M¨¦xico se aleja del Acuerdo de Par¨ªs tras dar varios volantazos a su pol¨ªtica energ¨¦tica

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La pol¨ªtica energ¨¦tica de L¨®pez Obrador provoca incertidumbre en el sector de las renovables

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El gran plan contracorriente de L¨®pez Obrador

M¨¦xico corre el riesgo de quedar descolgado de la carrera contra el cambio clim¨¢tico. El primer a?o de Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha sido un periodo de sobresaltos para el sector de las renovables: la cancelaci¨®n de las subastas de energ¨ªa, la apuesta por la industria petrolera y, recientemente, una modificaci¨®n de los Certificados de Energ¨ªa Limpia (CELs), un trampol¨ªn esencial para impulsar la inversi¨®n, han encendido las alarmas. Son tres golpes de volante que, seg¨²n los expertos, pueden recortar el auge de las renovables de uno de los pa¨ªses con mayor potencial del planeta y alejarlo de las metas del Acuerdo de Par¨ªs.

La historia del empresario Luis Flotte es una muestra de esa promesa, ahora en jaque. En 2017 se plant¨® en las oficinas de la Comisi¨®n Federal de Electricidad (CFE), la empresa p¨²blica que produce y suministra energ¨ªa, para que le autorizara a conectar un pu?ado de paneles solares a la red el¨¦ctrica. ¡°Pens¨¢bamos que iba a haber una desbandada de gente interesada, pero no hab¨ªa nadie¡±, recuerda. Con el permiso en mano, empez¨® con una planta de 72 paneles colocados en un campo reseco en la ¨¢rida y soleada Chihuahua, al norte del pa¨ªs. Tres a?os despu¨¦s, ya cuenta con seis plantas que producen 1.4 gigawatios de electricidad, suficiente para cubrir las necesidades anuales de 900 viviendas.

Con casos como el de Flotte, M¨¦xico se ha erigido en l¨ªder latinoamericano del sector. Tan solo en 2018 se invirtieron 3.800 millones de d¨®lares, seg¨²n un informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, y las energ¨ªas limpias representan ya el 24% de la producci¨®n total -la etiqueta incluye tanto renovables como nuclear y centrales de ciclo combinado-. Sol y viento a rebosar y un marco legal favorable son las bazas para lograr la meta del 35% de producci¨®n de energ¨ªa limpia en 2024, frente al 24% de 2018, y conseguir el 22% de reducci¨®n de emisiones para 2030 comprometido en el Acuerdo de Par¨ªs frente al cambio clim¨¢tico. Sin embargo, mientras los dos primeros elementos se mantienen, el tercero es un interrogante cada vez mayor.

Poco despu¨¦s de tomar posesi¨®n en diciembre de 2018, el Ejecutivo cancel¨® las subastas el¨¦ctricas por las que se licitaban proyectos a empresas para suministrar a la CFE de energ¨ªa limpia. Este mecanismo, establecido por la reforma energ¨¦tica del anterior Gobierno de Enrique Pe?a Nieto, hab¨ªa reducido el precio de la electricidad a m¨ªnimos -17,7 d¨®lares por megavatio por hora (MWh) en la ¨²ltima subasta, un r¨¦cord mundial-. Pese al ¨¦xito, la Secretar¨ªa de Energ¨ªa adujo en febrero ¡°consideraciones t¨¦cnicas, econ¨®micas y de planeaci¨®n¡± para cancelar la cuarta convocatoria. Fue la primera sacudida.

Nueve meses despu¨¦s, todav¨ªa no se ha puesto sobre la mesa fecha o alternativa. Esta incertidumbre se ha agravado con la reciente decisi¨®n del Gobierno de modificar las reglas de los Certificados de Energ¨ªa Limpia (CELs). Se trata de instrumentos financieros concebidos como incentivos para la inversi¨®n. Cada uno equivale a 1 MWh y su precio depende de la oferta y la demanda. La reforma energ¨¦tica estableci¨® obligaciones m¨ªnimas de compra de certificados a grandes consumidores de electricidad, desde f¨¢bricas hasta la propia CFE. En 2018 estos actores tuvieron que comprar el 5% de su energ¨ªa en CELs, una obligaci¨®n que se va incrementando a?o tras a?o. Para fomentar la expansi¨®n de nuevos proyectos, solo pod¨ªan vender certificados las plantas con inversi¨®n posterior al 2014, es decir, quedaban excluidas la mayor¨ªa de centrales de la CFE.

La reciente modificaci¨®n tumba ese punto clave. La empresa paraestatal podr¨¢ emitir CELs con sus plantas hidroel¨¦ctricas construidas antes de 2014. Por tanto, ya no tendr¨¢ que comprar a privados para cumplir con sus obligaciones: los certificados que ella misma emita bastar¨¢n. Un portavoz del ente explica que con ello buscan obtener ¡°piso parejo¡± con la iniciativa privada. ¡°Los mecanismos que est¨¢n perjudicando a la CFE se est¨¢n revirtiendo, siempre que lo permita la ley¡±, apunta. Adem¨¢s, la instituci¨®n sostiene que con ello se reducir¨¢ la tarifa el¨¦ctrica, una afirmaci¨®n de la que dudan los analistas. ¡°Impacta m¨¢s el IVA en las tarifas que los CELs, cuyo precio es marginal y estaban cayendo¡±, sostiene el consultor Severo L¨®pez-Mestre.

Los actores consultados se?alan riesgos adicionales. Seg¨²n la ONG Iniciativa Clim¨¢tica, la modificaci¨®n a?adir¨¢ unos 63 millones de CELs al mercado, casi cuatro veces m¨¢s de los ya existentes. El aumento de la oferta puede reducir a¨²n m¨¢s el precio de los certificados - y los beneficios con que contaban las empresas-, por lo que el gremio ha empezado a estudiar acciones legales. El presidente de la Asociaci¨®n Mexicana de Energ¨ªa E¨®lica (AMDEE), Leopoldo Rodr¨ªguez, apunta al impacto sobre la certidumbre y el rendimiento. ¡°Se est¨¢n cambiando las reglas en base a las cuales se hicieron las inversiones¡±, sostiene. Para evitar un desplome en los precios y calmar el nerviosismo, CFE ha prometido esta semana no vender en el mercado el excedente de certificados que no utilice. Pero eso es solo parte del problema.

Con el cambio, los incentivos para nueva inversi¨®n desaparecen. Las plantas viejas tambi¨¦n vender¨¢n CELs y CFE, el principal actor del mercado, no tendr¨¢ que comprar a nuevos productores. Eso puede detener la rueda en un momento cr¨ªtico; seg¨²n c¨¢lculos de la ONG Iniciativa Clim¨¢tica se necesitan 18.000 millones de d¨®lares m¨¢s para alcanzar las metas de energ¨ªa limpia para 2024.

Volver a la edad de oro de los a?os 70

Detr¨¢s de los cambios en los CELs y de la cancelaci¨®n de las subastas, hay un recelo a la participaci¨®n privada en la producci¨®n energ¨¦tica, ya sea limpia o f¨®sil. El Gobierno tiene en la diana la reforma de Pe?a Nieto, que liberaliz¨® y facilit¨® la entrada de empresas al sector. ¡°La electricidad es un derecho humano que no puede estar a manos de privados¡±, dijo recientemente el director de CFE, Manuel Bartlett. En la actualidad, el ente produce el 55% de la electricidad del pa¨ªs y el resto viene de fuentes privadas.

A eso se a?ade la intenci¨®n de reflotar a una prima hermana, la petrolera estatal Pemex. El Gobierno ha lanzado la construcci¨®n de la refiner¨ªa de Dos Bocas y tiene ambiciosas metas de producci¨®n -2.7 millones de barriles diarios en 2024, frente a los 1.7 millones actuales-. La referencia son los a?os setenta, una edad de oro en que la producci¨®n de CFE y Pemex era mucho mayor , pero no hab¨ªa metas de reducci¨®n de emisiones que cumplir. ¡°El fondo es una visi¨®n estatista y de hidrocarburos, ese es el problema¡±, dice el exdirector de la Asociaci¨®n Nacional de Energ¨ªa Solar V¨ªctor Ram¨ªrez.

A corto plazo, el atractivo de M¨¦xico -un mercado de 123 millones de personas y recursos abundantes- puede amortiguar el golpe. Incuso sin subastas ni CELs, la producci¨®n de energ¨ªa renovable puede seguir creciendo gracias a los contratos entre empresas y generadores privados. La inercia tambi¨¦n ayuda. Hasta 2021 se espera que sigan entrando en operaci¨®n los proyectos ya subastados en a?os anteriores, pero despu¨¦s se abrir¨¢ un vac¨ªo.

Aunque el Gobierno asegura seguir comprometido con las metas, el director del Instituto de Energ¨ªas Renovables de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM), Antonio del R¨ªo, apunta al ¡°riesgo real¡± de no cumplir con el 35% de energ¨ªa limpia para 2024. ¡°El sector va a seguir creciendo pero las acciones del Gobierno lo van a desacelerar¡±, asegura. Ya hay se?ales de debilitamiento. La inversi¨®n en renovables cay¨® un 38% en 2018 respecto al a?o anterior seg¨²n datos de la ONU, y la Agencia Internacional de Energ¨ªa redujo en octubre la proyecci¨®n de crecimiento entre 2019 y 2024 del 16% anual a poco m¨¢s del 12%.

Y, mientras las proyecciones empeoran, las metas no cambian. En el Acuerdo de Par¨ªs, M¨¦xico se comprometi¨® a que en 2030 sus emisiones de gases de efecto invernadero fueran un 22% menor a lo que se esperar¨ªa sin planes de reducci¨®n. Incluso si se cumpliera ese objetivo, algo que los expertos cuestionan tras las recientes decisiones, las emisiones ser¨ªan un 9% superior a las de 2015. Como todos los pa¨ªses firmantes, en 2020 M¨¦xico tiene que presentar un plan de metas m¨¢s ambiciosas para aspirar al menos a un aprobado y despejar dudas.