La depredaci¨®n del pulpo beb¨¦: ?el fin de la pesca de la esperanza en el sur de M¨¦xico?
El pulpo maya da sustento a unos 20.000 pescadores en la Pen¨ªnsula de Yucat¨¢n. Se exporta principalmente a Europa. Pero su captura ilegal y la sobreexplotaci¨®n ponen en riesgo la salud de los pescadores y los ecosistemas
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De una hielera que abarca de lado a lado un peque?o bote de cinco metros de largo, tres pescadores de entre 20 y 35 a?os sacan un artefacto que a primera vista parecen solo fierros oxidados sobre una tabla de madera. Est¨¢n conectados a un tanque de cerveza de 30 litros que usan para meter ox¨ªgeno por una mara?a de mangueras de pl¨¢stico que parecen no tener fin. El depredador m¨¢s grande de los pueblos pesqueros de la Pen¨ªnsula de Yucat¨¢n, en el sureste de M¨¦xico, no es un animal mitol¨®gico, sino ese tanque de aire casero. Se conoce simplemente como ¡°la compresora¡± y con ella, los pescadores bucean entre tres y cuatro horas seguidas porque es m¨¢s barata que un tanque de ox¨ªgeno normal. Pero su actividad es ilegal.
En 2018, cuando se populariz¨® la compresora para la pesca ilegal del pepino de mar en el norte de Yucat¨¢n, pescadores de toda la Pen¨ªnsula fueron all¨ª para aprender a utilizarla, y comenzaron a sacar pepino en otras comunidades. Aunque muchos pescadores y empresarios se enriquecieron, un a?o despu¨¦s, la captura de esa especie colaps¨®. Entonces la compresora se sigui¨® utilizando para sacar pulpo.
Jaziel es un pescador que prefiere usar un nombre falso para proteger su identidad. Es alto, robusto y de risa estruendosa. Trabaja como buzo desde hace once a?os en Lerma, una comunidad de Campeche que a¨²n mantiene una fuerte tradici¨®n de pesca con garete. Esta modalidad es la ¨²nica permitida porque asegura la sostenibilidad de la especie, pero debido al uso desmedido de la compresora, los pescadores legales ya no sacan m¨¢s de cinco kilos de pulpo al d¨ªa.
?l, sin embargo, puede sacar m¨¢s de treinta kilos en un viaje. Un mes antes del inicio de la temporada de pesca (del 1 de agosto al 15 de diciembre de cada a?o) Jaziel, como muchos otros pescadores irregulares, sali¨® a trabajar con otras tres personas a 20 kil¨®metros de la costa de Campeche. Ese d¨ªa, la compresora no encendi¨® y el motor de la lancha se descompuso. El desgaste por el contacto con la sal del mar era visible.
Otro pescador, La Barbie, apodado as¨ª por su cabello te?ido de rubio, decidi¨® aventarse a pescar a pulm¨®n, como lo hac¨ªan antes los buzos. Se coloc¨® un visor, un tubo de esn¨®rquel y se amarr¨® una pinza en el cintur¨®n a modo de pesa y baj¨® cada uno o dos minutos esperando encontrar algo entre la arena y las bovedillas de construcci¨®n que es lo ¨²nico que se ve en el fondo marino de esta zona.
Luego de cuatro horas de bucear, La Barbie sac¨® tres kilos de caracol, pepino y un producto que se est¨¢ popularizando pese a que su captura es ilegal: el pulpo beb¨¦. La cabeza de un pulpo debe medir 11 cent¨ªmetros para dar la talla m¨ªnima legal para pescar, pero estos apenas med¨ªan 5. Con la venta no alcanzar¨¢ para pagar el tanque de 50 litros de gasolina que se desperdici¨® en el viaje, ya que cada kilo de pulpo se vende entre 100 y 150 pesos (entre 5,80 y 8,70 d¨®lares).
Sustento econ¨®mico
Al pulpo se le conoce como ¡°la pesca de la esperanza¡± porque con ella alrededor de 20.000 pescadores y sus familias de la Pen¨ªnsula de Yucat¨¢n recuperan todo lo invertido anualmente para reparar sus barcos, cubrir los gastos de sus casas y solicitar pr¨¦stamos. Pero el animal est¨¢ en riesgo de sobreexplotaci¨®n, mientras que los m¨¦todos que se usan para su captura ilegal ponen en problemas la salud de los pescadores y de los ecosistemas en los que operan.
La especie que m¨¢s se pesca es el octopus maya (pulpo rojo), end¨¦mica de las aguas del Banco de Campeche. Para su captura se emplea flota menor: embarcaciones peque?as como la de Jaziel. La otra especie, octopus americanus, que hasta hace poco se conoc¨ªa como octopus vulgaris (pulpo com¨²n), se pesca a lo largo del Golfo de M¨¦xico y la Pen¨ªnsula de Yucat¨¢n con flotas de mediana y mayor altura, que operan casi exclusivamente en el puerto de Progreso.
El pulpo rojo vive poco, entre 12 y 18 meses, lo que significa que es una especie resiliente, que se recupera r¨¢pido. ¡°Las hembras desovan menos huevos que otras especies, entre 1.500 y 2.000, pero el beb¨¦ desde que eclosiona tiene forma de pulpo chiquito, en lugar de larvas. Esto hace que no se mueva con las corrientes y sobreviva mejor en el fondo marino durante 3 o 4 meses¡±, explica Otilio Avenda?o, especialista en ecolog¨ªa y manejo de pesquer¨ªas.
La mayor parte del pulpo que se come en M¨¦xico y muchos otros pa¨ªses viene de la Pen¨ªnsula de Yucat¨¢n. Esta regi¨®n depend¨ªa de especies de escama, como el mero y huachinango, hasta que en 1982 las flotas mayores comenzaron a comercializar el pulpo mexicano a Europa. Hasta 1995, la captura promedi¨® 9.000 toneladas, pero entre 1996 y 1997, Marruecos impuso una veda para prohibir que Espa?a siguiera explotando sus recursos marinos y el mercado se volc¨® a M¨¦xico, que duplic¨® su nivel de capturas hasta 2010 y se convirti¨® en la tercera pesquer¨ªa de pulpo m¨¢s importante en el mundo.
Entre 2006 y 2021, M¨¦xico export¨® m¨¢s de 150.000 toneladas de pulpo, por un valor de casi 900 millones de d¨®lares. Italia, Espa?a y Estados Unidos fueron sus destinos principales. Casi el 82% proven¨ªa de Yucat¨¢n, de acuerdo con datos oficiales. Pero, la explotaci¨®n desmedida est¨¢ pasando factura. Desde 2019, las capturas se han reducido un 30%. En 2022, se capturaron 20.000 toneladas, rebasando por poco la cuota m¨¢xima de pesca establecida por el Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (Inapesca). Adem¨¢s, entre agosto y septiembre de 2023, se pesc¨® 39,7% menos que en el mismo periodo del a?o pasado.
T¨¦cnicas ilegales
David Cab y su hermano mayor V¨ªctor pertenecen a la cooperativa Kalapec, en el puerto de Lerma. Ambos usan gorra para cubrirse de las m¨¢s de seis horas que pasan pescando bajo el sol y al quit¨¢rsela se nota un cambio de tono entre la piel de su frente y el resto de su cara, quemada por el reflejo de la lancha.
David lleg¨® a ser el actual director del comit¨¦ de pescadores gareteros. Lo hizo por el hartazgo de pescar cada vez menos mientras ve¨ªa a buzos cazando todos los d¨ªas debajo de sus embarcaciones. Desde su puesto exige al Gobierno estatal, a la Comisi¨®n Nacional de Pesca (Conapesca) y a la Secretar¨ªa de Marina (Semar) que aumenten la vigilancia contra la pesca ilegal. Esta temporada, David y V¨ªctor prefirieron trabajar como alba?iles o vendiendo pan, como hacen durante la veda, porque solo lograron pescar cuatro pulpos al d¨ªa al inicio y la venta no alcanzaba para saldar sus deudas.
La ¨²nica t¨¦cnica de pesca permitida en M¨¦xico es con garete por ser m¨¢s sustentable, artesanal y amigable con la especie. Los pescadores usan jaibas como carnada, que avientan unidas a un hilo sostenido por unos palos de bamb¨², llamados jimbas. Arrojan de seis a ocho de estas trampas, distribuidas alrededor de su peque?o bote sin motor, y navegan a la deriva, esperando a que el pulpo salga de su guarida a comer la carnada. La t¨¦cnica es una lucha mano a mano entre pescador y pulpo: el primero debe jalar el hilo a una velocidad moderada para que no se suelte el segundo, mientras ¨¦ste va comiendo tan r¨¢pido como puede para regresar a su cueva. Cuando el pescador y el pulpo se encuentran, al primero le da tiempo de medir al ejemplar y corroborar la talla m¨ªnima establecida en la Carta Nacional Pesquera. Si es m¨¢s peque?o, el pescador lo debe regresar al agua y el pulpo puede volver a su vida sin da?o alguno.
Sin embargo, este arte de pesca se ha visto reducido porque es mucho m¨¢s lento que el ilegal. Al respirar debajo del agua con ayuda de la compresora, los buzos ya no esperan a que el pulpo atrape la carnada sino que pueden perseguirlo hasta cazarlo, incluso dentro de su guarida.
En Yucat¨¢n, que hay piedra caliza en el mar, los pescadores que bucean con gancho vierten cloro dentro de las cuevas de los pulpos para forzarlos a salir desesperados. Mientras que en Campeche, como el suelo es somero, los buzos avientan al mar bovedillas de construcci¨®n, que son bloques hechos de concreto y arena con tres agujeros en medio. Los rompen y tapan con cemento de un lado para crear casas artificiales para los pulpos donde las hembras desovan y encuentran un falso refugio para ellas y sus cr¨ªas. Un pescador independiente puede llevar de 70 a 100 bovedillas en cada viaje, y las tira de diez en diez, marcando con el GPS su ubicaci¨®n. Como el pulpo maya no viaja durante su crecimiento, con esta t¨¦cnica los buzos saben exactamente d¨®nde encontrarlo.
¡°En muchos puertos de aqu¨ª, de Campeche, ver¨¢s monta?as de bovedillas y creer¨ªas que construyen una nueva ciudad. Ellos van a bucear sobre los puntos que visitan peri¨®dicamente, sacan los pulpos y luego la bovedilla se vuelve a repoblar de pulpo¡±, explica Unai Markaida, bi¨®logo marino del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) en Campeche.
Markaida ha trabajado de cerca de los pescadores legales e ilegales de Campeche y reconoce los cambios visibles en la pesca con la llegada de la compresora. ¡°Una lancha de buzos saca alrededor de 200 kilos al d¨ªa de recurso, como hac¨ªan los gareteadores antes. Esto va a tener un l¨ªmite, porque no puedes estar extrayendo a esos niveles todo el tiempo y adem¨¢s va a traer problemas de salud a los pescadores¡±, advierte.
Los buzos diariamente se exponen a una descompresi¨®n tras tantas horas bajo el agua mientras respiran aire mezclado con gases, pues el motor que propulsa la compresora no tiene filtro. Algunos pescadores le ponen saborizante de menta a la boquilla para disfrazar el sabor a aceite que llega con cada respiraci¨®n.
Tren Maya, nuevos materiales para la pesca ilegal
La demanda de este animal ha crecido tanto que los buzos no se detienen para diferenciar si el pulpo que pican tiene la talla legal o si son hembras enhuevadas. Por lo general, ellas dejan de alimentarse para cuidar a sus huevos y, cuando nacen, las cr¨ªas comen el cad¨¢ver de su madre. La medida m¨ªnima de 11 cent¨ªmetros de cabeza se determina por la talla de primera madurez del pulpo maya, en la cual la mitad de las hembras ya se reprodujeron, explica Minerva Alonso, ocean¨®loga que trabaj¨® en pesquer¨ªas de pulpo durante 20 a?os. ¡°Cuando t¨² vas y sacas con un gancho a un pulpo, hay una gran probabilidad de que sea una hembra, sobre todo en la ¨¦poca de reproducci¨®n (porque no sale del refugio) y, en realidad, no solo la matas a ella sino a miles de pulpos¡±.
Seg¨²n calcula un pescador ilegal del puerto de Lerma que prefiere no dar su nombre, cada a?o alrededor de 3.000 lanchas ilegales tiran dos millones de bovedillas. ¡°Yo tiro, p¨®ngale, como 500 o 600 bovedillas, pero empresas grandes tiran como 800. Si uno quiere seguir invirtiendo, t¨² pones una parte y ellas ponen la mitad. As¨ª que hay personas que tiran hasta 3.000 o hasta 5.000 bovedillas por lancha. A veces de la misma empresa son como 10 lanchas¡±, explica.
Para Otilio Avenda?o, quien tambi¨¦n es investigador de la UMDI Sisal-UNAM, ¡°aventar bloques de cemento para crear ¡®refugios marinos¡¯ sin estudios ni bases tambi¨¦n es contaminar¡±. Seg¨²n pruebas que se realizaron en su facultad, una de estas bovedillas tarda entre 3 y 5 a?os en desintegrarse. Adem¨¢s, desde este a?o, se sum¨® una nueva t¨¦cnica ilegal de pesca del pulpo con las obras del Tren Maya, uno de los megaproyectos emblem¨¢ticos del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, que trajo consigo el uso de materiales de construcci¨®n m¨¢s baratos y duraderos, como tubos de pl¨¢stico que los pescadores usan como trampas para los pulpos.
Cab lo confirma mostrando tres bolsas gigantes llenas de tubos en el jard¨ªn de uno de sus conocidos que pesca con compresora. ¡°Muchos depredadores fueron a buscarlos para venderlos en 4 o 4,50 pesos cada uno [unos 0,25 d¨®lares]. Tiran hasta 30 juntitos y luego lo van revisando y sacan el pulpo con gancho¡±, explica Cab. El tubo color naranja se queda en el mar.
La lucha por detener la pesca con compresora
Una vez, unos pescadores de cooperativa quemaron las lanchas de los buzos estacionadas en la costa de Lerma. La competencia por los recursos ha tra¨ªdo fricciones entre locales y los for¨¢neos y entre las cooperativas artesanales y los pescadores irregulares.
Silvia Salas M¨¢rquez, responsable del laboratorio de pesquer¨ªas en el departamento de recursos del mar del Centro de Investigaci¨®n y de Estudios Avanzados (Cinvestav) en M¨¦rida, se ha dedicado a estudiar las pesquer¨ªas de manera integral tomando en cuenta factores sociales y econ¨®micos. ¡°Hay quien aprendi¨® a pescar por tradici¨®n y quien encontr¨® la oportunidad de pescar por programas. Ah¨ª yo creo que s¨ª se tiene un sentido de pertenencia. He encontrado que la gente se queja de lo que les llaman los fuere?os, porque dicen que ellos no visualizan que el producto pesquero es el futuro de sus medios de vida, porque cuando se acabe ah¨ª se pueden mover a otro lugar¡±, explica.
Los pescadores de Kalapec muestran pulpos peque?os que fueron decomisados con se?as de pesca por compresora. La piel del animal tiene hoyos del fierro que se us¨® para pescarlos. Algunos ya no tienen brazos. Los perdieron al luchar y agarrarse contra la bovedilla o lo que encontraron a su paso. Un pulpo pescado de manera legal no muestra esas marcas de violencia y muchas veces ni siquiera los matan en altamar porque esperan a llegar a la costa para mantener su frescura, congelarlos y luego enviarlos a los clientes. Por eso se reconoce la calidad del pulpo maya.
En una mesa del mercado central de la ciudad de Campeche, durante la temporada de veda, a primera vista no hay pulpo desplegado en los puestos, pero basta con preguntar a los vendedores para que refieran a alguien que lo tiene oculto en un refrigerador debajo del mostrador. Los pulpos fueron pescados con gancho. La cabeza de uno ya no tiene forma y la del otro est¨¢ rebanada a la mitad.
El mercado europeo fija los precios
¡°Siempre hablamos de la pesca ilegal, pero no hablamos de los mercados ilegales e informales¡±, se?ala Salas del Cinvestav. En 2020, la especialista mape¨® junto con otras investigadoras a los actores de la cadena productiva del mercado del pulpo. Gran parte del producto legal se distribuye a trav¨¦s de los due?os de las cooperativas, bodegas de almacenamiento y distribuidores independientes y sale de la pen¨ªnsula a trav¨¦s de 25 plantas certificadas para exportar al mercado europeo, de las cuales 23 est¨¢n en Progreso.
En M¨¦xico, el pulpo llega a la Ciudad de M¨¦xico, Guanajuato, Guadalajara, Baja California, Sonora y Monterrey, desde donde tambi¨¦n se exporta. ¡°El mercado de La Viga en la Ciudad de M¨¦xico es un centro log¨ªstico donde muchos dejan su producci¨®n y la mueven a los diferentes estados a trav¨¦s de fleteras consolidadas¡±, cuenta el empresario V¨ªctor Juan Zacar¨ªas Solis, quien tambi¨¦n es presidente de la C¨¢mara Nacional de las Industrias Pesquera y Acu¨ªcola (Canainpesca) en Yucat¨¢n.
El mercado europeo fija los precios, ya que no compra pulpo de m¨¢s de 100 pesos (5,80 d¨®lares) a las exportadoras. Ellas determinan el precio al pescador y a las bodegas bas¨¢ndose en la oferta y demanda. Esta temporada, el pulpo se pag¨® en 70 pesos por kilo al pescador de cooperativa.
Desde 2018, las empresas obtuvieron mayor capacidad de controlar el mercado m¨¢s all¨¢ del precio porque el Gobierno federal dej¨® de entregar permisos nuevos para pescar por la sobreexplotaci¨®n de diferentes especies. Quienes ten¨ªan uno comenzaron a venderlo o intercambiarlo y a crear arreglos comerciales como emplear a los pescadores regulares e irregulares a cambio de pagarles insumos como gasolina para la pesca y comprarles el producto. ¡°Entonces llega un permisionario que les paga m¨¢s barato y teniendo 20 lanchas les dice: ¡®Te contrato y el permiso es m¨ªo, pero si t¨² pescas ilegalmente, el que se va a la c¨¢rcel eres t¨²¡±, explica Salas.
A su vez, las cooperativas se multiplicaron para recibir apoyos econ¨®micos del Gobierno. Pasaron de ser un modelo equitativo, con representantes y votaciones, a organizaciones formadas por familias completas. Los expertos aseguran que, aunque ha habido iniciativas para un ordenamiento pesquero, estas pr¨¢cticas obstaculizan la pesca legal.
Adem¨¢s, la pesca ilegal puede navegar a trav¨¦s de los caminos legales. Seg¨²n explica el presidente de la Confederaci¨®n de Cooperativas Pesqueras y Acu¨ªcolas de M¨¦xico (Comecoop), Jos¨¦ Luis Carrillo, hay pescadores irregulares que entregan su producto a los regulares en el mar o ambos entregan a la misma bodega en tierra y, si cada uno captur¨® cien kilos, se registran 200 en el total de arribos del pescador legal, pues no hay una limitante de pesca m¨¢xima por permisionario. ¡°As¨ª, el 30% o 40% de producci¨®n ilegal llega hasta Europa sin ning¨²n problema¡±, dice Carrillo.
La ¨²nica regulaci¨®n que existe para limitar las capturas durante la temporada es la cuota determinada por Inapesca, que este a?o se fij¨® en 21.392 toneladas a nivel federal, un l¨ªmite que los comerciantes superan cada a?o, aunque eso implique una pesca mayor de lo recomendado para mantener a la poblaci¨®n de pulpos sana.
Seg¨²n explica Zacar¨ªas, durante el periodo de veda, las congeladoras se quedan con pulpo en stock para surtir a otros exportadores y minoristas, pues ¡°ellos quieren vender los 12 meses del a?o¡±, se?ala. Sus trabajadores al recibir el producto revisan la talla (que van del 1 al 6, de los 450 a los 2.700 gramos respectivamente) y rechazan los pulpos de tallas menores; aunque los pescadores aseguraron que las bodegas les reciben pulpo beb¨¦ mientras no sea muy notorio.
En el Nuevo Mercado de la Viga en la Ciudad de M¨¦xico, vendedores ofrecen pulpos de tallas menores a las legales y con se?as de haber sido pescados con gancho. ¡°Ahorita est¨¢ m¨¢s barato¡±, dice uno, ¡°porque es la temporada. Cuando es fuera de temporada est¨¢ m¨¢s caro¡±. Adem¨¢s, dicen recibir tambi¨¦n ejemplares frescos de contrabando.
Las taras de pulpo fresco exhiben ejemplares con la cabeza visiblemente destruida proveniente de Campeche. Un vendedor ofrece pulpo baby, una talla por debajo de la permitida, a 85 pesos el kilo (5 d¨®lares), m¨¢s barato que los 120 y 140 pesos (entre 7 y 8 d¨®lares) que cuestan los de tallas legales. ¡°Hay un mercado de comercio ilegal durante todo el a?o de pulpo fresco y no existe una supervisi¨®n a los restaurantes suficientemente fuerte porque el tema de la trazabilidad es muy d¨¦bil, es muy dif¨ªcil detectar revisando documentos¡±, explica la ocean¨®loga Minerva Alonso.
Iniciativas como Fishery Progress (FIPS) han intentado mejorar la trazabilidad de la pesquer¨ªa, pero la certificaci¨®n, entre otras fallas, apenas se ha implementado en ocho empresas y cooperativas de toda la pen¨ªnsula.
Las consecuencias de la corrupci¨®n
Gran parte de los involucrados en la pesquer¨ªa de pulpo se han organizado en comit¨¦s para enfrentar la ilegalidad. Frecuentemente tienen reuniones con autoridades e incluso una vez compraron una lancha para apoyar a las autoridades federales en la vigilancia, pero el actual titular de la Secretar¨ªa de Pesca estatal ha denunciado la falta de inspectores.
Los esfuerzos se enfocan en el decomiso de productos ilegales en el mar o en traslados desde los puertos de Celest¨²n y Dzilam de Bravo, donde hay un mayor registro de lanchas irregulares. Seg¨²n un pescador de Kalapec, Conapesca depende de la Marina para sus labores de vigilancia porque no tiene un veh¨ªculo propio. ¡°Les dan entre 27.000 y 30.000 pesos (1.600 y 1.740 d¨®lares) para usar un veh¨ªculo de la Marina con combustible, pero estos ¨²ltimos solo salvaguardan la integridad de los pescadores, mas no participan en el operativo del decomiso¡±, explica.
Entre 2009 y 2023, Conapesca registr¨® 822.883 acciones de vigilancia distintas (recorridos terrestres, acu¨¢ticos, pl¨¢ticas de prevenci¨®n e inspecciones), el 2,7% de ellas en Campeche y el 3,5% en Yucat¨¢n. Son dos de los diez estados del pa¨ªs con mayor vigilancia de ese organismo, pero est¨¢n lejos del 19% que representan las acciones realizadas en Sinaloa, de acuerdo con datos proporcionados por la comisi¨®n v¨ªa solicitud de informaci¨®n.
Carlos Rosas, doctor y acuicultor de la UNAM Sisal, propone una mayor vigilancia a las menos de treinta empresas congeladoras y exportadoras que reciben producto de diferentes cooperativas y bodegas: ¡°Si controlas al comprador, frenas al pescador, porque no hay a quien le venda¡±, se?ala. Adem¨¢s, sugiere que ellos tienen mayor capital que los buzos para pagar las multas de Conapesca.
Investigadores y pescadores coinciden en que existe corrupci¨®n entre los inspectores de Conapesca para que sigan las operaciones irregulares. ¡°La pesca ilegal deja mucho dinero y hablamos de los que se dejan corromper para que pase su lancha, no le pase revisi¨®n a la bodega o blanquean sus facturas. Todo eso es la depredaci¨®n¡±, dice Cab.
A Jaziel y sus compa?eros, Conapesca ya les ha decomisado equipo valuado en 20.000 pesos (1.160 d¨®lares) y el producto que esconden en una hielera durante el viaje. Saben que, con el motor descompuesto, son un blanco m¨¢s f¨¢cil para la lancha de Semar, que a lo lejos persigue a otras embarcaciones con buzos, pero no los detiene ¡°porque sus lanchas est¨¢n marcadas¡±, denuncia el pescador.
Sus jefes les han recomendado que, si les paran los inspectores, se dejen agarrar y les entreguen la compresora: ¡°Te van a remolcar, te toman fotos para que ellos la suban al feis [Facebook], que vean que est¨¢n trabajando, pero despu¨¦s le llevan la compresora al patr¨®n, se la venden en 5.000 pesos (290 d¨®lares) y le piden 30.000, 40.000 pesos (entre 1700 y 230 d¨®lares) mensuales para seguir trabajando sin que los detengan¡±, dice Jaziel.
A los pescadores del comit¨¦ que se han quejado de las lanchas que operan sin permiso o de la corrupci¨®n, los inspectores los buscan para sancionarlos por faltas menores como no llevar su documentaci¨®n completa en cada viaje. ¡°Todo se sabe¡±, cuenta Alonso. ¡°En ocasiones, se ha pedido catear una bodega donde hay producto ilegal y, una noche antes de que vayan los inspectores, ya vaciaron la bodega porque alguien les avis¨®¡±. Conapesca no respondi¨® a las solicitudes de entrevista para este reportaje.
Amenazas al ecosistema
La cadena de responsables por la pesca desmedida del pulpo tiene un eslab¨®n m¨¢s, que para parte de los entrevistados en este reportaje es el de mayor peso: los consumidores, ya sea puestos en las costas o cualquier restaurante. Silvia Salas recomienda solamente consumir pulpo durante la temporada de pesca, mientras que Minerva Alonso cree que deber¨ªa haber una mayor inspecci¨®n a los restaurantes, donde hay chefs que trabajan con iniciativas como Comerpesca para capacitarse y comprar los productos de acuerdo a la normatividad.
En el restaurante Los mariscos de Chich¨ª, con una vista inigualable al malec¨®n de Progreso, los meseros ofrecen pulpo como especialidad del d¨ªa por 600 pesos (35 d¨®lares) durante la veda. Como consumidor, es dif¨ªcil corroborar si fue pescado de manera legal porque su tama?o se reduce con la cocci¨®n, pero las congeladoras (legales) aseguran que ellas no venden pulpo de manera local. Al solicitar permisos o facturas de donde se compr¨® el pulpo, los meseros no dan esa informaci¨®n.
Otra amenaza para la especie son los factores ambientales, como anomal¨ªas t¨¦rmicas cada vez m¨¢s frecuentes, que pueden debilitar a la especie. El equipo de Carlos Rosas de la UNAM Sisal encontr¨® que, a una temperatura mayor a 27¡ãC, las hembras dejan de desovar y los machos producen menos esperma. As¨ª, los huevos y pulpos juveniles crecen menos que en la temperatura normal (22-24?C) porque consumieron m¨¢s energ¨ªa para vivir. El doctor y su equipo creen que la siguiente generaci¨®n de estos pulpos peque?os ser¨¢ a¨²n menor.
Sin embargo, los investigadores consultados coinciden en que, por su resiliencia, antes de desaparecer, el pulpo se mudar¨ªa a aguas m¨¢s profundas para mantener una temperatura adecuada, pero la cadena de producci¨®n colapsar¨ªa. Para los pescadores, adaptarse a cada temporada implicar¨¢ alejarse cada vez m¨¢s de la costa, invertir m¨¢s en gasolina y un mayor esfuerzo, algo que solo la flota mayor podr¨¢ solventar.
Alicia Virginia Poot Salazar, responsable regional de Inapesca en Yucalpet¨¦n, asegura que no se requieren estrategias especiales de manejo porque la pesquer¨ªa de pulpo sigue sana, pero los estudios de su instituci¨®n han mostrado preocupaci¨®n sobre esa pr¨¢ctica. Desde 2011, antes del boom de la compresora, dicho instituto advirti¨® que si la pesquer¨ªa se segu¨ªa sustentando principalmente en la captura de pulpo maya se corr¨ªa un riesgo de sobreexplotaci¨®n del recurso a corto plazo. Recomend¨® hacer un mejor manejo enfocado en el pulpo com¨²n e implementar estrategias para pescar tallas legales, lo que no ha ocurrido.
Mientras, en el puerto de Lerma, los pescadores exigen penas m¨¢s severas para el comercio ilegal y que se respete su actividad artesanal, en riesgo de desaparecer. ¡°As¨ª es la vida de un pescador¡±, dice David Cab despu¨¦s de remolcar la lancha de Jaziel a la orilla tras permanecer seis horas varados en altamar. ¡°Para nosotros la pesca es todo, de eso vivimos y por eso estamos luchando¡±.