Hallados los hermanos Berrelleza, secuestrados por El Chueco el d¨ªa de terror en la sierra Tarahumara
La Fiscal¨ªa encuentra el cad¨¢ver de uno de ellos, Paul Osvaldo, y rescata a Jes¨²s Armando, que se integrar¨¢ en un programa de protecci¨®n de testigos, despu¨¦s de 18 d¨ªas desaparecido
Los hermanos Berrelleza R¨¢bago, Paul Osvaldo y Jes¨²s Armando, secuestrados por los sicarios del narco Jos¨¦ Noriel Portillo Gil, alias El Chueco, el d¨ªa de plomo que sacudi¨® el coraz¨®n de la sierra Tarahumara, han sido localizados. La Fiscal¨ªa de Chihuahua ha informado de que el lunes fue rescatado Jes¨²s Armando, despu¨¦s de 18 d¨ªas desaparecido, y ser¨¢ integrado a un programa de protecci¨®n de testigos. El cad¨¢ver de Paul Osvaldo ha aparecido en un ejido en Cerocahui, el mismo pueblo de poco m¨¢s de 1.000 habitantes donde desaparecieron los dos el 20 de junio en su casa. El hallazgo de los dos hermanos se suma al de los sacerdotes jesuitas que fueron asesinados horas despu¨¦s y al de un gu¨ªa tur¨ªstico conocido en la zona. El poderoso l¨ªder criminal de la regi¨®n, que presuntamente asesin¨® a cuatro personas en menos de 24 horas y sembr¨® el terror en el peque?o pueblo de la sierra, sigue pr¨®fugo.
El 20 de junio los hombres de El Chueco comenzaron el reguero de sangre en la casa de los hermanos Berrelleza, que terminar¨ªa en la iglesia, donde murieron acribillados los curas Javier Campos, de 78 a?os, y Joaqu¨ªn Mora, de 80, adem¨¢s del gu¨ªa Pedro Palma, de 60 a?os. Todo comenz¨® con una trifulca por el resultado de un partido de beisbol.
El equipo que financiaba El Chueco hab¨ªa perdido el domingo, un d¨ªa antes de la matanza, se desat¨® una disputa entre los presentes y fue ah¨ª donde se prendi¨® la mecha. El l¨ªder del narco local no pod¨ªa aceptar una derrota. Un mensaje de debilidad para un hombre que desde hace al menos cinco a?os ha hecho y deshecho en estas tierras lo que le ha parecido, con el poder de una veintena de hombres y sus pistolas. Aliado al cartel de Los Salazar, brazo armado del temido cartel de Sinaloa.
El lunes, El Chueco y sus fusiles llegaron a la casa de los hermanos, que hab¨ªan participado en el partido de beisbol y derrotado a sus rivales. Seg¨²n las declaraciones de un testigo, el criminal dispar¨® contra Paul, secuestr¨® a Armando y, despu¨¦s, prendi¨® fuego a la vivienda. Los dos fueron secuestrados por los criminales y han estado en paradero desconocido desde entonces. En el domicilio hab¨ªa tambi¨¦n una mujer y su hijo que fueron declarados como desaparecidos. Se sabe que ten¨ªan una relaci¨®n familiar con los hermanos, pero nada m¨¢s. Dos d¨ªas despu¨¦s, las autoridades confirmaron que hab¨ªan sido localizados con vida.
Ni el fuego de la casa, ni el secuestro de dos personas, fue suficiente para que alguna autoridad impidiera que El Chueco y sus hombres siguieran paseando impunemente por el municipio. Y el terror se extendi¨® por Cerocahui. Sus habitantes se quedaron solos, conscientes de que el poder real era ese y ni rastro del Estado.
Horas m¨¢s tarde, Pedro Palma estaba comiendo con un grupo de turistas en el lujoso hotel Misi¨®n Cerocahui, conocido por los turistas que hacen la ruta del tren de El Chepe entre las Barrancas del Cobre, con precios por noche de habitaci¨®n que rondan los 200 d¨®lares. Los testigos contaron a la polic¨ªa que el conocido gu¨ªa ¡°interactu¨®¡± con El Chueco ah¨ª mismo. No se han dado a conocer los detalles de lo que pudo ser una discusi¨®n. Despu¨¦s, el criminal, orden¨® su secuestro.
La Fiscal¨ªa cuenta que Palma logr¨® escapar, tras haber recibido severos golpes. Y huy¨® hasta la iglesia del pueblo. Los sacerdotes, Javier Campos y Joaqu¨ªn Mora, corrieron al escuchar el esc¨¢ndalo en el templo. Uno de ellos se acerc¨® para auxiliarlo, lo mataron delante de ¨¦l y el cura fue tambi¨¦n asesinado. El otro trat¨® de calmar al sicario, seg¨²n cont¨® a EL PA?S uno de sus compa?eros, el religioso Javier ?vila, y fue acribillado a sangre fr¨ªa. Los criminales arrastraron sus cuerpos hasta una camioneta, seg¨²n un sacerdote que estaba ah¨ª y logr¨® sobrevivir a la matanza, y huyeron. Los cad¨¢veres de Campos, Mora y Palma fueron encontrados unos d¨ªas despu¨¦s.
Las autoridades pusieron entonces en la mira a El Chueco. Ofrecieron el mi¨¦rcoles una recompensa hist¨®rica de cinco millones de pesos (unos 250.000 d¨®lares) por una pista sobre el paradero del criminal. Y el Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha pedido tambi¨¦n la colaboraci¨®n del Gobierno de Estados Unidos para localizarlo, por si decidi¨® recorrer los 600 kil¨®metros que separan el municipio de la frontera.
El crimen m¨²ltiple en la sierra Tarahumara no escal¨® a la indignaci¨®n internacional hasta la presi¨®n de la comunidad jesuita el martes. Nada se sab¨ªa del paradero de los hermanos Berrelleza. El crimen contra la iglesia se ha convertido en las ¨²ltimas semanas en una mancha en el expediente del presidente L¨®pez Obrador, cuya estrategia contra la violencia ha sido duramente criticada por l¨ªderes cat¨®licos de diferentes entidades del pa¨ªs.
Poco despu¨¦s del d¨ªa de terror en la sierra, el papa Francisco se manifest¨® contra la ola de violencia que sacude a M¨¦xico desde hace a?os, decenas de organizaciones religiosas, as¨ª como poderosos nombres en el mundo acad¨¦mico, cultural y pol¨ªtico, mostraron su dolor por las muertes de sus ¡°hermanos¡± y la impunidad con la que opera el crimen organizado en el pa¨ªs. Hab¨ªa al menos tres v¨ªctimas m¨¢s: Pedro Palma y los hermanos Paul y Armando, solo uno de ellos ha sobrevivido. Pero para que alguna autoridad persiga a El Chueco y frene la sangr¨ªa que provoca en la sierra, han sido necesarios los balazos en la iglesia.
Este jueves el fiscal general de Chihuahua, Roberto Javier Fierro, ha insistido en que no parar¨¢n ¡ªcon la ayuda del Ej¨¦rcito enviado por L¨®pez Obrador¡ª hasta encontrar a El Chueco. Unas declaraciones que ya emiti¨® un gobernador anterior, Javier Corral, cuando el conocido criminal ya atemorizaba municipios completos de la sierra hace cinco a?os. Y ninguna autoridad impidi¨® que siguiera delinquiendo impunemente como un se?or de esas tierras. Han sido detenidos una decena de colaboradores, pero ni rastro del jefe.
El Chueco hab¨ªa sido fichado por la polic¨ªa cuando atac¨® la sede de la Agencia de Estatal de Investigaciones en Urique, cabecera municipal de Cerocahui, en 2017. Y sobre todo, se convirti¨® en el enemigo p¨²blico de la regi¨®n tras el asesinato del profesor estadounidense Patrick Braxton-Andrews, que seg¨²n la informaci¨®n oficial fue acribillado tras ser confundido con un agente de la DEA (Agencia Antidrogas de Estados Unidos) en octubre de 2018. Pese a las promesas de las autoridades de entonces, el narco nunca fue detenido por este crimen.
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