De F¨¦lix Gallardo a Caro Quintero: las estrategias de los jefes narcos para sortear la justicia
Varios exl¨ªderes del narcotr¨¢fico han sido excarcelados o logrado beneficios por problemas de salud o fallas de las fiscal¨ªas
Miguel ?ngel F¨¦lix Gallardo, el Jefe de Jefes, exl¨ªder del C¨¢rtel de Guadalajara, y condenado a 40 a?os de prisi¨®n, ya tiene un pie fuera de la c¨¢rcel. Un juez le concedi¨® esta semana la prisi¨®n domiciliaria por problemas de salud. Su previsible salida se une a la de otros narcotraficantes destacados de la ¨¦poca que han logrado beneficios carcelarios o han sido directamente liberados en los ¨²ltimos a?os. Las estrategias legales son diversas. Aparte de los achaques y la edad avanzada de los condenados, en muchos casos, los expedientes mal armados y la falta de capacidad de las fiscal¨ªas tienen la culpa.
Preso desde 1989, F¨¦lix Gallardo ha pasado buena parte de su vida adulta tras las rejas. Ahora tiene 76 a?os y est¨¢ sordo, medio ciego y padece neumon¨ªa. Sus abogados llevan a?os pidiendo la prisi¨®n domiciliaria ante el evidente deterioro de su salud. Una petici¨®n que le ha sido concedida por el juez a cambio de llevar un brazalete electr¨®nico. La medida, una pr¨¢ctica habitual en estos casos, no ha despertado gran pol¨¦mica. El mismo presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha defendido la decisi¨®n porque F¨¦lix Gallardo ¡°est¨¢ verdaderamente mal¡± y ¡°no puede ser atendido en el reclusorio¡±.
Sin embargo, ha habido otros casos menos claros. El que caus¨® m¨¢s indignaci¨®n fue la liberaci¨®n hace unos a?os de Rafael Caro Quintero, cofundador del C¨¢rtel de Guadalajara junto a F¨¦lix Gallardo. El famoso narcotraficante llevaba en prisi¨®n desde 1985 cuando fue arrestado en su escondrijo en Costa Rica. En 2013, un tribunal colegiado determin¨® que Caro Quintero deber¨ªa haber sido juzgado bajo el fuero com¨²n, los delitos que son perseguidos e investigados por las autoridades y fiscal¨ªas estatales, y no el federal, responsabilidad de la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica. El agente antinarc¨®ticos estadounidense Enrique Kiki Camarena, de cuyo asesinato se le acusaba, no era personal diplom¨¢tico, se?al¨® el tribunal.
En la madrugada de un viernes de agosto, el capo sali¨® de la c¨¢rcel. Aunque la Suprema Corte luego revoc¨® la liberaci¨®n, Caro Quintero ya hab¨ªa desaparecido. Se mantuvo oculto en la sierra de Sinaloa hasta que fue detenido una vez m¨¢s en julio pasado, casi una d¨¦cada despu¨¦s, y a petici¨®n de EE UU.
La liberaci¨®n sorpresiva de Caro Quintero sembr¨® dudas sobre el Poder Judicial y su posible connivencia con o, por lo menos, debilidad ante el narcotr¨¢fico. Seg¨²n Francisco Rivas, presidente del Observatorio Nacional Ciudadano, se trat¨® de una ¡°estrategia legal bien planteada¡± que agarr¨® por sorpresa a la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica. ¡°No es que fuera un error. La delincuencia organizada est¨¢ bajo el fuero federal, pero los delitos por los que se le acusaba eran del fuero com¨²n¡±, se?ala.
El Poder Judicial no ha sido la ¨²nica instituci¨®n se?alada por las liberaciones inesperadas de capos. Las fiscal¨ªas locales y la federal tienen un largo historial de casos mal armados que terminan por provocar la liberaci¨®n de los acusados, sean narcos o no. ¡°Si la Fiscal¨ªa presenta una acusaci¨®n d¨¦bil, le facilita el trabajo a un abogado defensor; puede presentar decenas de amparos porque una estrategia es evitar que haya sentencia, alargar el proceso lo m¨¢s que se pueda¡±, se?ala el abogado penalista Luis Tapia. Apenas un 0,9% de los delitos registrados son resueltos, seg¨²n la ONG Impunidad Cero.
Esta debilidad del sistema fiscal y judicial benefici¨® a H¨¦ctor El G¨¹ero Palma, otro lugarteniente del C¨¢rtel de Guadalajara. En 2021, un juez lo absolvi¨® de las acusaciones de delincuencia organizada y orden¨® liberarlo. La decisi¨®n judicial provoc¨® una ola de indignaci¨®n y la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica se apresur¨® para intentar mantenerlo entre rejas. La dependencia emiti¨® una petici¨®n de consulta a la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica y a los ministerios p¨²blicos de los 32 Estados para saber si hab¨ªa alguna otra causa abierta contra ¨¦l.
Un mes despu¨¦s, Palma ingres¨® otra vez al penal de m¨¢xima seguridad del Altiplano, en el Estado de M¨¦xico, y se inici¨® un nuevo procedimiento. Sin embargo, en el en¨¦simo giro de este drama legal, un magistrado estuvo a punto de dejarlo en libertad, al no localizarse dos testigos clave y porque consider¨® que se hab¨ªa transgredido ¡°el derecho fundamental de acceso a la jurisdicci¨®n expedita, mediante un recurso judicial r¨¢pido, sencillo y efectivo¡±. En abril, la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica abri¨® una nueva carpeta de investigaci¨®n para impedir su salida de prisi¨®n.
Estas acciones in extremis tambi¨¦n reflejan un descuido por parte de los ministerios p¨²blicos, seg¨²n Tapia. ¡°Cuando las fiscal¨ªas consiguen la orden de aprehensi¨®n, a veces paran de investigar aunque todav¨ªa les quede todo el proceso por delante¡±, dice. Francisco Rivas, del Observatorio Nacional Ciudadano, coincide en la escasa capacidad de las fiscal¨ªas para construir investigaciones s¨®lidas. ¡°Las detenciones raramente se dan a partir de investigaciones¡±, apunta. Como ejemplo, Rivas se?ala que, de las aproximadamente 3.000 detenciones realizadas por la Guardia Nacional en 2021, solo 17 fueron producto de una labor previa de investigaci¨®n.
Frente a estas deficiencias y para ahorrarse problemas, las autoridades mexicanas han recurrido a menudo a las extradiciones a EE UU, pero el proceso se puede alargar a?os si el acusado o la Fiscal¨ªa interponen recursos. Tras su detenci¨®n, Caro Quintero, el narcotraficante m¨¢s buscado por la DEA estadounidense, se ampar¨® ante un juez y logr¨® una suspensi¨®n definitiva de la orden de extradici¨®n. Dos meses despu¨¦s, el antiguo capo sigue en M¨¦xico.
Pese a los retrasos, los expertos se?alan que dif¨ªcilmente los jueces pueden detener una extradici¨®n. Sin embargo, el proceso puede tropezar cuando la legalidad de la detenci¨®n est¨¢ en disputa; si, por ejemplo, no se inform¨® al acusado de que se le detiene por una orden de extradici¨®n. ¡°All¨ª es donde puede ser que un caso ganado se complique¡±, se?ala Tapia. De ejecutarse la orden contra Caro Quintero, en EE UU le espera otro de sus compadres, Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n, exl¨ªder del C¨¢rtel de Sinaloa, extraditado en 2017 tras fugarse dos veces de las c¨¢rceles mexicanas.
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