Golpeados y detenidos por manifestarse contra las macrogranjas de cerdos en Yucat¨¢n
En la localidad de Sitilpech, ocho activistas mayas est¨¢n siendo procesados y polic¨ªas sin uniforme se llevaron a cuatro j¨®venes tras una protesta por la contaminaci¨®n de las aguas con los purines. Las organizaciones de derechos humanos advierten de la represi¨®n del Gobierno contra las comunidades
Los vecinos de la localidad de Sitilpech, en el Estado de Yucat¨¢n, no pueden abrir las ventanas de sus casas para que entre el aire de la tarde. Tampoco pueden salir a tomar el fresco. Ni ir al parque. No pueden porque, dicen literalmente, el aire huele a excrementos, las moscas se les pegan, las matas se marchitan. No se les ocurre otra forma de describir lo que pasa desde que en 2013 se instal¨® una macrogranja con 48.000 cerdos a tres kil¨®metros de su pueblo, de 1.400 habitantes, en el Estado de Yucat¨¢n. Desde entonces, no han dejado de protestar contra la empresa que la maneja, Kek¨¦n, y sus v¨ªnculos, dicen, con el Gobierno. Por el camino, ocho activistas mayas han sido denunciados por la Fiscal¨ªa por cortar una carretera, 70 polic¨ªas reprimieron un campamento conformado por una decena de mujeres y en el ¨²ltimo episodio, cuatro j¨®venes que se manifestaban contra la granja fueron detenidos por agentes sin uniforme y llevados a unas dependencias sin que se conozca, todav¨ªa, qu¨¦ cargos afrontan. Las organizaciones de derechos humanos advierten de la represi¨®n que sufren las comunidades que defienden el agua y el territorio.
Todo se precipit¨® este mi¨¦rcoles. Por la ma?ana se dio a conocer la vinculaci¨®n a proceso de ocho integrantes del colectivo Esperanza para Sitilpech, que llevan enjuiciados desde el 2021, cuando el Instituto de Infraestructura Carretera de Yucat¨¢n (Incay) los acus¨® de ¡°da?os a las v¨ªas de comunicaci¨®n cometidos en pandilla¡±. Los activistas, siete hombres y una mujer, son las principales cabezas del movimiento contra la granja que, denuncian, ha contaminado el agua de sus pozos y acu¨ªferos. Ellos fueron los primeros en arengar a los habitantes de la comunidad a unirse para protestar, explican desde la organizaci¨®n Kanan Derechos Humanos.
Ahora, la jueza Virginia Polanco del Segundo Distrito Judicial de Yucat¨¢n ha considerado que hay indicios suficientes para continuar con la investigaci¨®n sobre los ocho activistas, pero rechaz¨® la petici¨®n de la Fiscal¨ªa de imponerles prisi¨®n preventiva. ¡°Lo consider¨® una petici¨®n desmedida al tener en cuenta que est¨¢n acusados de un delito leve¡±, cuenta Mariana Beltr¨¢n, integrante de Kanan, que resalta que la acusaci¨®n contra los activistas no proviene de Kek¨¦n, sino del propio Gobierno, encabezado por el panista Mauricio Vila. ¡°Es el Estado pr¨¢cticamente representando los intereses de la empresa¡±, se?ala Roberto S¨¢nchez, tambi¨¦n integrante de Kanan, que ofrece asesoramiento a la comunidad. El delito del que se acusa a los activistas contempla penas de hasta cinco a?os de prisi¨®n.
En la tarde, en apoyo a los activistas juzgados y con motivo del D¨ªa Internacional del Agua, varios colectivos se unieron para hacer una marcha en M¨¦rida, la capital del Estado. La manifestaci¨®n, de unas 500 personas, discurr¨ªa tranquila. ¡°Era muy pac¨ªfica, hubo intervenciones art¨ªsticas, gente cantando¡ Representantes de 12 comunidades de toda la pen¨ªnsula. Fue muy esperanzador. No hubo incidentes de ning¨²n tipo¡±, se?ala Beltr¨¢n.
Al terminar la concentraci¨®n, sobre la calle 60, una de las avenidas principales de M¨¦rida, tres veh¨ªculos ¡ªuna camioneta blanca y dos coches oscuros¡ª se detuvieron y bajaron a una decena de individuos sin uniforme que trataron de llevarse a un par de personas. Todo el mundo alrededor empez¨® a grabar. ¡°Se quieren llevar a los que protestaban en contra de Kek¨¦n. ?Est¨¢n en vivo! ?Su¨¦ltala ya!¡±, se oye en uno de los videos, mientras se ve a personas sometidas en el suelo.
Los gritos contin¨²an en todas las im¨¢genes: ¡°Que suelte a la persona, carajo, que lo suelte, ?por qu¨¦ los est¨¢n agarrando?¡±, ¡°los est¨¢n levantando, se los est¨¢n llevando¡±, ¡°su¨¦ltenlo, lo van a lastimar¡±. Tambi¨¦n se escuchan los alaridos de las personas en el asfalto: ¡°?Ayuda, su¨¦ltenme, no puedo respirar!¡±, y se observa como, justo despu¨¦s, quien pide socorro recibe un pu?etazo.
La escena termina con los tres veh¨ªculos march¨¢ndose con las personas detenidas. M¨¢s tarde, la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica de Yucat¨¢n publica en redes sociales que han arrestado a cuatro personas durante la marcha, dos hombres y dos mujeres, por ¡°incurrir en actos de violencia y pintas a predios particulares y oficiales¡±. Fueron detenidos, dice el comunicado, por su ¡°probable responsabilidad en los da?os ocasionados y en las agresiones contra servidores p¨²blicos¡±. Uno de los agentes, apunta la dependencia, ¡°fue severamente golpeado y trasladado a un hospital¡±.
En los videos se observa como alguno de los detenidos se revuelve y trata de soltarse mientras estaba siendo detenido. ¡°Entiendo que les quieren imputar la agresi¨®n al polic¨ªa, pero los agentes no estaban identificados, los j¨®venes pensaron que los estaban secuestrando¡±, se?ala Roberto S¨¢nchez. En ning¨²n momento del arresto grabado se aprecia alguna identificaci¨®n policial: ni en los veh¨ªculos ni en la decena de agentes que inmovilizaron, golpearon y, finalmente, se llevaron a los j¨®venes. ¡°Es claramente una detenci¨®n arbitraria¡±, incide S¨¢nchez.
Hasta esta ma?ana no se supo d¨®nde estaban Alexis Sebasti¨¢n Navarrete, de 24 a?os, Sof¨ªa Caballero, de 25, Andreu Ortiz, de 30, y Dafne Aguilar, de 35. Incluso el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha se?alado en su conferencia matutina de este jueves que se compromet¨ªa a informar de su paradero y que no se iba a permitir la represi¨®n. Al cierre de este reportaje no se conoce qu¨¦ delitos les imputan. La Fiscal¨ªa de Yucat¨¢n ha rechazado contestar a las preguntas de este peri¨®dico.
¡°Lo que m¨¢s nos preocupa es el mensaje aleccionador que quiere mandar el Estado: revela qu¨¦ intereses est¨¢ cuidando y para qui¨¦n trabaja¡±, se?ala Roberto S¨¢nchez. En esa misma l¨ªnea, Mariana Beltr¨¢n apunta que no es un mensaje solo para Sitilpech, sino ¡°para todos los pueblos mayas que luchan contra la ocupaci¨®n de su territorio frente al Tren Maya, los parques e¨®licos, los intereses inmobiliarios o la industria porc¨ªcola¡±: ¡°A todos ellos, el Estado los criminaliza y les lanza todo su aparato¡±.
Los purines de los cerdos (excrementos mezclados con agua) se han convertido en la nueva amenaza para el agua de la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n. Agujereado como un queso gruyere, la pen¨ªnsula tiene todo un sistema de cuevas de agua subterr¨¢nea interconectadas, que dan lugar a los tur¨ªsticos cenotes. Frente a ese para¨ªso se han interpuesto las macrogranjas. Yucat¨¢n se ha convertido en el tercer productor de cerdo del pa¨ªs y en ese Estado hay unas 222 explotaciones de cr¨ªa porcina. Por su alimentaci¨®n, los cerdos no metabolizan ciertos nutrientes y excretan en heces y orina grandes cantidades de nitr¨®geno, f¨®sforo y contaminantes para el suelo y las aguas. Los habitantes de Siltepech se dieron cuenta cuando, despu¨¦s de cultivar la milpa, agarraban agua del pozo para prepararse un pozol y vieron que ¡°sab¨ªa feo¡±. Pese al episodio de ayer, la comunidad no va a parar en su lucha: para ellos la ¨²nica soluci¨®n consiste en que Kek¨¦n abandone su pueblo.
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