Lenia Batres: la ministra de la Corte, contra la Corte
La nueva integrante del tribunal supremo mexicano carga contra las resoluciones tomadas por sus compa?eros por ¡°invadir¡± el Poder Legislativo y ¡°subordinar a la Constituci¨®n¡±
La pol¨¦mica designaci¨®n de Lenia Batres como ministra de la Suprema Corte no se ha terminado con su toma de posesi¨®n, sino que las llamas se han avivado una vez pronunciado su discurso, este jueves, cuando ocup¨® su puesto en sustituci¨®n de Arturo Zald¨ªvar. La nueva integrante ya tiene su apodo, ¡°la ministra del pueblo¡±, y ha hecho gala de ello criticando severamente el papel desempe?ado por el tribunal supremo en los ¨²ltimos tiempos, a quien acus¨® de ¡°invadir al poder legislativo¡± con sus resoluciones en lugar de defender causas que afectan a la ciudadan¨ªa, as¨ª como de subordinar a la Constituci¨®n. Batres asume las mismas cr¨ªticas que dedica el presidente del Gobierno al poder judicial y, de nuevo, ha recibido los halagos de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, quien la ha calificado de ¡°mujer con principios, ideales de lucha e incorruptible¡±. En concordancia tambi¨¦n con los deseos del mandatario, la ministra se bajar¨¢ el sueldo respecto a lo que vienen cobrando sus pares.
Lenia Batres (Ciudad de M¨¦xico, 54 a?os) es la primera ministra que llega a su puesto designada directamente por el presidente, tras un proceso en el que la terna propuesta no logr¨® los apoyos del Senado. Antes de ser postulada era funcionaria en la Consejer¨ªa Jur¨ªdica de la Presidencia, raz¨®n por la cual los senadores consideraron que su politizado perfil no era adecuado, lo mismo que ocurri¨® con el resto de las propuestas. Su militancia y activismo en Morena la han hecho acreedora de algunos otros apelativos, como ¡°la ministra de la 4T¡±. Si la forma de designaci¨®n era in¨¦dita en M¨¦xico, tambi¨¦n lo ha sido el discurso de toma de protesta, donde ha cargado contra la instituci¨®n judicial, a quien ha pedido que se ¡°autolimite y se someta a la Constituci¨®n¡±. Las cr¨ªticas oficialistas aterrizan de este modo en el seno de la propia Corte.
El discurso fue corto pero mostr¨® colmillo: ¡°Quien piense que puede ridiculizarme por provenir del pueblo mexicano no sabe la fuerza y la grandeza que me est¨¢ atribuyendo. Ministra del pueblo, me han dicho, y es un enorme halago¡±, zanj¨®. Otra ministra, m¨¢s pol¨¦mica si cabe por la tolvanera pol¨ªtica que caus¨® el descubrimiento del plagio de su tesis de carrera, Yasm¨ªn Esquivel, fue la encargada de darle la bienvenida, como marca el protocolo. Remarc¨® el perfil acad¨¦mico y la s¨®lida visi¨®n humanista de su colega. Lo mismo que ha dicho este viernes el presidente. La oposici¨®n no ha dejado de insistir en c¨®mo se ha estrechado la separaci¨®n de poderes con este nombramiento.
La incorporaci¨®n de Batres a la Suprema Corte se enmarca inequ¨ªvocamente en la batalla pol¨ªtica del presidente a lo largo de su mandato y que a¨²n no culmina. L¨®pez Obrador tiene entre manos una reforma judicial de calado que ha abonado con cr¨ªticas y descalificaciones constantes. Acus¨® a los jueces de estar al servicio ¡°de la delincuencia organizada y de cuello blanco¡±, de no ponerse nunca del lado del pueblo, sino de intereses superiores, y de ser anticonstitucionales, puesto que cobran m¨¢s que el presidente del Gobierno. Todo ello, piensa el presidente, vendr¨ªa a solucionarse con la elecci¨®n directa por parte de la ciudadan¨ªa de los futuros ministros y jueces, y esos son los cambios que quiere emprender a pocos meses de que concluya su mandato, si las urnas le son favorables en las elecciones de junio de 2024, porque necesita mayor¨ªa calificada para ello.
El ministro saliente, Arturo Zald¨ªvar, integrado ahora en el equipo de la candidata morenista, Claudia Sheinbaum, tambi¨¦n ha participado recientemente en las cr¨ªticas a la que fue su casa durante a?os. En una entrevista con este peri¨®dico dijo que la Corte ¡°est¨¢ dominada por un grupo opositor y aliado a causas conservadoras¡±. Lo que no est¨¢ claro del todo es si Sheinbaum tomar¨¢ el camino marcado para esta reforma judicial si consigue llegar al poder. De momento, se ha apartado de la elecci¨®n popular de jueces y se decanta por un modelo de elecci¨®n indirecta, donde el titular del Consejo de la Judicatura no dependa de la Suprema Corte, sino que sea designado por el Senado, para dotarle, dicen las fuentes consultadas, de independencia.
Con este mar de fondo llega a su sill¨®n la ministra Batres, acusados algunos de sus compa?eros de bailar al son que tocan los partidos opositores y ella y otros de seguir los dictados del Gobierno, nada que no ocurra en otros pa¨ªses y en otros poderes judiciales, cabe afirmar. Han sido las formas, sin embargo, lo que ha soliviantado a la opini¨®n p¨²blica, y a ello ha contribuido el presidente del Gobierno sin ambages, cuando ha postulado para su elecci¨®n a personas muy afines no solo a su gabinete, incluso de cercan¨ªa personal. En el mismo sentido fueron sus palabras al proponer a la terna: ¡°A ver si atino y no me salen conservas¡±, dijo, en alusi¨®n a otros ministros que propuso y que votaron despu¨¦s en contra de sus ideas en algunas resoluciones. Con todo ello, L¨®pez Obrador ha sido acusado de tratar de extender al poder judicial los mismos preceptos que defiende en pol¨ªtica, restando as¨ª independencia, al menos formal, a la Suprema Corte.
Ser¨¢ dif¨ªcil que las nuevas resoluciones no vengan marcadas por la pol¨¦mica p¨²blica, habida cuenta de la politizaci¨®n que se ha instalado en la instituci¨®n judicial. Si una reforma pueda o no acabar con el choque constante entre ambos poderes que ha registrado este sexenio es algo que est¨¢ por verse.
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