Rosa Montero: ¡°Eso que llamamos locura es una soledad brutal¡±
La escritora madrile?a defiende ante 300 estudiantes en Guadalajara que ¡°hay que normalizar la diferencia y hay que hablar del trastorno mental¡±. Este viernes presenta en la FIL su libro m¨¢s reciente, ¡®El peligro de estar cuerda¡¯
Rosa Montero tuvo su primer ataque de p¨¢nico a los 16 a?os. Estaba de pie en el sal¨®n de su casa, eran las once de la noche y de repente la habitaci¨®n en la que estaba ¡°se fue al otro lado de un t¨²nel negro¡±. ¡°Imaginaos, te entra un p¨¢nico atroz que no sabes a qu¨¦ es. Y de repente te entra otro p¨¢nico: estoy loca, porque ?c¨®mo se puede explicar eso?¡±, ha contado este mi¨¦rcoles la escritora madrile?a a 300 estudiantes reunidos en un centro universitario de Guadalajara. Montero, que estos d¨ªas presenta en la Feria Internacional del Libro (FIL) su libro m¨¢s reciente, El peligro de estar cuerda, les ha explicado que lo que sinti¨® aquel d¨ªa fue que ¡°el mundo se hab¨ªa ido¡±: ¡°Lo que quiere decir que t¨² te has ido, te has salido del mundo, te sientes el ¨²nico marciano. Lo que llamamos locura es una soledad brutal¡±.
Al entrar al auditorio del Centro de Ciencias Sociales y Humanidades, un complejo universitario a 20 minutos del recinto donde ocurre la feria del libro m¨¢s importante en espa?ol, Montero se ha encontrado de frente a un p¨²blico formado, sobre todo, por estudiantes de Letras y vestido con camisetas blancas que ten¨ªan estampado su nombre: Rosa Montero, en naranja y vede. M¨¢s tarde, ellos le pedir¨¢n que imprima ah¨ª tambi¨¦n su firma en plum¨®n negro. ¡°No os sent¨¦is, voy a hacerles una foto. Qu¨¦ bueno, me encanta, sois divinos¡±, les ha dicho la autora. Durante seis meses, los alumnos se han estado preparando para este encuentro, leyendo la bibliograf¨ªa de la autora de La hija del can¨ªbal (1997) o La rid¨ªcula idea de no volver a verte (2013). La escritora, cercana y fren¨¦tica, tambi¨¦n ha tranquilizado los nervios de la profesora que la presentaba: ¡°No tienes que tener miedo. Adem¨¢s, hablo mucho¡±.
Los estudiantes sentados en el auditorio se han levantado para hacerle preguntas, algunos temblando, otras con risas nerviosas. Ella les ha respondido directa. ¡°No-se-vive-de-la-escritura-creativa. Punto¡±, le ha dicho a una chica. ¡°?C¨®mo se empieza a escribir a los 50 a?os? Del mismo modo que a los 15, cari?o¡±, ha animado a otro estudiante. Y ha precisado: ¡°Escribir es un trabajo muy lento y muy duro. Escribir es picar piedra. He visto a gente talentosa no hacer nada con eso. Hay que ser tenaz como una estalactita¡±.
A aquel ataque de p¨¢nico que Montero tuvo a los 16 a?os le siguieron otros que duraron hasta que cumpli¨® 30. Montero ha explicado que ese ¡°dolor ps¨ªquico¡± que sinti¨®, y sent¨ªa cada vez, es ¡°indecible¡±: ¡°Porque ?a qui¨¦n se lo vas a contar si eres el ¨²nico marciano que conoces?¡±. La autora ha lamentado que ¡°esta maldita sociedad¡± estigmatice y esconda la enfermedad mental. ¡°La pandemia ha abierto un poquito ese tab¨². Pero se va a cerrar la puerta enseguida, tenemos que terminar de abrirla a patadas¡±, ha pedido. La autora ha explicado que fue al intentar entender qu¨¦ le pasaba que empez¨® a estudiar Psicolog¨ªa.
¡°En esa ¨¦poca nadie te llevaba al psiquiatra, ni te daban ansiol¨ªticos, yo he pasado los ataques de p¨¢nico a pelo, que no es lo mejor, o sea, viva la qu¨ªmica¡±, ha dicho. La autora entonces ha interpelado a los j¨®venes: ¡°Los que teng¨¢is ataques de p¨¢nico y ataques de angustia tened confianza, porque se pasan. Tomes ansiol¨ªticos o no, se pasan. Tened tranquilidad. Uno termina acostumbr¨¢ndose a vivir con su maleta de oscuridad¡±. Cuando entendi¨® lo que le pasaba, dej¨® la carrera de Psicolog¨ªa y entr¨® en Periodismo.
Muchos a?os despu¨¦s, una ma?ana se despert¨® sabiendo que ten¨ªa que escribir un libro para dar respuesta a preguntas que ¡°daban tumbos¡± en su cabeza desde que era ni?a. ?Qu¨¦ es la cordura? ?Qu¨¦ es la locura? ?C¨®mo se relaciona con la creatividad? Entonces empez¨® a escribir El peligro de estar cuerda (Seix Barral, 2022), que presentar¨¢ este viernes a las cinco de la tarde en la FIL de Guadalajara. Es un ¡°artefacto literario¡±, lo describe ella, un ¡°libro raro¡± que no encaja bien dentro de ning¨²n g¨¦nero porque contiene muchos. ¡°Siempre estoy diciendo por todas partes que para m¨ª es el libro de mi vida¡±, ha contado, y ha recitado la primera l¨ªnea: ¡°Siempre he sabido que hab¨ªa algo que no funcionaba bien dentro de mi cabeza¡±.
¡°Tengo una teor¨ªa, la cuento en El peligro de estar cuerda¡±, ha dicho a su audiencia. ¡°La gente que necesitamos leer de una forma apasionada para vivir pertenecemos a lo que Marcel Proust llamaba ¡°la magn¨ªfica y lamentable familia de los nerviosos¡±, ha pronunciado Montero, y ha continuado: ¡°El cerebro tarda much¨ªsimo en madurar. En la primera pubertad se produce este paso de madurez cerebral que es important¨ªsimo. Pero hay un 20% de la poblaci¨®n que se salta ese paso. Entre ellos se encuentran la gente con trastornos mentales y la gente que nos dedicamos a cosas creativas. No lo digo yo, lo dicen los neurocient¨ªficos. Ahora yo a?ado: y todos vosotros, toda esa gente que no se dedica a cosas creativas pero depende de la lectura y de esa b¨²squeda de la belleza para poder sobrevivir¡±.
¡°Este libro habla, entre otras cosas, de que la normalidad no existe y es una reivindicaci¨®n de la diferencia¡±, ha explicado. Montero ha contado una an¨¦cdota sobre una mujer que hace 25 a?os le cont¨® que ella guardaba las u?as que se cortaba de los pies y de las manos en cajitas de cerillas. Le pareci¨® tan curioso que lo cont¨® en un art¨ªculo en EL PA?S, donde es columnista. Pero entonces le escribieron m¨¢s personas que hac¨ªan lo mismo. ¡°Para que ve¨¢is. Tenemos que sacar la diferencia a la luz, porque esta dictadura de la normalidad hace mucho da?o. Creamos unas estrategias defensivas desde muy peque?os y disimulamos tanto que mutilamos quienes somos de verdad¡±. ¡°Hay normalizar la diferencia y hay que hablar del trastorno mental¡±, ha pedido, y al final se ha excusado: ¡°Me ha salido una soflama, pero es importante¡±.
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