Se busca vecino para L¨®pez Obrador en La Chingada
El hermano del presidente pone a la venta un terreno junto a la finca a donde L¨®pez Obrador se retirar¨¢ a vivir al concluir su Gobierno, el pr¨®ximo a?o
Se busca vecino para Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. El presidente de M¨¦xico ha prometido que se retirar¨¢ de la pol¨ªtica al concluir su Gobierno, el 30 de septiembre de 2024, y que se marchar¨¢ a vivir a su casa de Palenque, en el Estado sure?o de Chiapas. Se trata de una finca de 13,3 hect¨¢reas que le heredaron sus padres a su fallecimiento. Los hermanos de L¨®pez Obrador tambi¨¦n obtuvieron terrenos en herencia, colindantes con el rancho del presidente. El menor de los hermanos, Mart¨ªn Jes¨²s L¨®pez Obrador, ha puesto a la venta su fracci¨®n de terreno, una propiedad de 2.671 metros cuadrados, a un precio de 40 millones de pesos (2,2 millones de d¨®lares), seg¨²n ha confirmado EL PA?S a trav¨¦s de un agente comercial del hermano del presidente.
La finca del mandatario est¨¢ ubicada en el kil¨®metro 5 de la carretera Palenque-Pakaln¨¢ y ya es un atractivo tur¨ªstico. Los habitantes del caluroso Palenque saben dar referencias a quien pregunta por el lugar, lo mismo que los taxistas. En Google Maps ya hay una marca que se?ala la ubicaci¨®n exacta del rancho presidencial. Fue el propio L¨®pez Obrador quien bautiz¨® su casa como La Chingada. All¨¢ se ir¨¢, ha dicho con jiribilla. En M¨¦xico, la chingada funciona como lugar abstracto de perdici¨®n o de acogida; sitio lejano, sin retorno, una dimensi¨®n desconocida. Uno puede irse o mandar a alguien all¨ª. L¨®pez Obrador comenz¨® a jugar con el nombre poco antes de la elecci¨®n de 2018, en la que conquistar¨ªa por fin la silla presidencial, a su tercer y definitivo intento. ¡°?Que? seri?a de mi? si no ganamos la presidencia?¡±, escribi¨® en su autobiograf¨ªa Esto soy (2017). Para ¨¦l solo hab¨ªa dos caminos: ¡°A Palacio o a La Chingada¡±. El mandatario gan¨® los comicios y lleg¨® a Palacio Nacional. Ya que va de salida, ha retomado sus planes de una jubilaci¨®n definitiva.
En el predio junto a La Chingada, en un terreno cercado y de hierbas crecidas, hay un letrero que dice: ¡°Se vende o se renta. Trato directo¡±. La venta es a un precio de 15.000 pesos por metro cuadrado. La renta, a 70 pesos por metro, seg¨²n la informaci¨®n proporcionada por el intermediario. En el predio se puede construir lo que sea, ha garantizado, a excepci¨®n de expendios de hidrocarburos y ¡°centros de entretenimiento para adultos¡±, l¨¦ase bares o cantinas. ¡°Es una limitante, justo por estar al lado la casa del ciudadano presidente¡±, ha se?alado. ?Un hotel? ¡°Es posible¡±, ha dicho el agente. Y si en el municipio (gobernado por el Partido Verde, aliado de Morena) se atora alg¨²n permiso para construcci¨®n, ¡°nosotros le apoyamos¡±, ha ofrecido, confidente.
Tomando como referencia el valor de la tierra de una sola fracci¨®n de la finca familiar (la de Mart¨ªn Jes¨²s), el rancho La Chingada, con sus 13 hect¨¢reas, alcanzar¨ªa en el mercado inmobiliario un buen precio. A los siete hijos de los se?ores Andr¨¦s L¨®pez Ram¨®n y Manuela Obrador Gonz¨¢lez no les cost¨® esta propiedad. La recibieron en herencia en el 2000, cuando fallecieron ambos progenitores. Dos hermanos del presidente han muerto, y ¨¦l ha quedado como el mayor de los descendientes. Los terrenos de los L¨®pez Obrador est¨¢n ubicados a 15 minutos en auto de la zona arqueol¨®gica de Palenque, icono de la cultura Maya, y a 10 minutos del aeropuerto internacional de esta ciudad.
El mandatario no es chiapaneco (naci¨® en Tabasco, hace 69 a?os), pero los habitantes de este Estado fronterizo con Centroam¨¦rica lo aprecian como uno de ellos, un palencano. Andr¨¦s Fortunato, de 42 a?os, que atiende un puesto de tacos sobre un triciclo al otro lado de la carretera, dice que le da felicidad que el presidente lleve su retiro en esta ciudad. ¡°Aqu¨ª lo amamos y lo apoyamos siempre. Ojal¨¢ que no sea mentira y vaya a comprar una casa por all¨¢, en la capital, como los otros presidentes¡±, dice el hombre.
¡ª?Ya vio que se vende un terreno al lado?
¡ª?Ay, s¨ª! ¡ªdice Fortunato con admiraci¨®n.
¡ª?Se imagina vivir al lado del presidente?
¡ªPues estar¨ªa muy bien, pero ha de costar mucho. Todav¨ªa no llegamos ah¨ª ¡ªdice, risue?o, acariciando su triciclo.
Palenque adopta a un tabasque?o
Los habitantes de Palenque, sobre todo los adultos, siempre tienen una historia que contar sobre el que ser¨¢ su nuevo vecino, Andr¨¦s Manuel. En un taller de autos ubicado junto a la finca del presidente, un joven que atiende el mostrador ¡ªhijo del propietario del negocio¡ª recuerda las ocasiones en que vio a su padre tomando el fresco con L¨®pez Obrador en el patio, platicando los dos, como buenos amigos. El taxista Fernando Garc¨ªa cuenta que jugaba beisbol con Andr¨¦s Manuel cuando ambos eran adolescentes, hace, ?qu¨¦ ser¨¢?, piensa, unos 55 a?os. ¡°A ¨¦l no le gustaba otra cosa que el beisbol. Era muy buen jugador¡±, dice. Alfonso Montejo cuenta que trabaj¨® para los ancestros de L¨®pez Obrador y que conoce el interior de su finca. ¡°Sus padres, en paz descansen, me dieron posada. Yo lavaba platos, barr¨ªa la casa, tend¨ªa sus camas de henequ¨¦n. Adentro hay una mata (¨¢rbol) de mango, yo lo s¨¦¡±, dice el hombre.
Afuera de La Chingada se juntaron las personas el pasado fin de semana. Se enteraron de que el presidente visitar¨ªa Palenque para encabezar la cumbre sobre migraci¨®n con jefes de Estado y dignatarios de pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe. All¨ª pas¨® la noche del s¨¢bado. A la ma?ana siguiente, sus simpatizantes montaron guardia en la entrada, de pie, a la sombra de un ¨¢rbol (el clima tropical era espeso; hab¨ªa una tranquilidad so?olienta). Varios quer¨ªan saludar al mandatario, pero la mayor¨ªa vino a pasarle una petici¨®n de ayuda. Han viajado de Campeche, de Veracruz, de Tabasco; han gastado su poco dinero. Los problemas son acuciantes.
Atilano Morales, de 65 a?os, necesita regularizar la tenencia de terrenos de siembra. Cuenta que desde hace tres d¨¦cadas ha acompa?ado el movimiento obradorista. ¡°?l me conoce, me llama Chelo¡±, dice. En las manos recias trae una carpeta con sus papeles. El hombre conf¨ªa en que el presidente pueda ayudarle, aun cuando ya quedan tan pocos meses para que concluya su mandato, que la esperanza muerte al ¨²ltimo. ¡°Le queda poco tiempo, s¨ª, pero ¨¦l es una persona que cumple lo que te promete. Se ha dedicado mucho a ayudar a los que no tenemos nada¡±, dice.
La entrada principal de la finca es un enorme zagu¨¢n negro. Al lado hay una caseta de vigilancia. Cuando se abren las puertas de par en par, todo se vuelve un enjambre: papeles arriba, celulares listos, las voces al cuello: ¡°?Andr¨¦s Manuel!¡±, ¡°?presidente!¡±. L¨®pez Obrador sale a bordo de una camioneta, en el asiento del copiloto. Desde la ventanilla abierta saluda y recibe las peticiones, con el veh¨ªculo en movimiento. El intercambio dura apenas segundos, el auto acelera y la gente corre detr¨¢s, hasta que se vuelve imposible seguirle la marcha, adi¨®s, presidente.
En el cruce del sem¨¢foro, tres adolescentes centroamericanos ven pasar el cortejo a la distancia. Dejaron su pa¨ªs, Honduras, para escapar de la violencia de las pandillas, explican. En M¨¦xico han tramitado permisos de trabajo, pero hace meses que no les dan respuesta. Entretanto, limpian los parabrisas de los autos a cambio de propinas, a unos metros de La Chingada.
¡ª?Te ha tocado limpiar el coche de L¨®pez Obrador?
¡ªNo, no nos dejan acercarnos, que por seguridad ¡ªdice el mayor de los muchachos¡ª. Nosotros nada m¨¢s queremos ganarnos algo para comer.
Quietud intelectual
L¨®pez Obrador adelant¨® en su autobiograf¨ªa c¨®mo ser¨¢ su vida una vez jubilado. Describi¨® lo que ser¨ªa un idilio. ¡°En ese encierro verde y lleno de vida animal y vegetal trabajar¨ªa en labores de siembra y cuidado de plantas, escribiri?a y saldri?a a dar clases de Historia a jo?venes de Tabasco y de Chiapas. Tendri?a que convertirme en maestro para ensen?ar y obtener ingresos, porque no soy rico¡±, escribi¨® en 2017. ¡°En La Chingada siempre he tenido la quietud necesaria para el quehacer intelectual. Ahi? hice mi discurso del desafuero [en 2005] y he escrito borradores y varios de mis libros. Podri?a, tambie?n, jugar domino? con Beatriz [Guti¨¦rrez, su esposa] y con mis hijos y practicar otra de mis pasiones, el beisbol¡±, a?adi¨®.
El presidente ha invitado a su rancho a algunos de sus mejores amigos, como el cantautor cubano Silvio Rodr¨ªguez, el l¨ªder del laborismo ingl¨¦s Jeremy Corbyn y el pol¨ªtico espa?ol Miguel ?ngel Revilla. Nada parecer¨ªa extra?o en las noticias sobre L¨®pez Obrador y su casa. Pero no siempre fue as¨ª. Hubo un tiempo en que el pol¨ªtico no inscribi¨® la tenencia de La Chingada en sus declaraciones patrimoniales para ejercer cargos p¨²blicos. En 2016, Exc¨¦lsior document¨® que era due?o del rancho de Palenque, y fue entonces que cont¨® que se trataba de una herencia de sus padres.
L¨®pez Obrador, un hombre que profesa la austeridad como credo pol¨ªtico, dice no ser due?o de nada. T¨¦cnicamente es cierto. En una ¨¦poca fue propietario de dos departamentos en Copilco (Ciudad de M¨¦xico) y de tres casas y un terreno en Tabasco, adem¨¢s de la finca de Palenque. Todo, sin embargo, lo ha cedido a sus cuatro hijos a lo largo de los a?os. En el caso de La Chingada, L¨®pez Obrador acord¨® con ellos que le permitan vivir all¨ª hasta su muerte.
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