M¨¦xico ya piensa en la primera presidenta de su historia
Dos candidatas muy distintas, la progresista Claudia Sheinbaum y X¨®chitl G¨¢lvez, apoyada por una coalici¨®n con un fuerte n¨²cleo conservador, competir¨¢n en 2024 por la jefatura del Estado mexicano
Dos mujeres pelear¨¢n el 2 de junio de 2024 por la presidencia de M¨¦xico. Claudia Sheinbaum, la exalcaldesa de la capital, ha ganado las primarias en Morena, el partido de izquierdas en el Gobierno, y X¨®chitl G¨¢lvez se alz¨® victoriosa, d¨ªas antes, en la selecci¨®n interna de la oposici¨®n, que aglutina a formaciones de ideolog¨ªa diversa, como el derechista Partido de Acci¨®n Nacional (PAN), mayoritario en la coalici¨®n, el PRI, que atraviesa una larga crisis existencial, y el minoritario y progresista PRD, todos ellos bajo la marca Frente Amplio por M¨¦xico. As¨ª pues, aunque falta casi un a?o para los comicios, el pa¨ªs donde el folklore canta a los machos m¨¢s machos ya piensa que ser¨¢ una mujer, definitivamente, quien conducir¨¢ su destino el pr¨®ximo sexenio.
Fuera de estos dos bloques pol¨ªticos solo queda una tercera formaci¨®n con cierta relevancia, Movimiento Ciudadano, pero sin capacidad para ganar por s¨ª solo y que a¨²n no ha decidido si presentar¨¢ cartel propio o se aliar¨¢ con el resto de la oposici¨®n, dudas que est¨¢n sumiendo al partido en una severa crisis antes a¨²n de echar a andar. Empujado por la popularidad de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, el presidente m¨¢s carism¨¢tico de las ¨²ltimas d¨¦cadas, el izquierdista Movimiento de Regeneraci¨®n Nacional (Morena) lleva las de ganar en los sondeos, pero la posible desvinculaci¨®n del excanciller Marcelo Ebrard del partido, inconforme con el proceso que le ha dado el segundo puesto en las primarias, puede restar votos para la presidencia y cabezas en el poder legislativo, que se vota el mismo d¨ªa. Al otro lado, la oposici¨®n de derecha, no ha dejado de hacer gui?os al tercer partido, sabedora de que solo la suma de todos permitir¨ªa pensar en la conquista del Palacio Nacional.
Falta mucho para aventurar un resultado, as¨ª que M¨¦xico se concentra ahora en la batalla que librar¨¢n Sheinbaum (Ciudad de M¨¦xico, 61 a?os) y G¨¢lvez (Tepatepec, Hidalgo, de 60 a?os) en los meses que siguen. Las candidatas no pueden ser m¨¢s distintas. La morenista, una cient¨ªfica de alto nivel, es seria, comedida, reservada; la panista (es senadora por el PAN, el partido m¨¢s a la derecha del Congreso) es un cicl¨®n en sus filas, sonriente y deslenguada, una empresaria chistosa y atrevida, entrona, que dicen en M¨¦xico. El desparpajo que maneja esta ¨²ltima, a quien se la ha visto disfrazada de dinosaurio en el Senado, amarrada con cadenas a mesas y sillas en sus protestas pol¨ªticas, o llamando con los nudillos a la puerta del Palacio Nacional rodeada de c¨¢maras, es la cara opuesta de la exalcaldesa, que no suele perder las formas y extrema el celo en sus intervenciones. Sonado fue el d¨ªa de campa?a en que perdi¨® los nervios con un periodista, o se col¨® por un micr¨®fono alg¨²n rega?o de su boca, porque nadie est¨¢ acostumbrado a esos gestos. Claudia es t¨ªmida, X¨®chitl, descarada. Ante las urnas, la primera puede sacar r¨¦dito de esa imagen institucional; el desenfado y la frescura han proporcionado una popularidad inesperada a la segunda en apenas unas semanas. Ambas gustan, eso s¨ª, de vestir floridos atuendos mexicanos, la campa?a ser¨¢ colorista, un peculiar encuentro de primera divisi¨®n entre huipiles.
No es chico el logro de contar con dos mujeres para decidir qui¨¦n gobernar¨¢ un pa¨ªs tremendamente machista. Si nada se tuerce, M¨¦xico sentar¨¢ en la silla presidencial, de enorme poder, a una mujer por primera vez en su historia, e ingresar¨¢ en un club al que muchos pa¨ªses occidentales est¨¢n lejos de pertenecer. Cuando Sheinbaum comenz¨® a revelarse en los mentideros pol¨ªticos como la persona que podr¨ªa suceder a L¨®pez Obrador y ocupar su puesto en la Rep¨²blica, las primeras preguntas de los periodistas se repet¨ªan: ?Est¨¢ M¨¦xico preparado para tener una mujer presidenta? Por lo que se ha visto desde entonces, m¨¢s que preparado.
El pa¨ªs cuenta con algunas hero¨ªnas de mucho renombre, por recurrir a la historia, con revolucionarias adelitas y con madres coraje por todo el territorio, pero los puestos de poder, como en todas partes, siempre cayeron del lado de los hombres, hasta esta legislatura, en que se han ido aprobando vanguardistas medidas que obligan a la paridad y que han surtido efecto. Los gabinetes de L¨®pez Obrador, que no se distingue precisamente por su feminismo, han sido paritarios y surtidos de mujeres de alta reputaci¨®n profesional y pol¨ªtica, pero no siempre han podido expresar con comodidad sus pareceres en este campo. Si la presencia de una mujer en lo alto de la cadena de mando cambiar¨¢ definitivamente las cosas es todav¨ªa una de las muchas inc¨®gnitas que se abren en este nuevo periodo.
El presidente L¨®pez Obrador sigue soplando las velas de un partido que sale aventajado y tambi¨¦n, seg¨²n la opini¨®n p¨²blica mayoritaria, ha sido el valedor de Claudia Sheinbaum, a quien todos han dado por ¡°favorita¡± de un mandatario que lleva firmes las riendas de Morena. Sheinbaum, con un discurso claramente progresista, no se ha separado de la doctrina del partido y su presidente, tampoco los dem¨¢s aspirantes a sucederlo lo han hecho, pero ella carga con el lastre de la obediencia ciega y la disciplina ante el jefe. ¡°Si fuera hombre no dir¨ªan eso de la favorita¡±, ha protestado siempre.
La candidata morenista procede de una clase media acomodada e ilustrada, de ascendencia jud¨ªa, que le allan¨® el camino hacia la vida acad¨¦mica, donde particip¨® en los movimientos de protesta estudiantiles, siempre en la izquierda. Es doctora en F¨ªsica por la UNAM, complet¨® estudios en Estados Unidos y luce un brillante y extenso curr¨ªculo. En 2007 particip¨® en el Grupo de Expertos sobre Cambio Clim¨¢tico de la ONU, una iniciativa que recibi¨® el Nobel de la Paz. La exalcaldesa sabe ya lo que es gobernar, nada menos que una ciudad de nueve millones de personas rodeada de una periferia con m¨¢s habitantes a¨²n que se gestiona en buena medida desde la capital, casi media Espa?a, por buscar una comparaci¨®n demogr¨¢fica. Ah¨ª ha mostrado sus logros educativos, en movilidad y en la gesti¨®n de la pandemia con mayor acierto que sus colegas del Gobierno federal.
G¨¢lvez: ¡°A m¨ª no me ha puesto nadie¡±
Ante las repetidas cr¨ªticas del presidente, tambi¨¦n la l¨ªder de la oposici¨®n ha tenido que enarbolar su condici¨®n de mujer libre e independiente. ¡°A m¨ª no me ha puesto nadie¡±, contest¨® G¨¢lvez a L¨®pez Obrador para combatir sus acusaciones de que el empresariado estaba detr¨¢s de su candidatura. Incluso le llev¨® ante el tribunal electoral que dirime casos de violencia pol¨ªtica de g¨¦nero.
Pese a representar a un partido conservador, la senadora se ha posicionado al lado de grandes causas feministas, como el derecho al aborto. Tuvo un padre violento y maltratador, ella misma lo ha contado, y una de sus hermanas est¨¢ en la c¨¢rcel por un asunto de secuestros. Ella crio a sus sobrinas, hoy ingenieras. Su infancia la pas¨® en su pueblo, Tepatepec, y conoce de cerca las clases humildes. Su camino no estuvo libre de dificultades, pero hoy es ingeniera y due?a de una empresa de tecnolog¨ªa para edificios inteligentes. Del actual mandatario critica casi todo, menos las ayudas sociales concedidas a los m¨¢s pobres. Hay quien dice que es m¨¢s de izquierdas que de derechas, aunque su contrincante, Sheinbaum, la sit¨²a, sin duda, a la derecha. En todo caso, G¨¢lvez se esfuerza por mostrar un perfil diverso que no comulga del todo con ninguno de los partidos a los que representa. Los necesita como plataforma, pero sabe que tanto el PAN como el PRI est¨¢n muy da?ados por su pasado pol¨ªtico de corrupci¨®n. ¡°D¨¦jenme ser¡±, ha sido su mensaje para ellos.
A buen seguro, ambas candidatas luchar¨¢n por abrirse un espacio propio, lejos de paternalismos e instrucciones de terceros, de l¨ªderes de partidos y direcciones masculinizantes. Es sencillo aventurar que en esta carrera tendr¨¢n que combatir una y otra vez comentarios sexistas y actitudes cavern¨ªcolas, pero ayudar¨¢ que ambas son mujeres. O quiz¨¢, los desatinos en los comentarios se notar¨¢n menos. Si todo sigue el guion actual, y eso es mucho esperar en pol¨ªtica, es ¡°tiempo de mujeres en M¨¦xico¡±, como dice la candidata Sheinbaum.
Quien sea que llegue al poder tendr¨¢ que agarrar fuerte las riendas de un pa¨ªs que sigue desbocado en las estad¨ªsticas de pobreza y violencia, un binomio que deja 100.000 muertes al a?o. ?Qui¨¦n quiere ser presidenta con ese panorama? La candidata G¨¢lvez zanja la cuesti¨®n: ¡°Ni modo que lo diga, se requieren ovarios¡±.
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