?Por qu¨¦ nadie protesta por las vacaciones en M¨¦xico?

Es sorprendente c¨®mo en M¨¦xico, las cosas que importan se quedan al final de la lista de prioridades. Es el caso de la reforma de las vacaciones dignas. Esa propuesta para cambiar en la Ley Federal del Trabajo la duraci¨®n de las vacaciones de los trabajadores: de 6 a 12 d¨ªas al a?o. En las ¨²ltimas semanas, los legisladores han trabajado contra el reloj para aprobar una iniciativa que pueda tener contentas a todas las partes: el Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, los empresarios y los trabajadores. Y ah¨ª est¨¢n, legislando en una segunda vuelta ¡ªla iniciativa ya hizo un primer camino de ida y vuelta en las dos C¨¢maras¡ª con una versi¨®n edulcorada para no dejar a nadie insatisfecho. Ignoran la m¨¢xima de que se puede tener todo, pero no todo a la vez.

Es la eterna historia del Congreso mexicano: dejar al final lo m¨¢s vital para sus ciudadanos. La propuesta para aumentar las vacaciones de los mexicanos lleg¨® al Congreso en febrero de este a?o. Por delante pasaron la reforma de la Guardia Nacional, la energ¨¦tica y, por unas cuantas horas, es probable que tambi¨¦n la reforma electoral. Los legisladores se encuentran in extremis resolviendo un asunto que pudieron f¨¢cilmente abordar desde que comenz¨® el a?o. Negados a la practicidad, han preferido repetir un proceso legislativo, o sea trabajar doble, antes que aprobar los cambios a dos art¨ªculos de una ley que podr¨ªan transformar la productividad del pa¨ªs. De ¨²ltima hora, los diputados han elegido inclinar un poco la balanza hacia los empresarios.

Las patronales han sufrido ya unos cuantos varapalos durante el Gobierno de L¨®pez Obrador: la reforma que anul¨® la subcontrataci¨®n y el aumento sostenido al salario m¨ªnimo. Ambas, por cierto, han sido recibidas con bastante buen ¨¢nimo entre los trabajadores. En esta ocasi¨®n los empresarios han sido m¨¢s cautos y han dejado bien clara su posici¨®n, con cabildeo incluido. La voz del poder econ¨®mico est¨¢ sentada sobre la mesa y el poder pol¨ªtico, esta vez, ha actuado muy poco desde Palacio Nacional. Es escandaloso el silencio de los sindicatos y es preocupante que la voz de los trabajadores sea la que menos se escuche estos d¨ªas. ?No ser¨ªa necesaria una movilizaci¨®n para exigir un derecho tan fundamental como el del descanso?

En las ¨²ltimas semanas, diversos frentes pol¨ªticos se han dedicado a demostrar su fuerza y potencial en las calles. Vimos tumultuosas marchas en contra de la reforma electoral y a favor del presidente L¨®pez Obrador. Un universo pol¨ªtico que le queda muy lejos a millones de mexicanos, que si acaso pueden opinar, lo hacen en las urnas cada que hay elecciones. M¨¢s cerca de su realidad est¨¢n el agotamiento, el exceso de horas trabajadas y la necesidad de un momento para recuperarse, tomar fuerzas y seguir adelante. Las vacaciones no son un lujo, son un derecho.

Los datos est¨¢n a la vista: los mexicanos trabajan muchas horas pero no destacan en productividad. Lo dice la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE), los empleados en M¨¦xico trabajan 2.225 horas al a?o, 480 horas m¨¢s que el promedio de los pa¨ªses de la organizaci¨®n, y eso apenas les da una evaluaci¨®n de 20 puntos en productividad de un total de 100 puntos. Una prestaci¨®n de solo seis d¨ªas de vacaciones ha permanecido por m¨¢s de 50 a?os, a pesar de que las formas de trabajo y la econom¨ªa han evolucionado sustancialmente. M¨¦xico, adem¨¢s, se encuentra en una penosa lista de pa¨ªses ¡ªque incluye a China, Filipinas, Nigeria y Tailandia¡ª con los menores periodos vacacionales del mundo. Tambi¨¦n est¨¢n en la pila decenas de estudios sobre los efectos positivos que el descanso tiene en la productividad de las personas. Tenemos, incluso, al magnate Carlos Slim pidiendo en foros internacionales semanas laborales de tres d¨ªas. Pero en firme, no tenemos nada.

Frente a nuestros ojos, los legisladores ¡ªque ya ten¨ªan en sus manos una reforma contundente de vacaciones de 12 d¨ªas continuos¡ª utilizaron medidas dilatorias para finalmente llegar a una versi¨®n descafeinada en la que los seis d¨ªas agregados pueden negociarse con el patr¨®n. ¡°A discreci¨®n¡±, como se dice en M¨¦xico, en una relaci¨®n laboral donde las fuerzas de poder no son iguales y las de negociaci¨®n todav¨ªa lo son menos. Escrib¨ªa Patricia Mercado, senadora de Movimiento Ciudadano, en su cuenta de Twitter que hab¨ªa que centrarse en que se est¨¢ a punto de conseguir los seis d¨ªas adicionales y que eso es ya ¡°un gran avance¡±. Sin duda, pero ser¨ªa mejor un escenario en el que no hubiese la posibilidad de conformarse.

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