Un brujo le estaf¨® 100.000 pesos y utiliz¨® a su hijo para extorsionarla, pero nunca lo denunci¨®
El Consejo Ciudadano de Ciudad de M¨¦xico ha registrado un aumento importante de estos fraudes en los ¨²ltimos a?os. Sin embargo, el estigma y la verg¨¹enza lleva a muchas v¨ªctimas a guardar silencio


La embauc¨® con un chile verde. Despu¨¦s de una breve conversaci¨®n telef¨®nica, Mar¨ªa (nombre ficticio), de 30 a?os, acudi¨® a la consulta con dos chiles. ¡°Mientras yo me pasaba uno de los chiles por el cuerpo, ¨¦l recitaba conjuros en una lengua extra?a¡±, cuenta Mar¨ªa. Despu¨¦s, el brujo rompi¨® el chile que no hab¨ªan utilizado. Solo conten¨ªa aire y semillas. ¡°Pero cuando abri¨® el chile que yo me pas¨¦ por el cuerpo, empez¨® a salir una especie de l¨ªquido pastoso, como yogur. Ah¨ª fue cuando ca¨ª en su trampa¡±. El brujo puso cara de preocupaci¨®n y le dio una mala noticia: Mar¨ªa era v¨ªctima de un conjuro de magia negra. ¡°?Quieres que te ayude?¡±, le dijo el brujo. ¡°S¨ª, por favor¡±, le contest¨® ella, que llevaba meses tratando de recuperar a su marido y, misteriosamente, se le estaba cayendo el pelo. Entonces comenz¨® una historia que dur¨® meses durante los que Mar¨ªa lleg¨® a gastar hasta 100.000 pesos. Cuando se dio cuenta de que todo aquello no era m¨¢s que una burda estafa y trat¨® de alejarse del brujo, comenzaron las amenazas.
El Consejo Ciudadano de Ciudad de M¨¦xico emiti¨® un comunicado hace dos semanas en el que lanzaba una alarma por el aumento exponencial de ¡°extorsiones esot¨¦ricas¡± que han registrado en los ¨²ltimos a?os. Salvador Chipr¨¦s, su director, explica a este peri¨®dico que cuando este negocio salt¨® a las redes sociales, atrajo una nueva base de clientes m¨¢s proclive a ser estafado. Las v¨ªctimas se dejan embaucar por las adivinaciones prematuras de las personas al otro lado de la l¨ªnea y empiezan a pagar dinero y compartir los detalles m¨¢s ¨ªntimos de su vida. Los extorsionadores utilizan esa informaci¨®n para ejercer presi¨®n cuando ven que su cliente ya no quiere sus servicios.
Cuando el brujo le dijo a Mar¨ªa que estaba maldita, se puso a pensar y record¨® la taza de caf¨¦, de un sabor que a ella siempre le pareci¨® extra?o, que su suegra le serv¨ªa religiosamente cada d¨ªa. ¡°Se lo dije y claro, me dijo que s¨ª, que seguramente fuera ella, que me quer¨ªa alejar de mi marido¡±. ¡°Despu¨¦s de hablar un rato conmigo y que yo le contara mi vida, me volvi¨® a preguntar: ¡®?Te quieres curar o no?¡¯. Yo estaba desesperada, se me ca¨ªa el pelo, no pod¨ªa dormir y en esa ¨¦poca todav¨ªa quer¨ªa recuperar a mi marido. Le dije que s¨ª, que me pidiera lo que necesitara¡±. Empez¨® con 13.000 pesos, que ella se fue a sacar del banco aquel mismo d¨ªa.

El brujo le cont¨® que a su marido le hab¨ªan hecho un amarre, por eso se iba con otras y se comportaba de forma violenta y despiadada con ella. Su hijo, le asegur¨® el brujo, hab¨ªa heredado la maldici¨®n, as¨ª que hab¨ªa que hacer todo lo posible para curarle. El proceso ser¨ªa largo y complejo. Entre el dinero que la dieron ella y su madre, que sigui¨® el proceso de ¡°curaci¨®n¡± de su nieto cuando Mar¨ªa ya estaba harta, llegaron a pagar m¨¢s de 100.000 pesos a ese hombre de aire misterioso, ¡°de voz profunda¡± y que hac¨ªa sus sesiones en una consulta de tonos oscuros, velas, altares a la Santa Muerte y flores. ¡°Al principio me dec¨ªa que las flores se las dejaba la gente a la que hab¨ªa ayudado, y me impresion¨® mucho porque el lugar estaba lleno de ellas. Hasta que luego, cuando yo ya estaba pensando en dejarlo, me exigi¨® que a la pr¨®xima consulta fuera con un ramo de flores. Entonces vi la profundidad de su estafa¡±, cuenta Mar¨ªa meses despu¨¦s de salir de aquel infierno, el del brujo y el de su marido.
Mar¨ªa no quiere que se conozca su nombre real. No porque tenga miedo de su marido o del brujo, sino porque le da verg¨¹enza. ¡°Me da pena que me reconozcan, es una fase de mi vida de la que no estoy orgullosa¡±, dice a este peri¨®dico en una llamada de tel¨¦fono. El estigma de la persona estafada y abusada la persigue y eso, tanto a ella como a muchas otras v¨ªctimas, la lleva a no denunciar, a callar y sufrir en silencio los abusos de los extorsionadores. ¡°Muchas personas no quieren abrir una carpeta de investigaci¨®n¡±, explica Chipr¨¦s, ¡°porque no quieren que sus familiares y amigos se enteren de lo que ha pasado¡±. Eso entorpece el proceso, las v¨ªctimas no delatan a los brujos y estos pueden seguir delinquiendo a perpetuidad, auspiciados por la impunidad que les ofrece el estigma que hay en torno a esta pr¨¢ctica.
La extorsi¨®n cl¨¢sica se realiza gracias al amarre. Una persona llega con la voluntad de hacer un amarre a alguien que le gusta y el supuesto brujo, cuando ya se ha ganado la confianza del cliente y sabe el nombre de la otra persona, le amenaza con cont¨¢rselo. ¡°Y como les da mucha pena que la otra persona se entere de lo que han intentado hacer, pagan¡±, explica Chipr¨¦s. La gente llega a pagar hasta 20.000 pesos para enterrar su historia con el brujo. El 98% de las estafas que han registrado se han llevado a cabo por medios digitales. Los n¨²meros no son muy altos (17 reportes en 2021, 29 en 2022 y 20 en lo que va de 2023), porque casi nadie denuncia y el Consejo Ciudadano de Ciudad de M¨¦xico no est¨¢ preparado para atender al pa¨ªs entero. Tanto es as¨ª que el 68% de las denuncias que reciben provienen del Valle de M¨¦xico. Otro dato: la mayor¨ªa (84%) son mujeres.
Despu¨¦s de dos meses yendo una vez a la semana a la consulta, Mar¨ªa le dijo al brujo que no quer¨ªa volver. Entonces ¨¦l comenz¨® con las amenazas, en mensajes de textos y audios y llamadas a las que ha tenido acceso este peri¨®dico. ¡°Atente a las consecuencias, ya no pierdo m¨¢s mi tiempo contigo¡±, dice en uno. ¡°Tengo tu n¨²mero de cuenta bancaria, tengo todos tus datos, o sea que yo s¨ª que puedo amenazarte¡±, contin¨²a en otro de los audios. Tambi¨¦n le llamaban desde otros n¨²meros y le repet¨ªan una y otra vez que iban a contactar a su marido, y que si dejaba el proceso de curaci¨®n, la vida de su hijo corr¨ªa peligro. ¡°Me dec¨ªan que mi hijo segu¨ªa maldito, que si no segu¨ªan con el tratamiento se iba a morir¡±, cuenta Mar¨ªa, ¡°y que iban a hacernos un enterramiento [ficticio, para atraer la muerte]¡±.
Tardaron semanas en dejarla tranquila. ¡°Ahora estamos en terapia, yo y mi hijo, porque fue muy traum¨¢tico lo que vivimos con el brujo y con su pap¨¢¡±, cuenta. Su psic¨®loga ha dado una explicaci¨®n coherente a la supuesta cadena de maldiciones que sufr¨ªan: su marido es un narcisista en una familia que justificaba todas sus acciones, ella perdi¨® su cabello despu¨¦s de dejarle porque sufr¨ªa estr¨¦s postraum¨¢tico, y a su hijo, finalmente, no le pasaba nada.
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