Chiapas se desangra en un ¡°conflicto armado no reconocido¡± desde 2021
Un informe de organizaciones de la sociedad civil denuncia el recrudecimiento de la violencia por la disputa territorial del crimen organizado y las graves violaciones a los derechos humanos
Chiapas sangra, huye o malvive en una escalada de violencia sin cuartel. El Estado m¨¢s pobre de M¨¦xico est¨¢ atravesado por un ¡°conflicto armado no reconocido¡± desde 2021, desatado por la guerra entre el Cartel de Sinaloa, el Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n y distintos grupos armados, locales y nacionales, enclavados en las din¨¢micas del narcotr¨¢fico y el paramilitarismo. Una ¡°disputa territorial de estructuras de la delincuencia organizada por el control de mercanc¨ªas, servicios, personas, productos legales e ilegales, as¨ª como de la propia vida de la poblaci¨®n local¡± que ha desembocado en ¡°graves violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional¡± de sus habitantes, activistas, periodistas, defensores de la tierra y un largo etc¨¦tera. Al menos 10.000 personas han sido desplazadas a la fuerza de sus hogares desde junio de 2021 a enero de 2024. As¨ª lo afirma rotundamente un informe publicado este martes por distintas organizaciones de la sociedad civil con presencia en la regi¨®n.
La investigaci¨®n, titulada Asedio a la vida cotidiana, terror para el control del territorio y graves violaciones a los derechos humanos, es un trabajo conjunto entre el Colectivo de Monitoreo - Frontera Sur; la Mesa de Coordinaci¨®n Transfronteriza Migraciones y G¨¦nero Guatemala ¨C M¨¦xico; la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos y la Red TDT. En las 78 p¨¢ginas de informe, s¨®lidamente documentadas, las organizaciones trazan un recorrido por los distintos aspectos de la espiral de violencia chiapaneca: las estrategias que utilizan los grupos del crimen organizado para controlar el territorio, las actividades econ¨®micas y la vida cotidiana; las ¡°estrategias del terror¡±; el dominio de las instituciones sociales; la ausencia, en algunas ocasiones, y colaboraci¨®n, en otras, del Gobierno mexicano ¡ªa nivel estatal y federal¡ª o las graves violaciones a los derechos humanos.
El informe se focaliza en la ¡°regi¨®n frontera¡±, un ¨¢rea que las organizaciones civiles delimitan en los municipios de La Trinitaria, Frontera Comalapa, Chicomuselo, Siltepec, Honduras de la Sierra, Motozintla, Mazapa de Madero, El Porvenir, La Grandeza, Bejucal de Ocampo, Amatenango de la Frontera y Bella Vista. La violencia y la irrupci¨®n del crimen organizado, sin embargo, es una realidad extendida m¨¢s all¨¢ de ese marco, que alcanza casi todos los rincones del Estado: desde la desembocadura del r¨ªo Suchiate en el Pac¨ªfico a los confines m¨¢s orientales de la selva Lacandona. ¡°Por su ubicaci¨®n geogr¨¢fica y recursos naturales estrat¨¦gicos, Chiapas es un territorio clave para el control e impulso de econom¨ªas legales e ilegales¡±, explica el estudio.
¡°Toda la extensi¨®n territorial chiapaneca est¨¢ vertebrada por rutas que son aprovechadas para el transporte de todo tipo de mercanc¨ªas, desde drogas, armas y ganado ilegal hasta el tr¨¢fico de personas en movilidad internacional. Desde 1998, la zona de la selva en su frontera con Guatemala fue considerada por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) como un corredor clave¡±, contin¨²a. Chiapas es una regi¨®n predominantemente rural, poblada por campesinos e ind¨ªgenas, con enormes extensiones incomunicadas y sin presencia institucional, lo que la convierte en un terreno poroso y f¨¦rtil para el crimen organizado: tanto para el tr¨¢fico de migrantes desde Centroam¨¦rica como para el trasiego de drogas.
La presencia del crimen en la regi¨®n se remonta a finales del siglo XX, se intensific¨® con la guerra contra el narco del presidente Felipe Calder¨®n (2006-2012) y, finalmente, se recrudeci¨® en 2021. Con el alzamiento armado del Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN) en 1994, el Gobierno despleg¨® un plan de contrainsurgencia que se tradujo en el surgimiento de grupos paramilitares financiados por el Estado, que nunca se desarmaron. ¡°Estos actores configuran una diversidad de grupos armados que a menudo dif¨ªcilmente se diferencian de la delincuencia organizada o los separa una l¨ªnea muy delgada¡±.
El resultado es un polvor¨ªn donde decenas de grupos armados se reparten o disputan el territorio, hacen y deshacen a su antojo, controlan las carreteras, los negocios, los procesos pol¨ªticos, las instituciones, la polic¨ªa. Para ello, emplean un repertorio que incluye ¡°enfrentamientos generalizados recurrentes, uso de artefactos explosivos, drones artillados, explosiones y quemas de veh¨ªculos¡± que mantiene aterrorizada a la poblaci¨®n, que acaba someti¨¦ndose a su voluntad, huyendo de sus hogares e incluso apoyando a las mafias ante la ausencia de un Estado fuerte que les garantice protecci¨®n.
¡°Reina la idea de que bien se es aliada, bien enemiga, anulando la posibilidad de neutralidad y orientando a la poblaci¨®n del lado de los grupos delincuenciales de manera forzada. Este contexto convierte a todo el mundo en potencial enemigo, lo que impulsa acciones que buscan infundir miedo y duda entre la poblaci¨®n con el fin de controlarla y de cortar su apoyo potencial al grupo antag¨®nico, debilitar el tejido comunitario y, en la medida de lo posible, reconvertirlo en favor de los propios intereses¡±, desarrolla el informe.
Ejecuciones, masacres, feminicidios, desplazamientos forzados, torturas, derechos de piso, amenazas, violaciones, desapariciones. Una lista inabarcable de horrores contra la poblaci¨®n civil a la que ¡°se le suma el impacto psicol¨®gico paranoide de los rumores, que desatan episodios colectivos de histeria y que mantienen a la poblaci¨®n en un estado de tensi¨®n permanente¡±. Una estrategia de ¡°sometimiento total¡± reforzada por la persecuci¨®n de la prensa y las organizaciones de derechos humanos, que amenaza con convertir el Estado en un agujero negro informativo, una ley del silencio que acabe con cualquier voz disidente, tolerada por las ¡°omisiones y colusi¨®n del Estado con la delincuencia organizada¡±.
La versi¨®n oficial del Gobierno estatal y federal es la de que en la mayor¨ªa de Chiapas reina la paz y los conflictos son aislados, un relato que niega la realidad, avalada d¨ªa a d¨ªa por los sucesos violentos que se suceden en la regi¨®n y las innumerables v¨ªctimas. La principal estrategia de contenci¨®n es el despliegue de militares, que a pesar de ser numeroso, no ha logrado acabar con la inseguridad y las din¨¢micas ilustradas en el informe. ¡°En toda la regi¨®n fronteriza asolada por el conflicto armado, la delincuencia organizada interact¨²a con funcionarios del Gobierno, conformando estructuras criminales que intervienen y agravan las tensiones y el conflicto por el control territorial¡±, sentencia el estudio.
Como conclusi¨®n, el informe plantea m¨¢s de una decena de ¡°recomendaciones¡± a las autoridades mexicanas y a la comunidad internacional. El primer punto es ¡°reconocer p¨²blicamente el conflicto armado¡±; ¡°garantizar la protecci¨®n de la poblaci¨®n civil frente a las violaciones sistem¨¢ticas de sus derechos humanos¡±; crear una suerte de Comisi¨®n de la Verdad (una iniciativa que se ha realizado en lugares que han sufrido conflictos armados, como Colombia); visibilizar el conflicto y trabajar con la sociedad civil para garantizar la paz social y las reparaciones a las miles de v¨ªctimas.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.