El misterio de Olivia Z¨²?iga: la historia de una artista que nadie recuerda contada por su bisnieta
El Museo Experimental El Eco de Ciudad de M¨¦xico dedica una retrospectiva a una de las figuras influyentes pero olvidadas del panorama cultural de los 50 fruto de una profunda investigaci¨®n de su bisnieta, la tambi¨¦n artista B¨¢rbara L¨¢zara
¡°La historia siempre es algo as¨ª como de cien hombres por una mujer, en cuanto a las figuras que trascienden dentro de la literatura y cultura mexicana¡±, reflexiona la artista audiovisual y performer mexicana B¨¢rbara L¨¢zara (1976) sobre el lugar al que se le ha relegado a su bisabuela, Olivia Z¨²?iga (Jalisco 1910-1990). Escritora y periodista, Z¨²?iga es una figura de la que, hasta ahora, se sab¨ªa muy poco. El Museo Experimental El Eco de Ciudad de M¨¦xico le dedica una retrospectiva y la coloca como una pieza clave del panorama cultural del M¨¦xico de los cincuenta.
Nacida en pleno estallido del contexto revolucionario mexicano, Z¨²?iga creci¨® en un entorno sumamente complejo y cambiante: hu¨¦rfana de padre desde los tres a?os de edad, autodidacta y poseedora de un carisma y belleza que muchos testigos califican de excepcional, Z¨²?iga dej¨® Jalisco a muy temprana edad y se fue a vivir a la Ciudad de M¨¦xico con el general L¨¢zaro C¨¢rdenas, antiguo soldado de Eugenio Z¨²?iga (su padre) en 1914.
Para 1947, Z¨²?iga se encontraba publicando su primer volumen de poes¨ªa llamado Amante Imaginado, insert¨¢ndose de a poco en la vida intelectual de M¨¦xico. Era un contexto a¨²n muy lejano de la equidad de g¨¦nero, dominado por pilares para la cultura y las artes mexicanas como Juan Rulfo, Emmanuel Carballo, Elena Poniatowska, Mat¨ªas Goeritz, entre muchos otros. Sin embargo, pese a ser una prol¨ªfica poeta, novelista y ensayista, ganadora de muchos premios y reconocimiento p¨²blico, su obra y figura fue diluy¨¦ndose hasta llegar a un olvido casi total.
Su bisnieta recuerda que durante pr¨¢cticamente toda su infancia fie una especie de fantasma familiar, desdibujado por el dolor, la evasi¨®n y los recuerdos fragmentados al interior del seno familiar. Pero tambi¨¦n un mito fascinante lleno de acertijos por descubrir, un misterio detectivesco que, tras una investigaci¨®n de largo aliento de m¨¢s de cuatro a?os, por fin ve la luz este 2023 en la exposici¨®n Olivia Z¨²?iga: Sonora en el Silencio.
Una artista republicana (pero no tanto)
Para L¨¢zara, la pertinencia de rescatar la poes¨ªa, pensamiento y figura de Olivia Z¨²?iga como una pieza vital del quehacer cultural en el M¨¦xico de la d¨¦cada de los cincuenta rebasa cualquier coyuntura en torno al feminismo contempor¨¢neo o la revisi¨®n de una figura familiar. Advierte adem¨¢s que su lectura puede resultar incluso tan pol¨¦mica y jabonosa como lo fue en su momento: ¡°Hay que leerla desde su contexto, porque tiene una relaci¨®n muy fuerte con el patriarcado, con el poder y la pol¨ªtica de su ¨¦poca. Es una artista que podr¨ªa llamarse republicana, pero tambi¨¦n una hero¨ªna del feminismo. Me resulta muy pertinente, v¨¢lido y atractivo traerla al presente para ver si entre todos, con su obra, podemos reescribir la historia, que ha sido escrita a mano de tres hombres. Si le podemos dar una diversidad ah¨ª¡±.
La bisnieta de Z¨²?iga, quien recibi¨® hace pocos a?os los pocos documentos que respaldan la vida y obra de Z¨²?iga, muestra algunos de los art¨ªculos y columnas de su bisabuela, en donde hace alusi¨®n ¡°a las mujeres de localidad, las mujeres que quieren ser bellas, como la cosa m¨¢s horrible que pueda pasar, porque adem¨¢s son mujeres que no se solidarizan contigo ni entre s¨ª¡±. L¨¢zara reflexiona al respecto tambi¨¦n: ¡°(como Olivia) tienes que lidiar con todo eso y trabajar para mantener a tu familia, y eso sigue pasando hasta la fecha. Como mujeres lo vemos, tienes que negociar todo el tiempo con algo que no quieres. Hay cartas de Jos¨¦ Guadalupe Zuno (pintor y exgobernador de Jalisco), que le escribe para darle retroalimentaci¨®n sobre un libro que ella le dio, y Zuno habla sobre sus ¡®carnes voluptuosas¡¯¡±.
Dentro de la exposici¨®n, compuesta en su mayor¨ªa por archivos originales, fotos, cartas, libros y recortes de peri¨®dico destaca una pieza editorial en torno a la inauguraci¨®n en 1957 de las Torres de Sat¨¦lite, la obra emblem¨¢tica de Mathias Goertiz, la cual alberga una mirada cr¨ªtica y mordaz a la pertinencia del trabajo, s¨ªmbolo de la modernidad y el desarrollo del M¨¦xico de la ¨¦poca. ¡°Olivia habla con el arquitecto Luis Barrag¨¢n sobre la pertinencia de las Torres de Sat¨¦lite, en donde tambi¨¦n hace un cuestionamiento hacia un nuevo lugar que, como El Pedregal, puede ser otro lugar privilegiado y se pregunta qu¨¦ tan importante es hacer un monumento como este, en una ciudad que tiene problemas de vivienda. No hab¨ªa mucha gente que les cuestionara eso entonces¡±, apunta L¨¢zara.
Del olvido a las instituciones
¡°La de Olivia no es una historia como la que esperamos, es pol¨¦mica y lo va a seguir siendo¡±, a?ade L¨¢zara. ¡°Eso es lo que m¨¢s me gusta, que se escapa de todas las definiciones y cajas que una quisiera ponerle a un proyecto as¨ª. Se piensa de repente que est¨¢ rescatando a la mujer. Tal vez s¨ª hay feminismo, pero es uno muy silvestre, a partir de la defensa de la vida, la sobrevivencia, y de decir algo como ¡®yo quiero vivir la vida como me la estoy imaginando¡¯. Pero al final eso tambi¨¦n sale caro y tienes que pagar un precio, incluso pol¨ªtico¡±.
Para L¨¢zara, el rescate de la obra de su bisabuela, el cual contempla tambi¨¦n un proyecto editorial con una editora alemana, enriquece y ayuda a encontrar un eslab¨®n con su labor propia como artista, adem¨¢s de abonar la discusi¨®n sobre la brecha de g¨¦nero y arrojar una mirada cr¨ªtica sobre la preservaci¨®n, difusi¨®n y el trabajo de divulgaci¨®n de los organismos oficiales en torno a la memoria cultural de un pa¨ªs. La casi totalidad de archivos, libros y memoria referentes a la autora jalisciense se obtuvieron de instancias y colecciones privadas, mercado informal y acervos extranjeros.
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