As¨ª se negoci¨® la ¡°cl¨¢usula de la vida eterna¡± que puso en peligro la reforma electoral de L¨®pez Obrador

Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador lanz¨® un ¨®rdago en primavera. Durante una de sus conferencias matutinas anunci¨® un ambicioso vuelco a la regulaci¨®n electoral que pasaba por cambiar hasta 18 art¨ªculos de la Constituci¨®n. El plan de m¨¢ximos del presidente provoc¨® un reagrupamiento de la oposici¨®n y acab¨® muriendo en la orilla al no disponer Morena de los votos suficientes para sacar adelante reformas constitucionales por su cuenta. Pero, igual que sucedi¨® con la reforma el¨¦ctrica, el presidente ten¨ªa guardada otra carta en la manga: un paquete de leyes secundarias que solo necesitan la mayor¨ªa simple de Morena y sus aliados.

Por el camino se hab¨ªan quedado parte de los cambios m¨¢s pol¨¦micos, como la reducci¨®n del n¨²mero de diputados y senadores o que los consejeros electorales fueran elegidos de forma directa por la ciudadan¨ªa. ¡°Claro que no es lo mismo una reforma constitucional que una de ley. Pero algo es algo¡±, dijo el mandatario a principios de diciembre confiado en que todo hab¨ªa quedado bien atado. Su ¡°plan B¡± no iba ser m¨¢s que un tr¨¢mite en el Congreso. Lo que el presidente no hab¨ªa previsto era que una negociaci¨®n que se dio a sus espaldas amenazaba con tirar por tierra su plan.

El paquete legislativo con el visto bueno de Palacio Nacional lleg¨® a la C¨¢mara de Diputados el 6 de diciembre y se aprob¨® por la v¨ªa r¨¢pida. Morena y sus aliados del Partido Verde y el Partido del Trabajo (PT) impusieron su mayor¨ªa legislativa para desahogar el asunto apenas horas despu¨¦s de que el secretario de Gobernaci¨®n, Ad¨¢n Augusto L¨®pez, entregara a los diputados el ¡°plan B¡±. El llamado fast track provoc¨® las cr¨ªticas de la oposici¨®n al evitar con el rodillo parlamentario la discusi¨®n a fondo en la C¨¢mara. Pero el mayor problema para la viabilidad de la reforma no estaba esta vez en la bancada opositora, sino entre los socios minoritarios de Morena, que ten¨ªan su propio plan alternativo.

El Partido Verde y el PT presionaron desde d¨ªas antes de la votaci¨®n al jefe de la bancada morenista, Ignacio Mier, para que se a?adiera al proyecto de L¨®pez Obrador una sutil modificaci¨®n al art¨ªculo 12 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales. Ese art¨ªculo, que regula las candidaturas comunes, proh¨ªbe expresamente que los partidos de una coalici¨®n se transfieran o distribuyan entre s¨ª los votos obtenidos. La modificaci¨®n impulsada por los aliados de Morena, apenas una l¨ªnea, dec¨ªa: ¡°Los partidos deber¨¢n celebrar un convenio de distribuci¨®n de los votos emitidos¡±.

Con ese ligero cambio, el Verde y el PT buscaban revivir la cl¨¢usula de la vida eterna, una antigua disposici¨®n ¨Cya anulada por la Suprema Corte de Justicia¨C que permiti¨® durante a?os a los principales partidos transferir votos a sus socios minoritarios para ayudarlos a alcanzar el m¨ªnimo requerido por la ley para evitar su desaparici¨®n y seguir recibiendo recursos p¨²blicos.

El mismo objetivo persegu¨ªa el segundo cambio. En un doble blindaje, los socios de Morena tambi¨¦n solicitaron una modificaci¨®n al art¨ªculo 94 de la Ley General de Partidos Pol¨ªticos, que establece que, para conservar el registro nacional, estos deben obtener al menos el 3% de la votaci¨®n total emitida en una elecci¨®n federal. El Partido Verde y el PT pidieron flexibilizar la norma: para permitir que los partidos pudieran mantener el registro si lograban ese 3% en la mitad de las entidades federativas, esto es, en 16 Estados.

Los encargados de conducir las negociaciones fueron Carlos Puente Salas, coordinador del Verde, y Gerardo Fern¨¢ndez Noro?a, vicecoordinador del PT, seg¨²n confirmaron dos fuentes legislativas a EL PA?S. Mier no pudo m¨¢s que ceder a las presiones de sus aliados, que son conscientes de que, sin sus votos, la bancada morenista no alcanza en la C¨¢mara baja los votos requeridos para aprobar reformas legales. Morena cuenta con 202 integrantes, el Verde 42 y el PT 33. En medio del aprieto, para Mier resultaba mejor tragarse el sapo que quedar mal con el inquilino de Palacio Nacional. Lograda la negociaci¨®n, el ¡°plan B¡± de L¨®pez Obrador fue aprobado sin contratiempos durante la madrugada del 7 de diciembre por el bloque oficialista. La minuta con el fruto envenenado fue enviada al Senado.

El falso borrador

El presidente L¨®pez Obrador se enter¨® dos d¨ªas despu¨¦s, el 9 de diciembre, de la modificaci¨®n que sufri¨® su proyecto de reforma electoral. El mandatario, que tanto y tantas veces ha criticado el excesivo gasto que significa para el pueblo mantener a los partidos pol¨ªticos, se dio cuenta de que, con el aval de Morena, se hab¨ªan introducido a su plan de reforma varias l¨ªneas que, contrario a su voluntad, garantizaban a los partidos su perpetuidad. En un acto p¨²blico, el propio Augusto L¨®pez reconoci¨® que le dijo a su jefe, el presidente, que se hab¨ªa tratado de un error: que las cl¨¢usulas a?adidas a su ¡°plan B¡±, efectivamente, estaban en un borrador que, por accidente, fue el que se aprob¨® en el pleno de San L¨¢zaro. Desde su conferencia matutina, L¨®pez Obrador orden¨® que se enmendara el proyecto.

El mensaje lleg¨® al Senado, al terreno de Ricardo Monreal, coordinador de Morena, que ya hab¨ªa dejado ver su inconformidad con todo el ¡°plan B¡± del presidente por contener, a su juicio, varias disposiciones inconstitucionales. El jefe morenista en el Senado est¨¢ sumido en una batalla interna con la candidatura presidencial de fondo. Hace semanas que incluso negocia una posible salida de Morena en un arriesgado juego a dos bandas. El lunes, Augusto L¨®pez acudi¨® a la C¨¢mara alta para cabildear con Morena y sus aliados los cambios ordenados por el presidente. En esa reuni¨®n se acord¨® retirar las cl¨¢usulas de la discordia.

Monreal se comprometi¨® a que, si ese era un acuerdo firme, ¨¦l procurar¨ªa la unidad del bloque para aprobar el ¡°plan B¡± presidencial, pese a sus dudas sobre la constitucionalidad de todo el proyecto. Eso finalmente no sucedi¨®. Monreal vot¨® en contra. Y en paralelo a la discusi¨®n formal en el Senado se instal¨® una mesa de negociaci¨®n alterna donde se acord¨® mantener los art¨ªculos convenientes para los socios morenistas. Monreal no fue incluido la mesa paralela. Mientras en las comisiones legislativas Morena elaboraba un dictamen en el que ya no figuraban las cl¨¢usulas de la vida eterna, como pidi¨® el presidente, en la segunda mesa se hablaba de qu¨¦ ruta se iba a seguir para mantenerlas.

En esa mesa participaron el secretario de Gobernaci¨®n; el dirigente de Morena, Mario Delgado; la senadora Citlalli Hern¨¢ndez; M¨®nica Fern¨¢ndez, presidenta de la Mesa Directiva del Senado; el diputado Sergio Guti¨¦rrez Luna, operador de Delgado en San L¨¢zaro; y Mario Llergo, representante de Morena ante el Instituto Nacional Electoral (INE), de acuerdo con las fuentes consultadas. Por el Partido Verde estuvo el diputado Carlos Puente, y por el PT, el diputado Fern¨¢ndez Noro?a.

La intransigencia de los socios

Las fuentes afirman que en esa mesa se intent¨® convencer al Verde y al PT de acatar la instrucci¨®n de L¨®pez Obrador, pero los socios morenistas, especialmente Puente, no cedieron. Augusto L¨®pez logr¨® que retiraran el art¨ªculo sobre el 3% de la votaci¨®n en 16 Estados, pero el Verde y el PT fueron intransigentes en lo concerniente a la cl¨¢usula de la vida eterna. En la C¨¢mara alta Morena tambi¨¦n depende del apoyo de sus aliados aprobar leyes por mayor¨ªa simple. El partido del presidente cuenta con 60 legisladores, menos de la mitad del Senado. Con el Verde y el PT, suma otros 11 votos, suficientes para arrollar a la oposici¨®n.

El acuerdo alcanzado en la mesa alterna es lo que finalmente se materializ¨® en la sesi¨®n del Senado del mi¨¦rcoles: Morena presentar¨ªa el dictamen elaborado en comisiones para que fuera aprobado en lo general, y el Verde propondr¨ªa en la ronda de reservas reintegrar al proyecto su cl¨¢usula, con el compromiso de que Morena y PT votar¨ªa a favor, lo que sucedi¨® al filo de la medianoche. El diputado Puente estuvo durante toda la sesi¨®n en la C¨¢mara alta para cerciorarse del cumplimiento del pacto. ¡°En el grupo parlamentario de Morena acordamos sacar la cl¨¢usula de la vida eterna y otras cosas que nos parec¨ªan excesivas porque romp¨ªan el esp¨ªritu de lo que buscaba el presidente. Pero el Verde y el PT presionaron hasta los ¨²ltimos minutos y en la mesa terminaron por ceder. Por eso, de las reservas previstas, esa fue una de las que Ad¨¢n Augusto le inform¨® a M¨®nica Fern¨¢ndez casi reci¨¦n iniciada la discusi¨®n¡±, explic¨® una de las fuentes.

L¨®pez Obrador volvi¨® a tragar amargo al d¨ªa siguiente, cuando supo que se le hab¨ªa desobedecido y se mantuvo la cl¨¢usula pol¨¦mica en su proyecto. Y peor: mediante una maniobra truculenta a la que se hab¨ªa prestado su partido. El presidente descalific¨® la simulaci¨®n y la hipocres¨ªa, y dio un ultim¨¢tum: iba a vetar todo su ¡°plan B¡± si la C¨¢mara de Diputados ¨Ca la que hab¨ªa sido devuelta la minuta¨C manten¨ªa el art¨ªculo de la vida eterna.

La amenaza del presidente planeo de modo decisivo por el hemiciclo. La sesi¨®n de San L¨¢zaro el pasado jueves, el ¨²ltimo d¨ªa del periodo ordinario de sesiones, se suspendi¨® m¨¢s de cinco horas, en las que Puente sigui¨® cabildeando con Ignacio Mier que se mantuviera la cl¨¢usula en la reforma. El coordinador morenista ya no ten¨ªa hacia d¨®nde moverse ante una segunda llamada de atenci¨®n, y muy dura, de Palacio Nacional. La decisi¨®n estaba tomada.

Puente anunci¨® por la tarde que retirar¨ªa la cl¨¢usula de la vida eterna, como quer¨ªa L¨®pez Obrador. El coordinador del Verde asegur¨® que su partido no requiere de esa disposici¨®n legal para sobrevivir, y se ufan¨® de que ha sido aliado de todos los partidos y que, incluso, ayud¨® a dos de ellos a ganar la Presidencia de la Rep¨²blica (al PRI y a Morena). Puente subi¨® a la tribuna a formalizar el retiro del art¨ªculo. Se le ve¨ªa altivo y sereno. Sab¨ªa que en un futuro, en otra circunstancia, el Verde ser¨¢ socio de otro partido, y la suerte ser¨¢ otra.

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