dde1477d188d4740a66bd9179e1443468033d72fd25e64859a971dcff&width=414)
![Otra obra del pintor Cauduro en la exposici¨®n "Un Cauduro es un Cauduro (es un Cauduro)", en el Colegio San Ildefonso, d¨®nde estar¨¢n a la vista del p¨²blico hasta el 26 de junio del 2022.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/KQTBNW2DDRJYHN77S4JS7Q3UBU.jpg?auth=fd349764ac35e06e1be52530a62851053916ac381b7c40be0d07e1bd8f3ccea1&width=414)
![Una sala de la exposici¨®n "Un Cauduro es un Cauduro (es un Cauduro)", en el Colegio San Ildefonso.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/5STBUYNJKBJI7HUEZNI4PKNXRQ.jpg?auth=54ace8230dbf02149cecccefa32d441ebc0b9aab77b5cf0bcb25c66a3183bf60&width=414)
![¡°?l ha sido un outsider¡±, define Deborah Holz, editora del libro "Aqu¨ª ¡®estubo¡¯ Cauduro, un libro editado por Trilce con ensayos de historiadores y escritores respecto al artista. En la foto, otra sala de la exposici¨®n.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/SOXB26TTGNMQZLLDT5JQ6YDMSA.jpg?auth=68627ab9d3b8ba819bfdf7788f9f798f7cd2d066ba12d3b65f0a3c54508108bb&width=414)
![Parte de lo que caracteriza a Cauduro es su elecci¨®n de materiales, muchos de ellos comprados en tlapaler¨ªas, con los que pod¨ªa hacer ladrillos falsos como los de la obra que aparece al lado izquierdo de esta fotograf¨ªa.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/MZRTANT2SRLNNIWIRWKOCWS4KM.jpg?auth=e4817cbb8b69b53dd26263b87213eaf74906485bdda03159caafa58a8f0586e9&width=414)
![La obra "Escenarios subterr¨¢neos", elaborada por Rafael Cauduro en los a?os 90, en la estaci¨®n de metro Insurgentes, en la Ciudad de M¨¦xico.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/3VORQQ3EFZLCZJGGKYH7LUOZFU.jpg?auth=c831d6960b3058ed78ea3c289fc279118d9b75e108d309e5d173fba2c92afa63&width=414)
¡°?l ha sido un outsider¡±, define Deborah Holz, editora de la publicaci¨®n, que se present¨® este jueves. El libro de casi 500 p¨¢ginas se fragu¨® a lo largo de m¨¢s de siete a?os a partir de entrevistas con el pintor, que est¨¢ enfermo y se mantiene alejado de la vida p¨²blica, y del acceso que la familia dio a obras, diarios y bocetos desconocidos. Una parte de esas piezas se muestran hasta el 26 de junio en el Colegio de San Ildefonso, en Ciudad de M¨¦xico, en la exposici¨®n Un Cauduro es un Cauduro. Era m¨¢s de lo que Holz esperaba: ¡°Cre¨ªamos conocer su obra pero nos dimos cuenta de que no ten¨ªamos ni idea¡±. La faceta del artista como dibujante fue una de las m¨¢s reveladoras. La investigaci¨®n les permiti¨® conocer ¡°el complejo proceso¡± que segu¨ªa el pintor para plasmar su arte. Un m¨¦todo matem¨¢tico, casi obsesivo, sin espontaneidad ni improvisaci¨®n, reflexivo.
![Parte de la muestra titulada 'Un Cauduro es un Cauduro (es un Cauduro)' en el Colegio de San Ildefonso.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/5EEDQVVMONP5DKV4K7GE3OMUPM.jpg?auth=b731c0864b63723d6740ca6969b20e5b656cc013bf273dc11ca7d2eeef3c9ec3&width=414)
Cauduro es dif¨ªcil de clasificar. En sus primeros a?os, ensay¨® con el abstraccionismo y el geometrismo. Un ejemplo es El patinador, un cuadro de 1979 donde una figura vertical se desintegra en elementos tridimensionales disparados hacia los bordes del lienzo. La experimentaci¨®n lo llev¨® a salir de la bidimensionalidad y a jugar con la perspectiva, a crear composiciones de varios planos, espacios imposibles con personajes fantasmag¨®ricos y, en algunos casos, seres monstruosos, o ¨¢ngeles. A principios de la d¨¦cada de los noventa, por ejemplo, cre¨® Escenarios subterr¨¢neos en la estaci¨®n de metro Insurgentes de Ciudad de M¨¦xico. La obra, que tiene un tratamiento realista, presenta, sin embargo, contradicciones ¨®pticas, como asientos sentados sobre personas o cuerpos transl¨²cidos o en desgaste.
Aunque para los expertos no hay una trayectoria lineal en la obra de Cauduro, hay elementos constantes, como el uso que hizo de los materiales. El artista compraba los insumos que necesitaba en la tlapaler¨ªa: resinas, pegamentos, piroxilina o esmaltes que le permit¨ªan fabricar ladrillos que no eran ladrillos, madera que no era madera. En esta exploraci¨®n colabor¨® con la artista Carla Hern¨¢ndez, fallecida en 2016, con quien estuvo casado. La mirada sarc¨¢stica y cr¨ªtica del pintor tambi¨¦n aparece como una constante. El error en el t¨ªtulo del libro publicado por Trilce ¨Cla b en lugar de la v¨C hace referencia a faltas ortogr¨¢ficas que Cauduro introdujo, adrede, en algunas de sus obras. ¡°Aqu¨ª estubo Cauduro¡±, firmaba, como si estuviera vandalizando una pared. Era tambi¨¦n un gui?o al pintor flamenco del siglo XV Jan van Eyck, quien en sus cuadros inclu¨ªa una inscripci¨®n similar: ¡°Van Eyck fuit hic¡±.
Entre aquel mural de los a?os noventa y el que le sigui¨®, en la Suprema Corte de Justicia, la diferencia, dice Gonzalo V¨¦lez, poeta y autor de uno de los ensayos del libro, es la ¡°experiencia de vida¡± del pintor. ¡°Es el mismo gran artista en un momento diferente de su trayectoria¡±, asegura V¨¦lez. En el primero, ¡°Cauduro muestra todo de lo que es capaz¡±. Cuando llega la comisi¨®n del alto tribunal ya no tiene que demostrar nada: ¡°Es una obra de madurez¡±. ¡°Pasaron muchas cosas en su vida que lo fueron sensibilizando: la muerte de su padre, su propia paternidad, un accidente que casi lo mata¡¡±, cuenta el poeta.
![Visitantes en la muestra en el Colegio de San Ildefonso.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/TU2T3FDTXRIILDOPXUDBWFQJPI.jpg?auth=042cafd2543e9f07a2de6282cdf2db51ce0f9a5b0f6726bebc664bc01952b5d9&width=414)
Los ministros de la Suprema Corte de Justicia quer¨ªan revestir las escaleras del edificio con un mural que contara la historia de la justicia en M¨¦xico. En la misma sede, Jos¨¦ Clemente Orozco hab¨ªa empezado a pintar una obra por encargo en 1941. El muralista hab¨ªa decidido representar a la justicia como una mujer indiferente a la corrupci¨®n de los funcionarios. Llevaba poco m¨¢s de un tercio de la pintura cuando su contrato fue rescindido. Quiz¨¢s por ese antecedente, cuando plante¨® un proyecto que desafiaba la consigna inicial, Cauduro crey¨® que no lo aceptar¨ªan.
El artista se hab¨ªa entrevistado con crimin¨®logos, abogados, v¨ªctimas y testigos de la violencia, y su propuesta se enfocaba en mostrar las ¡°limitaciones, fallas y problemas no resueltos¡± de la justicia, seg¨²n explic¨® en el texto que acompa?¨® su proyecto. Lo eligieron pese al caracter cr¨ªtico de la propuesta y empez¨® su obra maestra: 280 metros cuadrados y tres niveles. En esos a?os, el muralismo ¡°hab¨ªa ca¨ªdo¡±, explica V¨¦lez, se hab¨ªa vuelto un ¡°movimiento panfletario, decorativo¡±. Lo que hace Cauduro es ¡°una especie de renovaci¨®n¡±.
Inframundo, tierra y cielo
El mural est¨¢ organizado en tres niveles: el inframundo, la tierra y el cielo. En el primero, que coincide con el s¨®tano del edificio, Cauduro ubic¨® un tzompantli, una construcci¨®n prehisp¨¢nica a base de cr¨¢neos. El espectador contin¨²a el ascenso y observa a una mujer amarrada a una silla, con los pantalones bajos; tambi¨¦n archiveros altos donde ya no caben carpetas. En el descanso, la transici¨®n hacia el primer piso, Cauduro cre¨® la tierra con im¨¢genes de homicidos, tortura y secuestros. Y en el ¨²ltimo nivel, el cielo. Este cap¨ªtulo muestra c¨¢rceles sobrepobladas en penumbras y represi¨®n. En el muro m¨¢s grande del conjunto, un tanque ocupa el centro y aplasta; las personas corren; por encima, las figuras de polic¨ªas se traslucen a trav¨¦s del vidrio.
Cada uno de los paneles se cre¨® en La Tallera, la casa-estudio que ocup¨® David Alfaro Siqueiros en la ciudad de Cuernavaca antes de morir. Los bocetos reunidos en Aqu¨ª estubo Cauduro muestran los ensayos y el an¨¢lisis fotogr¨¢fico que hizo el autor. En la obra terminada, el espacio se presenta alterado. El resultado es escalofriante.
![Usuarios en la estaci¨®n de metro Insurgentes delante de los murales de Cauduro.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/NKIKPSMDTFLYNOTG6NDCXTKNC4.jpg?auth=0bd3265804b831fe91af09168cd1df17ebbf2fd7e723ed0ea1c2520161613bda&width=414)
Sobre este mural existen pocos trabajos acad¨¦micos. La historia del muralismo, seg¨²n critic¨® la acad¨¦mica Dina Comisarenco en la presentaci¨®n del libro este jueves, ha sido contada de forma ¡°parcial e incompleta¡± en M¨¦xico. M¨¢s all¨¢ de Jos¨¦ Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera ¨Ca veces, tambi¨¦n, Rufino Tamayo¨C poco se ha dicho. ¡°Rafael Cauduro es un ejemplo significativo de algunas de las graves injusticias cometidas por la historia del arte nacional¡±, dijo Comisarenco. La investigadora lo atribuye a ¡°prejuicios¡± derivados del ¨¦xito temprano del artista, que en los ochenta ya ten¨ªa la atenci¨®n del mercado y de las galer¨ªas internacionales; de la instituci¨®n que comision¨® el mural ¨Cla Corte Suprema de Justicia¨C, y del estilo realista de la obra, que sin embargo cuestiona y enga?a.
Cauduro hab¨ªa expresado ya con sarcasmo su posici¨®n sobre la cualidad realista de sus pinturas. Lo que intentaba en sus cuadros, hab¨ªa escrito, era ¡°hacer una mentira comprensible¡±. ¡°Siempre que se habla de mi obra se incluyen palabras como realidad, o peor a¨²n hiperrealidad. ?Superior a la realidad o esencialmente real? Es como estar excesivamente muerto¡±, expuso. En el texto, Cauduro concluye que, m¨¢s que realismo, en su obra hay perversi¨®n: ¡°Etimol¨®gicamente pervertir quiere decir ¡®gran vuelta¡¯, ¡®gran derribe¡¯, ¡®gran cambio¡¯ o ¡®gran conversi¨®n¡¯. Perverso: dar un giro grande o aumentar a la vez el verso¡±.
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