Cad¨¢veres en el r¨ªo Suchiate: el en¨¦simo episodio de la crisis de inseguridad que castiga a Chiapas
Al menos tres cuerpos, arrastrados por la corriente, han sido recuperados esta semana. El episodio pone de manifiesto en toda su crudeza la espiral de violencia en la que est¨¢ inmerso el Estado m¨¢s pobre de M¨¦xico
El v¨ªdeo es estremecedor y tiene baja calidad, como sacado de una pel¨ªcula de terror de bajo presupuesto. Pero es real. Un bulto alargado, envuelto en bolsas de basura negra, es arrastrado por las corrientes del r¨ªo Suchiate, a su paso por un poblado con el mismo nombre. Cuando se acerca a la orilla, a un embarcadero humilde donde esperan varios balseros que viven de cruzar a diario esas aguas marrones ¡ªla frontera entre Guatemala y M¨¦xico¡ª, se ve sin lugar a dudas que es un cad¨¢ver humano: todo el cuerpo est¨¢ tapado por los pl¨¢sticos, salvo el rostro, en proceso de descomposici¨®n. ¡°?Verga, loco!¡±, exclama uno de los hombres que graban la escena en sus tel¨¦fonos m¨®viles.
Cad¨¢veres envueltos en bolsas de basura flotando corriente abajo a trav¨¦s del Suchiate, el r¨ªo que dibuja la frontera entre los dos pa¨ªses en la regi¨®n m¨¢s pr¨®xima al Pac¨ªfico. La imagen es quiz¨¢ el ejemplo m¨¢s brutal para ilustrar lo que los habitantes de la zona, los expertos y las oeneg¨¦s llevan tiempo denunciando: Chiapas se ha convertido en una zona de guerra; una plaza caliente disputada por intereses de muchos colores y signos: crimen organizado como el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG); grupos paramilitares con el benepl¨¢cito de las autoridades; el Ej¨¦rcito y la Guardia Nacional, guerrilleros o grupos de autodefensas.
En la ¨²ltima semana, al menos tres cad¨¢veres han sido encontrados flotando en el r¨ªo, de acuerdo con ¡°reportes de la polic¨ªa¡± citados por La Jornada. Las corrientes arrastraron el cuerpo del v¨ªdeo a la orilla guatemalteca y fue recuperado por un grupo de bomberos voluntarios del municipio de Ayutla. Estaba ¡°en estado de putrefacci¨®n¡±, asegur¨® uno de los rescatistas al diario mexicano. Otros dos cad¨¢veres aparecieron r¨ªo abajo, en la comunidad Miguel Alem¨¢n el lunes y en la comunidad la Isla el mi¨¦rcoles. Fuentes del Ministerio P¨²blico recogidas por el mismo peri¨®dico afirman que se trata de un hombre y una mujer de identidad desconocida. Se investiga si se trata de migrantes que se ahogaron al intentar cruzar a territorio mexicano.
Los cad¨¢veres en el Suchiate ya no son un fen¨®meno nuevo en la regi¨®n. De acuerdo con la revista Proceso, desde hace meses es habitual avistar cuerpos en el agua. La desembocadura del r¨ªo, en el oc¨¦ano Pac¨ªfico, es una suerte de vertedero lleno de basura, restos humanos y animales, sobrevolado por los buitres y acechado por perros salvajes en busca de alimento.
Aquello de que Chiapas, el Estado m¨¢s pobre del pa¨ªs, hab¨ªa conseguido mantenerse al margen de la l¨®gica de guerra y narcotr¨¢fico que domina grandes porciones de M¨¦xico, ya es historia. La entidad est¨¢ ahora en el punto de mira del crimen organizado, lo que agrava el conflicto armado latente que se esconde en la regi¨®n desde principios de los 90: cuando el Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN) se alz¨® en armas contra la desigualdad de los pueblos ind¨ªgenas, lo que fue respondido por una fuerte campa?a de contrainsurgencia estatal y paramilitar.
El Cartel de Sinaloa y el CJNG, las dos organizaciones de narcotr¨¢fico m¨¢s poderosas del pa¨ªs, mantienen una encarnizada batalla por el control de Chiapas. La porosidad de la frontera entre Guatemala y M¨¦xico, que cualquiera de los balseros del Suchiate atraviesan decenas de veces en un solo d¨ªa, crea las condiciones perfectas para el tr¨¢fico de drogas y personas. Las tres principales rutas cruzan la selva Lacandona, hogar simb¨®lico del EZLN, Frontera Comalapa y la regi¨®n cercana a la costa del Pac¨ªfico, donde se encuentra el Suchiate.
Adem¨¢s, en los ¨²ltimos tiempos, el desarrollo de grandes proyectos industriales, tur¨ªsticos como el Tren Maya, mineros y extractivistas de distinto tipo, han hecho que el territorio se cotice al alza, f¨¦rtil para la especulaci¨®n. De acuerdo con todos los informes, an¨¢lisis, testimonios de especialistas y de la gente que lo sufre en sus carnes, las nuevas din¨¢micas est¨¢n conduciendo a la destrucci¨®n del tejido social de una regi¨®n poblada en su mayor¨ªa por comunidades ind¨ªgenas y campesinas. Los sucesos violentos se cuentan por decenas cada mes: masacres, feminicidios, secuestros, violencia sexual, desapariciones, desplazamientos forzados.
Al igual que por el narcotr¨¢fico, la frontera est¨¢ atravesada por la migraci¨®n proveniente de Centro y Sudam¨¦rica: personas en tr¨¢nsito en condiciones de pobreza, especialmente vulnerables a caer en las redes del crimen organizado, la trata de personas, o a convertirse directamente en v¨ªctimas.
El propio EZLN, que mantiene un perfil pac¨ªfico y un total silencio medi¨¢tico desde hace a?os, lo advirti¨® el pasado mayo en un comunicado desesperado: ¡°Chiapas est¨¢ al filo de la guerra civil, con paramilitares y sicarios de los diversos c¨¢rteles que se disputan la plaza y grupos de autodefensas, con la complicidad activa o pasiva de los gobiernos de Rutilio Escand¨®n Cadenas [gobernador del Estado] y [el presidente de la Rep¨²blica] Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador¡±.
Tras el ¨²ltimo gran esc¨¢ndalo, en el que una caravana de coches presuntamente del Cartel de Sinaloa desfilaba por un pueblo entre v¨ªtores ¡ªno est¨¢ claro si genuinos u obligados por el grupo criminal¡ª, L¨®pez Obrador asegur¨® que mandar¨ªa a la Guardia Nacional. El presidente tambi¨¦n acus¨® que era mayor la propaganda de la noticia que la infiltraci¨®n real de los c¨¢rteles en la zona. Lleg¨® a afirmar que quienes difund¨ªan esas im¨¢genes eran personas ¡°en contra de la transformaci¨®n¡±, como llama a su movimiento pol¨ªtico. ¡°En Chiapas estamos muy contentos porque esta maravillosa obra del tren Maya todav¨ªa no se inaugura y est¨¢ ya dando un gran resultado¡±, se limit¨® a decir Escand¨®n. Por el momento, el gobernador del Estado guarda silencio ante la profunda crisis de inseguridad y mira hacia otro lado, entre fuertes cr¨ªticas y llamadas de auxilio de los habitantes, que denuncian que las autoridades los han abandonado a su suerte.
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