El d¨ªa en que Luis Barrag¨¢n se convirti¨® en diamante y ?en obra de arte?
La acad¨¦mica Laura Ayala busca dejar atr¨¢s la pol¨¦mica por transformaci¨®n de los restos del arquitecto en una pieza de joyer¨ªa y analiza en un breve ensayo la obra de Jill Magid desde la teor¨ªa del arte
En 2015, la artista estadounidense Jill Magid transform¨® parte de las cenizas del arquitecto mexicano Luis Barrag¨¢n en un diamante de dos quilates. Magid ten¨ªa la autorizaci¨®n de la familia y de las autoridades para exhumar de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, en Guadalajara, la urna y convertir 525 gramos del polvo en una pieza de joyer¨ªa. Lo hizo y provoc¨® un cisma. Siete a?os despu¨¦s, la acad¨¦mica Laura Ayala ha vuelto a la pol¨¦mica obra para mirarla desde la teor¨ªa del arte. ¡°El esc¨¢ndalo del anillo fue tan fuerte que no permiti¨® que se discutiera m¨¢s all¨¢. Pero el arte no se puede juzgar desde una ¨®ptica moral¡±, dice la autora.
Magid no conoc¨ªa ni a Barrag¨¢n ni a su legado en 2012 cuando se encontr¨®, de casualidad, con la casa-estudio del arquitecto en Ciudad de M¨¦xico. En la vivienda, construida en 1948, se reconocen las formas geom¨¦tricas, los espacio di¨¢fanos y los colores brillantes que caracterizan al ¨²nico premio Pritzker del pa¨ªs. Magid se enter¨® en ese momento de que el archivo profesional del arquitecto se encuentra en Suiza, resguardado por Federica Zanco, una historiadora italiana que preside la Barragan Foundation. Magid tambi¨¦n escuch¨® un rumor: que el empresario Rolf Fehlbaum hab¨ªa ofrecido a Zanco los archivos como regalo de boda. Los documentos vendidos a la pareja hab¨ªan llegado a Suiza en 1995.
La artista se abander¨® entonces ¡°con la frustraci¨®n de que los archivos no se encuentren en M¨¦xico y de que no sean accesibles para el mundo¡±, cuenta Ayala, y empez¨® a ¡°bombardear con ideas, invitaciones, peticiones y cartas¡± a Zanco. En paralelo, consigui¨® la autorizaci¨®n para exhumar la urna con los restos de Barrag¨¢n y convertir un cuarto de las cenizas en diamante. Una empresa realiz¨® el proceso en seis meses y con la piedra engarzada a un anillo, Magid viaj¨® a Suiza para proponer a Zanco un intercambio: el cuerpo del artista por el cuerpo de la obra. El gesto completa la obra titulada The Proposal (La propuesta), un gui?o al rumor o¨ªdo por Magid a?os antes. Pero Zanco lo rechaz¨®.
Un art¨ªculo de la periodista Alice Gregory en la revista The New Yorker destap¨® la noticia de la exhumaci¨®n en 2016. El anillo, junto a otras piezas, se exhibi¨® poco despu¨¦s en el Museo Universitario de Arte Contempor¨¢neo de M¨¦xico y en el pa¨ªs estall¨® la indignaci¨®n: el arquitecto Miquel Adri¨¤ renunci¨® a la Fundaci¨®n de Arquitectura Tapat¨ªa Luis Barrag¨¢n, que administra la obra del Pritzker en M¨¦xico; el escritor Juan Villoro llam¨® a lo sucedido un ¡°trueque necrof¨ªlico¡± en uno de los art¨ªculos de repudio que escribi¨®; la periodista Elena Poniatowska firm¨®, junto a otras 70 personas, una carta para que se investigara el proceso de exhumaci¨®n del arquitecto.
¡°A muchos les gustar¨ªa cerrar el caso y decir que no existi¨®, que es algo vergonzoso para M¨¦xico y para la arquitectura mundial. Yo pienso que hay que abrir la conversaci¨®n¡±, dice Ayala desde Puerto Vallarta, en el Estado de Jalisco, donde acaba de presentar el libro 525 gramos. Jill Magid: la transformaci¨®n de Luis Barrag¨¢n (Artes de M¨¦xico, 2022) ¨Cel 28 de noviembre se presentar¨¢ en la Feria del Libro de Guadalajara¨C. La acad¨¦mica, entonces, se dispuso a estudiar la pol¨¦mica obra desde una ¨®ptica est¨¦tica y empez¨® a investigar la trayectoria de Magid. ¡°Esto de transformar cenizas en diamantes no fue la primera vez que lo propuso¡±, cuenta.
En 2005, la artista visual decidi¨® que, despu¨¦s de morir, sus restos ser¨ªan convertidos en un diamante. La obra, inacabada ¨CMagid tiene 50 a?os actualmente¨C, se titula Autoportrait Pending. Para The Salem Diamonds, intent¨® transformar las cenizas de 3.489 pacientes psiqui¨¢tricos que no eran reclamados por sus familias, pero no obtuvo el permiso. Y un poco despu¨¦s ide¨® The Proposal. Ella misma, en su p¨¢gina web, se?ala que con su trabajo busca comprometer ¡°las estructuras de poder¡±. En este caso, las relacionadas al legado art¨ªstico del arquitecto.
¨CEl acervo no ha vuelto a M¨¦xico, ?fall¨® la idea de Magid en ese sentido?
¨CEl anillo es un eslab¨®n de una serie de cuestionamientos. El objetivo de Magid era poner en evidencia c¨®mo una corporaci¨®n privada se adjudica o adquiere los derechos patrimoniales e intelectuales de alguien y c¨®mo los maneja. En eso tuvo ¨¦xito. Siento que nunca el verdadero prop¨®sito del anillo fue obtener el regreso de los archivos.
La acad¨¦mica cree que la obra fue ¡°un parteaguas¡±. ¡°Impact¨® al arte contempor¨¢neo, no solo en M¨¦xico sino en el mundo¡±. El Centro Pompidou, en Par¨ªs, compr¨® en 2018 el documental que registra el proceso de Magid y tres a?os m¨¢s tarde adquiri¨® siete piezas centrales de Los Archivos Barrag¨¢n, la serie de proyectos multimedia creados por Magid desde 2012, entre los que se encuentra el anillo. ¡°Hace 15 d¨ªas colocaron el facistol [un atril de cuatro lados dise?ado por Barrag¨¢n y reproducido por Magid con variaciones] en el cuarto piso del museo¡±, comenta Ayala. El anillo se encuentra en el San Francisco Art Institute, que financi¨® la transformaci¨®n, y est¨¢ ¡°indefinidamente a disposici¨®n de que Federica Zanco lo acepte¡±. La autora cuenta que pregunt¨® a la familia del arquitecto, copropietaria y coautora de The Proposal, si se sent¨ªan defraudados: ¡°No, siguen en la misma posici¨®n que cuando firmaron el contrato¡±.
Arte contempor¨¢neo y arte moderno
Los planteamientos de Magid como artista contempor¨¢nea, se lee en el ensayo, ¡°han rebasado el ¨¢mbito del arte para someterse a discusiones en la arena de lo medi¨¢tico, lo jur¨ªdico y lo legal¡±. ¡°Hay una gran diferencia con el arte moderno, que exig¨ªa del artista una distancia del objeto. En el arte de Jill Magid, el espectador tiene que involucrarse much¨ªsimo m¨¢s¡±, se?ala Ayala, que agrega: ¡°Cambiar el switch nos cuesta¡±. ¡°Si en un museo te encuentras con un anillo sin haber le¨ªdo nada, te das la media vuelta y dices qu¨¦ raro. El arte contempor¨¢neo a veces se nos escapa de las manos¡±, apunta.
Ayala compara la obra de Magid con la de artistas ¡°que hoy nadie cuestiona, pero causaron much¨ªsimo revuelo¡±: ¡°Claro, aqu¨ª se involucra un factor especial que es el tema de la cenizas¡±. Pero Ayala ve el diamante creado por Magid como una ¡°reliquia¡± ¨Cuna parte del cuerpo o del vestido de un santo que se venera¨C, aunque ¡°posmoderna¡±. En esta analog¨ªa, los museos son ¡°los nuevos templos¡±. ¡°El arte contempor¨¢neo est¨¢ muy lejano de las percepciones que se tienen y, sobre todo, sigue cambiando constantemente¡±, escribe Ayala.
La acad¨¦mica reconoce a Magid haber puesto ¡°el dedo en la llaga¡± porque ¡°a los legados arquitect¨®nicos no se les ha dado un tratamiento de conservaci¨®n¡±. ¡°Todas estas voces muy alarmadas, ?por qu¨¦ no est¨¢n ahora furiosas por defender el legado construido de Luis Barrag¨¢n? Creo que es lo que deber¨ªa de preocuparnos much¨ªsimo: que se mantenga, se valore y se conserve¡±, se?ala. Ayala critica que el esc¨¢ndalo haya ¡°empa?ado a Barrag¨¢n¡±: ¡°En vez de importarnos como arquitecto nos importa como ceniza¡±.
'525 gramos. Jill Magid: la transformaci¨®n de Luis Barrag¨¢n', de Laura Ayala
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