Asesinados tres polic¨ªas comunitarios del grupo que pidi¨® ayuda a L¨®pez Obrador en Guerrero

Fueron 14 los tiroteos que vivi¨® Guillermo Hilario Morales en esta vida, los 13 primeros con cierto ¨¦xito: en uno le dieron en un brazo y la cicatriz a¨²n era visible hasta hace unos meses, pero poco m¨¢s. El decimocuarto fue demasiado y quiz¨¢ sea injusto llamarlo tiroteo, porque no hay nadie que pueda asegurar que a Guillermo y sus compa?eros les alcanz¨® para contestar. Su cuerpo y el de otros dos integrantes de la polic¨ªa comunitaria de esa regi¨®n de Guerrero, la CIPOG-EZ, aparecieron tirados en un taxi este fin de semana, cerca de Chilapa, todos cosidos a balazos.

La violencia en Chilapa, la quinta ciudad m¨¢s poblada del Estado, se ha convertido en norma desde hace a?os. Durante el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto (2012-2018), los enfrentamientos entre grupos criminales, principalmente Los Ardillos y Los Rojos, llegaron a la cabecera municipal, provocando desplazamientos de poblaci¨®n y la desaparici¨®n de decenas de personas. La desarticulaci¨®n de Los Rojos entre finales de los a?os de Pe?a Nieto e inicios de la presente Administraci¨®n no acabaron con el problema. Ahora, Los Ardillos pelean con los comunitarios en poblados rurales medio aislados, dejando im¨¢genes como la de este fin de semana.

Uno de los dos compa?eros asesinados de Hilario Morales, Ad¨¢n Linares, abord¨® al presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, en una gira de trabajo en el centro de Guerrero a finales de octubre. El mandatario sal¨ªa de Chilapa hacia Tlapa y los comunitarios de la CIPOG-EZ, uno de los grupos de autodefensas del Estado, bloquearon la carretera para exigir una soluci¨®n a sus problemas. Linares y sus compa?eros expusieron que Los Ardillos, longevo grupo criminal del centro de Guerrero, les hacen la vida imposible. ?l y otros vecinos de la zona le pidieron al presidente que intercediera por ellos ante la Fiscal¨ªa estatal por unas ¨®rdenes de detenci¨®n que la dependencia maneja contra ellos.

Aquel d¨ªa habl¨® tambi¨¦n Jes¨²s Pl¨¢cido, l¨ªder regional de la CIPOG-EZ, que dio a L¨®pez Obrador la cuenta de los polic¨ªas comunitarios ca¨ªdos o desaparecidos en los ¨²ltimos a?os por acci¨®n de Los Ardillos, grupo vinculado a la pol¨ªtica regional. En octubre, Pl¨¢cido contaba 46 muertos y 20 desaparecidos. Ahora ya son 49, contando a Linares, a Hilario Morales y al tercer asesinado, Mois¨¦s Cuapipistenco. Este lunes, Pl¨¢cido y sus compa?eros velaban a los ca¨ªdos en Alcozac¨¢n, una de las comunidades de Chilapa donde la CIPOG-EZ tiene base. ¡°Estamos con el dolor y la rabia¡±, ha dicho Pl¨¢cido a EL PA?S.

Hilario Morales llevaba nueve a?os viviendo en las trincheras. En una entrevista en marzo con EL PA?S, el hombre, de 29 a?os, contaba que desde que ten¨ªa 20 formaba parte de la Polic¨ªa Comunitaria. Fue en Tula, otra de las comunidades de Chilapa donde la CIPOG-EZ tiene presencia. Morales narraba entonces el ¨²ltimo tiroteo, ocurrido a finales de enero. Era tempranito, como las siete¡±, dec¨ªa, ¡°iba yo a la tiendita y empezaron a tirar. Me vine corriendo para ac¨¢¡±, a?ad¨ªa. El joven se refer¨ªa a las trincheras de Tula, dos casas a medio construir en lo alto de una colina.

Para entonces, Morales ten¨ªa un hermano desaparecido, tambi¨¦n compa?ero de la polic¨ªa comunitaria. El 25 de enero, Pablo Morales y otro integrante de la CIPOG-EZ condujeron al poblado de Atlixtac, a la salida de Chilapa, en direcci¨®n a Tlapa. Iban a hacer unas compras. En Atlixtac, polic¨ªas municipales les interceptaron. Ellos alcanzaron a avisar a la CIPOG-EZ, pero poco despu¨¦s se esfumaron. Como ahora en el caso de Guillermo, las autoridades anunciaron la apertura de una investigaci¨®n por la desaparici¨®n. Pl¨¢cido dice que Pablo Morales y su compa?ero siguen desaparecidos y que los avances en la investigaci¨®n son m¨¢s bien escasos, por no decir nulos.

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