City Towers Black, la historia de una construcci¨®n ruinosa y un vecino amenazado de muerte
Rodrigo Mu?oz Dromundo empez¨® reclamando pintura vin¨ªlica para su departamento y termin¨® destapando irregularidades que ponen en peligro la vida de los vecinos
Como una bola de nieve diminuta que va creciendo al bajar por la monta?a, esta historia empez¨® con un detalle casi insignificante: las paredes del departamento que compr¨® Rodrigo Mu?oz Dromundo en el n¨²mero 415 de la calle Popocat¨¦petl eran de pintura vin¨ªlica y no de la pintura de esmalte, m¨¢s cara y resistente, que ¨¦l hab¨ªa pagado. La bola de nieve se hizo cada vez m¨¢s grande, y ahora Mu?oz est¨¢ amenazado de muerte por publicar en sus redes sociales las m¨²ltiples irregularidades del edificio City Towers Black: instalaciones de gas deficientes, construcci¨®n de m¨¢s departamentos de los permitidos, goteras que van desde el piso 22 hasta el s¨®tano siete o falsos extractores de aire en el garaje.
En una de las muchas salas de juntas que hay en el edificio, Mu?oz, abogado financiero en Ciudad de M¨¦xico, habla de los primeros detalles que le pusieron en alerta. ¡°Aparte de la pintura, yo pagu¨¦ por un piso de ¨®nix industrializado, pero me pusieron porcelanato, el z¨®calo entre la pared y el piso es de cart¨®n, en vez de madera, y los cristales que a¨ªslan del ruido de la calle deb¨ªan tener 16 mil¨ªmetros y tienen cuatro¡±, enumera Mu?oz. Cuando encontr¨® est¨¢s diferencias entre lo contratado y lo construido, trat¨® de hablar con los arquitectos para que se lo cambiaran, pero ellos no reaccionaron bien.
¡°Eduardo Miranda [uno de los arquitectos] me amenaz¨® y me dijo: ¡®Si no te callas, te vamos a destruir la vida¡¯¡±. Y as¨ª lo hicieron. A los pocos d¨ªas recibi¨® un citatorio de la Fiscal¨ªa para la Atenci¨®n de Delitos Electorales ¡ª¡±que no tiene nada que ver con asuntos inmobiliarios¡±¡ª. Hab¨ªa sido denunciado por un delito de extorsi¨®n y amenazas. Le vincularon a proceso gracias a las declaraciones de varios trabajadores de la empresa, le impusieron medidas cautelares y le despidieron de su trabajo, no estaban dispuestos a tener contratado a alguien vinculado a proceso por extorsi¨®n.
¡°Me quer¨ªan demostrar el poder que ellos tienen¡±, dice Mu?oz. Meses m¨¢s tarde, el Tribunal Superior de Justicia desestim¨® su caso por falta de pruebas y determin¨® que hubo violaciones de derechos humanos y un claro favoritismo hacia su contrario. Mu?oz, en vez de acobardarse, sigui¨® adelante y denunci¨® a la empresa por fraude de constructores, en una demanda en la que se representa a s¨ª mismo y a 40 vecinos m¨¢s. ¡°Se toparon con una persona que no se va a dejar, no voy a dejar que se salgan con la suya, aunque salga todo de mi bolsa¡±, asegura Mu?oz.
Un departamento en este edificio ronda los seis millones de pesos y los arquitectos, al menos en apariencia, han conseguido dar al complejo el aire de exclusividad que eso merece. En la entrada, adem¨¢s del portero, detr¨¢s de un mostrador parecido al de un hotel, dos secretarias se encargan de tomar los datos a los visitantes y revisar la identificaci¨®n. A cambio, dan una pulsera como la de los festivales, con la que se adquiere el derecho de estar en una sala amplia de suelos de m¨¢rmol negro y techo alto del que cuelgan unas luces de tulipas suntuosas. Las puertas se abren con un dispositivo de huella dactilar y el complejo tiene dos albercas de 40 metros, varias salas de juntas, mesas de billar, jacuzzis, una selva acu¨¢tica para ni?os y unos salones comunitarios donde pasar la tarde.
En su empe?o por desenmascarar a la gente que le estaba haciendo la vida imposible, Mu?oz ha descubierto irregularidades que van m¨¢s all¨¢ de la pintura de esmalte y que atentan contra la vida de los vecinos, seg¨²n el dictamen enviado por Protecci¨®n Civil hace unos d¨ªas. El informe da cuenta de extintores despresurizados, escaleras de emergencia que se terminan en el segundo piso o calentadores de agua en los departamentos sin salida al exterior.
Las calderas del parque acu¨¢tico a la entrada del garaje emiten gases que se quedan atrapados. Los extractores no est¨¢n en funcionamiento y eso ¡°expone a residentes y personal de mantenimiento¡±, dice el dictamen. Los gases de combusti¨®n de las estufas ¡°no tienen salida al exterior¡± y la ventilaci¨®n de los departamentos es ¡°deficiente¡±. ¡°En caso de fugas de gas natural¡±, dice el documento, ¡°estas se alojar¨¢n en esos departamentos, con riesgo de encontrar una fuente de ignici¨®n¡±.
Mientras recorre el edificio ense?ando las fallas, Mu?oz exclama: ¡°La corrupci¨®n s¨ª mata¡±. ¡°Ya hubo intoxicados aqu¨ª, una mujer embarazada¡±, cuenta. Ahora clienta suya, la mujer ten¨ªa fuertes dolores de cabeza que le duraron meses, hasta que un d¨ªa se desmay¨® y la tuvieron que llevar al hospital. Hab¨ªa deficiencias en las instalaciones de gas de su departamento. ¡°Y mira, las instalaciones de gas van por dentro de la pared, en vez de por fuera. Si hay alguna fuga, puede ser fatal, porque nadie la va a detectar hasta que sea demasiado tarde¡±, sentencia. La empresa desarrolladora de este y otros proyectos inmobiliarios en la ciudad, City Towers Green, no ha respondido a las peticiones de comentario de este peri¨®dico.
El documento de ¡°Autorizaci¨®n de uso y habitabilidad¡± de este edificio fue firmado por V¨ªctor Manuel Alberto Mendoza, director general de Planeaci¨®n y Desarrollo de la alcald¨ªa Benito Ju¨¢rez. Tambi¨¦n es hermano de Luis Alberto Mendoza, diputado del PAN, partido cuyos dirigentes en la Ciudad de M¨¦xico han sido acusados de corrupci¨®n inmobiliaria por la Fiscal¨ªa. Nicias Aridjis, exdirector de Obras y Desarrollo Urbano de la misma alcald¨ªa, fue detenido en octubre del a?o pasado acusado de enriquecimiento il¨ªcito. Hasta el momento, Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno de la Ciudad de M¨¦xico, inform¨® de que ya son 198 los inmuebles que est¨¢n siendo estudiados en relaci¨®n con el llamado Cartel inmobiliario de la Benito Ju¨¢rez.
El esquema de corrupci¨®n es similar al seguido en este edificio. La Secretar¨ªa de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) realiza el estudio de Impacto Urbano y analiza la capacidad de la red el¨¦ctrica y del sistema de aguas, as¨ª como el riesgo s¨ªsmico de la zona. Despu¨¦s, determina que en el terreno adquirido por la empresa se pueden construir un m¨¢ximo de 752 departamentos en 22 niveles. El siguiente paso es un tr¨¢mite administrativo llamado Manifestaci¨®n de Construcci¨®n. En este papel, sin raz¨®n aparente y salt¨¢ndose las indicaciones de la Seduvi, se firma una ampliaci¨®n que aumenta el n¨²mero de departamentos a 784. Para terminar esta espiral expansionista, el siguiente tr¨¢mite, el Registro de Manifestaci¨®n de Construcci¨®n, dice que son 808 departamentos los que se van a construir, 56 m¨¢s que al principio.
Estos documentos con irregularidades, adem¨¢s de los problemas en la instalaci¨®n de gas y las medidas de seguridad, deber¨ªan haber provocado que V¨ªctor Manuel Mendoza no firmase la ¡°Autorizaci¨®n de uso y habitabilidad¡±. Sin embargo, Mendoza firm¨®, la gente entr¨® a vivir y a?os despu¨¦s un dictamen de Protecci¨®n Civil, realizado despu¨¦s de la intoxicaci¨®n de una embarazada, pone sobre la mesa todas las fallas del edificio, algunas de las cuales podr¨ªan poner la vida de sus vecinos en peligro. Cuando Mu?oz intent¨® denunciar esto en su cuenta de Twitter, empezaron las amenazas.
¡°Yo llevaba tres a?os peleando esto, pero mis denuncias estaban paradas. Desde que empec¨¦ a hacerlo p¨²blico en redes, los casos avanzan, pero el problema es que tambi¨¦n empez¨® el acoso¡±, cuenta Mu?oz. ¡°En septiembre del a?o pasado, mi padre ven¨ªa manejando mi coche y se le acercaron dos personas subidas en una moto. El de atr¨¢s llevaba una pistola, carg¨® la bala y de repente dice: ¡®no es ¨¦l¡¯, y se marcharon¡±, cuenta. Al mes siguiente, misma situaci¨®n, pero esta vez iba ¨¦l conduciendo su coche. ¡°Se acercaron con una pistola, me atracaron, me pidieron el celular y la computadora, y me dijeron: ¡®B¨¢jale de huevos¡¯¡±, dice Mu?oz sin rastro de miedo en la voz. Tambi¨¦n le han pinchado las llantas del coche y le han aventado palomas muertas al balc¨®n de su casa con mensajes de que le van a cortar la cabeza.
Pero le da igual, no se acobarda. La bola de nieve que cae por la monta?a es una masa tan grande que ya nadie la puede parar. ¡°Mientras m¨¢s me amenazan, m¨¢s me doy cuenta de que estoy cerca de algo¡±, sentencia. ¡°Aunque s¨ª me da miedo. S¨¦ que me tengo que cuidar, pero tambi¨¦n siento que cuanto m¨¢s p¨²blico lo hago, m¨¢s dif¨ªcil es para ellos quitarme de encima¡±.
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