Los nuevos obst¨¢culos de los migrantes para alcanzar la frontera: ¡°En bus nos roban y nos extorsiona la polic¨ªa¡±
Cientos de personas duermen junto a la Central de Autobuses del Norte de Ciudad de M¨¦xico tras el paro de los trenes en el pa¨ªs


Tras llegar a M¨¦xico desde Ecuador, Pedro le da vueltas a c¨®mo llegar a la frontera con Estados Unidos. Mira la cazuela de arroz que una compa?era hace sobre unas brasas a las afueras de la Central de Autobuses del Norte, en Ciudad de M¨¦xico, poblada este viernes de decenas de tiendas de campa?a instaladas por migrantes junto al asfalto que rodea el edificio. De repente, vuelve y responde: ¡°Eso es lo que estamos aqu¨ª craneando (pensando). Si nos vamos en el bus tenemos que pagar las alcabalas (pagos a polic¨ªas) y unos amigos que se fueron en bus dicen que a uno le quitan entre 500 y 400 pesos varias veces¡±. La otra opci¨®n le parece m¨¢s dura: ¡°Si nos vamos en el tren, s¨¦ que no vamos a pagar nada, pero corremos el riesgo de que nos pase algo¡±.
La situaci¨®n de Pedro, de 31 a?os, es la de muchos migrantes que se han instalado cerca de la estaci¨®n de autobuses. Se han trasladado aqu¨ª despu¨¦s de que Ferromex, la empresa propiedad de Germ¨¢n Larrea, el segundo hombre m¨¢s rico de M¨¦xico, detuviera el pasado martes numerosas rutas de tren por la presencia de hasta 4.000 migrantes en sus vagones que quer¨ªan llegar al la frontera norte del pa¨ªs. A esto se le suma que Maru Campos, la gobernadora del Estado de Chihuahua ¡ªuna de las puertas de entrada a Estados Unidos¡ª ha llegado este viernes a un acuerdo con la empresa ferroviaria y el Instituto Nacional de Migraci¨®n para disuadir a los migrantes de trasladarse en tren por su regi¨®n.

Las cifras de migrantes que intentan cruzar la frontera con Estados Unidos no para de subir y ha dejado n¨²meros superiores a los de antes de la pandemia. M¨¢s de 91.000 personas miembros de una familia (al menos dos personas con parentesco directo que migran) fueron detenidas en agosto cuando instaban cruzar de forma ilegal, seg¨²n datos de la Oficina de Aduanas y Protecci¨®n Fronteriza de Estados Unidos.
Entre dudas sobre si tomar el tren o el autob¨²s, Pedro sabe que el camino que lo ha llevado hasta Ciudad de M¨¦xico es el preludio de lo que le espera hacia la frontera. ¡°En M¨¦xico el problema es la extorsi¨®n. Si viajas sin documentaci¨®n, los polic¨ªas te quitan el dinero; si no tienes dinero, te quitan el tel¨¦fono; y si no tienes nada, te devuelven para atr¨¢s, a la frontera con Guatemala¡±, explica. Denuncia que las autoridades saben que autobuses transportan a migrantes y los paran en varios puntos del trayecto. ¡°Yo prefiero mil veces cruzar el Dari¨¦n que cruzar M¨¦xico¡±, recalca.
Pedro, tras salir de Santo Domingo de los Colorados, ciudad ecuatoriana en la que viv¨ªa, cruz¨® toda Centroam¨¦rica y lleg¨® a M¨¦xico por Tapachula, ciudad del Estado de Chiapas que hace frontera con Guatemala. All¨ª, el pasado lunes, un grupo de migrantes intent¨® entrar por la fuerza en la Comisi¨®n Mexicana de Ayuda a Refugiados a causa de las aglomeraciones de hasta 6.000 personas en su exterior.
El siguiente paso de este migrante es llegar a Estados Unidos. Pero el CBP One, una aplicaci¨®n para pedir asilo en territorio estadounidense, ¡°tarda mucho¡±. Pedro quiere llegar a Sonora, una regi¨®n fronteriza que ¨¦l considera m¨¢s factible para entrar. ¡°Nosotros estamos pensando mejor arriesgarnos a entregarnos a los polic¨ªas estadounidenses en la frontera¡±, explica. Este m¨¦todo, que forma largas colas de migrantes que esperan a ser detenidos, consiste en que una vez capturados en territorio estadounidense, los migrantes pueden comprarse un transporte hasta casa de familiares o conocidos mientras esperan a ser procesados.
La embajada de Estados Unidos en M¨¦xico ya ha avisado a los migrantes que quieren usar esta v¨ªa de que pueden devolverlos a territorio mexicano tras ser detenidos. Las autoridades migratorias se amparan en el T¨ªtulo 8, que el presidente estadounidense, Joe Biden, endureci¨® tras el fin del T¨ªtulo 42 que hab¨ªa decretado su predecesor, Donald Trump, para devolver a migrantes de forma r¨¢pida. Es lo que sucedi¨® en Ciudad Ju¨¢rez, localidad del Estado de Chihuahua que hace frontera con El Paso, en Estados Unidos. All¨ª, la Guardia Nacional desaloj¨® a 300 migrantes que esperaban a cruzar la frontera en un campamento en el lecho del r¨ªo Bravo.
La crisis migrante que afecta a todo el pa¨ªs en Estados como Chiapas, Chihuahua o Oaxaca, donde los albergues est¨¢n colapsados, la conoce el migrante venezolano de 39 a?os Ricardo ?lvarez. Duerme por fuera de la estaci¨®n de autobuses en una tienda de campa?a junto a su mujer, Lili Noguera (38 a?os), y su hijo Isaias. El ni?o de 7 a?os es la raz¨®n de que no quieran realizar el viaje en el tren conocido como La Bestia, que ha dejado numerosas muertes y mutilaciones a migrantes que han tratado de llegar a la frontera de Estados Unidos subidos en ¨¦l. ¡°A veces pensamos en irnos en el tren porque no tenemos recursos econ¨®micos, pero tambi¨¦n es peligroso por el ni?o¡±, explica ?lvarez.
Est¨¢n ahorrando para pagar los 1.500 pesos que, seg¨²n ellos, cuesta el autob¨²s hasta la frontera. Pero tambi¨¦n han conocido la cara amarga de la extorsi¨®n. ¡°En varias ocasiones los polic¨ªas nos han bajado y nos han hecho pagar m¨¢s por los pasajes¡±, denuncia ?lvarez. Sin embargo, para ellos lo m¨¢s duro no ha sido atravesar M¨¦xico. Desde que salieron por razones econ¨®micas de Barquisimeto, en Venezuela, su mayor dificultad fue atravesar la trampa mortal del Dari¨¦n.
Ahora, mientras esperan a conseguir cita en el CBP One intentan ahorrar todo lo posible para pagar los billetes de autob¨²s. ¡°Estamos vendiendo chupetas y muchas personas por ah¨ª nos colaboran con monedas y billetes¡±, dice ?lvarez. Cada d¨ªa comen en los puestos que hay en frente de la Estaci¨®n de Autobuses del Norte, donde ¡°ha llegado mucha gente despu¨¦s del paro de Ferromex¡±. Ahora, como la familia ?lvarez-Noguera y el migrante ecuatoriano Pedro, muchas personas esperan su viaje a la frontera de Estados Unidos, ya sea en el peligro que supone montarse en La Bestia o el riesgo de ser extorsionados tras horas de carretera en un autob¨²s.
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