M¨¦dicos en el M¨¦xico rural: dar la vida por la profesi¨®n

El colectivo m¨¦dico en M¨¦xico tiene varios a?os en pie de lucha por la defensa de sus derechos laborales, e intentando que se dejen de normalizar las pr¨¢cticas vejatorias incrustadas durante d¨¦cadas en su formaci¨®n. Pero han sido los asesinatos del m¨¦dico pasante Eric Andrade, de 25 a?os, en Durango, y solo cuatro d¨ªas antes, el lunes 11 de julio, el de la anestesi¨®loga Massiel Mex¨ªa, de 38, en Chihuahua, cuando las cosas cobraron otro tono: el de urgencia y preocupaci¨®n de que cualquiera de ellos pueda ser la pr¨®xima v¨ªctima.

A Eric Andrade le dieron nueve disparos por la espalda mientras trabajaba en el hospital de El Salto, en el Estado de Durango. Le faltaban solo dos semanas para terminar su servicio social, y la tarde del ataque le hab¨ªa dicho a su compa?era de guardia que se encargara mejor de otros pacientes mientras ¨¦l atend¨ªa a un par de hombres que hab¨ªan llegado drogados y con actitud violenta a recibir atenci¨®n m¨¦dica. Su compa?era, seg¨²n ha relatado la familia de Andrade, qued¨® totalmente en shock unos minutos despu¨¦s, cuando escuch¨® las detonaciones y vio a Eric en el suelo.

El caso de la anestesi¨®loga Massiel Mex¨ªa, asesinada el pasado lunes 11 de julio en el municipio de Bocoyna, en la Sierra de Chihuahua, a¨²n no est¨¢ muy claro. Las autoridades estatales han ofrecido informaci¨®n escueta sobre el caso y la familia de Mex¨ªa asegura no tener conocimiento de que exista o no una carpeta de investigaci¨®n y nadie, a m¨¢s de 10 d¨ªas del asesinato, les ha dado informaci¨®n oficial sobre lo sucedido. Como pasa en muchos de los casos como este, se han enterado por Facebook y por la televisi¨®n de la detenci¨®n y el procesamiento de un hombre de 19 a?os que presuntamente ser¨ªa el agresor.

La Fiscal¨ªa del Estado emiti¨® un comunicado en el que informa que se ha vinculado a proceso al presunto culpable, quien fue detenido despu¨¦s de estar en el hospital, a donde hab¨ªa sido trasladado para ser atendido despu¨¦s de que lo encontraran, al d¨ªa siguiente del asesinato de Mex¨ªa, golpeado y amarrado con cinta en un lugar cercano a donde ocurrieron los hechos, en el poblado de San Juanito.

Y fue tambi¨¦n por redes sociales que la familia de Eric Andrade se enter¨® de lo que hab¨ªa ocurrido la tarde del viernes 15 de julio en el hospital del poblado de San Pedro, en Durango. ¡°Me empezaron a mandar publicaciones de Facebook y comenzaron a llegarme mensajes de p¨¦same, antes de que pudi¨¦ramos trasladarnos al lugar en donde ocurri¨® todo y sin que ninguna persona ni del hospital, ni de la universidad o alguna autoridad nos avisara o nos dijera algo¡±, cuenta Suhey Andrade, hermana de Eric, quien pronto se convertir¨¢ tambi¨¦n en m¨¦dica pasante.

Eric Andrade cobraba 3.600 pesos mensuales (175 d¨®lares). Ten¨ªa una plaza tipo b, destinada a pasantes que dan atenci¨®n en ¨¢reas rurales de m¨¢s de 2.500 a 15.000 habitantes ¡°con seis d¨ªas por semana, con un horario de siete horas de actividades diarias¡±, seg¨²n especifica la Secretar¨ªa de Salud. Todos los d¨ªas se trasladaba, junto con un grupo de varios m¨¦dicos, en una camioneta, en un recorrido que duraba una hora y media, desde Durango, la capital, hasta su sitio de trabajo.

El servicio social en medicina a revisi¨®n

Cinthya Flores, presidenta de la Asociaci¨®n Mexicana de M¨¦dicos en formaci¨®n (AMMEF), insiste en la urgencia de que se revisen las condiciones en las que el servicio social de miles de m¨¦dicos en el pa¨ªs se lleva a cabo. El movimiento, del que ella y otros cientos de profesionales de la salud forman parte, ha solicitado, entre varios otros puntos, una reforma de la Norma 009, referente a la educaci¨®n en salud. Lo que se pide no es m¨¢s que lo que tendr¨ªa que asegurar el Estado mexicano a los estudiantes y personal m¨¦dico profesional: seguridad, en un pa¨ªs donde impera la violencia, y condiciones dignas para trabajar.

¡°El sistema de salud en M¨¦xico est¨¢ sostenido por estudiantes y eso, administrativamente, es muy conveniente porque somos becarios y no recibimos un sueldo¡±, precisa Flores, al intentar resumir la raz¨®n del movimiento que ha cobrado fuerza durante las ¨²ltimas semanas, tras la estela de los asesinatos de Andrade y Mex¨ªa.

Sa¨²l Suazo, estudiante de noveno semestre de medicina de la Universidad Ju¨¢rez en Durango, es parte de esa generaci¨®n de profesionales de la salud que observa el panorama con terror. ¡°Es doloroso e inquietante. La incertidumbre que tenemos de estar a un paso de esta etapa (el servicio social) y no saber si estaremos seguros o no¡±, cuenta. ¡°Queremos hacer ruido a trav¨¦s de marchas, en honor a Eric, por supuesto, pero tambi¨¦n queremos que el Gobierno nos escuche¡±.

El sistema de salud en M¨¦xico est¨¢ sostenido por estudiantes y eso, administrativamente, es muy conveniente porque somos becarios y no recibimos un sueldo¡±

Cinthya Flores, presidenta de la Asociaci¨®n Mexicana de M¨¦dicos en formaci¨®n (AMMEF)

La AMMEF lleva un seguimiento de las denuncias que se dan en varios puntos del pa¨ªs. Cinthya Flores ha relatado las m¨¢s comunes: amenazas por parte de los propios superiores, acoso sexual, inseguridad en los centros de trabajo, cuyas denuncias son totalmente ignoradas por parte de las autoridades de salud y de las propias universidades a las que pertenecen estos m¨¦dicos en formaci¨®n. Es decir, el peligro de la violencia impera dentro y fuera de sus lugares de trabajo, est¨¢n en el abandono de la indiferencia.

Las respuestas a todos estos casos, tanto del Gobierno de los Estados de Durango, de Chihuahua y de la Administraci¨®n federal, es la misma: ¡°estamos trabajando en esclarecer los hechos¡±, ¡°este caso no quedar¨¢ impune¡±. Condolencias y p¨¦sames en comunicados de sus p¨¢ginas oficiales o redes sociales. Sin embargo, si hay algo en que coinciden las familias de Massiel Mex¨ªa y la de Eric Andrade, es el silencio, el ocultamiento y la indiferencia repetidos de las autoridades locales, de las universidades, del propio Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y de una sociedad mexicana que despierta todos los d¨ªas con un nuevo asesinato, feminicidio o ataque, que las autoridades correspondientes prometen resolver.

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