Concepci¨®n Company: ¡°Como se ha especializado el verbo ¡®coger¡¯, en M¨¦xico usamos ¡®agarrar¡±
La integrante de la Academia Mexicana de la Lengua presenta una nueva edici¨®n del ¡®Diccionario de mexicanismos¡¯, que explica la particularidad del espa?ol de M¨¦xico
A Concepci¨®n Company (68 a?os, Madrid) le gusta ¡®papalotear¡¯. Esa palabra tan musical es una de sus favoritas del Diccionario de mexicanismos, una obra que re¨²ne la particularidad del espa?ol que se habla en M¨¦xico, y cuya segunda edici¨®n se presentar¨¢ la pr¨®xima semana en la Feria Internacional de Libro de Guadalajara. Papalotear ¡ªde papalote, la forma como los mexicanos nombran a una cometa¡ª es perder el tiempo o vagar. ¡°Papalote es tan onomatop¨¦yica y me gusta probablemente m¨¢s que cometa, que significa cabellera¡±, explica Company, nacida en Madrid en 1954, pero quien desde los 20 a?os vive en M¨¦xico y asegura que es ¡°mexicana por los cuatro costados¡±.
La fil¨®loga explica en esta entrevista c¨®mo el espa?ol que se habla en M¨¦xico se ha enriquecido por un ¡°mestizaje¡± que ha cuajado a lo largo de los siglos gracias a esa uni¨®n de la lengua tra¨ªda de Espa?a con otras ind¨ªgenas. Company advierte, sin embargo, que no se debe confundir mexicanismo con indigenismo. ¡°Un mexicanismo es una forma que tiene estatus de norma usada cotidianamente en cualquier ¨¢mbito de la vida de los mexicanos¡±, dice la acad¨¦mica, que ejemplica con gracia c¨®mo los mexicanos prefieren usar palabras muy propias para definir algunas actividades. Es as¨ª como en M¨¦xico es mejor ser apapachado que mimado, los ni?os llevan un itacate a la escuela en lugar de un refrigerio o chelonean por lloriquear.
Company tambi¨¦n explica como el espa?ol de M¨¦xico cuenta con ¡°un imaginario er¨®tico impresionante¡±, durante cuya investigaci¨®n ella y su equipo se rieron a lo grande. ¡°El diccionario es una codificaci¨®n gozosa y l¨²dica del sexo¡±, dice. ¡°Este trabajo fue muy gozoso y trabajoso, porque tuvimos que cotejar, buscar y documentar, pero nos re¨ªmos much¨ªsimo. Nos dec¨ªamos ¡®no es posible¡¯ cuando nos encontramos con cosas como ¡®arrimar el fierro¡±, comenta con una sonrisa p¨ªcara la autora de un libro clave en la ling¨¹¨ªstica: la Sintaxis Hist¨®rica de la Lengua Espa?ola.
Pregunta. El espa?ol es lengua hija del lat¨ªn, pero tambi¨¦n se enriqueci¨®, por ejemplo, con el ¨¢rabe. ?Cu¨¢nto de ese enriquecimiento tambi¨¦n viene del n¨¢huatl?
Respuesta. Lo que ha hecho el espa?ol de M¨¦xico, y de manera muy activa a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, es sustituir el l¨¦xico patrimonial latino por indigenismos. Entonces, por ejemplo, los mexicanos preferimos apapachar a mimar, preferimos cenote a carcamal. De hecho, yo no creo que haya un mexicano que sepa que el mismo referente de un r¨ªo que se hunde y deja un boquete, se llama carca en lat¨ªn. Preferimos chapul¨ªn a saltamontes. Preferimos machote a formato, a molde, a forma. Preferimos mecates a cuerdas.
P. Pero un mexicano prefiere la palabra gis a tiza, que es del n¨¢huatl.
R. Eso es muy interesante. Tambi¨¦n le hemos regalado indigenismos al mundo a trav¨¦s de los espa?oles que vinieron y viajaron. Entonces, el mundo hispanohablante usa tiza en el pizarr¨®n, pero en M¨¦xico solo usamos tiza para el palo de billar. Nosotros usamos un anglicismo que viene del lat¨ªn. Esas son las din¨¢micas que se ven en el diccionario.
P. ?C¨®mo influye el n¨¢huatl en el espa?ol mexicano?
R. Hay que recordar que el n¨¢huatl, hasta el siglo XVII, era lengua vehicular, lengua franca. Hab¨ªa muchos m¨¢s hablantes ind¨ªgenas que hispanohablantes. Algo que hacemos los mexicanos una y otra vez es un patr¨®n de colocaciones o construcciones complejas, que yo he llamado construcciones mestizas, donde el espa?ol pone la palabra de significado ligero, como ¡®dar¡¯, y nosotros creamos una construcci¨®n propia e interesante como ¡®a darle, que es mole de olla¡¯ [que una cosa debe ser hecha de inmediato]. Es una extensi¨®n creativa, metaf¨®rica. Si no eres mexicano, no sabes lo que significa.
P. Hay palabras del espa?ol que en M¨¦xico se les ha dado otro significado. Por ejemplo, est¨¢ aquello de que un espa?ol puede coger un avi¨®n, pero un mexicano jam¨¢s lo har¨ªa.
R. No, nosotros tenemos otras preferencias para coger. F¨ªjate que esto de coger es un mexicanismo. Este es un diccionario contrastado con el espa?ol castellano, es diferencial respecto del espa?ol castellano, pero integral respecto del espa?ol hispanoamericano. Quer¨ªamos saber qu¨¦ era nuestro, exclusivo de nosotros.
P. ?Y qu¨¦ encontraron, qu¨¦ es exclusivamente mexicano?
R. El diccionario tiene unos 11.000 lemas, algunos de los cuales tienen 30 acepciones o m¨¢s. De esos, compartimos 6.100 aproximadamente con el resto de Am¨¦rica. Este diccionario es una b¨²squeda de identidad. Lo que hace la Academia Mexicana de la Lengua con este diccionario es otorgar carta de naturaleza, normalizar usos ling¨¹¨ªsticos que han estado en el espa?ol de M¨¦xico. Y debemos tener muy claro que ese es nuestro espa?ol y est¨¢ en pie de igualdad con los otros espa?oles. Decidimos contrastar qu¨¦ era lo identitario. La palabra ¡®coger¡¯, por ejemplo. Como se ha superespecializado el verbo ¡®coger¡¯, a cambio de eso hemos tenido que generalizar verbos como tomar y agarrar. Se toma todo y se agarra todo; se toma el caf¨¦, se toma el cami¨®n, se agarra al ni?o, cuando en su origen etimol¨®gico agarrar era echar la garra.
P. Pero M¨¦xico, como cuentan en el diccionario, tambi¨¦n ha perdido palabras como tomate, chocolate, que ya no se consideran mexicanas.
R. Regalos de M¨¦xico al mundo y as¨ª lo debemos considerar. Mira, entr¨® una discusi¨®n interesante en la Academia, en la Comisi¨®n de Lexicograf¨ªa, que luego fue llevada al pleno. Este diccionario fue construido, hay que decirlo, de manera colectiva y colaborativa, por diez lexic¨®grafos, la mayor¨ªa de ellos egresados de la UNAM, con posgrados en ling¨¹¨ªstica, y por siete acad¨¦micos, una de las cuales soy yo, que dirig¨ª y conceb¨ª. Entonces, la discusi¨®n era esto que me dices: qu¨¦ hac¨ªamos con chocolate, tomate, taco, mordida, ?los quit¨¢bamos? Son mexicanismos que ya no son nuestros. El chocolate no es nuestro desde el siglo XIX. Los tomates tampoco son nuestros. T¨² vas a cualquier pa¨ªs anglohablante y los men¨²s est¨¢n llenos de tacos, o lo que entienden por tacos en Estados Unidos o en Inglaterra que, hay que decirlo, es otra cosa muy distinta al referente. Y tras mucho reflexionar, decidimos excluirlos.
P. Entonces, ?qu¨¦ es un mexicanismo? ?Se puede comparar con indigenismo?
R. No, no, no, no, no. Eso es muy importante. Hay cuatro conceptos que ayudan a entender lo que es un mexicanismo. Uno es el uso que es normal para la Rep¨²blica mexicana. Nosotros, por ejemplo, preferimos ¡®parteaguas¡¯ a ¡®hito¡¯. Ambas son patrimoniales, latinas, pero nosotros preferimos parteaguas para decir algo que significa un antes y un despu¨¦s en un evento de la vida o de una poblaci¨®n. Nosotros preferimos ¡®cooptar¡¯, que es un mexicanismo culto. Entonces, un mexicanismo es una forma que tiene estatus de norma usada cotidianamente en cualquier ¨¢mbito de la vida de los mexicanos. No tiene por qu¨¦ coincidir con un indigenismo, pero tambi¨¦n hay indigenismo que son mexicanismos como ¡®molcajete¡¯: los mexicanos no usamos ni el arabismo ¡®almirez¡¯ ni el latinismo ¡®mortero¡¯. Un mexicanismo tampoco es el habla folcl¨®rica popular de Cantinflas ni de Pedro Infante, aunque tambi¨¦n esas hablas est¨¢n consignadas cuando ten¨ªan la frecuencia adecuada. Hay mexicanismos cultos, cult¨ªsimos, y mexicanismos diarios, coloquiales, como ¡®banqueta¡¯. Los mexicanismos tambi¨¦n son esa vida cotidiana con la que construimos nuestro d¨ªa a d¨ªa.
P. En la lengua mexicana tambi¨¦n est¨¢ el albur y muchas palabras con connotaciones sexuales.
R. Algo que ves en el diccionario es una codificaci¨®n gozosa y l¨²dica del sexo. Es un imaginario er¨®tico impresionante. Y, adem¨¢s, tambi¨¦n se ve que es un imaginario muy machista. En la vida real, hombres y mujeres en una relaci¨®n ¨ªntima se lo pasan igual de bien ambos, pero el c¨®digo que eligen los mexicanos es casi siempre machista, porque ¡®arrimar el camar¨®n¡¯ es bueno. El mundo de los moluscos y de los mariscos es un imaginario muy divertido. Este trabajo fue muy gozoso y trabajoso, porque tuvimos que cotejar, buscar y documentar, pero nos re¨ªmos much¨ªsimo. Nos dec¨ªamos ¡®no es posible¡¯ cuando nos encontramos con cosas como ¡®arrimar el fierro¡¯. O sea, esto es un imaginario machista y tiene un c¨®digo constante de homofobia.
P. ?El espa?ol mexicano es m¨¢s machista que otros?
R. Probablemente no. Lo que pasa es que habr¨¢ que hacer los otros muchos diccionarios pendientes en otros pa¨ªses. Mientras trabaj¨¢bamos con mi diccionario, yo dec¨ªa: ¡°?Bueno, esto es un diccionario de obscenidades o una obra acad¨¦mica sesuda para darle carta de naturalizaci¨®n a ciertas palabras? Pero para los ling¨¹istas no hay ni mejores ni peores palabras. No hay ni mejor ni peor lengua. Lo que hay es c¨®digo ling¨¹¨ªstico que es identitario para una comunidad.
P. ?C¨®mo define el espa?ol de M¨¦xico?
R. Es un espa?ol, como todas las lenguas, altamente creativo. Es un espa?ol gozoso.
P. Despu¨¦s de todo este trabajo de investigaci¨®n, ?con qu¨¦ palabras se queda de los mexicanismos?
R. A m¨ª me encanta ¡®apapachar¡¯, que es acariciar. Sustituy¨® al mimar del lat¨ªn. Los mexicanos, por supuesto, usamos tambi¨¦n mimar, pero preferimos much¨ªsimo m¨¢s apapachar y que nos den apapachos en vez de mimos. En la vida real me encanta ser apapachada. Me encantan los apapachos. Y tambi¨¦n me gusta papalote, papalotear, en un sentido metaf¨®rico de andar perdiendo el tiempo. Papalote es tan onomatop¨¦yica y me gusta probablemente m¨¢s que cometa, que significa cabellera.
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