Colombia es el mayor cementerio mundial de defensores de la tierra
Al menos 177 l¨ªderes ambientales fueron asesinados en 2022 en todo el mundo, 60 de ellos en el pa¨ªs andino, seg¨²n Global Witness. Latinoam¨¦rica sigue siendo la regi¨®n m¨¢s mort¨ªfera para los ecologistas y Honduras despunta por la tasa m¨¢s alta per c¨¢pita
Todos pensaron que debieron irse del Cesar. Que llevaban a?os recibiendo amenazas y que tarde o temprano pasar¨ªa; que matar¨ªan a Te¨®filo Acu?a y a Jorge Tafur. El activismo contra el paramilitarismo y los grandes terratenientes de la regi¨®n les iba a pasar factura. Ellos tambi¨¦n lo present¨ªan, pero decidieron quedarse y seguir en el proceso de recuperaci¨®n de territorio campesino que empezaron a finales de los noventa. El 22 de febrero de 2022, dos sicarios llegaron caminando al municipio de San Mart¨ªn y los asesinaron a balazos frente a familiares y amigos, tras a?os en disputas y amenazas con miembros de la Alcald¨ªa. ¡°?Debieron haber migrado?¡±, se pregunta una y otra vez Nadia Uma?a, compa?era de luchas y vocera de la Comisi¨®n de Interlocuci¨®n del Sur de Bol¨ªvar, Centro y Sur del Cesar, Colombia. ¡°Creo que las preguntas que nos tenemos que hacer son otras: ?D¨®nde estaba el Estado cuando nos amenazaron por defender la tierra? ?Hasta cu¨¢ndo vamos a valer m¨¢s muertos que vivos?¡±.
Ni los esquemas de seguridad, ni las denuncias, ni el historial de violencia contra los l¨ªderes ambientales de Colombia son suficientes para evitar la sangr¨ªa de homicidios de defensores del territorio. Al menos 60 fueron asesinados en el pa¨ªs andino en 2022, seg¨²n el ¨²ltimo conteo de Global Witness. El pa¨ªs, que duplic¨® esta cifra de un a?o para otro, ha enterrado casi dos tercios de los 177 ecologistas muertos en el mundo. ¡°Lo peor de esta escalofriante cifra es que sabemos que representa solo una peque?a gota en un oc¨¦ano de violencia¡±, lamenta Gabriella Bianchini, investigadora de la Global Witness. ¡°Ellos protegen el territorio de todos, pero nadie los protege a ellos¡±.
La tendencia asusta. Am¨¦rica Latina mantiene el deshonroso t¨ªtulo de ser la regi¨®n m¨¢s mort¨ªfera para los activistas y acumula nueve de cada diez de estas muertes violentas que, desde 2012, suman 1.910 personas. Un activista cada dos d¨ªas. Protectores de las ci¨¦nagas, l¨ªderes de comunidades ind¨ªgenas invadidas, cuidadores de la Amazon¨ªa, defensores de los campesinos, voceros afrodescendientes. Elegir proteger el territorio, sea el que sea, es una sentencia de muerte. Uma?a y otros cuatro compa?eros del Cesar migraron hace m¨¢s de un a?o a Bogot¨¢, tras enterrar a cinco miembros de la organizaci¨®n en la ¨²ltima d¨¦cada. ¡°Es injusto tener que decidir entre el desarraigo o la muerte. Los voceros no tenemos que ser m¨¢rtires. Yo doy mi vida por la lucha campesina, s¨ª, pero quiero morir con 90 a?os, de vieja. Aporto mucho m¨¢s a mi comunidad viva¡±.
Para Lourdes Castro, activista de derechos humanos y coordinadora de Somos defensores, lo que est¨¢ detr¨¢s de estos asesinatos es el inter¨¦s econ¨®mico. ¡°Legal o ilegal. A los l¨ªderes se les estigmatiza dici¨¦ndoles que son enemigos del desarrollo econ¨®mico. Pero hay que cuestionarse cu¨¢l es el desarrollo que estamos apoyando¡±, dice. Si bien es complejo conocer a ciencia cierta los autores intelectuales -pues son muy pocos los casos que acaban judicializados y menos a¨²n los que cuentan con sentencia-, de acuerdo con las estimaciones de la organizaci¨®n m¨¢s del 60% de estos cr¨ªmenes est¨¢n vinculados con el agronegocio, la miner¨ªa y la extracci¨®n de madera.
¡°Los activistas molestamos a los poderosos¡±, defiende Castro. La forma de apagar sus voces es la misma de Sonora, en M¨¦xico, a Tierra del Fuego, en Argentina. Acoso, intimidaci¨®n, violencia sexual, criminalizaci¨®n y amenazas que se amontonan hasta cumplirse. Muchos no lo denuncian. ¡°?Para qu¨¦?¡±, se pregunta Sof¨ªa Rivas, hermana de Hip¨®lito Rivas, asesinado en Honduras en enero de 2023. ¡°A ¨¦l lo mataron igualmente, hasta con medidas de protecci¨®n. Lo que consiguen es que muchos nos veamos forzados a huir. Los que nos quedamos, ya sabemos a qu¨¦ nos enfrentamos¡±. Y quienes s¨ª denuncian, lamentan los o¨ªdos sordos de las instituciones. ¡°Parece que a los Gobiernos tambi¨¦n les interesa mantenernos callados¡±, explica a Am¨¦rica Futura V¨ªctor V¨¢squez, l¨ªder ind¨ªgena de Simpinula, al sur del pa¨ªs centroamericano, meses despu¨¦s de haber sido denunciado por su propio escolta.
Honduras es el pa¨ªs con mayor tasa de homicidios a activistas per c¨¢pita. Con apenas 10 millones de habitantes, perdi¨® 14 l¨ªderes en 2022. M¨¢s de uno al mes. Aunque Xiomara Castro, la primera presidenta de Honduras, se comprometi¨® a proteger a los defensores, en los cuatro primeros meses del a?o ya reportaron al menos ocho asesinatos. Para V¨ªctor Fern¨¢ndez, miembro del Bufete de Derechos Humanos Estudios para la Dignidad, las medidas de protecci¨®n no est¨¢n ni cerca de ser suficientes: ¡°A estas alturas, la agroindustria ya ha logrado un nivel de relaci¨®n con la institucionalidad que, adem¨¢s de permitirles la violencia, les garantiza impunidad¡±.
Comunidades ind¨ªgenas: un tercio de los asesinados
Brasil perdi¨® 34 l¨ªderes, frente a los 26 de 2021. Un aumento que los investigadores achacan a las pol¨ªticas del entonces presidente Jair Bolsonaro, que favorecieron la explotaci¨®n de la Amazonia y las invasiones ilegales en territorio ind¨ªgena. En M¨¦xico, el pa¨ªs con el mayor n¨²mero de asesinatos en 2021, registr¨® una ca¨ªda notable, ya que pas¨® de 54 homicidios en 2021 a 31 en 2022. Sin embargo, los ataques no mortales siguen siendo una constante en el d¨ªa a d¨ªa de los defensores y dificultan su trabajo. El miedo no se va.
La investigaci¨®n, publicada este martes, concluy¨® que las comunidades ind¨ªgenas del mundo se enfrentan a un nivel desproporcionado de agresiones con consecuencias mortales, ya que fueron v¨ªctimas de m¨¢s de un tercio (34%) de los asesinatos a l¨ªderes, a pesar de que s¨®lo constituyen el 5% de la poblaci¨®n mundial. ¡°Los estudios han demostrado una y otra vez que los pueblos ind¨ªgenas son los mejores custodios de los bosques y, por tanto, son imprescindibles en la mitigaci¨®n de la crisis clim¨¢tica¡±, dijo Laura Furones, asesora principal de la campa?a de Global Witness, durante la presentaci¨®n del informe. ¡°Sin embargo, en pa¨ªses como Brasil, Per¨² y Venezuela los est¨¢n asediando precisamente por llevar a cabo esa labor [...] Las medidas contra la creciente emergencia clim¨¢tica y la defensa de los derechos humanos deben ir a la par¡±.
La tendencia violenta es una consecuencia de pol¨ªticas d¨¦biles, sin apenas presupuesto y con poca capacidad de reacci¨®n. Si bien salvaguardar a los l¨ªderes es el coraz¨®n del Acuerdo de Escaz¨², el primer tratado regional sobre derechos humanos y medio ambiente de Am¨¦rica Latina y el Caribe, solo 16 pa¨ªses lo han ratificado. Las naciones que no lo han hecho son Brasil, Costa Rica, Dominica, Guatemala, Hait¨ª, Jamaica, Paraguay, Per¨², y Rep¨²blica Dominicana. Colombia fue el ¨²ltimo en adherirse tras dos a?os de atrasos en el Congreso. Este entrar¨¢ en vigor en unos meses. ¡°El Gobierno de Gustavo Petro ha demostrado voluntad pol¨ªtica¡±, narra Lourdes Castro. ¡°Que reconozca que s¨ª existen violencias contra nosotros es algo hist¨®rico. Pero no hay tiempo que perder para implementar pol¨ªticas nacionales que lo materialicen¡±. Este pacto incluye una para mayor transparencia para acceder a la informaci¨®n, justicia ambiental y mejor protecci¨®n de l¨ªderes.
Hasta ahora, los mecanismos var¨ªan en funci¨®n de cada pa¨ªs. Estas medidas suelen incluir patrullas semanales o quincenales, llamadas de monitoreo o esquemas de seguridad individuales o colectivos permanentes. Sin embargo, la demanda supera los recursos. O los requisitos para recibir los esquemas de seguridad dejan por fuera a cientos. En Colombia, seg¨²n datos oficiales, hay 5.038 l¨ªderes y defensores de derechos humanos con medidas de protecci¨®n concedidas. En Brasil son 506. En Honduras estos datos no son p¨²blicos. ¡°Las medidas de protecci¨®n no suelen ser suficientes y muchos de los liderazgos no califican para beneficiarse de ellas¡±, lamenta Bianchini.
La Amazon¨ªa, en jaque
Si hay un lugar del globo amenazado por grupos armados es la Amazon¨ªa. Este es uno de los puntos calientes de la violencia contra los defensores. En estas 6,9 millones de hect¨¢reas, uno de los rincones m¨¢s biodiversos del mundo, murieron 39 ambientalistas en 2022. El desenlace de estos cr¨ªmenes suelen ser id¨¦nticos: un pu?ado de organismos internacionales que condenan lo sucedido, Gobiernos locales y nacionales que se comprometen a tomar medidas, una comunidad en luto y condenas que casi nunca llegan. Seg¨²n los expertos, la impunidad de los cr¨ªmenes fomenta nuevas agresiones.
En junio de 2022, hubo un caso que dio la vuelta al mundo. El asesinato del periodista brit¨¢nico de The Guardian Dom Phillips, de 57 a?os, y Bruno Pereira, de 41, experto en pueblos ind¨ªgenas. Fueron asesinados brutalmente mientras recorr¨ªan territorio ind¨ªgena en la regi¨®n amaz¨®nica de Brasil. ¡°Tuvo la repercusi¨®n que tuvo porque uno de ellos era europeo. No est¨¢ mal que fuera mundialmente conocido, pero los asesinatos de otros activistas que tambi¨¦n est¨¢n en primera l¨ªnea no llegan a ese alcance¡±, dice Bianchini. Desde 2014 se ha asesinado a, por lo menos, 296 personas defensoras en la Amazon¨ªa. ¡°El papel de la prensa y de la sociedad civil es fundamental para que los asesinatos no se conviertan en n¨²meros¡±, agrega.
¡°Mataron a dos ambientalistas y a mis dos maestros¡±
En la sabana del Cesar crece la flor del ca?aguate. La mayor¨ªa del tiempo pasa desapercibida como un palo seco y sin gracia. Y solo cuando transcurre un tiempo sin llover es que florece como una enorme campanilla amarilla. En ¨¦poca de lluvias, usa todos los nutrientes del agua para echar ra¨ªces y expandirse.
La organizaci¨®n de campesinos a la que pertenece Uma?a es, dice, el ca?aguate. ¡°Teo [Acu?a] y [Jorge] Tafur fueron el agua que permit¨ªa que las ra¨ªces se ramificaran y llegaran a m¨¢s rincones¡±. Para la joven activista de 35 a?os, la muerte de ambos defensores traspasa lo pol¨ªtico. ¡°Lo que soy, lo que pienso y c¨®mo veo la vida. Todo es gracias a ellos y a los dem¨¢s compa?eros. Mataron a dos voceros y a mis dos maestros. Pero las ra¨ªces del ca?aguate est¨¢n echadas¡±.
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