Los bosques de Michoac¨¢n sin Homero G¨®mez, asesinado por defender la mariposa monarca
El legado del ambientalista, cuya muerte hace cuatro a?os sigue impune, se mantiene vivo en la Reserva de la Biosfera donde trabajaba en primera l¨ªnea frente a los talamontes, el sector aguacatero y el crimen organizado
Las monta?as de Michoac¨¢n resultan imponentes desde el Santuario de la Mariposa Monarca de El Rosario, al que cada a?o llegan miles de visitantes. Los pinos, encinos y oyameles llenan todos los picos de verde. Abajo se ven las casas de colores, los terrenos de cultivo del ma¨ªz y hasta las vacas y caballos de los 260 ejidatarios de El Rosario, en el municipio de Ocampo. All¨ª vivi¨®, creci¨® y fue enterrado a los 50 a?os Homero G¨®mez. El guardi¨¢n dedic¨® toda su vida a proteger el ecosistema de la mariposa de los talamontes, el sector aguacatero y el crimen organizado. El pasado 29 de enero se cumplieron cuatro a?os del hallazgo de su cuerpo en un pozo. Le hab¨ªan golpeado la cabeza y lo tiraron en el agujero, un crimen que qued¨® impune. Pero su legado es v¨ªvido en cada gu¨ªa que explica que los peque?os animales est¨¢n all¨ª de noviembre a marzo, en los peque?os ¨¢rboles plantados alrededor de la entrada del santuario y, sobre todo, en el volar de la mariposa monarca, por la que G¨®mez dio su vida.
Amado G¨®mez entra en la cafeter¨ªa del santuario custodiado por dos polic¨ªas que cargan rifles de asalto. Es presidente municipal desde que sali¨® elegido en 2021 para dirigir Ocampo (22.000 habitantes), el territorio donde se encuentra el ejido de El Rosario. Homero era el primero de diez hermanos. Amado el sexto. ¡°Nos pon¨ªa [Homero] en filita, desde el m¨¢s peque?ito que estaba mi mam¨¢ amamantando hasta el m¨¢s grande, que era Homero¡±, recuerda el ahora alcalde de 46 a?os. El mayor siempre los rega?aba, les llamaba la atenci¨®n a los menores. ¡°Desde ni?o mostr¨® capacidades de l¨ªder. Lo recuerdo como un joven muy activo¡±, explica Amado. Homero sent¨ªa un amor por el bosque desde chico.
Sus padres eran campesinos. ¡°Ten¨ªamos vacas, borregas y a diario nos ¨ªbamos a pasearlas en el bosque. Tambi¨¦n ¨ªbamos a cazar conejos y ardillas¡±, recuerda Amado. Su hermano curs¨® primaria en El Rosario, secundaria en el pueblo vecino de Angangueo y luego, gracias a un profesor que vio sus cualidades, se fue a estudiar Ingenier¨ªa Agr¨®noma a la Universidad Aut¨®noma de Chapingo, en Ciudad de M¨¦xico. En la capital lleg¨® a ser cintur¨®n negro de taekwondo a la vez que adquir¨ªa los conocimientos que le servir¨ªan para conocer los aspectos t¨¦cnicos de los bosques que hoy albergan la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, con m¨¢s de 560 kil¨®metros cuadrados entre Michoac¨¢n y el Estado de M¨¦xico.
Al volver encaden¨® diferentes cargos municipales en Ocampo y fue l¨ªder ejidal en El Rosario. ¡°A los 25 a?os inici¨® su actividad como promotor y protector de la mariposa monarca. Fue una trayectoria de 25 a?os de mucho trabajo¡±, explica Amado. Lo primero fue convencer a los agricultores de que deb¨ªan cambiar sus cultivos de grano por ¨¢rboles. En ese tiempo la mariposa monarca ya era una visitante habitual despu¨¦s de que en 1940 los canadienses Fred y Nora Urquhart descubrieran que estos lepid¨®pteros migraban m¨¢s de 4.000 kil¨®metros desde su pa¨ªs hasta los bosques de M¨¦xico. Los miles de insectos se descubrieron en las partes altas de El Rosario en 1975.
El esfuerzo de Homero por conservar el santuario se dio de frente con una dura resistencia. ¡°Antes de que mi hermano hiciera esa labor, la gente de los ejidos viv¨ªa del bosque. Hab¨ªa aprovechamientos forestales. Cada a?o se cortaban ¨¢rboles y el recurso se lo repart¨ªa la gente¡±, relata Amado. Homero propuso a finales de los noventa una veda a la tala convenciendo a los ejidatarios. ¡°Se comprometi¨® con ellos a darle difusi¨®n al santuario. Los ingresos que no llegar¨ªan por medio de los bosques, los iban a tener por el turismo. As¨ª le batall¨® durante a?os¡±, explica su hermano. En el 2000 se dio la ansiada denominaci¨®n como Reserva de la Biosfera tras a?os de negociaciones con la secretaria de Medioambiente del sexenio de Ernesto Zedillo (1994-2000), Julia Carabias.
M¨¢s tarde lleg¨® un reto mucho m¨¢s complicado. Tala ilegal y plantaciones de aguacate ¡ªauspiciadas por el crimen organizado¡ª amenazaban con aniquilar uno de los fen¨®menos naturales m¨¢s importantes de M¨¦xico. En 2017, en una entrevista con La Voz de Michoac¨¢n, Homero dio esos desaf¨ªos por resueltos. ¡°Las amenazas de tala clandestina quedaron desaparecidas¡±, explicaba a su interlocutor. Un poco m¨¢s adelante en el intercambio, Homero dec¨ªa: ¡°No permitimos talar, y en ocasiones si ten¨ªamos amenazas de que dej¨¢ramos. Pero arriesgamos hasta la vida nosotros¡±.
Y as¨ª fue tres a?os despu¨¦s. En la cocina econ¨®mica a la que siempre iba Homero a tomar caf¨¦, la cocinera Mar¨ªa de Jes¨²s Gonz¨¢lez recuerda la ¨²ltima vez que vio al ambientalista. ¡°Estaba aqu¨ª ese dichoso d¨ªa que se fue a las carreras¡±, rememora la mujer de 49 a?os. El 13 de enero de 2020 Homero sali¨® de El Rosario para ir a la feria de El Soldado, un municipio a tan solo 30 minutos en coche. All¨ª tuvo reuniones con amigos y pol¨ªticos, un habitual en la vida del promotor de la mariposa monarca. Cuando sali¨® de la feria fue la ¨²ltima vez que se le vio con vida.
El hermano denunci¨® la desaparici¨®n a los tres d¨ªas. Junto con el hijo de Homero ¡ªque ahora estudia en Ciudad de M¨¦xico¡ª y su mujer ¡ªque ya no quiere m¨¢s entrevistas¡ª comenzaron la b¨²squeda por su cuenta. Entre la angustia, Amado destaca la movilizaci¨®n del municipio de Ocampo. ¡°Hab¨ªa m¨¢s de 3.000 personas esperando para que nos acompa?aran a la b¨²squeda. Fue un movimiento social importante sin siquiera convocarlos¡±, explica el presidente municipal. Su cuerpo fue encontrado dos semanas despu¨¦s en un pozo de El Soldado con un golpe en la cabeza. Durante cinco meses su familia trato de impulsar la investigaci¨®n, pero desistieron para poder seguir con su vida. La Fiscal¨ªa de Michoac¨¢n cerr¨® la carpeta de investigaci¨®n y el crimen qued¨® impune. En los ¨²ltimos 4 a?os han muerto 114 protectores del medioambiente en M¨¦xico, seg¨²n diferentes organizaciones de derechos humanos.
- ?Cree que la muerte de su hermano se debi¨® a su actividad como ambientalista?
- S¨ª. Mi hermano con su actividad pisaba muchos callos. Al combatir la tala clandestina, pues te echas enemigos colaterales.
El legado
De dos camionetas se bajan unos 20 turistas estadounidenses. Vienen a ver la mariposa monarca al que Homero denomino como el ¡°santuario m¨¢s grande del mundo¡±. De los 1.200 habitantes de El Rosario, 1.000 viven de los m¨¢s de 200.000 visitantes que vienen cada a?o a ver este fen¨®meno natural que se da entre noviembre y marzo. Pero la derrama econ¨®mica alrededor del santuario es mayor. ¡°De aqu¨ª muchas personas se van a Morelia, se van a P¨¢tzcuaro. El gancho es la mariposa¡±, explica el presidente municipal de Ocampo.
Homero, con sus videos en redes sociales explicando aspectos de la monarca y reivindic¨¢ndose en contra de las pr¨¢cticas ilegales, dio una dimensi¨®n internacional a los bosques de Michoac¨¢n. ¡°En los tianguis tur¨ªsticos que se hacen en M¨¦xico, pues el que m¨¢s llama la atenci¨®n es la mariposa monarca en el stand de Michoac¨¢n. ?l se encarg¨® de darle esa difusi¨®n¡±, explica su hermano. Est¨¢ previsto que este a?o Netflix estrene en el Festival de Cine de Morelia la serie documental El Guardi¨¢n, que repasa la vida de Homero.
Tambi¨¦n cambi¨® el pueblo. ¡°Yo antes dec¨ªa que ni en el mapa aparec¨ªa Ocampo. ?l se involucraba no solo en proyectos de la mariposa¡±, explica Amado. Con el turismo que atra¨ªa la mariposa se mejoraron las carreteras, se abrieron escuelas secundarias y se impulsaron los servicios en todo el municipio.
En el Santuario El Rosario Ocampo Michoacan ¡° El m¨¢s grande del mundo ¡° pic.twitter.com/WlCJuOcG4Q
— Homero gomez g. (@Homerogomez_g) January 12, 2020
La mente de Homero entendi¨® el fen¨®meno como algo global. En la entrevista con la Voz de Michoac¨¢n alud¨ªa al uso de pesticidas y el cultivo de ma¨ªz transg¨¦nico en Canad¨¢ y Estados Unidos como algunas de las amenazas que afectaban el viaje de la mariposa monarca hasta los bosques mexicanos. Y tambi¨¦n hablaba en incontables ocasiones del cambio clim¨¢tico, que afectaba a la hibernaci¨®n del insecto. En julio 2022 la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza declar¨® la especie en peligro de extinci¨®n. Por suerte, un a?o despu¨¦s sali¨® de la lista.
El legado del ambientalista es incontestable. Ya nadie piensa en cortar ¨¢rboles para plantar grano o jugar golpeando a las mariposas monarcas, como Homero hac¨ªa de ni?o, seg¨²n admiti¨® en la entrevista. Adri¨¢n Cruz es ahora el l¨ªder del ejido de El Rosario. A sus 62 a?os guarda un buen recuerdo de su amigo Homero, pero tambi¨¦n reivindica el trabajo de los 260 ejidatarios. ¡°No fue solo Homero. Cuidamos el bosque desde que tengo uso de raz¨®n¡±, dice Cruz. Aunque da las gracias a su compa?ero ejidatario por el cambio de mentalidad. ¡°Tuvo mucha importancia, porque ¨¦l fue ingeniero agr¨®nomo. Vino e implant¨® muchas cosas que aqu¨ª no sab¨ªamos, como la reforestaci¨®n o el cambio de cultivo a arbolado¡±, explica.
Cada a?o le toca a 87 ejidatarios y sus familias encargarse del mantenimiento del bosque y beneficiarse del santuario. Hacer brechas contra incendios, guardias de vigilancia en el bosque y tareas de reforestaci¨®n son algunas de las labores de mantenimiento.
El empleo depende de la ¨¦poca en la que la monarca decida venir a los bosques de Michoac¨¢n. A Marco Antonio Cruz, de 31 a?os, le toc¨® este a?o trabajar como gu¨ªa. Mientras sus botas marrones suben a los casi 3.800 metros de altura donde est¨¢ la mariposa monarca, Cruz explica a qu¨¦ se dedica cuando el animal no est¨¢ all¨ª. ¡°Normalmente me voy a Ciudad de M¨¦xico a trabajar como obrero¡±, aclara.
Mientras explica las amenazas a las que se enfrenta al bosque ¡ªtodas naturales, la tala clandestina desapareci¨® del Santuario de El Rosario¡ª llega al lugar donde miles de mariposas monarcas cuelgan de los ¨¢rboles. Ese jueves era un d¨ªa nublado, por lo que las mariposas se quedaron en las copas m¨¢s altas. ¡°?FLY!¡±, clama una turista con su tel¨¦fono m¨®vil preparado para fotografiarlas. Si sale el sol, volar¨¢n a buscar agua y comer algodoncillo. Aqu¨ª hibernan y se reproducen. Hoy no vuelan, pero est¨¢n, y cada una de ellas recuerda el trabajo que Homero G¨®mez hizo no solo para conservarlas, sino para cambiar la forma de vida del ejido de El Rosario.
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