Aurora Cano: ¡°No puedes montar a Lope de Vega o a Shakespeare como si no hubieran pasado 400 a?os¡±
La nueva directora de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro de M¨¦xico apuesta por aportar diversidad a las producciones, crear audiencias en los Estados y mirar ¡°hacia otros c¨¢nones¡±
La nueva directora de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro de M¨¦xico, Aurora Cano, se mueve por los pasillos de una instituci¨®n que empieza a descubrir desde adentro. El edificio ya lo conoc¨ªa. En esa misma casa de Coyoac¨¢n, que es sede de la compa?¨ªa desde 2008, tomaba clases de danza de peque?a. Todav¨ªa se conservan las inc¨®modas butacas de madera que hab¨ªa entonces, aunque ahora ocupan los pasillos que Cano atraviesa hasta su oficina. Tiene la ¡°costumbre enfermiza¡± de llevar siempre puestos los aud¨ªfonos del celular, que se enredan con el cubrebocas animal print. Se los quita y arranca la entrevista. La tarea que le aguarda es grande, en un pa¨ªs donde solo el 2% de la poblaci¨®n va al teatro y tras una pandemia que ha resentido al sector cultural en todo el mundo. ¡°No soy una persona tan alegre y optimista, me imagino que vendr¨¢n batallas duras¡±, dice la directora.
Cano (Ciudad de M¨¦xico, 51 a?os) fue nombrada en el cargo en junio. Cuando se conoci¨® la noticia, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura destac¨® que era la primera mujer al frente de la instituci¨®n. ¡°Que el Estado permita que una mujer encabece un proyecto as¨ª me parece significativo de los tiempos que estamos viviendo, pero fuera de eso no hay mucho m¨¢s, porque mujeres haciendo teatro ha habido siempre¡±, se?ala la directora. ¡°Lo que m¨¢s me conmueve¡±, contin¨²a Cano, ¡°es que la propuesta de que yo dirija la compa?¨ªa viene de los actores de n¨²mero, que son nuestros grandes actores nacionales¡±. ¡°Simboliza que ellos, que algunos tienen ochenta y muchos a?os, quieren una renovaci¨®n¡±, a?ade.
Los retratos de esos 12 int¨¦rpretes em¨¦ritos de la compa?¨ªa cuelgan en la pared que tiene detr¨¢s, junto a las im¨¢genes en tama?o 10x15 del resto del elenco estable. Entre ellos, est¨¢n figuras como Luisa Huertas, Marta Verduzco, Oscar Narv¨¢ez o Luis R¨¢bago, que fue maestro de Cano. La directora recuerda que R¨¢bago, a su vez, tuvo como maestro a H¨¦ctor Mendoza. En honor al dramaturgo que fue maestro de maestros la sala principal de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro se llama H¨¦ctor Mendoza. El nombre se lo puso Luis de Tavira, quien dirigi¨® la instituci¨®n entre 2008 y 2016 y consigui¨®, entre otras cosas, que existiera un equipo de actores permanente. Le sigui¨®, durante tres a?os, Enrique Singer y ahora es el turno de Cano.
¡°Somos personalidades totalmente diferentes. Tambi¨¦n nos ha tocado vivir momentos hist¨®ricos y batallas muy diferentes¡±, apunta Cano. Tiene terror por las que vendr¨¢n. ¡°Va a haber que convencer de que el proyecto de una compa?¨ªa nacional de teatro es importante en un pa¨ªs¡±, afirma. B¨¢sicamente, la instituci¨®n se encarga de crear y difundir un repertorio de obras por todo el territorio nacional. Ella ya tiene algunas ideas de c¨®mo persuadir de su relevancia. Una pasa por crear sedes regionales para generar audiencias que esperen la llegada de la compa?¨ªa cada a?o: ¡°Si t¨² vas un d¨ªa a un Estado, pero luego a otro y luego al otro, no creas tradici¨®n porque no hay costumbre. Tienes que llegar siempre en el mismo mes al mismo teatro, y al a?o siguiente volver a llegar¡±.
Su propuesta central, sin embargo, consiste en ampliar los c¨¢nones y aportar diversidad a las producciones. ¡°Las compa?¨ªas nacionales, en cualquier lado del mundo, tienen dos ejes muy claros: uno es el acceso al repertorio universal del teatro y el otro tiene que ver con la visibilizaci¨®n del propio patrimonio dram¨¢tico¡±, dice la directora. Ella propone ¡°un tercer eje¡± que tiene que ver con ¡°un proceso de sincretismo¡±. ¡°M¨¦xico es un pa¨ªs que abreva de diferentes culturas. Se podr¨ªa pensar binariamente que de lo prehisp¨¢nico y lo europeo, pero en realidad es una pluralidad de tradiciones culturales grande¡±, explica.
Cano se reconoce como una ¡°admiradora y entusiasta¡± del canon europeo ¨Cestudi¨® direcci¨®n y actuaci¨®n en The Method Studio de Londres y en el Madingley Hall de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido¨C. Pero cree que es necesario ¡°un proceso de miradas hacia otras historias y otros tipos de representaci¨®n¡±. ¡°Es extra?o que un pa¨ªs como M¨¦xico no lo haya hecho todav¨ªa¡±, opina. Actualmente, la compa?¨ªa trabaja en cuatro montajes que ser¨¢n el resultado de esta nueva aproximaci¨®n y, seg¨²n estima Cano, se anunciar¨¢n a final de a?o. ¡°Quiz¨¢s es demasiado experimental y enloquecemos todos y fracasamos, pero a m¨ª me merece mucho la pena¡±, asegura.
Entre lo cl¨¢sico y lo contempor¨¢neo
Cano entendi¨® que la ficci¨®n era una posibilidad desde muy peque?a. Cuando su madre la llev¨® por primera vez a ver El cascanueces, la ni?a pens¨® qu¨¦ suerte, qu¨¦ suerte tiene esa gente que naci¨® y vive dentro de esas casitas sobre el escenario. Poco despu¨¦s, entendi¨® que ella tambi¨¦n pod¨ªa dedicarse a eso, que no la ten¨ªan que haber parido en las tablas para habitar la ficci¨®n. Su madre, sin embargo, no le permiti¨® tomar clases de teatro hasta los 15 a?os, y hasta los 18 no empez¨® a trabajar profesionalmente. ¡°No por puritanismo, sino por un tema de supervivencia. Mi mam¨¢ ten¨ªa la sensaci¨®n de que yo me pod¨ªa salvar y tener una vida m¨¢s razonable, de menos sufrimiento¡±, cuenta Cano, que desde que empez¨® nunca ha dejado de hacer teatro.
Con una madre historiadora y un padre arquitecto que escrib¨ªa ciencia ficci¨®n porno en sus ratos libres, la situaci¨®n en su casa era ¡°esquizofr¨¦nica¡±, recuerda. Una miraba hab¨ªa atr¨¢s y el otro, hacia adelante. ¡°Y t¨² quedas un poco bizca¡±, bromea. Ella tambi¨¦n se ha movido entre esos dos tiempos a lo largo de su carrera. En 2004, fund¨® el festival de teatro contempor¨¢neo Dramafest porque estaba convencida de que hab¨ªa que montar a autores vivos para que el teatro viviera. Pero tambi¨¦n ha buscado representar a los cl¨¢sicos, aunque resignific¨¢ndolos. ¡°No puedes montar a Shakespeare, a Moli¨¨re o a Lope de Vega como si no hubieran pasado 400 a?os, 300 en el caso de Moli¨¨re¡±, afirma.
La directora estren¨® en marzo La verdad sospechosa en Praga. La comedia escrita por Juan Ruiz de Alarc¨®n en el siglo XVII fue interpretada en checo, por actores checos, en la capital de Rep¨²blica Checa, y dirigida por una directora mexicana que no habla el idioma. Por eso, el trabajo con el traductor fue fundamental y enriquecedor. ¡°Ten¨ªamos discusiones porque ¨¦l me dec¨ªa que yo hab¨ªa quitado todos los chistes mis¨®ginos. Yo solo hab¨ªa quitado los chistes que no tienen una resonancia para un p¨²blico contempor¨¢neo, y que tampoco est¨¢n vinculados a la trama, y que tampoco son esenciales en Juan Ruiz de Alarc¨®n¡±.
El de Juan Ruiz de Alarc¨®n es uno de los pocos cuadros que cuelgan en las paredes de su oficina. ¡°Es un autor enorme que habla de la condici¨®n humana con un lenguaje hermoso y con ingenio. No es solo las estructuras sociales del siglo XVII, ?y por qu¨¦ nos lo vamos a perder?¡±, contin¨²a Cano. Hay, explica, un debate muy grande sobre qu¨¦ hacer con los cl¨¢sicos. ¡°Los clasicistas no quieren que te metas a modificar y las nuevas generaciones est¨¢n muy reticentes porque hay un choque de estructuras morales¡±, contin¨²a. ¡°Creo que a veces no se ha tomado mucho en cuenta que se est¨¢ hablando un espectador del siglo XXI¡±.
Por debates como este, Cano cree que ¡°es un momentazo¡± para hacer teatro. La directora no desconoce las dificultades de la profesi¨®n, sobre todo en M¨¦xico, pero le entusiasma la ¡°efervescencia¡± del momento actual y ve en el escenario el espacio para volcarla: ¡°El teatro es el foro de los debates sociales, es el arte p¨²blico por excelencia¡±.
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