Cinco millones de pesos por una pista sobre El Chueco, presunto asesino de los jesuitas en la sierra Tarahumara
La Fiscal¨ªa de Chihuahua anuncia recompensa hist¨®rica para encontrar a Jos¨¦ Noriel Portillo Gil, acusado de homicidio, delincuencia organizada y el asesinato de al menos tres personas el lunes, adem¨¢s de la desaparici¨®n de otras cuatro
La Fiscal¨ªa de Chihuahua ha anunciado este mi¨¦rcoles una recompensa hist¨®rica para recabar informaci¨®n sobre el paradero de Jos¨¦ Noriel Portillo Gil, alias El Chueco, presunto asesino de los dos sacerdotes jesuitas el lunes, de un gu¨ªa tur¨ªstico y la desaparici¨®n de cuatro personas. Las autoridades ofrecen cinco millones de pesos a quien d¨¦ una pista sobre d¨®nde puede estar escondido el criminal, a quien consideran un ¡°generador de violencia en la zona¡± y est¨¢ acusado de homicidio y delincuencia organizada. Los cad¨¢veres de los jesuitas Javier Campos y Joaqu¨ªn Mora, as¨ª como el cuerpo del gu¨ªa Pedro Palma, los cargaron en una camioneta, seg¨²n la versi¨®n oficial, y han sido localizados este mi¨¦rcoles, seg¨²n ha informado en un escueto comunicado la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos. Todo bajo las ¨®rdenes de El Chueco, seg¨²n la Fiscal¨ªa, que pese a estar en la mira de las autoridades desde 2018 tras el asesinato de un turista estadounidense, nunca fue detenido por ese crimen.
Las autoridades trabajan a marchas forzadas estos d¨ªas para esclarecer lo sucedido el lunes en el municipio de Cerocahui, enclavado en la sierra Tarahumara, en Chihuahua, al norte de M¨¦xico. Al menos siete v¨ªctimas ¡ªtres asesinados y cuatro desaparecidos, seg¨²n las autoridades¡ª se cobr¨® el poder del fuego del narco en menos de 24 horas en este rinc¨®n rar¨¢muri, conocido por ser una de las paradas del tren Chepe que recorre las Barrancas del Cobre.
La indignaci¨®n escal¨® al debate nacional el martes, tras conocerse la noticia del asesinato de dos sacerdotes jesuitas que hab¨ªan tratado de auxiliar a un hombre que escapaba de las balas, Pedro Palma, de 60 a?os, un conocido gu¨ªa tur¨ªstico en la zona con m¨¢s de 40 a?os de trayectoria. Y ah¨ª, en la iglesia de este municipio de unos 1.000 habitantes, fueron baleados los tres, seg¨²n un comunicado de la Fiscal¨ªa. Sin que los criminales tuvieran siquiera la consideraci¨®n de dejar los cad¨¢veres para que fueran velados o despedidos por sus familiares y amigos. Dos d¨ªas m¨¢s tarde y sin que las autoridades hayan explicado c¨®mo han sido localizados ni qui¨¦n dio el aviso, los cad¨¢veres de los sacerdotes y del gu¨ªa han sido localizados.
La comunidad jesuita ha presionado a las autoridades estatales y federales no solo para encontrar los cad¨¢veres, sino para dar con los responsables. Sobre este hecho se ha pronunciado este mi¨¦rcoles tambi¨¦n en su audiencia el papa Francisco, que pertenec¨ªa a la orden jesuita y lament¨® la ola de violencia que asola a M¨¦xico. Tambi¨¦n, la Oficina en M¨¦xico del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos se ha pronunciado al respecto: ¡°Eran parte del equipo de religiosos y laicos que est¨¢n en la sierra Tarahumara, donde realizaban un importante trabajo social y pastoral que, entre otras l¨ªneas, incluye fortalecer la cultura de la comunidad rar¨¢muri en todas sus dimensiones y la preservaci¨®n del medio ambiente¡±.
Ante la presi¨®n p¨²blica, la Fiscal¨ªa de Chihuahua, encabezada por Roberto Javier Fierro Duarte, ha lanzado este mi¨¦rcoles un mensaje a la poblaci¨®n: cinco millones de pesos (unos 250.000 d¨®lares) por una pista sobre El Chueco. Y ha proporcionado algunos n¨²meros de tel¨¦fono: 6144293300, extensi¨®n 11457, denuncia an¨®nima 089, l¨ªnea de emergencia 911, o bien a pasaeldato.gob.mx o al correo electr¨®nico recompensasfge@chihuahua.gob.mx.
El Chueco es un l¨ªder local del narco que se ha hecho fuerte en la sierra Tarahumara desde hace a?os, sin que una autoridad haya frenado su poder y est¨¢ vinculado al cartel de Sinaloa, seg¨²n los reportes oficiales. En octubre de 2018 fue el principal sospechoso del asesinato de un profesor estadounidense Patrick Braxton-Andrews, que seg¨²n la informaci¨®n oficial fue acribillado tras ser confundido con un agente de la DEA (Agencia Antidrogas de Estados Unidos). Y su nombre se hizo entonces famoso en cada uno de los municipios aislados de los montes. A nadie se le escapaba que ¨¦l era el due?o del coraz¨®n de la Tarahumara: en San Rafael, Ci¨¦nega de Trejo, Guadalupe Coronado, Mesa de Arturo, Cerocahui y Bahuichivo.
Seg¨²n la informaci¨®n que maneja la Fiscal¨ªa, El Chueco es el cabecilla de una c¨¦lula del narcotr¨¢fico asociada a Los Salazar, otro grupo criminal m¨¢s poderoso que est¨¢ asociado al cartel de Sinaloa en Chihuahua. A Los Salazar los vinculan con los asesinatos de la familia Le Baron en 2019 y al crimen contra la reconocida periodista de Chihuahua, Miroslava Breach, en 2017.
Los hombres de Portillo controlan la siembra y trasiego de drogas en la regi¨®n, cuya orograf¨ªa imposible y aislada dificulta la revisi¨®n de las autoridades sin que sean identificados por los criminales. Tambi¨¦n han hostigado a pobladores ind¨ªgenas para arrebatarles las tierras, provocando el desplazamiento de cientos de personas.
Aunque su nombre comenz¨® a resonar en Chihuahua tras el esc¨¢ndalo del asesinato de Braxton-Andrews, ya hab¨ªa hecho m¨¦ritos para que lo buscaran desde 2017. Ese a?o organiz¨® un ataque contra la sede de la Agencia Estatal de Investigaciones en Urique, cabecera municipal de Cerocahui. Y, despu¨¦s del crimen contra el estadounidense, del que sali¨® impune ¡ªpese a las promesas del gobernador de entonces, Javier Corral, de ¡°no parar hasta encontrarlo¡±¡ª se le responsabiliz¨® en 2019 de haber ordenado el secuestro y homicidio del activista Cruz Soto Caraveo, integrante del Colectivo de Familias Desplazadas Forzadamente de la Sierra Tarahumara. Soto fue encontrado sin vida el 19 de octubre de 2019, seis d¨ªas despu¨¦s de que fue denunciada su desaparici¨®n en la comunidad de Los Llanos, municipio de Guazapares, tras haber asistido a una reuni¨®n con autoridades locales, seg¨²n informa el peri¨®dico Reforma.
El rastro que fue dejando El Chueco despu¨¦s de su foto circulara en las fiscal¨ªas locales se?alan que nunca se movi¨® de ah¨ª. Continu¨® haci¨¦ndose fuerte en una regi¨®n pobre y aislada del norte de M¨¦xico. La impunidad rampante que gobierna M¨¦xico se convirti¨® en su gasolina. Y ahora, cinco a?os despu¨¦s, los balazos a los sacerdotes y la enorme presi¨®n p¨²blica por una nueva tragedia en la Tarahumara han provocado que lo busquen todas las corporaciones. Por primera vez.
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