Pemex ignora los compromisos ambientales y duplica su carga contaminante en tres a?os

La casa de Luis Le¨®n Mart¨ªnez tiene vista al para¨ªso y al infierno. La vivienda est¨¢ rodeada por un jard¨ªn con bananos, lirios, y una planta de papaya que da frutos riqu¨ªsimos. Mart¨ªnez est¨¢ orgulloso de su pedazo de verde. Acaba de pasar la podadora y est¨¢ haciendo peque?os montones con un rastrillo. Pero ni el olor a pasto reci¨¦n cortado ni la barda de concreto que limita la propiedad logran esconder la presencia imponente de la refiner¨ªa de Tula. A unos 500 metros, se alza un paisaje apocal¨ªptico: decenas de torres grises y sus columnas de gas, y la llama naranja que casi nunca se apaga. ¡°Ya nos acostumbramos a nuestro humo¡±, dice este vecino de 47 a?os.

Cada quien tiene su manera de llamar a la antorcha que quema el gas. Mechero, cerillo¡­ Es lo primero que ve el visitante que llega a Tula desde Ciudad de M¨¦xico, la cereza de un enorme complejo de m¨¢s de 700 hect¨¢reas con capacidad para procesar 315.000 barriles diarios de crudo. Fundada en 1976, la refiner¨ªa Miguel Hidalgo es una de las mayores bocas contaminantes de Pemex. Pese a los compromisos ambientales firmados por M¨¦xico, las emisiones de la petrolera estatal se han pr¨¢cticamente duplicado desde que el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador lleg¨® al poder a finales de 2018.

Los vientos del norte que soplan durante todo el a?o empujan la densa nube de contaminaci¨®n por encima del tejado de la familia Mart¨ªnez en direcci¨®n a Ciudad de M¨¦xico. En el ¨²ltimo mes, la Comisi¨®n Ambiental de la Megal¨®polis (CAMe) ha declarado cuatro contingencias ambientales porque la concentraci¨®n de part¨ªculas contaminantes en algunas alcald¨ªas pr¨¢cticamente duplicaba el m¨¢ximo permitido. Un 18% del di¨®xido de azufre que respira la capital tiene su origen en la zona de Tula, seg¨²n el Gobierno del Estado de Hidalgo. La refiner¨ªa reduce actividades unos d¨ªas hasta que se desactiva la alerta y Pemex puede seguir contaminando.

En 2017, la empresa ya era la novena petrolera m¨¢s contaminante del mundo en un ranking liderado por Aramco de Arabia Saud¨ª, seg¨²n la ONG Climate Accountability. Despu¨¦s de dos reducciones anuales consecutivas en 2017 y 2018, los gases que Pemex manda a la atm¨®sfera repuntaron en 2019, el primero con L¨®pez Obrador en el poder. Ese a?o, las emisiones crecieron un 31%; en 2020, un 37%; y en 2021, otro 7%, hasta alcanzar las 70,5 millones de toneladas de equivalente de di¨®xido de carbono, el mayor nivel en por lo menos una d¨¦cada, seg¨²n los informes anuales de la petrolera.

El incremento de la contaminaci¨®n choca con los compromisos ambientales del pa¨ªs. M¨¦xico se comprometi¨® en el Acuerdo de Par¨ªs a reducir en 22% sus emisiones para 2030. En paralelo a la firma del tratado, el Gobierno modific¨® la ley nacional para incluir una meta espec¨ªfica para el sector energ¨¦tico: una reducci¨®n del 14%. Los expertos piensan que es cada vez menos probable que tanto M¨¦xico como Pemex cumplan sus metas de reducci¨®n. ¡°La compa?¨ªa no est¨¢ escuchando las prioridades del mundo y est¨¢ haciendo lo que quiere por sus prioridades de producci¨®n¡±, dice el consultor Pablo Z¨¢rate, de FTI Consulting.

El incremento de las emisiones va de la mano con un modesto aumento de la producci¨®n petrolera, uno de los objetivos de L¨®pez Obrador. En la lectura del presidente, los Gobiernos anteriores hab¨ªan dejado a Pemex en el abandono, prefiriendo importar gasolinas del exterior que producir crudo y refinarlo en el pa¨ªs. L¨®pez Obrador ha querido darle la vuelta a la tendencia para lograr lo que llama ¡°autosuficiencia energ¨¦tica¡±.

Tres a?os despu¨¦s, la producci¨®n est¨¢ lejos de los 2,6 millones de barriles diarios que se marc¨® el mandatario como meta a principios de sexenio. Al cierre de 2021, fueron 1,75 millones de barriles diarios de crudo y condensados, una cifra muy similar a la de finales de 2018. Sin embargo, las refiner¨ªas procesaron 740 millones de barriles diarios, un aumento de 46% respecto a los 505 millones de barriles tres a?os atr¨¢s.

Fallos y antig¨¹edad: una operaci¨®n ineficiente

M¨¢s all¨¢ de los barriles producidos, Pemex ha reconocido que parte del aumento de emisiones viene de una operaci¨®n ineficiente. En su m¨¢s reciente informe a la Comisi¨®n de Bolsa y Valores de EE UU, publicado a finales de abril, la petrolera menciona ¡°fallos¡± en los compresores de gas y una recuperaci¨®n ¡°limitada¡± de este combustible en sus actividades de extracci¨®n. La petrolera recurre a menudo a la quema del gas excedente, la mayor fuente de emisiones en las plataformas mar¨ªtimas. En 2021, la empresa quem¨® un 12% de toda su producci¨®n de gas natural.

El excomisionado de la Comisi¨®n Nacional de Hidrocarburos (CNH) Sergio Pimentel apunta a la falta de infraestructura de Pemex para almacenar el gas que no utiliza. El experto recuerda que en septiembre de 2020 la CNH sancion¨® a Pemex por estar quemando m¨¢s combustible de lo que la norma permit¨ªa. ¡°El organismo regulador le impuso una sanci¨®n que consisti¨® en pedir que invirtiera en infraestructura, pero Pemex no invirti¨®¡±, afirma. ¡°Durante los ¨²ltimos 20 a?os, se ha puesto el ¨¦nfasis en la producci¨®n de petr¨®leo y la infraestructura para el aprovechamiento del gas se ha dejado de lado¡±.

Las refiner¨ªas, adem¨¢s, ya suman varias d¨¦cadas en funcionamiento. La m¨¢s moderna fue inaugurada en 1979. ¡°Sus eficiencias y niveles de emisiones distan mucho de los est¨¢ndares internacionales, debido principalmente a su antig¨¹edad y a falta de inversiones y de un mantenimiento adecuado durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas¡±, se?alaba recientemente en un informe la ONG Iniciativa Clim¨¢tica.

Mart¨ªnez va de susto en susto. El domingo el ¡°cerillo¡± estaba apagado, pero el olor a gas lo impregnaba todo. Hasta pens¨® que algo iba a estallar. A veces, se despierta en mitad de la noche. ¡°Shhhhhhh¡­¡±, dice que suena la refiner¨ªa. ¡°Qu¨¦ santo alivio cuando se calma¡±, afirma, frot¨¢ndose la frente. Gerardo Castillo, exfuncionario del Gobierno federal y ahora activista, asiente ante las afirmaciones de Mart¨ªnez. ¡°Las plantas ya est¨¢n viejas y necesitan mantenimiento¡±, se?ala este tranquilo jubilado de 70 a?os, vestido con camisa a cuadros. ¡°Las part¨ªculas entran en nuestros pulmones como Pedro por su casa¡±.

Frente a este desaf¨ªo, el Gobierno ha prometido modernizar las refiner¨ªas. Pemex en sus informes menciona, adem¨¢s, una serie de acciones para atender el problema de las emisiones: la reparaci¨®n y sustituci¨®n de compresores de gas para aumentar la capacidad de procesamiento del gas natural y reducir la quema, la mejora de la infraestructura de transporte del combustible, as¨ª como la revisi¨®n de la metodolog¨ªa para calcular las emisiones.

Pablo Z¨¢rate opina que estas acciones son insuficientes para detener el incremento y cree que los inversionistas van a penalizar a Pemex si no cambia de curso. ¡°Si comparas las acciones sustantivas de Pemex con las de cualquier otra petrolera, es claro que se rezaga a?o con a?o y la brecha se hace cada vez m¨¢s grande¡±, explica. ¡°En el mundo hay petroleras que incluso se deshacen de refiner¨ªas para tener una huella de carbono m¨¢s manejable¡±.

Shell, por ejemplo, vendi¨® hace un a?o su mitad del complejo de Deer Park, en Texas, a Pemex despu¨¦s de que el Gobierno mexicano expresara su inter¨¦s por hacerse con toda la operaci¨®n. Adem¨¢s de esa compra, Pemex planea inaugurar una octava refiner¨ªa, Dos Bocas, en poco m¨¢s de un mes. L¨®pez Obrador se ha reafirmado en su estrategia y ha prometido dejar de importar gasolina en 2023. ¡°Es como si vendi¨¦ramos naranjas y compr¨¢ramos jugo de naranja¡±, declar¨® a principios de mayo.

Ante el empecinamiento del Gobierno, Gerardo Castillo y su grupo de ecologistas hace lo que puede para presionar. Son pocos, en su mayor¨ªa jubilados, pero no desisten. Quieren que el Gobierno declare una ¡°zona ecol¨®gica especial¡± en Tula para salvar lo que queda. ¡°Tenemos que ser m¨¢s contundentes¡±, afirma. Menos proactivo, Luis Le¨®n Mart¨ªnez prefiere concentrarse en su jard¨ªn. Los lirios dependen de ¨¦l; la contaminaci¨®n, no. ¡°?A qui¨¦n nos quejamos?¡±, dice. ¡°Nos aguantamos y ya¡±.

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