La necesidad de seguir hablando de Ayotzinapa
El podcast ¡®Despu¨¦s de Ayotzinapa¡¯ recorre con detalle el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala en 2014: la noche de los hechos, las irregularidades en la investigaci¨®n y la lucha de los familiares para que se haga justicia
Hablar de Ayotzinapa es hablar de una herida abierta en M¨¦xico. M¨¢s de siete a?os despu¨¦s de que el narco y la polic¨ªa desaparecieran a 43 estudiantes normalistas en Iguala (Guerrero), las preguntas superan con creces a las respuestas. Se han escrito r¨ªos de tinta, desde art¨ªculos de prensa a libros monogr¨¢ficos pasando por documentales que han investigado hasta la extenuaci¨®n todas las perspectivas posibles del crimen. Y ahora a la lista se a?ade Despu¨¦s de Ayotzinapa (Adonde Media), un podcast de seis episodios que puede escucharse en Spotify. La serie recorre la historia del caso, desde aquella madrugada del 26 al 27 de septiembre de 2014 hasta la actualidad. Con atenci¨®n a los peque?os detalles, los enfoques menos explorados, las irregularidades del proceso, los obst¨¢culos gubernamentales y la dignidad de los familiares de los desaparecidos, que no han cesado en su b¨²squeda de la verdad.
¡°Nos preguntan mucho por qu¨¦ hacer un podcast sobre Ayotzinapa ahora, qu¨¦ aporta nuevo. Entender Ayotzinapa es entender la tragedia m¨¢s grande que vive M¨¦xico, que es la desaparici¨®n forzada. Es un caso que est¨¢ vivo¡±, dice por videollamada Olivia Zer¨®n, productora y narradora de la serie. ¡°Tenemos que seguir hablando del caso, indign¨¢ndonos. No nos puede parecer normal. Hay que recordar que por m¨¢s que sea el caso paradigm¨¢tico de desapariciones en M¨¦xico, no dejan de ser solo 43 en un pa¨ªs con m¨¢s de 90.000 desaparecidos [99.048 de acuerdo con el Registro Nacional]¡±, a?ade Inger D¨ªaz-Barriga, editora.
El podcast junta una gran cantidad de voces: los compa?eros de los desaparecidos que sobrevivieron a aquella noche; ?mar G¨®mez Trejo, el actual fiscal del caso, que en aquel entonces formaba parte de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y debido a su denuncia de la versi¨®n oficial tuvo que dejar M¨¦xico por seguridad; especialistas del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que investiga la trama; miembros del equipo argentino forense; familiares de las v¨ªctimas o periodistas independientes que cubrieron los hechos.
La serie se basa en un podcast en ingl¨¦s, After Ayotzinapa, del medio digital Reveal y el Archivo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, que fue reporteado y producida por Anayansi Diaz-Cortes y Kate Doyle. La idea de Zer¨®n y D¨ªaz-Barriga fue traducirlo al espa?ol y ampliar el contenido. ¡°La historia [de After Ayotzinapa] ten¨ªa requerimientos para la audiencia inglesa, pero no era suficiente para la mexicana y latinoamericana. Seguimos sus huellas, respetamos la estructura original, pero alargamos y profundizamos temas que cre¨ªamos que no pod¨ªan dejarse huecos¡±, cuenta D¨ªaz-Barriga. ¡°Interesaba que en M¨¦xico se entendieran bien los peque?os detalles, pero sin perdernos en ellos¡±.
La clave de su serie, defienden, es que aporta una perspectiva diferente por la forma en la que est¨¢ narrada. ¡°Se hicieron documentales y aproximaciones m¨¢s espec¨ªficas, pero creo que no se hab¨ªa logrado esta cercan¨ªa con los protagonistas, que te contaran su experiencia de manera tan ¨ªntima¡±, argumenta D¨ªaz-Barriga. ¡°La narrativa cercana, casi de conversaci¨®n, de contar una historia, aunque sea una historia tremenda como esta. Es un relato compuesto de microrrelatos, tiene escenas, tensi¨®n, personajes complejos¡¡±, apunta Zer¨®n.
La desaparici¨®n
El 26 de septiembre, decenas de estudiantes de la Escuela Normal Rural Ra¨²l Isidro Burgos de Ayotzinapa ¡ªun instituto de magisterio para alumnos pobres, campesinos y a menudo ind¨ªgenas¡ª tomaron cinco autobuses privados. Pretend¨ªan llegar a la manifestaci¨®n que se celebra el 2 de octubre en Ciudad de M¨¦xico con motivo del asesinato de m¨¢s de 300 personas en la plaza de Tlatelolco en 1968 a manos del ej¨¦rcito. Pero se encontraron con la polic¨ªa, y lo que en otro momento se habr¨ªa quedado en un mero intercambio de insultos, golpes y pedradas, se volvi¨® un tiroteo contra los estudiantes. Daniel Sol¨ªs y Julio C¨¦sar Ram¨ªrez Nava cayeron muertos en el acto. El cuerpo de Julio C¨¦sar Mondrag¨®n fue encontrado poco despu¨¦s con huellas de tortura. Otro alumno, Aldo Guti¨¦rrez, lleva desde entonces en una cama de hospital en estado vegetativo. Los 43 se esfumaron sin dejar rastro. Solo los restos de tres de ellos han sido identificados hasta el momento: Jhosivani Guerrero en 2021; Christian Rodr¨ªguez en 2020 y Alexander Mora en 2014.
La versi¨®n oficial que el Gobierno mexicano, presidido entonces por Enrique Pe?a Nieto, dio de los hechos, defend¨ªa que miembros de la polic¨ªa aliados con el cartel Guerreros Unidos entregaron los estudiantes a los narcos. Y que ellos los incineraron en el basurero de Cocula para despu¨¦s tirar los restos al r¨ªo San Juan. A este relato se le llam¨® la ¡°verdad hist¨®rica¡±, y con los a?os ha sido refutado por los grupos de expertos independientes y las familias. Los miembros del GIEI denunciaron a finales de marzo que miembros de la Secretar¨ªa de Marina manipularon el basurero de Cocula. El principal art¨ªfice del montaje, Tom¨¢s Zer¨®n, entonces responsable de la investigaci¨®n, ahora se encuentra huido en Israel, con una solicitud de extradici¨®n sobre su cabeza por los cargos de tortura y desaparici¨®n forzada.
La verdad es algo que todav¨ªa queda lejos. El podcast introduce una hip¨®tesis poco estudiada hasta ahora: los estudiantes tomaron un autob¨²s que utilizaba Guerreros Unidos para llevar droga hasta Chicago, y eso fue lo que desat¨® esa dimensi¨®n in¨¦dita de brutalidad. ¡°Sabemos lo que no pas¨®, de lo que pas¨® estamos en cero¡±, dice Zer¨®n. ¡°Me gustar¨ªa que Ayotzinapa pasara a la historia como ese caso en que la impunidad no pudo asentarse. Aunque nunca se llegue a una verdad completa y absoluta porque se investig¨® mal desde el principio. Es una deuda que nunca va a poder saldarse¡±, sentencia.
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