El santuario de la mariposa monarca resiste la muerte de su guardi¨¢n
Los vecinos de El Rosario, reserva de bi¨®sfera, aseguran que luchar¨¢n por preservar el bosque que protegi¨® y desarroll¨® el activista mexicano Homero G¨®mez
Una mariposa monarca mueve sus delicadas alas torpemente posada en una piedra, en un intento de sacudirse la pereza en esta ma?ana g¨¦lida de finales de enero. Parece una hada de cuento trasnochada, a la que se le hace muy dif¨ªcil recobrarse y tomar el vuelo. Sobre ella, en las ramas de los inmensos ¨¢rboles de pino, cuelgan millones de sus compa?eras, en racimos que parecen hojas secas de un oto?o que se ha extendido demasiado. ¡°No quieren despertarse¡±, dice Ra¨²l, un guardabosques del santuario de El Rosario, localizado al oriente del Estado mexicano de Michoac¨¢n. A unos pasos de las mariposas en sue?o est¨¢n decenas de turistas, la mayor¨ªa jubilados estadounidenses, a la espera de ver lo que les ha sido descrito como uno de los mayores espect¨¢culos naturales del mundo.
No. Hoy las caprichosas mariposas se reh¨²san a complacerlos. ¡°No vale la pena¡±, dice en ingl¨¦s una mujer rubia, la nariz roja por el intenso fr¨ªo, mientras decide largarse del santuario. Todo es letargo en esta ma?ana invernal. El sol, ego¨ªsta, no quiere regar con sus rayos y su calor al bosque cubierto por la neblina. Y si no hay calor las monarcas no despiertan ni revolotean con su maravilla ocre entre los turistas expectantes. Pareciera que ellas tambi¨¦n est¨¢n de luto, acompa?ando el dolor de centenares de personas reunidas en una peque?a iglesia del Rinc¨®n de San Luis, la aldea m¨¢s cercana, donde entre llantos y m¨²sica de mariachi dan el ¨²ltimo adi¨®s a Homero G¨®mez Gonz¨¢lez, quien durante a?os luch¨® por conservar estos bosques, refugio mexicano de las mariposas monarca, que a?o con a?o recorren m¨¢s de 5.000 kil¨®metros desde Canad¨¢ a M¨¦xico para hibernar y reproducirse. G¨®mez se paseaba entre los ¨¢rboles como el se?or de las monarca, siempre acompa?ado de las mariposas que parec¨ªan custodiarlo, hasta el pasado mi¨¦rcoles, cuando su cuerpo fue hallado en una comunidad rural, dentro de un pozo de uso agr¨ªcola, tras dos semanas desaparecido. Su muerte, hasta ahora, es un misterio.
Homero era un ambientalista muy respetado en M¨¦xico por su incansable esfuerzo para preservar las reservas de la bi¨®sfera donde se refugian las monarca. Por eso la noticia de su desaparici¨®n, hecha p¨²blica el 13 de enero, conmocion¨® al pa¨ªs y se extendi¨® r¨¢pidamente m¨¢s all¨¢ de las fronteras mexicanas. Homero G¨®mez Valencia, su hijo de 19 a?os, dice que recibieron llamadas de Estados Unidos, Francia y de las Naciones Unidas. Ambientalistas y cient¨ªficos del extranjero se sumaron a las muestras de preocupaci¨®n. Todos ped¨ªan noticias sobre el paradero del guardi¨¢n de las monarca. Fue la creciente presi¨®n internacional la que hizo que las autoridades actuaran con beligerancia, dice el joven. Al principio pusieron la denuncia ante la fiscal¨ªa de Zit¨¢cuaro, uno de los municipios m¨¢s grandes cercanos al santuario, pero ¡°al tercer d¨ªa de haberla presentado no ten¨ªan nada¡±, recuerda G¨®mez Valencia. Fue entonces cuando acudieron a la fiscal¨ªa del Estado. ¡°Hubo mucha presi¨®n de la ONU, de otros Gobiernos, adem¨¢s de la informaci¨®n en los medios y los comentarios en las redes sociales¡±, a?ade su hijo. Se organizaron grupos de b¨²squeda con oficiales especializados del Estado, los campesinos y aldeanos que durante dos semanas fueron infructuosas. Hasta que el pasado 29 de enero encontraron el cuerpo del activista.
El ¨²ltimo parte hecho p¨²blico por la fiscal¨ªa de Michoac¨¢n la noche del jueves informa que Homero G¨®mez Gonz¨¢lez muri¨® ahogado, pero a?ad¨ªa un dato desconcertante: el hombre de 50 a?os ten¨ªa adem¨¢s una herida en la cabeza. ¡°Asfixia mec¨¢nica por sumersi¨®n en persona con traumatismo craneoencef¨¢lico¡±, rezaba el documento. Las autoridades dijeron que encontraron en la ropa del activista casi 10.000 pesos (m¨¢s de 500 d¨®lares), por lo que descartaron un intento de asalto. ¡°En virtud de lo anterior, se ha instruido a las ¨¢reas especializadas a continuar con las diligencias id¨®neas y pertinentes para agotar todas las l¨ªneas de investigaci¨®n que se deriven en resolver de manera plena y conforme a derecho¡±. En otras palabras: las autoridades podr¨ªan estar sopesando en su investigaci¨®n otras causas del fallecimiento de G¨®mez Gonz¨¢lez, m¨¢s all¨¢ de un accidente.
¡°Mucha gente est¨¢ indignada¡±, dice Rebeca Valencia, 39 a?os, esposa del activista. Habla pausado y responde casi con monos¨ªlabos durante la entrevista. Sus ojos, apagados por el dolor, solo chispean cuando esta mujer delgada pero fuerte habla del trabajo de su esposo, la fuerza con la que defend¨ªa los bosques que eran su vida, denunciaba la tala ilegal y se enfrentaba a la autoridad local para exigir que pagara por el uso de los recursos naturales que ¨¦l y sus vecinos proteg¨ªan. ?Ten¨ªa enemigos Homero? ?Alguien que quisiera hacerle da?o? ¡°No¡±, responde tajante. ¡°?l era muy querido. Era un ecologista de coraz¨®n. A m¨ª nunca me habl¨® de amenazas¡±. A Rebeca se le quiebra la voz. ¡°?C¨®mo puede pasarle esto a una persona que nos est¨¢ dando vida? ?No lo asimilo!¡±
Su llanto lo comparten centenares de aldeanos, habitantes de estas comarcas anta?o boscosas, pero donde ahora la tala ilegal, la extensi¨®n del cultivo del aguacate (el oro verde de Michoac¨¢n) y otras siembras est¨¢n rasgando poco a poco el manto verde que los cubr¨ªa, hasta hacerlo desaparecer del todo en amplias zonas, ahora de un triste color marr¨®n. Es por lo que desde hace una d¨¦cada Homero luch¨® por rescatar el santuario de El Rosario. Organiz¨® a los aldeanos, les inst¨® a cambiar el cultivo del ma¨ªz en tierras no tan productivas por la siembra de pinos y ¨¢rboles de oyomal. Organiz¨® brigadas de guardabosques, capacit¨® a gu¨ªas sobre mariposas monarca y abri¨® al p¨²blico un santuario de importancia mundial, designado como patrimonio de la humanidad por la UNESCO. ¡°Sembramos 300.000 ¨¢rboles anuales¡±, dice orgulloso Omar, un gu¨ªa de 26 a?os, mientras acaricia con mucho cari?o un arbolito de pino, como si se tratara de un hijo que crece fuerte y sano, mientras hace su ronda matutina.
Ese esfuerzo de preservaci¨®n, sin embargo, se ve¨ªa amenazado por grupos clandestinos obsesionados con los ricos recursos de un Estado que cuenta con el 30% de su territorio cubierto de bosques. Las autoridades mexicanas reconocieron que en la zona del santuario de las monarca se desarrolla una econom¨ªa ilegal basada en la extracci¨®n de los recursos naturales que incluye a taladores, centros clandestinos de procesamiento de los recursos forestales y transportistas cuyo jugoso negocio es sacar de forma encubierta las materias primas. La Procuradur¨ªa Federal de Protecci¨®n al Ambiente (Profepa) inform¨® en diciembre que hab¨ªa logrado ¡°frenar¡± a uno de los explotadores clandestinos en un operativo en el que participaron 15 oficiales de la Guardia Nacional, realizado en una comunidad ind¨ªgena cercana al santuario. El detenido almacenaba madera de pino, encino y oyamel sin que tuviera permisos para la explotaci¨®n forestal. ¡°Las especies afectadas forman parte de los bosques templados en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca y dan continuidad a una zona boscosa con gran importancia ambiental y ecol¨®gica¡±, dijeron las autoridades. La ley mexicana establece multas de hasta 1,6 millones de pesos (casi 80.000 d¨®lares) por delitos ambientales y en este caso el detenido podr¨ªa pagar una sanci¨®n que va de 100 a 20.000 veces ese monto.
A sus 45 a?os Andr¨¦s Moreno teme que todo ese esfuerzo por conservar el bosque se desplome sin el liderazgo de Homero. Este hombre robusto, de piel seca por la constante exposici¨®n al sol, es una de las autoridades de la comunidad. Aunque dice que luchar¨¢ por continuar con el legado del activista, para ¨¦l ahora el futuro es incierto. Un sentimiento que comparten los vecinos de Rinc¨®n de San Luis entrevistados para este reportaje, porque el santuario de El Rosario les garantiza trabajo, ingresos y supervivencia. En una zona golpeada por la miseria, las actividades que genera la constante visita de turistas son vitales para tener comida en la mesa. ¡°Vamos a proteger lo nuestro¡±, dice Moreno, a m¨¢s de 3.000 metros de altura, entre el espesor del bosque fr¨ªo.
Por ese agradecimiento la tarde del viernes este poblado retumb¨® con los funerales de Homero. Una procesi¨®n que llen¨® varias calles de la aldea con los colores intensos de las flores que cargaban centenares de vecinos vestidos humildemente, algunos con ropas muy viejas, la mayor¨ªa ind¨ªgenas de rostros surcados por profundas arrugas. Todos quer¨ªan despedirse de su guardi¨¢n. El hombre que, como dice su esposa, les daba vida. Cuando el f¨¦retro fue depositado en el hueco abierto sobre el terreno polvoso, decenas de mujeres lanzaron una lluvia de p¨¦talos sobre el ata¨²d, lo que recordaba a las mariposas monarca en pleno vuelo, como si ellas tambi¨¦n estuvieran all¨ª, revoloteando, despidiendo al hombre que las am¨® y que dedic¨® su vida a protegerlas.
Hallado sin vida el cuerpo de un gu¨ªa del santuario de la mariposa monarca
Las autoridades del Estado mexicano de Michoac¨¢n han localizado el cuerpo sin vida de Ra¨²l Hern¨¢ndez Romero, un gu¨ªa tur¨ªstico del santuario de mariposas monarca El Rosario. Hern¨¢ndez Romero, de 44 a?os, hab¨ªa sido reportado como desaparecido el pasado 27 de enero. El cad¨¢ver fue encontrado en la cima del santuario El Campanario, sin embargo, la fiscal¨ªa estatal no ha informado las causas de su muerte.? El hallazgo ocurre tres d¨ªas despu¨¦s de ser ubicado el cuerpo del activista Homero G¨®mez Gonz¨¢lez dentro de un pozo de uso agr¨ªcola y tras dos semanas desaparecido.
M¨¦xico es uno de los pa¨ªses m¨¢s peligrosos del mundo para los activistas, defensores de derechos humanos y periodistas. Durante el primer a?o de la Administraci¨®n de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador fueron asesinados 12 activistas y 10 periodistas. El a?o pasado, el pa¨ªs norteamericano registr¨® 35.000 homicidios, la cifra m¨¢s alta en su historia reciente.
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