La guerra por el transporte p¨²blico en el centro de Guerrero sitia Chilpancingo
El asesinato de cuatro conductores suspende el tr¨¢nsito de combis y taxis en la ciudad. Muchas escuelas han cerrado este martes, por el miedo a nuevos ataques
El asesinato a balazos de cuatro conductores de transporte p¨²blico este lunes en Chilpancingo, en el Estado de Guerrero, ha cimbrado de nuevo a la ciudad, reh¨¦n desde hace meses de una guerra entre grupos criminales por el control de las rutas de pasajeros. Este martes, muchas escuelas, p¨²blicas y privadas, han permanecido cerradas en la capital. Taxis y combis, paisaje habitual de sus calles, apenas han salido de las bases, ante el temor de nuevos ataques. Camionetas de Protecci¨®n Civil trasladan a los ciudadanos que han salido de sus casas.
Los cuatro asesinatos se suman adem¨¢s al de otros dos taxistas en la capital, el s¨¢bado y el domingo, agresiones que inauguraban la ¨²ltima batalla de una guerra intermitente, protagonizada por las organizaciones criminales de Los Ardillos y Los Tlacos, principalmente en Chilpancingo, pero tambi¨¦n en otras poblaciones de alrededor. La Fiscal¨ªa del Estado informaba el lunes de la apertura de una investigaci¨®n por los casos del lunes, pero no mencion¨® los de los d¨ªas anteriores.
La guerra por el transporte en Chilpancingo refleja conflictos similares en otras zonas, caso de Acapulco, Taxco e Iguala, municipios m¨¢s importantes del Estado. En los dos primeros, las amenazas y los ataques de criminales han forzado paros de los transportistas. En Iguala se han registrado cantidad de ataques contra conductores que cubren rutas con otros municipios, caso de Tepecoacuilco. El Gobierno del Estado reacciona ante la ola de violencia anunciando despliegues y reforzamientos de la seguridad.
Los acontecimientos del lunes ofrecen una lectura de la batalla. Los primeros ataques se dieron a eso de las 6.00. Sujetos armados llegaron a las bases de los veh¨ªculos que cubren la ruta de la capital con Chilapa y con el poblado de Petaquillas. En ambos lugares, los pistoleros atacaron a choferes, dejando dos muertos. Chilapa y Petaquillas es parte del territorio supuestamente controlado por el grupo criminal Los Ardillos, que tiene su base en Quechultenango, entre Chilpacingo y Chilapa.
Hora y media m¨¢s tarde lleg¨® la venganza, cuando pistoleros atacaron a un taxista de la capital y al conductor de una combi que cubre una ruta interna de la ciudad. Al primero lo tirotearon y luego prendieron fuego al veh¨ªculo, con ¨¦l dentro. Al segundo lo acribillaron y lo dejaron all¨ª, tirado. Los asesinatos provocaron el paro del transporte, situaci¨®n que segu¨ªa este martes.
En redes sociales han empezado a circular mensajes supuestamente enviados por ambos grupos criminales, unos criticando el asesinato de los dos primeros conductores y defendiendo la represalia posterior, y otros denunciando a los otros por secuestradores y extorsionadores y anunciando una ¡°limpia¡±, esto es, nuevos asesinatos, aviso que plantea un futuro complicado para la regi¨®n.
La batalla de Ardillos y Tlacos es solo una de tantas en Guerrero, que cuenta grupos criminales como d¨ªas de sol. Los Tlacos mantienen su propia pelea con La Familia Michoacana en la zona serrana de la regi¨®n centro, donde hace poco estos ¨²ltimos masacraron al menos a cinco hombres. No est¨¢ claro si estos hombres eran pobladores, o parte de Los Tlacos, o una mezcla de ambos. Los dos grupos pelean tambi¨¦n la zona de Iguala y Taxco. De cualquier manera, se ignora el tipo de relaci¨®n entre los grupos que funcionan en cada uno de estos municipios y las jerarqu¨ªas establecidas entre ellos.
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