La oposici¨®n corrige el rumbo hacia posiciones menos enfrentadas con las pol¨ªticas de L¨®pez Obrador

¡°Si algo va bien, se deja como est¨¢, si algo va medio bien, se mejora, y si algo va mal, se cambia¡±. La oposici¨®n pol¨ªtica reestructura su campa?a electoral en torno a esta m¨¢xima, que es la de su candidata X¨®chitl G¨¢lvez desde hace tiempo y que ahora repiten los primeros espadas de su equipo. El frente opositor tiene dos opciones, darse de bruces contra la locomotora que empuja Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador hacia junio de 2024 o correr en paralelo a ver si la alcanza. Los electores generalmente son al¨¦rgicos a un proyecto que quiera destruir todo lo anterior, como hac¨ªan los antiguos emperadores chinos. Suelen encajar mejor propuestas que construyan sobre cimientos con los que pueden estar de acuerdo. Lo resumi¨® Enrique de la Madrid en entrevista con este peri¨®dico: ¡°Los programas sociales son ya un instrumento que no puedes tocar¡±.

Una cosa es el enfrentamiento legislativo o de oposici¨®n pol¨ªtica habitual y otra muy distinta hacer campa?a para encontrar votos hasta debajo de las piedras. La ideolog¨ªa h¨ªbrida de X¨®chitl G¨¢lvez parece encontrar mejor acomodo en un modelo moderado, apartidista, de cierto rechazo a las divisiones o los enfrentamientos, salvo alguna sorpresa, como cuando felicit¨® con calor la llegada del ultra argentino Javier Milei, quiz¨¢ tambi¨¦n en la ineludible busca de votos locales. Por otro lado, ya tiene los votos del PAN, que nunca se ir¨¢n a Morena, pero le faltan, quiz¨¢, algunos del PRI que no concuerdan con los eternos rivales blanquiazules, y tambi¨¦n podr¨ªa pescar en el caladero morenista que se haya sentido desilusionado en este sexenio, pero no irritado por completo, como proclama el partido m¨¢s a la derecha del Congreso.

¡°En efecto, la oposici¨®n tiene que evaluar qu¨¦ votos necesita para ser competitiva, y creo que necesitan acercarse m¨¢s al centro, en t¨¦rminos ideol¨®gicos, a aquellas personas que si bien respaldaron a este gobierno hace seis a?os, ahora creen necesario un cambio, aunque no rechazan todas las medidas implantadas, que est¨¢n de acuerdo, por ejemplo con los apoyos sociales¡±, dice el analista pol¨ªtico Khemvirg Puente. Por si acaso el plan les funciona, la rival en Morena, Claudia Sheinbaum, est¨¢ estos d¨ªas afianzando su posici¨®n a favor de las clases sociales m¨¢s desfavorecidas: ¡°Creen que ayudar a los pobres es dar apoyo a los flojos¡±, acusa a la derecha. Los pobres, parece insistir, son de Morena.

Los apoyos sociales, pues, no se tocan, aunque podr¨ªan mejorarse, seg¨²n prometen en el Frente. La desaparici¨®n del Seguro Popular, no se toca tampoco. Y la econom¨ªa se toca poco. Y la militarizaci¨®n, ya se ver¨¢. Hace unos meses, G¨¢lvez, en entrevista con este peri¨®dico, se declaraba de centro o centro izquierda y del actual gobierno salvaba esos programas sociales y la eliminaci¨®n del outsourcing (subcontrataci¨®n), por ejemplo. El pasado 5 de diciembre, en la presentaci¨®n de su equipo de campa?a, la candidata ampliaba el cat¨¢logo de las cosas a rescatar: ¡°Si algo puede mejorar, lo mejoramos, como es la econom¨ªa; si algo est¨¢ mal, lo vamos a arreglar, como es la salud y la inseguridad¡±.

La inseguridad es una de las grandes bazas de la oposici¨®n para hacer campa?a, porque el pa¨ªs est¨¢ que arde por todos los rincones y las estad¨ªsticas oficiales de violencia siguen siendo escandalosas. Dadas las circunstancias, los militares seguir¨¢n teniendo, a buen seguro, un papel preponderante en las propuestas de campa?a de la derecha. Ni siquiera plantean ahora la desmilitarizaci¨®n de la Guardia Nacional, seg¨²n De la Madrid. Hace solo un a?o, el asunto de los militares en tareas de seguridad abri¨® una crisis entre los partidos del Frente, porque el PRI vot¨® a favor de las propuestas de L¨®pez Obrador. En tiempos de campa?a, todo cambia. Y enfrentarse con los militares es enfrentarse con el ¡°pueblo uniformado¡±, como le llama el presidente. La admiraci¨®n que siente la gente por el Ej¨¦rcito podr¨ªa convertirse tambi¨¦n en un tema que no se toca, por lo menos en campa?a. O solo la parte m¨¢s obvia y la que m¨¢s repulsa genera, es decir, las tareas civiles que tienen encargadas, como la construcci¨®n de aeropuertos, trenes o bancos.

La oposici¨®n anda estos d¨ªas dando la oportunidad que antes neg¨® a la sociedad civil. Cada responsable de las diversas ¨¢reas de campa?a organizar¨¢ unas mesas en las que los expertos y la sociedad en general debatir¨¢n sobre el proyecto de Fuerza y Coraz¨®n por M¨¦xico. Como dec¨ªa De la Madrid: ¡°No hay que insistirle a la gente en que el pa¨ªs est¨¢ en llamas, no, mejor trabajemos sobre las cosas, lo que sirva se queda¡±.

El analista Kherving Puente ve en esta nueva estrategia m¨¢s templada de la oposici¨®n una v¨ªa para agarrar ¡°votos de los priistas del antiguo r¨¦gimen, pero tambi¨¦n de simpatizantes de Morena, y adem¨¢s tendr¨¢n que diferenciarse de la tercera opci¨®n, Movimiento ciudadano, que tiene que designar un candidato a¨²n, quien tambi¨¦n tratar¨¢ de disputarle votos al Frente y a Morena¡±, advierte Puente.

Este viraje de la oposici¨®n hacia una actitud m¨¢s contemporizadora debe consolidarse en una estrategia de comunicaci¨®n en la que los electores puedan identificar con claridad no solo qu¨¦ se rechaza, sino lo que se propone, dice Puente: ¡°Si se va a dar continuidad a algunos programas de la 4T, se?alar c¨®mo ser¨¢n continuados. Y qu¨¦ se modificar¨¢ sustantivamente. Ahora tienen la oportunidad de incorporar actores de la sociedad civil que han sido relegados, como empresarios, l¨ªderes de opini¨®n o activistas, que pueden, con su presencia, dar un respaldo al discurso de campa?a de X¨®chitl¡±, a?ade Puente. Aunque no conf¨ªa del todo en la capacidad de sumar a estos representantes sociales, habida cuenta de la falta de voluntad de los partidos que sostienen a la candidata para dejarles participar hasta ahora en la carrera presidencial. Hasta ahora. El discurso ha cambiado. Lo expres¨® as¨ª el coordinador de campa?a, Santiago Creel: ¡°Una de mis tareas principales es que X¨®chitl se mantenga, se preserve en su condici¨®n de ciudadana, que no se nos partidice¡±.

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