M¨¦xico: otra democracia en peligro
Este 3 de marzo entra en vigor una reforma legal impuesta por el Gobierno, conocida como ¡°plan B¡±, que trastoca las reglas y las instituciones electorales con las que el pa¨ªs logr¨® edificar su democracia
Por la a?eja historia de votaciones ama?adas durante el siglo XX, fue necesario construir una autoridad electoral independiente del Gobierno, el Instituto Nacional Electoral (INE), cuya autonom¨ªa se establece desde la Constituci¨®n. El INE tiene la tarea de conformar el padr¨®n electoral y de emitir la credencial para votar con fotograf¨ªa, que en los hechos es la c¨¦dula de identidad ciudadana de m¨¢s de 95 millones de personas. En cada elecci¨®n, el INE sortea y capacita a la ciudadan¨ªa para que los vecinos de los electores sean quienes instalen y operen las mesas de votaci¨®n, garantizando as¨ª la imparcialidad en el conteo de sufragios. El sistema electoral mexicano tambi¨¦n incluye condiciones de equidad en la contienda, con financiamiento p¨²blico preponderante sobre el privado, as¨ª como acceso gratuito a radio y televisi¨®n para partidos y candidatos.
Con este modelo, M¨¦xico logr¨® su primera alternancia en la presidencia en el a?o 2000, despu¨¦s de 70 a?os de hegemon¨ªa de un solo partido. En lo que va de este siglo se han celebrado cuatro elecciones presidenciales y en tres han ganado candidatos de oposici¨®n. Desde los noventa, ning¨²n partido ha obtenido el 40% de los votos en la renovaci¨®n trianual de la C¨¢mara de Diputados. Tan solo en los ¨²ltimos nueve a?os, de 56 elecciones a gubernaturas, en 39 (70%) han obtenido el triunfo partidos distintos a los que gobernaban. Todos esos comicios han concluido sin conflictos. Por primera vez en su historia, M¨¦xico vive una era pol¨ªtica de alternancia, pluralismo y respeto al voto.
Las elecciones son de las pocas cosas que funcionan bien en M¨¦xico. Sin embargo, el Gobierno quiso aprobar el a?o pasado una reforma constitucional (plan A) que desaparec¨ªa al INE, pero no logr¨® los dos tercios del Parlamento que se requieren para cambiar la Carta Magna. Impuls¨® entonces el plan B que desde leyes secundarias destruye la estructura profesional permanente del INE en el territorio, afecta su autonom¨ªa y lesiona las condiciones de equidad. Lo hace a unos meses de que inicien los trabajos de preparaci¨®n de las elecciones de 2024, donde se renovar¨¢n la presidencia del pa¨ªs y todos los integrantes de la C¨¢mara de Diputados (500) y del Senado (128), se elegir¨¢n 9 gubernaturas, 31 Congresos locales estar¨¢n en disputa y se votar¨¢ por la integraci¨®n de m¨¢s de 1,800 ayuntamientos.
El peligro que entra?a la reforma no pasa desapercibido para una sociedad atenta y participativa. Apenas el domingo 26 de febrero, una multitud colm¨® la emblem¨¢tica plaza del Z¨®calo de la Ciudad de M¨¦xico, en una imagen que dio la vuelta al mundo, con la consigna de ¡°mi voto no se toca¡±. Hubo tambi¨¦n manifestaciones en otras 100 ciudades para respaldar el INE y solicitar a la Suprema Corte de Justicia de la Naci¨®n que decrete inconstitucional el plan B y garantice as¨ª la realizaci¨®n de elecciones aut¨¦nticas.
El presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador calific¨® a los cientos de miles de ciudadanos que se expresaron pac¨ªficamente como ¡°corruptos¡±, ¡°farsantes¡±, ¡°delincuentes de cuello blanco¡±. La violencia, hasta ahora verbal, desde el poder contra los ciudadanos que disienten y ejercen libertades pol¨ªticas b¨¢sicas, evidencia el talante autoritario que gobierna al pa¨ªs latinoamericano.
M¨¦xico podr¨¢ sortear el riesgo de una crisis pol¨ªtica mayor con la actuaci¨®n serena y firme de un Poder Judicial independiente. La Suprema Corte tiene la palabra.
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