Cenotes con derechos propios: la ¨²ltima ofensiva para rescatarlos
Ind¨ªgenas mayas de la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n est¨¢n exigiendo que se reconozca a esos cuerpos de agua como sujetos de derecho para evitar que se sigan contaminando
El d¨ªa que Jos¨¦ May decidi¨® abrir al turismo el cenote que encontr¨® en su terreno en la comunidad de Hom¨²n, en el Estado de Yucat¨¢n, le tuvo que pedir permiso con una ceremonia. La familia cocin¨® durante varios d¨ªas y convoc¨® al jmeen, el sacerdote maya, para que oficiase el ritual. Se sacrificaron gallinas, se instal¨® un altar y el jmeen pronunci¨® las palabras que desde tiempos de sus abuelos se llevan repitiendo para poder aprovechar la riqueza de esos cuerpos de agua, sagrados para los mayas. ¡°Tenemos la creencia de que podemos enfermarnos por invadir el espacio que no nos corresponde. Hay una energ¨ªa dentro del cenote que te dice que s¨ª hay un due?o, por eso siempre se le pide permiso para poder trabajarlo¡±, dice May con esa cadencia yucateca al hablar, como recitando un poema. Y si hay que solicitarle autorizaci¨®n para beber su agua, para que lo visiten los turistas, para ba?arse en ¨¦l, ?por qu¨¦ no va a tener derechos propios, como el de no ser contaminado?
La pregunta resuena en la cabeza de May, uno de los ind¨ªgenas de Hom¨²n que est¨¢ luchando para que el Anillo de los Cenotes de Yucat¨¢n sea reconocido por las autoridades mexicanas como sujeto de derecho. Es la ¨²ltima ofensiva legal emprendida por la agrupaci¨®n ind¨ªgena a la que pertenece, Kana¡¯an Ts¡¯onot (que se traduce como Guardianes de los Cenotes), para intentar frenar el imparable deterioro que est¨¢n sufriendo esos lagos subterr¨¢neos. Las causas de la contaminaci¨®n se multiplican y a los viejos conocidos, como los desarrollos hoteleros o la falta de tratamiento de las aguas residuales, se han ido sumando nuevas amenazas, como los monocultivos de soya, el uso indiscriminado de pesticidas, la proliferaci¨®n de granjas porc¨ªcolas y, m¨¢s recientemente, el megaproyecto del Tren Maya. La tormenta perfecta en una regi¨®n donde el suelo k¨¢rstico, de porosa roca caliza, deja pasar al acu¨ªfero la mayor parte de los residuos de la superficie.
Los Guardianes de los Cenotes enviaron en febrero pasado una carta con sus exigencias al presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. La misiva tambi¨¦n iba dirigida a las autoridades locales y estatales y a las secretar¨ªas federales encargadas de velar por el medio ambiente y la calidad del agua. Solo esta ¨²ltima, la Comisi¨®n Nacional del Agua, ha respondido al escrito tres meses despu¨¦s. Lourdes Medina, abogada de la ONG Indignaci¨®n, que ha acompa?ado al grupo ind¨ªgena en este proceso, explica que las autoridades est¨¢n obligadas a responder a este tipo de peticiones y que, al no hacerlo, se toma como una ¡°negativa de hecho¡±. Por eso han dado el siguiente paso: elaborar una demanda de amparo que presentar¨¢n a finales de este mes en los juzgados federales de la ciudad de M¨¦rida.
La demanda sigue la estela de sonados casos de reconocimiento de los derechos de la naturaleza en otros lugares del mundo, como el del Mar Menor en Espa?a o el del r¨ªo Atrato en Colombia. La clave de este tipo de iniciativas, explica la abogada de Indignaci¨®n, es que ¡°otorgan a la naturaleza estatus legal, lo que significa que sus derechos pueden ser defendidos directamente en un tribunal de justicia¡±. Y, aunque la visi¨®n del amparo es ¡°ecoc¨¦ntrica¡±, es decir, que se centra en la importancia de los cenotes m¨¢s all¨¢ de los beneficios que ofrecen a las personas, la figura de la ¡°guardian¨ªa¡± es clave en este caso, porque tiene que haber un grupo que se encargue de velar por los intereses del ecosistema. Jos¨¦ May traduce esos t¨¦rminos legales y los lleva a su territorio: ¡°El cenote no puede hablar, no puede decir nada. Nosotros tenemos que hablar por ellos¡±.
Y de eso ya tienen experiencia. Su organizaci¨®n naci¨® en Hom¨²n en rechazo a una macrogranja de 49.000 cerdos que se pretend¨ªa instalar en su territorio desde 2017. Un a?o despu¨¦s, su movimiento logr¨® paralizar el proyecto gracias a un amparo presentado por seis ni?os de la comunidad que alegaban, a trav¨¦s de sus madres, que este violar¨ªa su derecho a un medio ambiente sano, a una vida digna, a su derecho al agua, al desarrollo, y a su autonom¨ªa como integrantes de un pueblo ind¨ªgena maya. La jueza les dio la raz¨®n. El caso lleg¨® hasta la Suprema Corte de Justicia, que ratific¨® la decisi¨®n de suspender el proyecto hasta que se resuelva el juicio, pero la empresa ha seguido utilizando todos los recursos posibles para tratar de revertir la decisi¨®n. Todav¨ªa no lo ha logrado.
La magnitud del caso, del que se ha llegado a hacer eco L¨®pez Obrador, dio pie a que otras comunidades de la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n se levantasen en contra de las granjas porc¨ªcolas: ya son m¨¢s de 20 las que han abierto litigios hasta ahora, seg¨²n cuenta la abogada de Indignaci¨®n. Pero otorgarle una personalidad jur¨ªdica al Anillo de Cenotes de Yucat¨¢n podr¨ªa unificar los diferentes esfuerzos para su protecci¨®n y llevar a mecanismos p¨²blicos m¨¢s eficientes, como pol¨ªticas para el tratamiento de las aguas residuales o la mejora en el drenaje, dice Lourdes Medina. ¡°La exigencia es que las autoridades tomen ciertas medidas para su protecci¨®n, no solo que saquen una declaratoria de reconocimiento. El tema es qu¨¦ medidas se van a implementar para poder protegerlos, conservarlos, restaurarlos incluso¡±.
Porque lo que es un hecho es que los cenotes de Yucat¨¢n est¨¢n cada d¨ªa m¨¢s contaminados. La Fundaci¨®n para el Debido Proceso, una ONG con sede en Washington que tambi¨¦n ha acompa?ado a la comunidad de Hom¨²n en su lucha, public¨® en junio del a?o pasado un amplio informe titulado ¡®Contaminaci¨®n del Acu¨ªfero Maya¡¯, en el que revela datos preocupantes sobre esa enorme reserva de agua dulce, conocida como ¡®la cisterna de M¨¦xico¡¯. El estudio da cuenta de ¡°altas concentraciones de heptacloro, lindano, endosulf¨¢n y DDT¡±, todos ellos plaguicidas clasificados como potencialmente peligrosos, en los municipios del Anillo de los Cenotes de Yucat¨¢n, entre los que se encuentra Hom¨²n. ¡°Estos factores pueden explicar por qu¨¦, en los ¨²ltimos 15 a?os, el estado de Yucat¨¢n ha presentado alta prevalencia de muertes en mujeres causadas por c¨¢ncer cervico-uterino, c¨¢ncer de mama, as¨ª como una alta prevalencia de malformaciones cong¨¦nitas y de mortalidad fetal e infantil¡±, se?ala el informe.
Teniendo en cuenta que el 30% de la poblaci¨®n rural de Yucat¨¢n bebe agua de pozos o cenotes contaminados y que tan solo el 4,2% de las aguas residuales son tratadas en el Estado, el c¨®ctel molotov est¨¢ asegurado. Ahora, el trabajo de Lourdes Medina, el equipo legal de Indignaci¨®n y la agrupaci¨®n Guardianes de los Cenotes es recopilar todas las pruebas posibles del impacto ambiental y social que tiene la contaminaci¨®n de esos cuerpos de agua para tratar de convencer a los jueces de que reconozcan sus derechos. De conseguirlo, ser¨ªa un nuevo hito en el camino para otorgar personalidad jur¨ªdica a la naturaleza en M¨¦xico, donde ya se han dado peque?os pasos en esa direcci¨®n. La idea ya se ha incorporado en las constituciones de Ciudad de M¨¦xico y de los Estados de Guerrero y Oaxaca, aunque todav¨ªa no ha habido un ecosistema en particular que haya sido reconocido como sujeto de derecho en el pa¨ªs.
El caso del Anillo de los Cenotes de Yucat¨¢n ser¨ªa paradigm¨¢tico. Este ecosistema, ubicado en el noroeste de la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n y designado como una Reserva Geohidrol¨®gica y sitio Ramsar, suministra el 42% del volumen de agua en el Estado de Yucat¨¢n y el 19% del volumen del total de la pen¨ªnsula. Adem¨¢s, sus lagos subterr¨¢neos conocidos en todo el mundo por sus aguas cristalinas suponen el principal sustento para cientos de familias que, como la de Jos¨¦ May, los aprovecha de una manera sustentable. ¡°Nuestros abuelos nos han dicho que son sagrados y hay que tener mucho cuidado con ellos¡±, dice. ¡°Si nosotros no nos hubi¨¦ramos enfrentado a este problema de la granja como en muchos municipios, los empresarios hubieran hecho lo que hubieran querido¡±. Y, con esta nueva ofensiva legal, est¨¢n dejando claro que su lucha no va a parar.
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