El dif¨ªcil camino para denunciar el plagio de textiles ind¨ªgenas: ¡°En la pr¨¢ctica no hay ning¨²n recurso legal¡±
Pese a las m¨²ltiples leyes que se han firmado en favor de los derechos de las comunidades ind¨ªgenas, la denuncia en internet parece ser el m¨¦todo m¨¢s efectivo para hacer reaccionar a las grandes marcas
Lo han vuelto a hacer. La empresa de ropa de marca Ralph Lauren ha pedido disculpas este viernes por vender varios productos en sus tiendas con un dise?o id¨¦ntico a los sarapes de Contla, Tlaxcala, y de Saltillo, en Coahuila. ¡°Lamentamos profundamente que esto haya sucedido¡±, anunciaron en un comunicado. La decisi¨®n llega despu¨¦s del revuelo que caus¨® la denuncia que Beatriz Guti¨¦rrez M¨¹ller, historiadora y esposa del presidente mexicano Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, realiz¨® en sus redes sociales. ¡°Te invito a Contla cuando puedas, para conocer el gran trabajo de los artesanos que hacen estas prendas desde hace siglos¡±, ha escrito Guti¨¦rrez M¨¹ller en su Twitter como respuesta.
Te invito a Contla cuando puedas, para conocer el gran trabajo de los artesanos que hacen estas prendas desde hace siglos. ?Te gustar¨ªa? Av¨ªsame y nos ponemos de acuerdo.@RalphLauren @alefrausto @GobiernoMX #CompraOriginal 2/2
— Beatriz Guti¨¦rrez M¨¹ller (@BeatrizGMuller) October 21, 2022
Esta historia se repite cada cierto tiempo. Una marca de ropa internacional, ya sea Zara, Shein o Ralph Lauren, se inspira hasta la copia en el dise?o originario de una comunidad ind¨ªgena. Alguien lo denuncia en las redes sociales ¡ªnormalmente la Secretar¨ªa de Cultura de M¨¦xico¡ª y estalla la rabia. Temerosas de perjudicar su imagen, las empresas en cuesti¨®n se apresuran y escriben un comunicado exponiendo lo sorprendidos que est¨¢n por el descubrimiento, lo mucho que lo sienten y lo comprometidos que est¨¢n con los derechos de las comunidades ind¨ªgenas. Descatalogan el producto, lo retiran de sus puntos de venta y, a los pocos meses, otra empresa vuelve a plagiar otro dise?o ind¨ªgena, y as¨ª.
La Secretar¨ªa de Cultura envi¨® en mayo del a?o pasado una carta a la empresa espa?ola Zara inst¨¢ndole a retribuir a ¡°las comunidades creadoras¡± por el uso de patrones y bordados oaxaque?os en uno de sus vestidos. Con ella ven¨ªa citada toda una bater¨ªa de convenios y textos jur¨ªdicos internacionales, desde la ONU a la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, que reconocen de alg¨²n modo la autor¨ªa y la protecci¨®n del trabajo artesanal de los pueblos ind¨ªgenas. Sin embargo, la ley se establece sobre terreno legal peliagudo por la complejidad que implica la autor¨ªa colectiva y sus derivadas a la hora de demandar o establecer una compensaci¨®n por el da?o.
Lo mismo sucede con la Ley Federal de Protecci¨®n del Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Ind¨ªgenas, que se aprob¨® en enero de este a?o. Carlos Lara, abogado especializado en litigios de arte, cultura y derechos culturales, asegura que la ley tiene buenas intenciones, pero su utilidad pr¨¢ctica es m¨ªnima para los prop¨®sitos que se pretenden. Entre los problemas que destaca est¨¢ que el derecho de autor es individual, no colectivo, como se pretende con la ley. ¡°Adem¨¢s, los derechos de autor caducan pasados 100 a?os de la muerte del autor, y estamos hablando de que estos dise?os son ancestrales, tienen m¨¢s de 100, 200 a?os¡±, cuenta Lara.
¡ªEntonces, ?qu¨¦ recursos legales tiene una comunidad ind¨ªgena si quiere denunciar la apropiaci¨®n ilegal de sus dise?os?
¡ªEn la pr¨¢ctica, ninguno, no tienen ning¨²n recurso m¨¢s all¨¢ de la condena moral de la copia. Tendr¨ªan que acreditar la propiedad, que en la ley se estipula que incluye a descendientes, ind¨ªgenas y artesanos, con la complejidad que eso implica, luego la territorialidad, que normalmente est¨¢ repartida entre varias comunidades, y la temporalidad, que volvemos a lo mismo de antes, al ser creaciones ancestrales, seg¨²n la ley de derechos de autor, ya no tendr¨ªan derecho a reclamar su creaci¨®n, igual que un libro o una canci¨®n pasados los 100 a?os de la muerte del creador.
La Secretar¨ªa de Cultura no ha respondido a este peri¨®dico sobre los recursos legales que tienen o no tienen estas comunidades. Alejandra Frausto, su titular, asegura que con la labor de denuncia que realizan en sus redes sociales han conseguido que al menos 11 grandes empresas de ropa retiren prendas muy inspiradas en motivos ind¨ªgenas. La labor a la que aspira su departamento, aparte de las denuncias que realizan en las redes sociales cada vez que alguien copia los dise?os ind¨ªgenas, es la de mediar entre estos grupos y las grandes empresas. Tambi¨¦n se refiere a Original, un evento que se celebrar¨¢ del 17 al 20 del pr¨®ximo noviembre, y que busca ¡°crear conciencia sobre el valor del trabajo artesanal¡±. Para la organizaci¨®n de este festival, los funcionarios de la secretar¨ªa recorren el pa¨ªs contactando con los artesanos de estas comunidades, creando una red de contactos que dura m¨¢s all¨¢ del evento.
Ariadna Sol¨ªs, zapoteca de la comunidad ind¨ªgena Yalalag, es historiadora del arte especializada en textiles. Asegura que lo que hacen estas empresas va m¨¢s all¨¢ de la simple apropiaci¨®n cultural, y entra en el terreno del ¡°extractivismo¡±. ¡°No solo est¨¢n copiando la cultura, sino toda una serie de costumbres que se han cultivado durante siglos y gracias a las cuales otros obtienen beneficios desorbitados¡±, explica la activista. Mientras, el 72% de las personas pertenecientes a una poblaci¨®n ind¨ªgena viven en pobreza extrema, seg¨²n las cifras del Consejo Nacional de Evaluaci¨®n de la Pol¨ªtica de Desarrollo Social (Coneval).
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