El arre¨®n final del Gobierno incomoda a las familias de Ayotzinapa
En una reuni¨®n esta semana con el nuevo presidente de la comisi¨®n presidencial que investiga el caso, las familias exigieron la vuelta del GIEI para revisar el archivo militar que ofrece el Ejecutivo
El final del sexenio aparece ya en el horizonte, mientras el Gobierno apura el pespunte de los temas pendientes, ninguno tan urgente como el caso Ayotzinapa, que languidece entre cr¨ªticas y tensiones. A finales de diciembre, el Ejecutivo anunci¨® la apertura de ¡°todos los archivos¡± que las familias de los 43 estudiantes desaparecidos considerasen necesarios para profundizar en la investigaci¨®n. Esta semana, las familias contestaron que el Gobierno sabe muy bien qu¨¦ informaci¨®n se necesita y que, en todo caso, deben ser investigadores independientes quienes revisen el acervo documental. El Gobierno qued¨® en contestar el jueves que viene.
As¨ª se lo hicieron saber este mi¨¦rcoles al nuevo presidente de la comisi¨®n presidencial que investiga el caso, F¨¦lix Medina, sustituto de Alejandro Encinas desde octubre. Medina, que lleg¨® una hora tarde a la reuni¨®n, verbaliz¨® la oferta del Gobierno, divulgada el 29 de diciembre en un comunicado de Presidencia. Para las familias, el ofrecimiento es casi un insulto, una trampa del Gobierno, cuyo ¨²nico inter¨¦s es hacerse la foto con ellos en archivos de instalaciones militares. Una forma de cambiar la imagen de fracaso del Ejecutivo, instalada en la opini¨®n p¨²blica.
El desencuentro viene de lejos y tiene cap¨ªtulos para llenar 20 temporadas. En resumen, las familias de los 43 y sus abogados, apoyados hasta hace unos meses por investigadores del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), exigen la entrega de cientos de documentos de espionaje militar. Seg¨²n ha explicado el GIEI estos a?os, esos documentos contendr¨ªan informaci¨®n de las comunicaciones de la red criminal que atac¨® a los estudiantes normalistas, durante la embestida, la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, y los d¨ªas posteriores.
La exigencia de las familias, sus abogados y el GIEI ha topado con el muro del Ej¨¦rcito, custodiado por el presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, que niega la existencia de los documentos requeridos. Ello a pesar de las detalladas explicaciones que han dado los investigadores estos a?os, sobre su posible ubicaci¨®n, sobre los intentos de esconderlos por parte de miembros de las Fuerzas Armadas, y sobre su contenido. No solo eso, la misma comisi¨®n presidencial encontr¨® y public¨® dos documentos de este tipo hace algo m¨¢s de dos a?os, en que cuatro presuntos perpetradores hablaban del posible destino de parte de los 43.
En la reuni¨®n del mi¨¦rcoles, el intercambio fue parecido al de ocasiones anteriores. Cambiaron algunos actores, faltaron otros ¡ªno estuvo el fiscal especial del caso, Rosendo G¨®mez Piedra¡ª pero en s¨ªntesis, las ideas que manejaron una y otra parte fueron las mismas. Medina y su equipo, del que a¨²n forma parte F¨¦lix Santana, mano derecha de Encinas, y v¨ªnculo entre la primera y la segunda etapa de la comisi¨®n, se?alaron que el Ej¨¦rcito ya ha entregado toda la informaci¨®n de que dispon¨ªa. ¡°Se ha generado la percepci¨®n¡± de que el Ej¨¦rcito no ha cooperado, dijeron los funcionarios, pero no es as¨ª, a?adieron.
Las familias contestaron que no se trata de ninguna percepci¨®n, sino de hechos. Los documentos existen, dijeron, y recordaron la lista remitida a L¨®pez Obrador a finales del a?o pasado, en que detallan, por n¨²mero, cada documento faltante. Las familias de los 43 plantearon entonces que, en cualquier caso, deber¨¢ ser el GIEI, integrado en su ¨²ltima etapa por el espa?ol Carlos Beristain y la colombiana ?ngela Buitrago, el que se encargue de la revisi¨®n de cualquier archivo.
La petici¨®n toma a contrapi¨¦ a la comisi¨®n y el Gobierno, ambiguos en su ofrecimiento inicial. El retorno del GIEI implicar¨ªa volver a la situaci¨®n de mediados del a?o pasado, cuando el grupo entreg¨® su ¨²ltimo informe, en que dio detalles de los documentos faltantes, y critic¨® la actitud del Gobierno y el Ej¨¦rcito. Fuentes cercanas al grupo se?alan que la vuelta ser¨ªa impensable sin unas condiciones muy claras, que sus integrantes gocen de inmunidad, vista la persecuci¨®n de la Fiscal¨ªa contra el predecesor de G¨®mez Piedra, Omar G¨®mez, acceso absoluto a todos los archivos, y un nuevo acuerdo con la CIDH, paraguas del que depend¨ªa el GIEI.
En todo caso, el contexto ser¨ªa bien distinto. Cuando el GIEI se fue, a finales del verano pasado, harto de topar con el muro castrense, la figura de Encinas manten¨ªa en pie el puente entre las partes, un equilibrio imposible, en que aceptaba y negaba las cr¨ªticas de las familias de los 43, en un intento de ganar tiempo, mientras aparec¨ªa una soluci¨®n.
La salida final de Encinas, desgastado y dolido por las cr¨ªticas recibidas desde Palacio Nacional y desde el mismo colectivo de familiares, ha abonado el aislamiento posterior. Las familias de los 43 no tienen f¨¦ alguna en el fiscal G¨®mez Piedra. Tampoco en Medina, hombre cercano a la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodr¨ªguez, cercana, a su vez, a L¨®pez Obrador. La respuesta del funcionario a la petici¨®n de las familias determinar¨¢ el futuro del caso y los meses finales del sexenio.
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