Sed de agua y de justicia en el desierto sagrado de los wix¨¢rika
Una alianza inesperada entre los pobladores del desierto de San Luis Potos¨ª y los huicholes de Nayarit busca proteger los recursos en el territorio sagrado Wirikuta
La min¨²scula sala de estar de la casa de los Villanueva Moncada con sus tres ventiladores es un refugio en medio del sofocante calor en la peque?a localidad de La Pasadita, en el desierto de San Luis Potos¨ª, en el norte de M¨¦xico. La temperatura ronda los 40 grados, mientras una mujer sudorosa amamanta a su beb¨¦ de tres meses: ¡°Estaba embarazada de cinco meses la ¨²ltima vez que llovi¨®. Me acuerdo porque aqu¨ª un d¨ªa de lluvia se cuenta como si fuera algo extraordinario¡±, dice.
?rica, de 31 a?os, tiene 11 hermanos y vive con sus padres. Para beber, ba?arse, lavar ropa y regar sus cultivos, la familia no tiene otra opci¨®n que comprar pipas de agua. Un tanque de 10.000 litros cuesta 700 pesos, unos 40 d¨®lares, que les dura menos de un mes. Les preocupa el ma¨ªz y los frijoles que, desde que empez¨® un episodio de sequ¨ªa, un a?o y medio atr¨¢s, ya no crecen. Antes, con esos cultivos alimentaban a toda la familia. Ahora, dos de los once hermanos de ?rica se mudaron a San Luis Potos¨ª, la capital, para trabajar en tiendas. Pero el resto de la familia no piensa moverse por ahora. ¡°Hemos nacido aqu¨ª y nos quedaremos aqu¨ª¡±, dice la matriarca, Mari, de 58 a?os.
En el sal¨®n, H¨¦ctor Villanueva, primo de la familia que vive en una localidad cercana llamada La Pila, tambi¨¦n sufre las consecuencias de la sequ¨ªa. Cada semana, hace siete horas de bus con su mujer hasta el mercado de Monterrey para vender sus plantas medicinales cultivadas en el desierto. En el ¨²ltimo a?o, han visto sus cultivos y sus beneficios recortarse a la mitad. Sin agua, sus plantas no crecen.
Para presionar a las autoridades, Villanueva cre¨® el grupo de WhatsApp Comit¨¦ del Agua, en el que denuncia la situaci¨®n que viven los habitantes del desierto de San Luis Potos¨ª. Para ellos, los responsables de la sequ¨ªa son los vecinos que vendieron sus tierras a la industria tomatera.
M¨¦xico es el primer exportador mundial de tomate. A partir de los a?os 2000, el cultivo de tomate ha crecido exponencialmente en el Estado de San Luis Potos¨ª. Varias empresas mexicanas, atra¨ªdas por el bajo costo de las tierras e incentivadas por apoyos gubernamentales, se instalaron en la regi¨®n. Compraron cada a?o m¨¢s hect¨¢reas y San Luis Potos¨ª se convirti¨® en la segunda regi¨®n productora del pa¨ªs con m¨¢s de 306.000 toneladas de tomates producidos al a?o. Hoy en d¨ªa, cerca de 2.000 hect¨¢reas fueron compradas a habitantes del desierto para producir exclusivamente este fruto.
En el patio trasero de la casa de los Villanueva Moncada, hace 20 a?os el horizonte era puro desierto, cactus hasta donde alcanzaba la vista y un par de casas. Ahora se distinguen grandes extensiones de tierras dedicadas al cultivo de tomates. En estas tierras, la flora end¨¦mica del desierto ha sido arrasada.
¡°Desde aqu¨ª se oyen sus cohetes antigranizo (un dispositivo utilizado en agricultura para evitar las granizadas que acaben da?ando las cosechas) y sus aviones agr¨ªcolas, y se ve que el cielo est¨¢ tenso como si fuera a llover. Luego, despu¨¦s de que pasan los aviones, no cae nada m¨¢s¡±, denuncia Mari. Los vecinos toman sistem¨¢ticamente fotos de lo que llaman ¡°tecnolog¨ªas antilluvia¡± y de los picos de temperatura, y luego las cuelgan en sus redes sociales para denunciar la situaci¨®n que viven. Desde el punto de vista cient¨ªfico, el efecto de esta tecnolog¨ªa en el ciclo del agua no queda demostrado.
Pero lo que m¨¢s preocupa a los Villanueva es que los acu¨ªferos acaben sec¨¢ndose. M¨¢s de cuatro millones de metros c¨²bicos de agua al a?o son necesarios para regar los cultivos de tomate en San Luis Potos¨ª. Debido a la escasez de lluvia, la necesidad de riego regular de los cultivos de tomate y el desarrollo del cultivo en invernaderos, los tomateros recurren a la perforaci¨®n de pozos en el desierto para regar sus plantaciones. La perforaci¨®n del acu¨ªfero en una zona que experimenta regularmente graves sequ¨ªas es una amenaza a los medios de subsistencia de los agricultores locales y empuja parte de los habitantes a abandonar sus tierras. ¡°Este es un problema que ya estamos viendo hoy pero que pone en peligro la subsistencia de nuestros hijos y nietos¡±, afirma H¨¦ctor Villanueva.
En esta lucha por la defensa de los recursos naturales, los Villanueva han encontrado a unos inesperados aliados, los wix¨¢rika, una comunidad ind¨ªgena diseminada por el centro-oeste de M¨¦xico que cada a?o peregrina hasta San Luis Potos¨ª para hacer ofrendas a sus dioses, que est¨¢n en este desierto. Seg¨²n su cosmogon¨ªa, la vida naci¨® en esta tierra a partir de una gota de agua.
Wirikuta, un ¨¢rea de 140.000 hect¨¢reas situada en el desierto de San Luis Potos¨ª, y donde viven los Villanueva, es uno de los lugares m¨¢s sagrados para su pueblo. De estas tierras, adem¨¢s, es end¨¦mico uno de los principales s¨ªmbolos de su cultura: el peyote, un cactus psicod¨¦lico que usan para sus ceremonias ancestrales ¡ªseg¨²n su cosmogon¨ªa tiene el poder de regenerar el alma¡ª y que ahora escasea por la sequ¨ªa.
Por eso, H¨¦ctor Villanueva siempre firma los comunicados sobre la sequ¨ªa en alianza con los l¨ªderes wix¨¢rika: ¡°Ellos tienen una voz importante en M¨¦xico, llevan a?os en la lucha por preservar al desierto de megaproyectos y de todo lo que pueda da?arlo¡±, explica. ¡°Sabemos la importancia que tiene para ellos y sabemos que no dejar¨¢n que se muera porque de ello depende su sobrevivencia¡±.
La etnia de los wix¨¢rika o huicholes cuenta con unos 80.000 miembros. Para ellos, el agua es un regalo de los dioses y le atribuyen poderes de purificaci¨®n, curaci¨®n y fertilidad. Pero desde el turismo excesivo hasta la miner¨ªa y la agricultura, no faltan amenazas a este recurso tan escaso en el territorio sagrado Wirikuta. Por eso, no dudaron en unirse a los pobladores del desierto para defender sus recursos, una lucha que al pueblo wix¨¢rika ya le ha costado una vida.
Matan al protector del agua
Margarito D¨ªaz era el ¨²nico marakame de su aldea de Aguamilpa, un cham¨¢n de este pueblo de 200 habitantes ubicado en el Estado de Nayarit, al noreste de M¨¦xico, en la Sierra Madre Occidental, uno de los lugares que habitan los wixaritari (plural de wix¨¢rika). Era conocido por su labor en favor del medio ambiente y la protecci¨®n del agua. El s¨¢bado 8 de septiembre del 2018, hacia las 22:30 horas, un hombre se acerc¨® en la oscuridad y le dispar¨®. El l¨ªder espiritual recibi¨® un impacto en la cabeza y muri¨® en el acto. Ten¨ªa 59 a?os.
¡°Sab¨ªamos que no s¨®lo hac¨ªa amigos defendiendo el agua y la cultura de nuestros ind¨ªgenas, pero nunca imaginamos que podr¨ªa costarle la vida¡±, dice Arsenio D¨ªaz, el mayor de los seis hijos del cham¨¢n, en la casa en la que mataron a su padre. Margarito D¨ªaz era secretario de la Uni¨®n de Centros Ceremoniales de Jalisco, Durango y Nayarit y miembro del Consejo de Seguridad wix¨¢rika. Por su posici¨®n, ¨¦l era el encargado de liderar las peregrinaciones. Cuando le mataron, la amenaza m¨¢s grande del desierto era la miner¨ªa. Con Margarito, las comunidades del desierto y los wix¨¢rika llegaron a organizar una gran marcha de protesta que los llev¨® hasta el Palacio Presidencial en 2011 en la Ciudad de M¨¦xico.
Gracias a esta movilizaci¨®n, en septiembre de 2013, un juez orden¨® la suspensi¨®n provisional de todas las concesiones mineras otorgadas en el territorio de Wirikuta, 78 en total. Pero Margarito D¨ªaz ve¨ªa m¨¢s all¨¢. So?aba que el desierto se convirtiera en un santuario donde ninguna industria se pudiera instalar. Antes de que su sue?o se hiciera realidad, su nombre se a?adi¨® a lista de 1.910 ambientalistas asesinados desde 2012, seg¨²n Global Witness.
En julio de 2022, un sospechoso fue detenido por el caso. Aunque la viuda le reconoci¨® como el autor del disparo, para el presidente de la Comisi¨®n de Derechos Humanos de Nayarit, Maximinio Mu?oz de la Cruz, no cabe duda de que, por la forma en la que actu¨®, se trata de un sicario. Hasta la fecha, no hay pistas sobre el autor intelectual del crimen en un pa¨ªs en el que cerca de 95% de los cr¨ªmenes quedan impunes.
?lvaro Ortiz, conocido como ¡°Puwari¡± tiene 50 a?os, es uno de los que contin¨²a la lucha de Margarito D¨ªaz. Es artesano y sus dise?os est¨¢n inspirados en los sue?os y en la cosmovisi¨®n del pueblo ind¨ªgena. La lucha por el agua es para ¨¦l la madre de todas las luchas: ¡°En la cosmovisi¨®n Wix¨¢rika es nuestra madre ya qu¨¦ provenimos de ella, por lo que es importante cuidarla y luchar contra todo lo que altera su curso natural¡±, dice.
Puwari es considerado un sabio por sus pares y las autoridades del pueblo acuden regularmente a ¨¦l para pedir consejos sobre el futuro de la comunidad. As¨ª fue como ¨¦l empez¨® a tomar un papel en la defensa de la cultura wix¨¢rika. Ahora dice que su lucha no es una decisi¨®n, que no ten¨ªa ¡°otra opci¨®n¡±. ¡°Mi esp¨ªritu me lo pide¡±, explica sobriamente. A pesar de la muerte de su compa?ero Margarito D¨ªaz y de las violencias que sufrieron otros l¨ªderes de la comunidad, se niega a vivir en el miedo: ¡°Con miedo no llegamos a ninguna parte, no podemos tomar decisiones, no veremos nuestros sue?os realizados ni los sue?os de nuestros hijos¡±.
Nueva amenaza, nueva lucha
Alertados por los habitantes del desierto, Puwari y sus compa?eros decidieron alzarse contra lo que ven como una nueva amenaza para el territorio semides¨¦rtico. Adem¨¢s, la Uni¨®n de Centros Ceremoniales se uni¨® a las comunidades del desierto en la lucha contra la industria tomatera y lo que consideran como un proceso de privatizaci¨®n del desierto. S¨®lo en la zona sagrada de Wirikuta desde 2014, las hect¨¢reas dedicadas a la producci¨®n de tomate se multiplicaron por m¨¢s de tres, pasando de 50 a 170 hect¨¢reas en la actualidad.
¡°Antes era la miner¨ªa, ahora la industria tomatera amenaza nuestro territorio. Necesitamos un decreto que nos proteja definitivamente¡±, pidi¨® en enero de 2023 Eduardo Guzm¨¢n, un ejidatario de Las Margaritas, en el desierto potosino. El hombre hizo las declaraciones en una conferencia de prensa en Ciudad de M¨¦xico a donde un grupo de su comunidad viaj¨® con una delegaci¨®n del pueblo wix¨¢rika para visibilizar su situaci¨®n y exigirle al presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador que emitiera un decreto para la conservaci¨®n de su territorio, como prometi¨® en su campa?a a la presidencia.
El 9 de agosto, despu¨¦s de decenas de reuniones con habitantes del desierto y representantes wix¨¢rika, L¨®pez Obrador emiti¨® un decreto por el cual se reconocen, protegen, preservan y salvaguardan todos los lugares y sitios sagrados de los pueblos wixaritari estableciendo un cat¨¢logo de estos sitios sagrados a trav¨¦s el Instituto Nacional de Antropolog¨ªa (INA). Lo que Margarito D¨ªaz hab¨ªa so?ado.
¡°Wirikuta queda protegida por decreto y pensamos que ello nos permitir¨¢ convencer a los que todav¨ªa tienen la intenci¨®n de vender a las empresas que esta tierra est¨¢ protegida por ley y es una herencia cultural ancestral para las nuevas generaciones¡±, dijeron los representantes de este pueblo y de los habitantes del desierto en una conferencia de prensa el 14 de septiembre de 2023 en Ciudad de M¨¦xico.
Queda saber si el decreto va a ser aplicado y se impedir¨¢ legalmente la venta de nuevas tierras en el desierto o si es solo un ¡°gran teatro¡±, seg¨²n las palabras de Puwari. El artista permanece firme en su papel de resistencia: ¡°Somos una naci¨®n en resistencia y constante lucha. No solo yo, sino todos nosotros y defenderemos hasta el final nuestros bienes naturales colectivos pase lo que pase¡±.
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